24.01.2002

 



Las empresas públicas, entre la reducción de gastos y el aumento de tarifas

Juan Gabito (UTE): No hay mucho más de donde rebajar. Se incentivará el retiro de funcionarios, y propondrá coordinar con otras reparticiones públicas el uso en común de locales, instalaciones y personal auxiliar.

Alberto Iglesias (BSE): Venta de viviendas y unidades productivas (como campos forestados) porque "el negocio del Banco es vender seguros", y "debe fortalecerse en ese rubro".

EN PERSPECTIVA
Jueves 24.01.02, 07.35.

JULIO VILLEGAS:
El ministro de Economía, Alberto Bensión, informará hoy a los legisladores de la coalición de gobierno sobre las medidas tributarias que anunció en su anterior comparecencia en el Parlamento, que sólo habían sido esbozadas en aquella oportunidad. Según ha trascendido, se dispondría el aumento de las tarifas públicas en 8,5%, se gravaría el consumo de agua con la tasa básica del Impuesto al Valor Agregado (14%), y con la tasa máxima (23%) a los juegos de azar, excepto la quiniela. El equipo económico ha previsto enviar la próxima semana un proyecto de ley con los nuevos impuestos, para que sea sancionado a fines de febrero. El gobierno aspira a recaudar unos U$S 102 millones por la creación de impuestos y el aumento de algunos vigentes (incluyendo gravámenes a las pasividades profesionales y bancarias, un incremento en el tributo al control del sistema financiero, aplicación al IVA a las frutas y verduras, entre otras). Pero antes deberá acordar con el Partido Nacional, que junto al Partido Colorado integra la coalición de gobierno, y se ha mostrado renuente a votar nuevos impuestos o aumentar los existentes hasta conocer el impacto de la reducción de gastos del Estado. Por otra parte, ha resistido la aplicación de impuestos a las llamadas telefónicas (internacionales y por celular), cuando recientemente se anunció su rebaja como forma de mejorar el costo país. Precisamente, los legisladores nacionalistas se limitarán a "escuchar" hoy las propuestas de Bensión, para considerarlas en el Directorio en los próximos días.

Además de la política de tarifas e impuestos, se demandará a las empresas públicas un mayor aporte a Rentas Generales. En el caso de la telefónica estatal Antel, el requerimiento aumentó de U$S 130 a 155 millones. Para la generadora y distribuidora de electricidad UTE, aún no se conoce el incremento, pero el año pasado aumento de U$S 75 a 105 millones.

Se afirma que algunos de los tributos propuestos tendrán un plazo de vigencia de entre dos y tres años.

Respecto al ahorro en el gasto público, nos detenemos hoy en la situación de UTE, donde por otra parte se anuncia un aumento de tarifas en el eje de 8,5%, como mencionábamos al principio. Estamos en comunicación con el director Juan Gabito. Para comenzar, ¿cuál es el aporte de UTE al plan de ahorro?

JUAN GABITO:
UTE hace ya algunos años viene en un proceso de reducción de gastos operativos, y diría que aproximadamente en los últimos dos años los abatió en unos U$S 60 millones por varias vías: un régimen de incentivos para el retiro de funcionarios (el gasto más importante es el de sueldos y también es el más rígido, porque no se puede despedir gente ni rebajarle el sueldo); la sustitución de la operación de las centrales Batlle y La Tablada, que consumen petróleo, por importación de electricidad desde Argentina; la reducción de publicidad; recortes de otros gastos...

Si bien UTE sigue empeñada en ese proceso, en la medida en que uno parte de escalones sucesivamente más bajos, cada vez es más difícil llegar a reducciones porcentuales importantes. Pero lo hemos venido planteando en el Directorio, y estamos todos comprometidos en ello no sólo los directores sino los gerentes, que son los que verdaderamente llevan la marcha de la empresa a lo largo de los años.

JV - Supongo que esa tendencia que usted manifiesta se ve torpedeada por situaciones como la crisis argentina y, en nuestro país, el aumento del ritmo devaluatorio.

JG - Efectivamente: hay que recordar que UTE había rebajado sus tarifas en mayo pasado y teníamos previsto seguir con este régimen. Pero la realidad es que buena parte de los insumos de UTE, como los de otras empresas, son en dólares americanos. Por estas fechas, tradicionalmente, todos estos años (no sólo UTE sino todas las empresas públicas, se produce un ajuste que no tiene que ver con el esquema tarifario en sí mismo sino con recuperar la pérdida de poder adquisitivo del peso uruguayo, que es en lo que nosotros recaudamos. Como estamos en la instancia de recuperar lo perdido, pero además prever lo que se perderá en el 2002 (que recién empieza pero ya se ha anunciado que el ritmo devaluatorio será mayor), efectivamente se está hablando de guarismos de ese tipo, en el entorno del 8% como usted decía.

