Oriente Medio: de la escalada bélica ¿hacia la pacificación?
Ana Jerozolimski, corresponsal en Israel: En medios palestinos
se considera que hay una política equivocada, que lleva a
una escalada y que a la larga no sirve a sus intereses. Eso no significa
aún que pueda haber una alternativa real a Arafat".
Gema Martín Muñoz, profesora de Sociología
del Mundo Arabe en la Universidad Autónoma de Madrid: "No
olvidemos la perspectiva de ocupante y ocupado, es una situación
en absoluto no igualitaria, es una situación del más
fuerte y el más débil".
EN PERSPECTIVA
Viernes 22.02.02, 09.00.
EMILIANO COTELO:
Parece redundante decir que la situación en Oriente Medio
se ha complicado todavía más en las últimas
horas. Sin embargo es así, eso es lo que ha ocurrido: en
medio de un aumento significativo de la violencia, que se tradujo
en más atentados palestinos y en un recrudecimiento de la
energía en las respuestas israelíes, el primer ministro
israelí, Ariel Sharon, pronunció ayer un duro discurso
en el que, entre otras cosas, anunció la creación
de zonas de seguridad para proteger las fronteras del país.
Y repitió, por otra parte, que "tiene que haber calma,
y sólo entonces hablaremos de la paz". Afirmó
además que intentará impedir la escalada y un avance
hacia una guerra total.
Pero, más allá del recrudecimiento de la violencia
entre israelíes y palestinos, la situación se ha vuelto
muy compleja también en la interna israelí. Mientras
el
ministro de Relaciones Exteriores de Israel busca apoyo en Europa
para forzar la declaración de un Estado palestino,
la derecha israelí exige a Ariel Sharon que literalmente
acabe con Arafat o renuncie.
En este contexto parece conveniente saber qué ha pasado
en las últimas horas y cuáles son las perspectivas
para los próximos días. Para eso les proponemos dos
enfoques.
En primer término dialogamos con nuestra corresponsal en
Israel, Ana Jerozolimski.
En su discurso de ayer, y en palabras que recién resumíamos,
Ariel Sharon anunció la creación de zonas de contención
en sus fronteras con los territorios palestinos. ¿De qué
se trata exactamente; cuál es el objetivo?
ANA JEROZOLIMSKI:
Ante todo, tratar de impedir, en la medida de lo posible -y el propio
Sharon dijo que esto no se puede lograr en forma absoluta- la infiltración
de terroristas suicidas con bombas al territorio soberano de Israel.
Se trata de una serie de obstáculos que se colocará
en el camino, sean vallas, fosas, elementos técnicos que
dificulten el paso desde los territorios autónomos o parcialmente
autónomos palestinos al territorio de Israel, algo que parece
especialmente crucial en determinadas partes de roce especialmente
áspero.
Sin duda, ese fue el elemento más sorprendente, el único
sorprendente del discurso de Ariel Sharon, que también se
relaciona con lo que mencionaste como la difícil situación
interna. Por un lado se ve que él llegó a la conclusión
de que es necesaria cierta separación para frenar a quienes
quieren entrar a perpetrar atentados en Israel, aunque es consciente
de que no hay garantía absoluta. Por otro lado, no quiere
que esto se tome como una separación que signifique demarcación
de fronteras, por su ideología en cuanto a la permanencia,
al menos en parte de Cisjordania; por lo tanto no es casualidad
que más que nada en la derecha, los habitantes de los asentamientos
y los partidos de la derecha más conservadora del gobierno
-me refiero a los círculos que están a la derecha
del propio Ariel Sharon- se criticara ese elemento de su discurso,
aclarando que no se puede evacuar asentamientos, aunque ésa
no es la intención del primer ministro.
EC - En la alocución de ayer, Sharon dijo que Israel no
parará hasta derrotar a los terroristas, aunque manifestó
su intención de impedir una guerra total en la región.
