16.02.2002

 



La compra, una decisión que puede cambiar la economía

La Cámara de Industrias, junto a otras 18 gremiales empresariales, está promoviendo una campaña de concientización respecto de la importancia de comprar productos nacionales y su incidencia en no aumentar el desempleo. El presidente de la institución, Diego Balestra, que se apunta "a que la compra sea consciente, de ninguna manera a pedirle al consumidor que consuma productos de baja calidad". No se pretende cerrar el país, dijo. Pero sí advertir respecto a productos que ingresan subsidiados por los países de origen y, a precio de dumping, destruyen los locales. "Creemos que antes de decir algunas cosas hay que informarse".


EN PERSPECTIVA
Viernes 15.02.02, Hora 9.00.


EMILIANO COTELO:
Seguramente todos habrán escuchado, en estas semanas, este tipo de anuncios:

"Si elegís productos y servicios uruguayos, hay cosas que podés ayudar a cambiar. Cada fábrica que cierra, aumentando el desempleo, te obliga a tomar conciencia de la importancia de tu actitud a la hora de consumir. Hoy, más que nunca, lo nuestro importa más".

En el caso de la prensa y la televisión la campaña es ilustrada con imágenes muy sugestivas: fábricas cerradas o jóvenes ganándose la vida en los semáforos.

Todos seguramente habrán visto, leído o escuchado estos mensajes. La campaña ha tenido una gran visibilidad en los medios en las últimas semanas, y por esa razón fue tema de análisis este miércoles, en nuestra Tertulia. Hubo voces a favor y voces en contra, pero incluso los que la apoyaron plantearon matices y observaciones que terminaron creando un debate muy rico.

El presidente de la Cámara de Industrias, ingeniero Diego Balestra, escuchó ese espacio y tiene algunas puntualizaciones que realizar. Por eso vamos a conversar con él.

Balestra, comencemos por el principio: ¿cuál es el motivo de la campaña?

DIEGO BALESTRA:
Tiene un solo fin: revalorizar el trabajo de los uruguayos. Por aquello de que "todos juntos podremos", una campaña de bien público, una campaña que no es novedad en muchos países del mundo. En México se dice "compre hecho en México", en Chile "compre chileno". Son campañas que se hacen en apoyo del trabajo de los integrantes de un país.

EC - No es la primera vez que se hace una campaña de estas características. Recuerdo aquella de "importado de Uruguay". ¿Qué lleva a la Cámara de Industrias, en particular, a poner en marcha otra campaña?

DB - Es volver a poner en la opción de los consumidores la posibilidad de replantearse cada vez que hacen una compra. Que la compra no sea solamente un hecho volitivo, de necesidad, sino que sea consciente de que ese acto puede generar un beneficio para toda la población. Por eso en una parte de la campaña se dice "si compras productos o servicios hay cosas que podés ayudar a cambiar". El fin de la campaña es que la compra no sea solamente impulsiva sino que se considere. Si uno analiza las opciones de compra que tienen los uruguayos, que son muy grandes a nivel por ejemplo de un supermercado, es tal el abarrotamiento de productos de la misma clase que a veces ni siquiera es un problema de precio ni de calidad, es simplemente un problema de visibilidad. Cuando se llega a ese tipo de cosas lo que estamos diciendo es que nos tomemos tres minutos más en la compra y de repente también encontramos un producto uruguayo, incluso de mejor precio, que no se ve porque su exposición en la góndola es muy pequeña.

EC - Usted habló de problemas de visibilidad en algunos casos, pero supongo que el origen de este problema debe ser más complejo. Ustedes perciben que muchos consumidores tienden a preferir productos importados. ¿Por qué?

DB - Primero hay un problema cultural en el país. Mucha gente sigue pensando que quizás lo importado sea mejor, cuando nosotros creemos que eso no es de ninguna manera una realidad. Hay casos muy claros, como el de los vinos, con ofertas que llaman la atención solamente porque son vinos franceses -que son vinetas-, porque dicen "Made in France", pero en Francia también se hacen cosas de muy baja calidad, como en todos lados.

EC - Lo mismo pasa con los vinos chilenos y argentinos.