Aclaro que el Directorio no ha decidido. Sesionaremos esta mañana, pero para tomar esa decisión -que no es sólo del Directorio, porque las tarifas de UTE y las demás empresas públicas son aprobadas por el Poder Ejecutivo-tenemos insumo que vienen de dentro de la empresa (la gerencia nos dice "Esto es lo que necesitaríamos para seguir prestando un buen servicio a la población") y de fuera de la empresa, cuando el Poder Ejecutivo nos dice a través de Planeamiento y Presupuesto "Esto es lo que ustedes deberían cobrar para mantener el ritmo de versión de resultados al Tesoro Nacional".

JV - El aporte a Rentas Generales.

JG - Efectivamente. UTE por sí misma podría no aumentar o hasta rebajar las tarifas, pero eso supondría que no arrojaría ganancias y por lo tanto el Tesoro Nacional, Rentas Generales, no recibiría los aproximadamente U$S 80 millones que viene recibiendo de UTE. Hay que recordar que UTE no sólo tributa como cualquier empresa, paga Impuesto al Patrimonio, a la Renta de Industria y Comercio, IVA, algunos otros impuestos que sólo pagamos estas empresas y no otras (como a la Compra de Moneda Extranjera, un aporte complementario a la Seguridad Social) sino que además tiene una, por decirlo así, ganancia obligatoria porque está fijada de acuerdo a un programa financiero con el propio Poder Ejecutivo para que éste, a través de los impuestos que recauda a través de la DGI, la Aduana y demás, tenga ingresos extra que pueda redistribuir hacia áreas del Estado que no recaudan, como pueden ser el Poder Judicial, las fuerzas de seguridad, la enseñanza, la salud, por ejemplo.

De modo que no es una decisión sencilla ni acotada exclusivamente a la gestión de la empresa, sino que es una decisión de gobierno que debemos coordinar con el Poder Ejecutivo.

JV - ¿Cuándo podrá trasladarse a las tarifas de la energía eléctrica los beneficios del gas natural?

JG - Eso dependerá de cuando está operativa la central a gas. UTE llamó a licitación para reconvertir sus centrales a gas, el llamado fue declarado desierto y después, por una resolución de gobierno, el Poder Ejecutivo estimó que en lugar de que UTE reconvirtiera esas centrales, se abriera el mercado y se llamara a licitación para que un operador privado construya una planta y le venda a UTE la potencia de energía que resulte. Pero en cualquier caso, sea un operador privado o sea la UTE... Fíjese que recién vamos a abrir el primer sobre de esta nueva fase de la licitación el 21 de febrero: de ahí a que se adjudique, se contrate, se comience a construir, no creo que la nueva central esté operativa en menos de tres años. Tampoco hay que ilusionarse demasiado por ese lado.

JV - Hay seis empresas multinacionales potencialmente interesadas.

JG - Seis empresas han comprado los pliegos, pero no hay ninguna certeza de que vayan a participar en la licitación. Eso recién se sabrá el 21 de febrero.

Pero, volviendo al tema de la generación, el año pasado los uruguayos corrimos con mucha suerte porque, como llovió tanto, no hubo casi necesidad de encender las centrales térmicas de UTE, ni prácticamente de importar energía de Argentina. Pero en lo que corre de este verano la situación ha cambiado, el río Uruguay está muy bajo...

JV - Sí: veíamos imágenes de gente que prácticamente cruzaba hacia Argentina caminando por el lecho.

JG - ...de modo que Salto Grande, que no pertenece a UTE pero le vende su energía, está en muy baja generación. Los embalses del Río Negro están un poco más completos (a lo largo de todo el año pasado estuvimos atesorando esa agua) pero eso también se va consumiendo. Si tuviéramos la desgracia de tener un ciclo seco, deberíamos importar derivados de petróleo para proveer energía, y eso también aumentaría los costos: también es un insumo en dólares.

JV - El sistema de interconexión permite comprar energía a Argentina ¿en qué casos?

JG - Regularmente. Ya hace un par de años que UTE contrata el respaldo de potencia y también la energía con tres centrales argentinas, y ha venido importándola porque es más barata que el fueloil que necesitamos para la central Batlle o el gasoil para la central de respaldo de La Tablada. Esos contratos seguirán vigentes y, de alguna manera, nos van a abaratar el costo. Pero todo depende de la generación hidráulica que podamos tener aquí.

JV - ¿Qué pasa con el proyecto Paysandú?