AJ - Así es. El maniobra entre esos dos elementos: por un
lado su insistencia en aclarar la distinción que hace entre
el terrorismo y la población inocente, la población
civil, aunque también es consciente de que las medidas tomadas
por razones de seguridad afectan a la población civil, y
que los cercos, los cierres de los últimos meses, son un
ejemplo claro de esa problemática.
Por otra parte, dijo: "No pararemos hasta destruir las estructuras
terroristas, seguiremos esta lucha, endureceremos las acciones contra
los palestinos" en el sentido de la lucha antiterrorista. Pero
al mismo tiempo habló en tono conciliador en lo que respecta
a la posibilidad de un futuro de paz con los palestinos. Les dijo
que el mensaje al respecto debe ser claro, se dirigió directamente
a los palestinos y dijo: "Como yo ya he dicho en el pasado,
lo repito ahora: no es fácil ser judío, pero sé
que tampoco es fácil ser palestino. Y a ustedes, el pueblo
palestino, les pido que elijan qué es mejor: seguir a quienes
los llevan a la desesperación, a la pérdida total,
o a quienes los pueden conducir al desarrollo y el florecimiento".
El elemento central de ese mensaje era que mediante la violencia
no van a conseguir nada, sino sólo nuevas pérdidas,
una situación peor que agravará más aun la
desesperación en la cual se hallan en este momento.
EC - ¿Cómo hay que entender esa última frase?
Era un mensaje a la interna palestina ¿a favor de quién?
No a favor de Arafat.
AJ - No. No necesariamente a favor de alguna alternativa a Arafat,
que si bien Sharon quisiera claramente que existiera, es consciente
de que en estos momentos no tendría al menos el peso válido,
concreto, sobre el terreno como para ejercer un liderazgo efectivo.
Sharon centró el mensaje en la necesidad de derrotar la violencia.
Para él Arafat es sinónimo de violencia y quiere que
los palestinos lo entiendan así, se refiere más que
nada a un sentir general en la calle, a un modo de actuar, a una
necesidad según él de que la población palestina,
o aquellos sectores que quieren llevar adelante este tipo de acciones
violentas que vimos en los últimos meses, comprendan que
por ese medio no lograrán nada y que por lo tanto deben buscar
un camino alternativo. Eso va acompañado, aunque no haya
mencionado explícitamente a Arafat en su discurso, de la
convicción de Sharon de que con Yasser Arafat no podrá
llegar a un acuerdo. Conclusión a la que también llegó
su antecesor, el primer ministro laborista Ehud Barak, quien de
hecho habla en términos muy categóricos contra el
líder palestino, y lo califica directamente de terrorista.
EC - ¿Es posible que se produzca una pérdida de apoyo
a Arafat entre los palestinos pacifistas? ¿Hay corrientes
que pudieran llegar a desplazarlo del liderazgo?
AJ - Hay dos niveles. Me consta por conversaciones con figuras
de la Autoridad Palestina y por captar el sentir general en Ramallah,
Gaza y diferentes zonas que he visitado. No sólo desde sectores
de la población se critica la política actual... (que
no se me entienda mal: no es que piensa que Israel tiene razón
y Arafat está equivocado; las primeras críticas palestinas
son contra Israel), se considera que hay una política equivocada
en estos momentos por parte de la Autoridad Palestina, que lleva
a una escalada y que a la larga no sirve a sus intereses.
También en el propio entorno de Yasser Arafat, aunque nadie
acepte decirlo ante un micrófono, hay una sensación
de que se tomó una decisión de ir hasta el fin por
medios violentos y no permitir en la realidad diaria, en la calle,
que se calmen las cosas. Existe esa conciencia en los corazones,
en el sentir, en la forma de pensar inclusive de algunos allegados
a Arafat, pero eso no significa aún que pueda haber una alternativa
real que se afiance en el terreno, que pueda entrar en los zapatos
de Arafat y ocupar su lugar.