DB - Con los whiskies escoceses. Hay toda una gama, no solamente por el país de origen el producto es bueno. Aquí estamos hablando de una campaña de bien público que no menciona a ningún producto en particular, de ninguna empresa, de ningún sector, habla de todo la producción de Uruguay. Hay 18 gremiales apoyando esta campaña. La idea es que nos demos el tiempo para buscar ese producto, que existe, y que a veces, por un problema de competencia, de poder económico, no puede acceder a una visibilidad tan grande como la de algunos productos muy fuertes de compañías trasnacionales que tienen una capacidad económica muy grande y logran una visibilidad enorme. La campaña apunta a que la compra sea consciente, de ninguna manera a pedirle al consumidor que consuma productos de baja calidad. Eso está muy lejos, mucho menos que esto pueda llevar a un esbozo de cerrar el mercado ni el país. Va absolutamente en la línea contraria.

EC - Algunos oyentes criticaban la campaña que estamos considerando porque percibían que se está suplicando que compremos uruguayos porque hay que contribuir a solucionar problemas sociales, en vez de argumentar a favor de esos productos uruguayos, mostrando las virtudes, la calidad, etcétera.

DB - Está bien pero al mismo tiempo está mal. Estaría bien si la campaña apuntara a un determinado producto uruguayo, a una determinada gama, a una determinada franja o línea de productos, como por ejemplo a los alimentos o a los electrodomésticos, a cualquiera de las diferentes ramas que integran la Cámara de Industrias. Lo que sucede es que aquí no se trata de ninguna línea de productos, ni siquiera de productos industriales exclusivamente, se apunta a ventas de servicios, pasando por artistas, por locutores, por trabajo de nuestra gente en la televisión... Apunta a consumir productos uruguayos. No es una súplica, de ninguna manera.

EC - La crítica venía en el planteo de un oyente porque la campaña elige mostrar imágenes dramáticas, una fábrica cerrada, un joven haciendo malabarismo en un semáforo, como que el argumento va por ese lado y no tanto por lo bueno de los productos uruguayos, por las ventajas de esos productos.

DB - Lo que está implícito en esta campaña es que tomando esa actitud se puede cambiar y las modificaciones van en la línea de que si en mi opción puedo comprar un producto elaborado por una mano uruguaya estoy generando un puesto de trabajo. Eso es lo que está subyacente, sin duda alguna. Justamente, se trata de buscar las cosas que queremos cambiar. ¿Qué queremos cambiar? Que las fábricas no cierren, que un malabarista tenga otro ámbito y otro lugar donde hacer su trabajo, no la calle, que no haya tanta gente limpiando vidrios de autos en las esquinas.

***

EC - Durante el debate el miércoles pasado en la Tertulia, Rodrigo Arocena hacía una propuesta interesante:

(Grabación)

"Me parece que esta campaña es interesante, pero habría que llevarla a más. Acá se necesita un acuerdo de la sociedad civil a cuatro puntas: productores, consumidores, sindicatos y comerciantes. Los productores tienen derecho a reclamar, está bien, que prefiramos el trabajo nacional. Así, queda el dinero en casa en la medida de lo posible. Pero tienen que hacer un compromiso con la calidad de sus productos y un compromiso con la estabilidad de sus trabajadores. Los consumidores pueden asumir el compromiso de preferir uruguayo a igualdad de calidad, pero reclamar que haya garantías de esa calidad. Los comerciantes, sobre todo los grandes comerciantes, deberían asumir el compromiso de no tratar desfavorablemente al pequeño productor nacional, como más de una vez ha sido señalado. Para terminar esta rapidísima elucubración sobre cómo debería ser, los sindicatos tienen que ser parte del asunto a cambio de cierta estabilidad laboral, a cambio de calificación en el empleo ellos pueden colaborar en dos cosas muy importantes: por un lado en la mejor calidad de los productos, por otro siendo testigos, en el lugar donde se produce, de la calidad con que se hace la labor. Por lo tanto, creo que para que esta campaña de la Cámara de Industrias tenga real peso y justificación debería ser pensada como una cosa que va más allá, un acuerdo de la sociedad civil entre productores, consumidores, comerciantes y sindicatos."

(Fin grabación)

EC - ¿Qué dice usted?

DB - La idea es buena, sin duda. Creo que algunas cosas se han venido haciendo, sin duda alguna.

EC - Se ha empezado con un acuerdo entre gremiales. Usted decía que ésta no es una campaña sólo de la Cámara de Industrias.

DB - No, aquí colaboraron 18 gremiales. Están desde la Asociación de Productores, hasta la Asociación de Artistas, la Asociación de Diarios, son unas cuantas. De otro modo hubiera sido imposible llevarla adelante. Creo que el mero hecho de que estas 18 gremiales -muchísima gente- se hayan unido ya es muy importante, desinteresadamente mucha gente puso su apoyo en un supuesto bien común. En Uruguay, por esta línea, podemos hacer muchas cosas.