JG - El proyecto de la central del Norte, o central Paysandú, ha quedado un poco en suspenso. En lo personal estoy muy a favor de él, pero ha quedado en suspenso para no entorpecer ni sembrar ninguna duda a los posibles oferentes de esta licitación que está en curso. Creemos que son complementarios, pero ahora se traba de utilizar el gasoducto Cruz del Sur, el gas que viene desde el sur argentino y cruza por Colonia, para la nueva central.

En todos los casos, al gas también hay que pagarlo y los costos de la empresa no son sólo el energético principal sino que hay otra cantidad de costos muy importantes, entre ellos los salarios, como decíamos. De modo que vamos a impulsar este año un nuevo plan de incentivos para retiros, lo que permitirá ahorrar bastante dinero a la UTE, y vamos a impulsar también una idea interesante: que haya una mejor coordinación entre las empresas del Estado en las localidades pequeñas del interior. En este momento, individualmente considerados, para UTE, para Antel, para OSE, para el Banco de Seguros, para el Correo, mantener abierta una oficina en más de 150 localidades chicas del interior (por decir algunas: aquí cerca, en Empalme Olmos, San Jacinto, Toledo, Casupá, Fray Marcos, Montes...), les cuesta mucho dinero. La propuesta que hice es que compartamos la infraestructura básica -el local, el personal de servicio, de vigilancia, líneas telefónicas, terminales de PC, algún vehículo-de modo que el Estado no se retire definitivamente de esos lugares, porque ahí sí "le bajamos la cortina" al interior, y nadie quiere eso. Es una meta...

JV - ...de economía de escala.

JB - ...de economía de escala por un lado, recuperación de costos por vía de compartirlos, pero por otro lado de presencia del Estado en el interior, donde sigue siendo la institución vertebral, la más importante, mucho más que en la capital. Sería una muy mala decisión desde el punto de vista social que las empresas públicas continuaran cerrando locales en esos pueblos.

***

JV - Vamos a consultar ahora al presidente del Banco de Seguros del Estado (BSE), Alberto Iglesias. Hablando de la participación de las instituciones del Estado en los planes de ahorro público que ha planteado el gobierno nacional, ¿por dónde va a canalizar Banco ese propósito?

ALBERTO IGLESIAS:
A lo largo del año 2001, por decisión propia de este directorio, el BSE comenzó a tratar de racionalizar recursos.

Cuando llegamos a la institución nos encontramos con que la misma poseía, entre otras cosas, aproximadamente 400 unidades habitacionales de las cuales más de 300 estaban desocupadas, con un alto costo de mantenimiento para la institución y sin encontrar la conveniencia de mantenerlas dentro del patrimonio. Comenzamos diferentes tipos de conversaciones que en el segundo semestre del año pasado nos llevaron a encontrar el mejor punto de coincidencia con el Directorio del Banco Hipotecario, que vio conveniente nuestra sugerencia de enajenar todas esas viviendas para que éste, que en definitiva es el organismo rector e idóneo en la materia, las fuese colocando en plaza de la manera más conveniente, para no ocasionar desfasajes ni cambios que pudieran perjudicar a esa plaza.

JV - ¿Esas viviendas están ubicadas en Montevideo, en algunos barrios en particular?

AI - Son los clásicos edificios construidos por el BSE a lo largo de su historia: en avenida del Libertador entre Mercedes y Uruguay, el edificio de 18 de Julio y Vázquez, en el Parque Rodó y en otros diferentes puntos de la ciudad. También hay algunos en el interior, porque cuando el BSE construía las sedes para sus sucursales también normalmente también incluía unidades habitacionales en el mismo edificio.

El grueso de esas viviendas está en Montevideo pero hay algunas en distintos puntos del interior del país.

Lo interesante es la modalidad que nosotros sugerimos al BHU, y que inmediatamente vio como conveniente: que las viviendas fuesen pagadas al BSE con obligaciones hipotecarias con vencimiento de largo plazo, a 20 años, por ejemplo. Ese tipo de documentos es de utilidad al BSE por los encajes y por la obligación de mantener reservas. De esa manera, tener todo ese espacio en el tiempo para financiar las viviendas en beneficio de la sociedad uruguaya, seguramente permitirá al BHU hacer planes a pura cuota, sin entrega o con entrega mínima, de acuerdo a las necesidades detectadas. El mantenimiento de esas viviendas y eventuales reciclajes pueden ayudar en la reactivación de otras actividades.

Esta es una iniciativa que el BSE ya había tomado el año pasado.

JV - El BSE se adelantó a los propósitos ahora enunciados.

AI - Sí, porque era de lógica corregir determinadas situaciones. Que el banco se dedique al negocio inmobiliario o que tenga esa cantidad de viviendas desocupadas parece un despropósito desde todo punto de vista.

