La
compra, una decisión que puede cambiar la economía
La
Cámara de Industrias, junto a otras 18 gremiales empresariales,
está promoviendo una campaña de concientización
respecto de la importancia de comprar productos nacionales y su
incidencia en no aumentar el desempleo. El presidente de la institución,
Diego Balestra, que se apunta "a que la compra sea consciente,
de ninguna manera a pedirle al consumidor que consuma productos
de baja calidad". No se pretende cerrar el país, dijo.
Pero sí advertir respecto a productos que ingresan subsidiados
por los países de origen y, a precio de dumping, destruyen
los locales. "Creemos que antes de decir algunas cosas hay
que informarse".
EN PERSPECTIVA
Viernes 15.02.02, Hora 9.00.
EMILIANO COTELO:
Seguramente todos habrán escuchado, en estas semanas, este
tipo de anuncios:
"Si elegís productos y servicios uruguayos, hay cosas
que podés ayudar a cambiar. Cada fábrica que cierra,
aumentando el desempleo, te obliga a tomar conciencia de la importancia
de tu actitud a la hora de consumir. Hoy, más que nunca,
lo nuestro importa más".
En el caso de la prensa y la televisión la campaña
es ilustrada con imágenes muy sugestivas: fábricas
cerradas o jóvenes ganándose la vida en los semáforos.
Todos seguramente habrán visto, leído o escuchado
estos mensajes. La campaña ha tenido una gran visibilidad
en los medios en las últimas semanas, y por esa razón
fue tema de análisis este miércoles, en nuestra Tertulia.
Hubo voces a favor y voces en contra, pero incluso los que la apoyaron
plantearon matices y observaciones que terminaron creando un debate
muy rico.
El presidente de la Cámara de Industrias, ingeniero Diego
Balestra, escuchó ese espacio y tiene algunas puntualizaciones
que realizar. Por eso vamos a conversar con él.
Balestra, comencemos por el principio: ¿cuál es el
motivo de la campaña?
DIEGO BALESTRA:
Tiene un solo fin: revalorizar el trabajo de los uruguayos. Por
aquello de que "todos juntos podremos", una campaña
de bien público, una campaña que no es novedad en
muchos países del mundo. En México se dice "compre
hecho en México", en Chile "compre chileno".
Son campañas que se hacen en apoyo del trabajo de los integrantes
de un país.
EC - No es la primera vez que se hace una campaña de estas
características. Recuerdo aquella de "importado de Uruguay".
¿Qué lleva a la Cámara de Industrias, en particular,
a poner en marcha otra campaña?
DB - Es volver a poner en la opción de los consumidores
la posibilidad de replantearse cada vez que hacen una compra. Que
la compra no sea solamente un hecho volitivo, de necesidad, sino
que sea consciente de que ese acto puede generar un beneficio para
toda la población. Por eso en una parte de la campaña
se dice "si compras productos o servicios hay cosas que podés
ayudar a cambiar". El fin de la campaña es que la compra
no sea solamente impulsiva sino que se considere. Si uno analiza
las opciones de compra que tienen los uruguayos, que son muy grandes
a nivel por ejemplo de un supermercado, es tal el abarrotamiento
de productos de la misma clase que a veces ni siquiera es un problema
de precio ni de calidad, es simplemente un problema de visibilidad.
Cuando se llega a ese tipo de cosas lo que estamos diciendo es que
nos tomemos tres minutos más en la compra y de repente también
encontramos un producto uruguayo, incluso de mejor precio, que no
se ve porque su exposición en la góndola es muy pequeña.
EC - Usted habló de problemas de visibilidad en algunos
casos, pero supongo que el origen de este problema debe ser más
complejo. Ustedes perciben que muchos consumidores tienden a preferir
productos importados. ¿Por qué?
DB - Primero hay un problema cultural en el país. Mucha
gente sigue pensando que quizás lo importado sea mejor, cuando
nosotros creemos que eso no es de ninguna manera una realidad. Hay
casos muy claros, como el de los vinos, con ofertas que llaman la
atención solamente porque son vinos franceses -que son vinetas-,
porque dicen "Made in France", pero en Francia también
se hacen cosas de muy baja calidad, como en todos lados.
EC - Lo mismo pasa con los vinos chilenos y argentinos.