EC - Usted dice que se trabajó desinteresadamente. ¿Esta campaña no tiene costo?

DB - No, absolutamente ninguno.

EC - Recordemos que, entre otras, está la gremial de las radios y los canales de televisión, o sea que la difusión de estos avisos no tiene costo.

DB - No tiene costo en absoluto. Está Andebu (Asociación Nacional de Broadcasters del Uruguay) con las televisiones y las radios, está ADU, la Asociación de Diarios del Uruguay, pero quienes hicieron la campaña, los actores que trabajaron, la agencia, los que filmaron, la Asociación de Impresores que hizo los folletos, la Intendencia que nos dio los espacios en la vía pública... Todo fue hecho desinteresadamente y no tiene costo. Eso en sí mismo es muy importante.

EC - Arocena reclamaba un acuerdo más amplio.

DB - Todas las cosas son perfectibles, es algo a tener en cuenta para otra oportunidad. No es sencillo, cuanto más grande se hace la cosa más difícil es llevarla adelante, los tiempos se acortan enormemente.

EC - Hablemos, por ejemplo, del compromiso con la calidad. ¿Hay por parte de los productores nacionales, tanto de la industria como de los servicios, un compromiso con la calidad?

DB - En 1995 en Uruguay no había prácticamente ninguna empresa certificada en ISO 9000; hoy, seis años después -estamos entrando en el séptimo año-, son cientos las empresas ya certificadas en ISO 9000. Hay un concepto muy claro del industrial uruguayo en cuanto a que si no pasa por una especialización y una certificación de calidad, es imposible acceder a los mercados. Ese concepto está muy arraigado -aclaremos- en las empresas que quedan; recordemos que esta apertura generó que una cantidad de empresas que no cumplieron con esas etapas desaparecieron. O sea que todas las empresas que hoy están trabajando para el mercado interno y la exportación se han preparado tanto en calidad como en tecnología en su línea de producción.

EC - Arocena hablaba también de un compromiso de los comerciantes, en particular de los grandes comerciantes, en cuanto a no tratar desfavorablemente a los productos nacionales.

DB - Es difícil, nosotros también tratamos de que eso sea así. Sin duda que hoy en Uruguay, por la propia lógica de la apertura, una cantidad de empresas se han retirado del mercado. Una serie de productos que se fabricaban en Uruguay ya no se fabrican más, sobre todo en algunas áreas de productos químicos. Esos productos son importados porque las empresas locales que los producían cerraron. Lo que sucede es que cuando alguna línea de productos uruguayos tiene que competir por espacios con empresas multinacionales muy fuertes, que pagan esos espacios, los industriales realmente no tienen condiciones para pagar las cifras que están dispuestas a pagar las multinacionales. Simplemente (las multinacionales) por su poder económico, por lo que su visibilidad en determinados puntos es más baja. Ahí es donde nosotros decimos que la compra debería ser responsable.

EC - Pero los problemas de trato desfavorable a los productos nacionales no son sólo ésos, según lo que se ha estado discutiendo en los últimos meses. Se ha planteado también la cuestión de los plazos de pago, ese tipo de inconvenientes se ha dado en la relación entre proveedores nacionales y grandes supermercados.

DB - Sí, hemos venido trabajando muy fuertemente en ese tema. En la Cámara hay una comisión que trabaja sobre el relacionamiento con las grandes áreas. Es una realidad.

EC - Por esa vía muchas veces un producto nacional queda fuera de una góndola.

DB - Sí, sin duda, es absolutamente así. El productor nacional no puede observar las condiciones de venta que se le ponen y tiene que salir, mientras que una empresa multinacional que vende el mismo producto tiene una fuerza mayor sobre el supermercado y exige determinadas condiciones, es al revés. Es un problema de oferta y demanda de determinadas líneas y de lo que la gente demanda, porque si la gente demanda determinados productos y no demanda otros, esos productos no están. Ahí también hay una parte importante del tema.

EC - La actitud del comprador.

DB - Exactamente.

EC - Sigamos con lo que proponía Arocena. Hablaba de un compromiso también de los sindicatos. ¿Se está trabajando con los sindicatos en esta materia?

DB - No, decididamente con los sindicatos no hemos trabajado en esta materia. No deja de ser novedoso, puede ser que en la medida en que una sociedad toda se involucre el efecto será mayor, sin duda.