Por otra parte, el hecho de que a lo largo de la historia el BSE haya tenido inversiones en campos, lo que quizás en algún momento haya sido un negocio razonable, hoy no es de manera alguna conveniente para una institución cuyo negocio debe ser la venta de seguros y hacerlo bien y con eficiencia: allí es donde debe encontrar su beneficio.

Por lo tanto, el BSE va a buscar la mejor modalidad para enajenar también esos campos. Como estos no son los mejores momentos para el campo, decidimos buscar que los mismos estén ocupados, con arrendamientos de plazos cortos, y eventualmente esperar una oportunidad mejor para enajenarlos y convertirlos en otro tipo de valores en beneficio de la institución.

JV - ¿Dónde están ubicados?

AI - En Tacuarembó, Artigas, Salto, Canelones, Maldonado; son campos de distintas características, de distintas extensiones. Algunos están forestados y algunos son prácticamente una pieza única, como el que está en Maldonado, que son 120 hectáreas frente al aeropuerto de Laguna del Sauce, que comienza en la ruta, tiene una hermosa forestación y termina en la costa. Hay que esperar la oportunidad para enajenarlo en el momento adecuado, porque seguramente en un mercado estable tendrá un valor muy importante.

JV - Habrá que esperar a que haya una recuperación.

AI - En algunos casos no hay otra alternativa, porque lo contrario significaría perjudicar los intereses públicos: estaríamos obteniendo valores que no serían justos para la institución ni para la sociedad.

JV - El mantenimiento de predios forestados debe significar un monto importante para el BSE.

AI - Es un monto importante. En el caso de ese tipo de piezas únicas, es importante medir muy bien el momento en que se decide la enajenación.

Por otra parte, en la primera sesión de este año, el Directorio del BSE ya decidió buscar disminuir los gastos de locomoción. Estamos esperando un informe que tendremos concluido la semana que viene, que seguramente va a determinar lo que a priori ya estábamos viendo con los restantes miembros del Directorio, que es buscar el porcentaje de reducción que vamos a aplicar a la flota de automóviles. Estamos en condiciones de adelantar que ese porcentaje no va a ser menor, porque estamos pensando en un abatimiento que puede estar en el entorno del 40%.

JV - Volviendo a las viviendas que el BSE va a ofrecer al BHU, ¿se está actualizando la tasación?

AI - Sí, claro. Ese paso inevitable es lo que ha demorado la conclusión de la operación: por la legislación vigente tenemos que pasar el total de las viviendas a consideración de Catastro, que es el organismo que determina el valor según la tasación. La tarea tampoco es sencilla para Catastro, de modo que estamos esperando que finalice. Hace casi tres meses que comenzó y ya debe estar por finalizar. Una vez que Catastro concluya la operación, estaremos en condiciones de proceder como entendemos conveniente para las instituciones.

JV - Dejando de lado el ahorro en los gastos; ¿cuáles son las expectativas del BSE para este año 2002 que está comenzando con características de incertidumbre en algunas áreas?

AI - Durante todo el año pasado trabajamos tratando de mejorar la gama de productos que ofrecemos, y sobre los productos tradicionales vinculados al agro, a la industria y al comercio, viendo cómo mejorarlos para tener una oferta más interesante y ajustada a las nuevas necesidades de quienes asumen el riesgo de invertir y generar ingresos para el país, para dar mayores certezas a quienes asumen esos riesgos y a quienes los acompañan.

Las instituciones financieras que tienen que liberar créditos también se fijan en los riesgos y, por razones obvias, eso resulta muy determinante para el costo de los dineros. Si hay seguros que bajan los riesgos, eventualmente también bajarán los costos del dinero cuando se tiene que producir un crédito para que haya inversión.

Seguramente, en poco tiempo vamos a tener nuevos productos vinculados al agro que cubran otras incertidumbres que debe enfrentar el productor, además de las tradicionales -granizo, agua, vientos-, seguros que cubran enfermedades, plagas, variaciones en los precios de los productos en el mercado internacional entre el momento de cultivo y de cosecha, que llevan a no poder cubrir los costos iniciales. En una palabra: productos que den mayores seguridades a quienes toman el riesgo y que ayuden a aumentar la capacidad de inversión, las ganas de invertir y acompañar de las instituciones financieras, para que todo eso forme una cadena positiva que vaya permitiendo a los uruguayos generar mayor posibilidad de ingreso para el país y oportunidades de trabajo.

El BSE está muy comprometido en acciones concretas que beneficien al agro, a la industria, con seguros de exportación y otras modalidades en las que venimos trabajando desde hace muchos meses. Tenemos la firme expectativa de poder concretarlas para que permitan a Uruguay destrabar esta situación y mejorar las oportunidades.

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Transcripción: Jorge García Ramón y María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón

 






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