DB - Con los whiskies escoceses. Hay toda una gama, no solamente
por el país de origen el producto es bueno. Aquí estamos
hablando de una campaña de bien público que no menciona
a ningún producto en particular, de ninguna empresa, de ningún
sector, habla de todo la producción de Uruguay. Hay 18 gremiales
apoyando esta campaña. La idea es que nos demos el tiempo
para buscar ese producto, que existe, y que a veces, por un problema
de competencia, de poder económico, no puede acceder a una
visibilidad tan grande como la de algunos productos muy fuertes
de compañías trasnacionales que tienen una capacidad
económica muy grande y logran una visibilidad enorme. La
campaña apunta a que la compra sea consciente, de ninguna
manera a pedirle al consumidor que consuma productos de baja calidad.
Eso está muy lejos, mucho menos que esto pueda llevar a un
esbozo de cerrar el mercado ni el país. Va absolutamente
en la línea contraria.
EC - Algunos oyentes criticaban la campaña que estamos considerando
porque percibían que se está suplicando que compremos
uruguayos porque hay que contribuir a solucionar problemas sociales,
en vez de argumentar a favor de esos productos uruguayos, mostrando
las virtudes, la calidad, etcétera.
DB - Está bien pero al mismo tiempo está mal. Estaría
bien si la campaña apuntara a un determinado producto uruguayo,
a una determinada gama, a una determinada franja o línea
de productos, como por ejemplo a los alimentos o a los electrodomésticos,
a cualquiera de las diferentes ramas que integran la Cámara
de Industrias. Lo que sucede es que aquí no se trata de ninguna
línea de productos, ni siquiera de productos industriales
exclusivamente, se apunta a ventas de servicios, pasando por artistas,
por locutores, por trabajo de nuestra gente en la televisión...
Apunta a consumir productos uruguayos. No es una súplica,
de ninguna manera.
EC - La crítica venía en el planteo de un oyente
porque la campaña elige mostrar imágenes dramáticas,
una fábrica cerrada, un joven haciendo malabarismo en un
semáforo, como que el argumento va por ese lado y no tanto
por lo bueno de los productos uruguayos, por las ventajas de esos
productos.
DB - Lo que está implícito en esta campaña
es que tomando esa actitud se puede cambiar y las modificaciones
van en la línea de que si en mi opción puedo comprar
un producto elaborado por una mano uruguaya estoy generando un puesto
de trabajo. Eso es lo que está subyacente, sin duda alguna.
Justamente, se trata de buscar las cosas que queremos cambiar. ¿Qué
queremos cambiar? Que las fábricas no cierren, que un malabarista
tenga otro ámbito y otro lugar donde hacer su trabajo, no
la calle, que no haya tanta gente limpiando vidrios de autos en
las esquinas.
***
EC - Durante el debate el miércoles pasado en la Tertulia,
Rodrigo Arocena hacía una propuesta interesante:
(Grabación)
"Me parece que esta campaña es interesante, pero habría
que llevarla a más. Acá se necesita un acuerdo de
la sociedad civil a cuatro puntas: productores, consumidores, sindicatos
y comerciantes. Los productores tienen derecho a reclamar, está
bien, que prefiramos el trabajo nacional. Así, queda el dinero
en casa en la medida de lo posible. Pero tienen que hacer un compromiso
con la calidad de sus productos y un compromiso con la estabilidad
de sus trabajadores. Los consumidores pueden asumir el compromiso
de preferir uruguayo a igualdad de calidad, pero reclamar que haya
garantías de esa calidad. Los comerciantes, sobre todo los
grandes comerciantes, deberían asumir el compromiso de no
tratar desfavorablemente al pequeño productor nacional, como
más de una vez ha sido señalado. Para terminar esta
rapidísima elucubración sobre cómo debería
ser, los sindicatos tienen que ser parte del asunto a cambio de
cierta estabilidad laboral, a cambio de calificación en el
empleo ellos pueden colaborar en dos cosas muy importantes: por
un lado en la mejor calidad de los productos, por otro siendo testigos,
en el lugar donde se produce, de la calidad con que se hace la labor.
Por lo tanto, creo que para que esta campaña de la Cámara
de Industrias tenga real peso y justificación debería
ser pensada como una cosa que va más allá, un acuerdo
de la sociedad civil entre productores, consumidores, comerciantes
y sindicatos."
(Fin grabación)
EC - ¿Qué dice usted?
DB - La idea es buena, sin duda. Creo que algunas cosas se han
venido haciendo, sin duda alguna.
EC - Se ha empezado con un acuerdo entre gremiales. Usted decía
que ésta no es una campaña sólo de la Cámara
de Industrias.
DB - No, aquí colaboraron 18 gremiales. Están desde
la Asociación de Productores, hasta la Asociación
de Artistas, la Asociación de Diarios, son unas cuantas.