Voy más allá: creo que esa alternativa no puede existir
por ahora, inclusive en el caso de que Arafat sea expulsado de los
territorios, que por cualquier razón no estuviera en su puesto
en Ramallah, en Gaza, cuando lo dejen salir, después de más
de dos meses de estar sitiado en esa ciudad. Mientras Arafat esté
con vida, en mi opinión y de otros analistas y de gente conocedora
de la realidad palestina, seguirá siendo el símbolo,
el líder que puede mover todos los hilos, no será
posible en el terreno que un líder alternativo pueda ocupar
su lugar, no con la estatura a nivel de símbolo político
de los palestinos como lo es el actual presidente de la Autoridad
Palestina.
EC - Ayer, antes del discurso de Sharon, la Autoridad Nacional
Palestina anunció el arresto de tres miembros del Frente
Popular para la Liberación de Palestina implicados en el
asesinato del ministro de Turismo, Rejan Zhevi; ésta era
una de las condiciones impuestas por Israel para levantar el confinamiento
de Arafat.
AJ - Sí, pero las buenas noticias van acompañadas
de mucha desconfianza en los últimos tiempos. El asesinato
del ministro de Turismo fue el 17 de octubre; desde el 2 o 3 de
diciembre el gobierno de Israel no permite la salida de Arafat de
Ramallah, precisamente por esa exigencia de que sean detenidos los
responsables. Durante todos estos meses, tanto las autoridades del
ejército como de la cúpula gubernamental de Israel
daban como un hecho, aunque era desmentido por los palestinos, que
la Autoridad Palestina sabía dónde estaban los responsables
del asesinato, tanto los perpetradores como los cerebros, pero que
intencionalmente, por todo lo relacionado al aliento de la violencia,
no se los detenía. Ayer, cuando el jefe de Inteligencia Militar
Palestina anunció en la ciudad de Nablus que tenía
en sus manos a los que habían perpetrado el atentado, así
como a otros de los cerebros -aunque falta uno de los planificadores-,
Israel ante todo confirmó poco la detención, pero
después expresó sus dudas acerca de cuál es
la intención de la Autoridad Palestina.
Israel sostiene que desde hace tiempo por un lado se detiene a
algunas figuras centrales, como pasó con algunos miembros
de Hamás y el Yihad Islámico, que de hecho no estaban
realmente tras las rejas sino en lo que llama departamentos o instalaciones
protectoras, que los detienen para protegerlos de un eventual asesinato
por parte de fuerzas israelíes.
A pesar de eso en el discurso del primer ministro ante la nación
dejó la puerta abierta a la posibilidad de que se levante
el sitio a Arafat. Recordó que la exigencia para permitir
la salida de Ramallah era que detuviera también a los involucrados
en el contrabando de armas de Irán hace ya muchos meses.
Pero dejó abierta la puerta a que de todos modos se le permita
salir; dijo "Vamos a plantear el tema ante el gabinete, y nosotros
cumplimos nuestros compromisos". Por supuesto que hay gran
expectativa del lado de la Autoridad Palestina al respecto.
EC - ¿Cuál es el clima en estas horas?, ¿qué
es lo más nuevo?
AJ - Inclusive cuando se habla de calma esto es tan relativo últimamente
que parece que uno busca los problemas que surgen diariamente para
decir que las cosas no están bien. Es un mosaico muy complejo:
por un lado continúa la tensión, la violencia: esta
mañana se frustró un atentado suicida en un asentamiento
en Efrak, al sur de Belén; un palestino con cinturón
explosivo entró a un supermercado pero parece que por un
desperfecto en la carga sólo estalló una pequeña
parte, que alertó a un cliente, quien lo baleó antes
de que el palestino lograra activar toda la carga. La unidad de
explosivos de la policía sigue investigando si alcanzó
o no a dejar algo más en el lugar.