EC - Arocena decía que a cambio de cierta estabilidad laboral, a cambio de calificación en el empleo, los sindicatos pueden colaborar en dos cosas muy importantes: en la mejora de la calidad de los productos y en ser testigos, en el lugar donde se produce, de la calidad con que se hace la labor.

DB - El tema de la calidad no pasa por lo que el operario pueda decir sino por la certificación de la empresa por parte de certificadores que garantizan que se cumple las normas por las cuales se llega a obtener una determinada calidad en un producto. El tema está muy desarrollado en Uruguay, tenemos UNIT, LATU y una cantidad de consultoras internacionales que se dedican a eso, por lo cual un producto que está certificado cumple determinadas normas de calidad; el certificado es extendido por gente que se dedica en forma exclusiva a independiente a otorgar este tipo de calificación.

Yo quisiera hacer una apreciación que me pareció importante, porque a veces es lo que le queda a mucha gente. El otro día se dijo "yo no voy a dejar de comprar un fideo italiano por tener que comprar un fideo uruguayo". Nosotros nos hemos quejado enormemente por ese tema. Italia, a pesar de ser un país integrante de la Comunidad Europea, tiene una zona de desarrollo, de promoción, que es el sur. Allí, las empresas que se instalan tienen subsidios extremadamente fuertes y uno de las líneas de productos más subsidiados que salen al exterior son los fideos. Los fideos que ingresan a Uruguay lo hacen con fuertes subsidios de la Comunidad Europea. Entonces hay que tener mucho cuidado cuando se hace ese tipo de aseveraciones porque ese tipo de planteos lleva a la gente, a veces equivocadamente, a pensar que no puede ser que un fideo italiano sea más barato que uno uruguayo. Aquí hay mucha responsabilidad de todo lo que tiene que ver con la valorización de aduana, derechos del consumidor, asociaciones del consumidor, pero en este país hay productos que ingresan en condiciones de dumping y de subsidio, específicamente los productos provenientes del sur de Italia.

EC - El dato es interesante, pero el consumidor no lo sabe necesariamente, se encuentra con un precio y compara.

DB - Estoy totalmente de acuerdo, no estamos diciendo que el problema sea del consumidor. El consumidor tiene que consumir lo que a su leal entender sea lo mejor y con el mejor balance precio/calidad. Pero creemos que antes de decir algunas cosas hay que informarse, porque de otro modo se incita a situaciones que no son reales. Uruguay no ha tomado medidas en ese sentido, por más que se han reclamado, es una realidad, pero eso pasa por otro carril.

EC - Quizás allí aparezca la ventaja de vincular un impulso de este tipo a las asociaciones de consumidores, entre otras cosas para que éstas también contribuyan a la información, para que el consumidor sepa que ese fideo italiano luce más barato pero esconde tales y cuales subsidios. Si quiere comprarlo igual, porque está el subsidio de por medio, que lo haga, pero si no capaz que, como rechazo al subsidio, opta por el producto uruguayo, hace campaña para que ese subsidio desaparezca o para que el Estado uruguayo frene ese tipo de importaciones. La pregunta es: ¿las gremiales empresariales que impulsan esta campaña se han acercado, están en diálogo con las asociaciones de consumidores?

DB - Sí, el diálogo es permanente con la Asociación de Consumidores y también con el Ministerio de Economía, que es el que tiene que regular este tipo de cosas. Le hacemos llegar permanentemente los problemas que se suscitan.

EC - Pero en esta campaña las asociaciones de consumidores no están.

DB - No, en esta campaña específica no.

EC - Es una asignatura pendiente.

DB - Sí. Llevó muchos meses organizar y llevar esta campaña; sin duda que después que está en la calle se ve una cantidad de cosas, como las observaciones que ha hecho el señor Arocena. Es claro que hay cosas que podrían haber hecho mejor y que vamos a tener en cuenta para la próxima oportunidad, sin duda.

EC - Otra de las diferencias en el debate del miércoles, aunque quizás no para una campaña general como ésta sino para la promoción o la publicidad de los productos uruguayos en particular, es que además de incluir el "compre nacional" o el "importado de Uruguay", se enfatizara en algunas de las virtudes que puedan tener. Por ejemplo, que son productos naturales, que no se hacen con ingredientes de origen transgénico, etcétera. Algunos oyentes percibían que eso no se explotaba suficientemente.