De otro modo hubiera sido imposible llevarla adelante. Creo que
el mero hecho de que estas 18 gremiales -muchísima gente-
se hayan unido ya es muy importante, desinteresadamente mucha gente
puso su apoyo en un supuesto bien común. En Uruguay, por
esta línea, podemos hacer muchas cosas.
EC - Usted dice que se trabajó desinteresadamente. ¿Esta
campaña no tiene costo?
DB - No, absolutamente ninguno.
EC - Recordemos que, entre otras, está la gremial de las
radios y los canales de televisión, o sea que la difusión
de estos avisos no tiene costo.
DB - No tiene costo en absoluto. Está Andebu (Asociación
Nacional de Broadcasters del Uruguay) con las televisiones y las
radios, está ADU, la Asociación de Diarios del Uruguay,
pero quienes hicieron la campaña, los actores que trabajaron,
la agencia, los que filmaron, la Asociación de Impresores
que hizo los folletos, la Intendencia que nos dio los espacios en
la vía pública... Todo fue hecho desinteresadamente
y no tiene costo. Eso en sí mismo es muy importante.
EC - Arocena reclamaba un acuerdo más amplio.
DB - Todas las cosas son perfectibles, es algo a tener en cuenta
para otra oportunidad. No es sencillo, cuanto más grande
se hace la cosa más difícil es llevarla adelante,
los tiempos se acortan enormemente.
EC - Hablemos, por ejemplo, del compromiso con la calidad. ¿Hay
por parte de los productores nacionales, tanto de la industria como
de los servicios, un compromiso con la calidad?
DB - En 1995 en Uruguay no había prácticamente ninguna
empresa certificada en ISO 9000; hoy, seis años después
-estamos entrando en el séptimo año-, son cientos
las empresas ya certificadas en ISO 9000. Hay un concepto muy claro
del industrial uruguayo en cuanto a que si no pasa por una especialización
y una certificación de calidad, es imposible acceder a los
mercados. Ese concepto está muy arraigado -aclaremos- en
las empresas que quedan; recordemos que esta apertura generó
que una cantidad de empresas que no cumplieron con esas etapas desaparecieron.
O sea que todas las empresas que hoy están trabajando para
el mercado interno y la exportación se han preparado tanto
en calidad como en tecnología en su línea de producción.
EC - Arocena hablaba también de un compromiso de los comerciantes,
en particular de los grandes comerciantes, en cuanto a no tratar
desfavorablemente a los productos nacionales.
DB - Es difícil, nosotros también tratamos de que
eso sea así. Sin duda que hoy en Uruguay, por la propia lógica
de la apertura, una cantidad de empresas se han retirado del mercado.
Una serie de productos que se fabricaban en Uruguay ya no se fabrican
más, sobre todo en algunas áreas de productos químicos.
Esos productos son importados porque las empresas locales que los
producían cerraron. Lo que sucede es que cuando alguna línea
de productos uruguayos tiene que competir por espacios con empresas
multinacionales muy fuertes, que pagan esos espacios, los industriales
realmente no tienen condiciones para pagar las cifras que están
dispuestas a pagar las multinacionales. Simplemente (las multinacionales)
por su poder económico, por lo que su visibilidad en determinados
puntos es más baja. Ahí es donde nosotros decimos
que la compra debería ser responsable.
EC - Pero los problemas de trato desfavorable a los productos nacionales
no son sólo ésos, según lo que se ha estado
discutiendo en los últimos meses. Se ha planteado también
la cuestión de los plazos de pago, ese tipo de inconvenientes
se ha dado en la relación entre proveedores nacionales y
grandes supermercados.
DB - Sí, hemos venido trabajando muy fuertemente en ese
tema. En la Cámara hay una comisión que trabaja sobre
el relacionamiento con las grandes áreas. Es una realidad.
EC - Por esa vía muchas veces un producto nacional queda
fuera de una góndola.
DB - Sí, sin duda, es absolutamente así. El productor
nacional no puede observar las condiciones de venta que se le ponen
y tiene que salir, mientras que una empresa multinacional que vende
el mismo producto tiene una fuerza mayor sobre el supermercado y
exige determinadas condiciones, es al revés. Es un problema
de oferta y demanda de determinadas líneas y de lo que la
gente demanda, porque si la gente demanda determinados productos
y no demanda otros, esos productos no están. Ahí también
hay una parte importante del tema.
EC - La actitud del comprador.
DB - Exactamente.
EC - Sigamos con lo que proponía Arocena. Hablaba de un
compromiso también de los sindicatos. ¿Se está
trabajando con los sindicatos en esta materia?
DB - No, decididamente con los sindicatos no hemos trabajado en
esta materia. No deja de ser novedoso, puede ser que en la medida
en que una sociedad toda se involucre el efecto será mayor,
sin duda.