Por otro lado, después de ataques con misiles por parte
de Israel ayer en instalaciones de seguridad palestinas en la franja
de Gaza, hubo un encuentro de oficiales de seguridad de ambas partes,
unos y otros prometieron tratar de calmar la situación y
concretamente en algunas partes de la franja de Gaza comenzaron
a retirarse tropas israelíes. Es algo local; no se habla
de un repliegue total, sino de cambios en las posiciones tomadas
en las últimas semanas, ciertas medidas de alivio respecto
del pasaje de palestinos entre una zona y otra.
Son piezas contradictorias que se combinan, pero no hay nada a
lo que podamos aferrarnos para decir que hay un cambio cualitativo
que haga pensar que desde ahora empieza una nueva etapa. Está
de por medio la pregunta de en qué medida Arafat controla
todo su territorio o en qué medida quiere controlarlo, cuando
se habla de la violencia que pueda frenar.
Por otra parte está la polémica, dentro de Israel,
respecto de la forma en que el gobierno reacciona, esos botones
que automáticamente pulsa después de un atentado y
empiezan los bombardeos, en los últimos días de una
intensidad y una asiduidad mucho mayores. La pregunta es si eso,
más que como reacción a un atentado, sirve de algo
y calma la violencia, o si sólo ayuda a agravar más
aun.
***
EMILIANO COTELO:
Ahora dialogamos con Gema Martín Muñoz, profesora
de Sociología del Mundo Arabe en la Universidad
Autónoma de Madrid.
Recién teníamos las últimas noticias de nuestra
corresponsal en Jerusalén. Pero paralelamente, el ministro
de Relaciones Exteriores de Israel, Shimon Peres, está recorriendo
Europa, en particular ha estado en Madrid, convencido de que la
fuerza de la iniciativa de paz que ha negociado con el presidente
del Parlamento palestino es el apoyo popular, el apoyo que le darían
las encuestas, de 50% o 60% dentro de Israel.
¿Cómo se entiende por un lado esta política
tan fuerte de ataques del ejército israelí contra
zonas palestinas y por otro que Shimon Peres esté avanzando
en un plan de paz?
GEMA MARTÍN MUÑOZ:
Hemos visto desde hace ya más de un año que hay una
especie de división en el gobierno israelí en ese
sentido. Shimon Peres ha optado más por salidas políticas
y Ariel Sharon se mantiene en posiciones estrictamente militares.
Querría decir que la opción militar no es ninguna
solución para el conflicto en Oriente Medio, es un problema
básicamente político, es esa política sin resolver
lo que genera la violencia, por lo cual esas concepciones de empezar
por la seguridad y exigir que no haya violencia son absolutamente
imposibles, si no empieza a haber cambios políticos sustanciales,
cambios políticos que en efecto tienen que tener en cuenta
que la situación real que se vive es la de una ocupación
militar internacionalmente ilegal de un territorio palestino, por
lo cual la solución es la retirada del ejército israelí
y la existencia de un Estado palestino soberano y en condiciones
aceptables y dignas para los palestinos.
EC - Usted enfatiza en que el primer paso tendría que ser
el retiro del ejército israelí.
GMM - El primer paso tendría que ser tener una visión
política del asunto y empezar negociaciones políticas.
Y para que esas negociaciones tengan éxito, en el sentido
de resolver el problema, deben tener en cuenta que tiene que haber
una retirada de la ocupación israelí de unos territorios
que son palestinos.
Creo que está ocurriendo algo muy importante ahora mismo
en el seno de la sociedad israelí, que es el hecho de que
el gobierno de Sharon hasta hace unos meses contaba con el 80% de
la opinión pública a favor de su política estrictamente
militar y de escalada fortísima contra los palestinos, pero
ahora esas encuestas se están modificando, más o menos
la mitad de la población ve que la política de Sharon
no ha traído más que una absoluta inseguridad para
los israelíes. Es enormemente importante el movimiento social
que está surgiendo, tanto en el seno de los reservistas del
ejército como en la sociedad, pidiendo el fin de la ocupación
y manifestando la necesidad de abrir negociaciones políticas.