DB - Sin duda, esta campaña no va en esa línea, es más amplia. Como decíamos al principio, no va en una línea exclusiva de alimentos sino a algo bastante más allá, va al concepto, trata el concepto del trabajo del uruguayo en general, sin importar en qué lugar. Si se hiciera campañas más específicas para determinadas líneas de productos quizás sería bueno tener este tipo de elementos que son diferenciadores con respecto a otros países.

EC - Claro, no necesariamente en una campaña impulsada por las gremiales, creo que el comentario del oyente apuntaba a las campañas publicitarias individuales de los productos y de las industrias uruguayas, que cuando hacen publicidad no aprovechan ese tipo de factores.

Uno de los contertulios más escépticos respecto de esta campaña fue el contador Conrado Hughes, quien expresó su temor de que en realidad la campaña busque crear un clima favorable a políticas proteccionistas que retrotraigan al país a los tiempos de la economía cerrada, cuando los consumidores estaban cautivos de los fabricantes nacionales, con sus niveles de precios y de calidad. El tiene claro que hoy la campaña no está pidiendo eso, pero se preguntaba si atrás no vendría eso otro, si a continuación de esta campaña no sería ése el paso siguiente.

DB - De ninguna manera, esta campaña no está pensada en ese sentido. Eso fue lo que motivó mi llamada. Estamos muy lejos de eso. La estructura empresarial uruguaya ya se ha delineado hacia determinados renglones, hay renglones en los que decididamente no se va a volver atrás, o sea que en el horizonte cercano no puede estar ese temor. Sí creemos y estamos reclamando y planteando en estos días es que de alguna manera debemos tomar medidas contra las grandes asimetrías que se están generalizando. Si en un mercado abierto, como el que hoy tenemos con el Mercosur, en el cual no está cumpliendo ninguna de las condiciones fundacionales de la unión, hay países que se desajustan como lo están haciendo y generando turbulencias de la magnitud que se están dando, Uruguay debe tomar medidas compensatorias, no tenemos ninguna duda. No podemos permitir este tipo de desajustes ni los sucesivos procesos devaluatorios de Brasil, que mejoran la competitividad de sus productos. Aquí no estamos hablando de calidad ni de precios, sino de problemas macroeconómicos, de grandes anomalías dentro de los sistemas macroeconómicos, que generan determinadas posiciones de competencia totalmente desigual que hay que compensar. Argentina, con una moneda devaluada prácticamente en un 100%, en un plazo corto, durante cinco o seis meses, va a impactar muy duramente la economía uruguaya. Una economía que ya está bastante malherida. Por eso estamos diciendo que hay que tomar medidas compensatorias, porque hay que regular eso que provoca serios desajustes, en los cuales no se puede competir. Está bien, Uruguay y sus medidas, pero esas medidas, para compensar lo que pasó en Argentina, van a llevar muchos meses. Antes de ese período, transitoriamente, hay que tomar otras medidas. Eso no es proteccionismo.

***

EC - Dos comentarios breves que han llegado de la audiencia, entre muchas llamadas. Uno reclama a los industriales compromiso en cuanto al pago de impuestos y sueldos adecuados. ¿Qué dice usted de ese punto?

DB - En lo relativo de Uruguay la industria sigue pagando salarios dignos. Sin duda que han venido bajando y van a seguir bajando porque mientras esta situación no cambie no existe razón alguna para que no suceda así. Respecto de los impuestos, comparto totalmente lo que dice el oyente.

EC - Se ha denunciado muchas veces competencia desleal entre industrias nacionales, por ejemplo en la bebida.

DB - Sí, pero la Cámara viene reclamando muy duramente la reforma de la DGI y que todos paguen los impuestos. Nuestra observación muy clara al respecto es que si todos pagamos, si todo el mundo paga, todos vamos a pagar menos. Es un reclamo permanente de la Cámara de Industrias, comparto lo que dice el oyente.

EC - Una oyente escribe desde el este del país y dice que conoce la campaña, pero a través de El Espectador, porque los canales de televisión de esa zona no la están vehiculizando. A la oyente le preocupa eso en especial porque esa zona está muy cargada de cultura de Chuy, donde la gente va a comprar todo. "¿No están olvidando del interior?".

DB - Andebu, que es la que va a los canales abiertos del interior, lo tiene y me consta que se ha enviado. Y OPI, que es la asociación de la prensa del interior, también tiene allí filiales e integra la campaña. Veamos específicamente ese lugar, si hubo alguna gafe, pero sé que el interior está cubierto.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe






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