EC - Arocena decía que a cambio de cierta estabilidad laboral,
a cambio de calificación en el empleo, los sindicatos pueden
colaborar en dos cosas muy importantes: en la mejora de la calidad
de los productos y en ser testigos, en el lugar donde se produce,
de la calidad con que se hace la labor.
DB - El tema de la calidad no pasa por lo que el operario pueda
decir sino por la certificación de la empresa por parte de
certificadores que garantizan que se cumple las normas por las cuales
se llega a obtener una determinada calidad en un producto. El tema
está muy desarrollado en Uruguay, tenemos UNIT, LATU y una
cantidad de consultoras internacionales que se dedican a eso, por
lo cual un producto que está certificado cumple determinadas
normas de calidad; el certificado es extendido por gente que se
dedica en forma exclusiva a independiente a otorgar este tipo de
calificación.
Yo quisiera hacer una apreciación que me pareció
importante, porque a veces es lo que le queda a mucha gente. El
otro día se dijo "yo no voy a dejar de comprar un fideo
italiano por tener que comprar un fideo uruguayo". Nosotros
nos hemos quejado enormemente por ese tema. Italia, a pesar de ser
un país integrante de la Comunidad Europea, tiene una zona
de desarrollo, de promoción, que es el sur. Allí,
las empresas que se instalan tienen subsidios extremadamente fuertes
y uno de las líneas de productos más subsidiados que
salen al exterior son los fideos. Los fideos que ingresan a Uruguay
lo hacen con fuertes subsidios de la Comunidad Europea. Entonces
hay que tener mucho cuidado cuando se hace ese tipo de aseveraciones
porque ese tipo de planteos lleva a la gente, a veces equivocadamente,
a pensar que no puede ser que un fideo italiano sea más barato
que uno uruguayo. Aquí hay mucha responsabilidad de todo
lo que tiene que ver con la valorización de aduana, derechos
del consumidor, asociaciones del consumidor, pero en este país
hay productos que ingresan en condiciones de dumping y de subsidio,
específicamente los productos provenientes del sur de Italia.
EC - El dato es interesante, pero el consumidor no lo sabe necesariamente,
se encuentra con un precio y compara.
DB - Estoy totalmente de acuerdo, no estamos diciendo que el problema
sea del consumidor. El consumidor tiene que consumir lo que a su
leal entender sea lo mejor y con el mejor balance precio/calidad.
Pero creemos que antes de decir algunas cosas hay que informarse,
porque de otro modo se incita a situaciones que no son reales. Uruguay
no ha tomado medidas en ese sentido, por más que se han reclamado,
es una realidad, pero eso pasa por otro carril.
EC - Quizás allí aparezca la ventaja de vincular
un impulso de este tipo a las asociaciones de consumidores, entre
otras cosas para que éstas también contribuyan a la
información, para que el consumidor sepa que ese fideo italiano
luce más barato pero esconde tales y cuales subsidios. Si
quiere comprarlo igual, porque está el subsidio de por medio,
que lo haga, pero si no capaz que, como rechazo al subsidio, opta
por el producto uruguayo, hace campaña para que ese subsidio
desaparezca o para que el Estado uruguayo frene ese tipo de importaciones.
La pregunta es: ¿las gremiales empresariales que impulsan
esta campaña se han acercado, están en diálogo
con las asociaciones de consumidores?
DB - Sí, el diálogo es permanente con la Asociación
de Consumidores y también con el Ministerio de Economía,
que es el que tiene que regular este tipo de cosas. Le hacemos llegar
permanentemente los problemas que se suscitan.
EC - Pero en esta campaña las asociaciones de consumidores
no están.
DB - No, en esta campaña específica no.
EC - Es una asignatura pendiente.
DB - Sí. Llevó muchos meses organizar y llevar esta
campaña; sin duda que después que está en la
calle se ve una cantidad de cosas, como las observaciones que ha
hecho el señor Arocena. Es claro que hay cosas que podrían
haber hecho mejor y que vamos a tener en cuenta para la próxima
oportunidad, sin duda.
EC - Otra de las diferencias en el debate del miércoles,
aunque quizás no para una campaña general como ésta
sino para la promoción o la publicidad de los productos uruguayos
en particular, es que además de incluir el "compre nacional"
o el "importado de Uruguay", se enfatizara en algunas
de las virtudes que puedan tener. Por ejemplo, que son productos
naturales, que no se hacen con ingredientes de origen transgénico,
etcétera. Algunos oyentes percibían que eso no se
explotaba suficientemente.