La situación de los territorios palestinos es absolutamente
inaceptable, no se puede seguir manteniendo esa tragedia palestina
en condiciones cada vez más siniestras para esa población
civil.
EC - La pregunta es quién da el primer paso, quién
afloja primero. El gobierno de Israel exige que cese la violencia
del lado palestino... ¿Entonces?
GMM - Disculpe, pero vamos a ver una cuestión: evidentemente,
el primero que tiene que dar un paso en esta situación actual
es el ejército israelí, que es el que tiene absolutamente
toda la fuerza, toda al fuerza militar y el mayor peso político.
La Autoridad Palestina ha dado múltiples señales de
querer negociación, de intentar controlar la violencia por
todos los medios, pero lo que pasa es que evidentemente Israel no
crea las condiciones para que haya éxito en esa condición
de violencia. Hubo detenciones, hubo una posición absolutamente
a favor de la negociación, pero es absolutamente imposible
pedir que acabe la violencia entre los palestinos, cuando hay una
violencia brutal israelí contra los palestinos. No olvidemos
la perspectiva de ocupante y ocupado, es una situación en
absoluto no igualitaria, es una situación de ocupantes y
ocupados, una situación del más fuerte y el más
débil.
Además, ¿cómo pedir que una Autoridad Palestina
trate de controlar a su población perseguida, sitiada, empobrecida
diariamente, cuando además está completamente aislada
en un edificio, sin que Israel dé la mínima muestra
de querer cambiar esa situación y permitir el mínimo
desahogo de la población palestina civil?
EC - ¿Qué importancia, qué validez, qué
viabilidad asigna usted a las gestiones que viene desarrollando
el canciller Shimon Peres en Europa, con ese proyecto, ese borrador
de plan de paz en el que propone el reconocimiento inmediato del
Estado palestino si hay una tregua?
GMM - Una de las claves es la posición que puede tomar Europa
en este conflicto. Lo que ocurre es que Europa no está mostrando
ser capaz en absoluto de tomar una decisión firme y definitiva
y propia respecto de lo que está ocurriendo. Los ministros
de Exterior de la Unión Europea hace una semana intentaron
sacar adelante este plan que mira más hacia lo político
que hacia lo militar, pero no se pudieron poner de acuerdo porque
Alemania, Gran Bretaña y Holanda se opusieron, cediendo a
las presiones estadounidenses. Por esa razón el gran problema
es que Europa no termina de ser capaz de tener su propia política
exterior y de ser un peso político influyente. Esto no quiere
decir estar en conflicto con Estados Unidos, sino mantener un peso
político suficiente como para que la situación no
quede a expensas de la decisión estadounidense, que lamentablemente
es absolutamente próxima y fiel a la política de Ariel
Sharon en la actualidad.
EC - ¿Para usted es sostenible, desde el punto de vista
interno en Israel, la diferencia de criterios entre el canciller
y el primer ministro?
GMM - Es sostenible en el sentido de que lleva sosteniéndose
ya desde hace mucho tiempo, pero insisto en que es importante y
es una clave fundamental para lo que pueda ocurrir en el futuro,
lo que está ocurriendo en el seno de la sociedad israelí,
esa evolución que se observa en los últimos tiempos,
en que la población israelí empieza a darse cuenta
de que mantener esa ocupación no genera más que una
enorme inseguridad para ella misma.
Israel tiene una perspectiva económica para este año
realmente mala, la población empieza a darse cuenta de que
es necesario empezar a resolver el problema y que hacerlo es no
ocupar ni reocupar los territorios palestinos sino comenzar a negociar
la retirada. Eso es un elemento social enormemente importante, que
puede dar apoyo a aquellos que en el gobierno, en la sociedad y
en la clase política israelíes -que los hay- defienden
el fin de la ocupación y entrar en negociaciones políticas
de paz.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón
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