DB - Sin duda, esta campaña no va en esa línea, es
más amplia. Como decíamos al principio, no va en una
línea exclusiva de alimentos sino a algo bastante más
allá, va al concepto, trata el concepto del trabajo del uruguayo
en general, sin importar en qué lugar. Si se hiciera campañas
más específicas para determinadas líneas de
productos quizás sería bueno tener este tipo de elementos
que son diferenciadores con respecto a otros países.
EC - Claro, no necesariamente en una campaña impulsada por
las gremiales, creo que el comentario del oyente apuntaba a las
campañas publicitarias individuales de los productos y de
las industrias uruguayas, que cuando hacen publicidad no aprovechan
ese tipo de factores.
Uno de los contertulios más escépticos respecto de
esta campaña fue el contador Conrado Hughes, quien expresó
su temor de que en realidad la campaña busque crear un clima
favorable a políticas proteccionistas que retrotraigan al
país a los tiempos de la economía cerrada, cuando
los consumidores estaban cautivos de los fabricantes nacionales,
con sus niveles de precios y de calidad. El tiene claro que hoy
la campaña no está pidiendo eso, pero se preguntaba
si atrás no vendría eso otro, si a continuación
de esta campaña no sería ése el paso siguiente.
DB - De ninguna manera, esta campaña no está pensada
en ese sentido. Eso fue lo que motivó mi llamada. Estamos
muy lejos de eso. La estructura empresarial uruguaya ya se ha delineado
hacia determinados renglones, hay renglones en los que decididamente
no se va a volver atrás, o sea que en el horizonte cercano
no puede estar ese temor. Sí creemos y estamos reclamando
y planteando en estos días es que de alguna manera debemos
tomar medidas contra las grandes asimetrías que se están
generalizando. Si en un mercado abierto, como el que hoy tenemos
con el Mercosur, en el cual no está cumpliendo ninguna de
las condiciones fundacionales de la unión, hay países
que se desajustan como lo están haciendo y generando turbulencias
de la magnitud que se están dando, Uruguay debe tomar medidas
compensatorias, no tenemos ninguna duda. No podemos permitir este
tipo de desajustes ni los sucesivos procesos devaluatorios de Brasil,
que mejoran la competitividad de sus productos. Aquí no estamos
hablando de calidad ni de precios, sino de problemas macroeconómicos,
de grandes anomalías dentro de los sistemas macroeconómicos,
que generan determinadas posiciones de competencia totalmente desigual
que hay que compensar. Argentina, con una moneda devaluada prácticamente
en un 100%, en un plazo corto, durante cinco o seis meses, va a
impactar muy duramente la economía uruguaya. Una economía
que ya está bastante malherida. Por eso estamos diciendo
que hay que tomar medidas compensatorias, porque hay que regular
eso que provoca serios desajustes, en los cuales no se puede competir.
Está bien, Uruguay y sus medidas, pero esas medidas, para
compensar lo que pasó en Argentina, van a llevar muchos meses.
Antes de ese período, transitoriamente, hay que tomar otras
medidas. Eso no es proteccionismo.
***
EC - Dos comentarios breves que han llegado de la audiencia, entre
muchas llamadas. Uno reclama a los industriales compromiso en cuanto
al pago de impuestos y sueldos adecuados. ¿Qué dice
usted de ese punto?
DB - En lo relativo de Uruguay la industria sigue pagando salarios
dignos. Sin duda que han venido bajando y van a seguir bajando porque
mientras esta situación no cambie no existe razón
alguna para que no suceda así. Respecto de los impuestos,
comparto totalmente lo que dice el oyente.
EC - Se ha denunciado muchas veces competencia desleal entre industrias
nacionales, por ejemplo en la bebida.
DB - Sí, pero la Cámara viene reclamando muy duramente
la reforma de la DGI y que todos paguen los impuestos. Nuestra observación
muy clara al respecto es que si todos pagamos, si todo el mundo
paga, todos vamos a pagar menos. Es un reclamo permanente de la
Cámara de Industrias, comparto lo que dice el oyente.
EC - Una oyente escribe desde el este del país y dice que
conoce la campaña, pero a través de El Espectador,
porque los canales de televisión de esa zona no la están
vehiculizando. A la oyente le preocupa eso en especial porque esa
zona está muy cargada de cultura de Chuy, donde la gente
va a comprar todo. "¿No están olvidando del interior?".
DB - Andebu, que es la que va a los canales abiertos del interior,
lo tiene y me consta que se ha enviado. Y OPI, que es la asociación
de la prensa del interior, también tiene allí filiales
e integra la campaña. Veamos específicamente ese lugar,
si hubo alguna gafe, pero sé que el interior está
cubierto.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe
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