28.02.2002

 



Cuatro mutualistas a punto de cerrar

Presidente del SMU, doctor Barrett Díaz: "Pedimos un apoyo 'puente' mientras se dilucida el préstamo del BID. Pero que la infraestructura no sea desmantelada sino mejorada desde ahora. Queremos tener la seguridad de que hay voluntad política de salvar el sistema, como la hubo para aportar instantáneamente U$S 30 millones para salvar al sistema financiero".


EN PERSPECTIVA
Jueves 28.02.02, 09.00.


EMILIANO COTELO:
Mientras parecen apagarse algunos incendios, resulta que otro, que estaba en un segundo plano y del que se hablaba poco en los últimos meses, estaría reavivándose.

El Sindicato Médico del Uruguay (SMU) planteará mañana al ministro de Salud Pública, Luis Fraschini, su preocupación por el riesgo de cierre que afecta a, por lo menos, cuatro mutualistas, y sugerencias para lograr auxilios económicos a efectos de que esas instituciones puedan pagar sus pasivos más urgentes.

El adelanto fue realizado al diario El País por el presidente del SMU, doctor Barrett Díaz, con quien estamos en comunicación. La crisis del mutualismo no es nueva ni mucho menos, pero últimamente no se estaba hablando de ella, y ahora reaparece de esta forma en el escenario; ¿por qué?

BARRETT DÍAZ:
Porque transcurrió demasiado tiempo en la etapa deliberativa de las soluciones sin que llegara un auxilio, fundamentalmente financiero. Se llegó a un punto ya inextensible de los problemas de los suministros, de hacer frente a los pagos de impuestos, proveedores y salarios. Hay algunas instituciones que ya no tienen dónde acudir para insumos tan fundamentales como la medicación.

EC - Usted habla de por lo menos cuatro instituciones con riesgo cierto de cierre a corto plazo.

BD - Sí. Hay tres o cuatro instituciones en situación más grave, y la totalidad del sector tiene un panorama sumamente comprometido.

EC - Usted comenzaba a esbozar las causas de este agravamiento. ¿Podemos verlas con un poco más de detalle?

BD - En realidad, contestando específicamente a la pregunta de por qué reaparecía el tema en el escenario público, yo le decía que era el retraso en el auxilio financiero, pero ese es el punto visible de algo que tiene causas profundas.

Las causas profundas tienen que ver con que las instituciones tienen una gestión deficitaria. Creemos que el auxilio financiero, o de cualquier otro orden, debiera ser dado con la exigencia de una modificación de la gestión, para que las instituciones no sean deficitarias de aquí en adelante. Lo son tanto por el lado de los ingresos, que en este momento están caracterizados por una selección de población de mayor edad que el promedio del país, con mayor incidencia de enfermedades, como por el lado de los egresos, con un modelo de trabajo muy centrado en la actividad curativa, con uso de alta tecnología, muy costosa, seleccionada sin criterio científico-técnico sino muy a menudo por razones de mercado. De modo que, tanto por el lado de los ingresos como de los egresos de las instituciones, hay problemas que hacen que la gestión sea deficitaria. Esa es la causa de fondo.

Nosotros estamos de acuerdo en que el auxilio financiero tenga como contrapartida la exigencia de un cambio en la gestión, pero, tratándose de temas tan sensibles como los de la salud de la población -aquí no hablamos sólo de instituciones, estamos hablando de la salud de la mitad de la población del país- lo que no podemos entender es el paso de un tiempo tan prolongado. Se comenzó a hablar de auxilios crediticios a comienzos del año 2001 y estamos ya avanzando en 2002, mientras que para otros sectores, como el financiero -como ha pasado recientemente con la crisis bancaria-, el dinero aparece instantáneamente.

EC - Usted se refiere a demoras en la implementación del plan de saneamiento del sistema mutual que se ha elaborado con respaldo de fondos provenientes del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

BD - Claro, se anunció un auxilio financiero.

***

EC - El Poder Ejecutivo elaboró, en coordinación con las empresas médicas, un plan de salvataje de las Instituciones de Asistencia Médica Colectiva (IAMC) que cuenta con el respaldo del BID. ¿Cómo viene ese cronograma?

BD - El 31 de marzo termina el plazo para la presentación de los proyectos; unas consultoras externas van a determinar el grado de riesgo en cuanto a la capacidad de repago de las instituciones. Aquellas instituciones que hayan presentado proyectos que se considere que contemplan algunos nuevos rasgos de la gestión para revertir los errores del pasado, y que hayan sorteado el escrutinio a que las somete la calificadora de riesgo para determinar si son capaces de devolver el dinero recibido, a partir de la fecha en que ésta se pronuncie -dentro de uno o dos meses, o sea mayo o junio-, podrían comenzar a recibir el apoyo crediticio.

EC - ¿Eso es lo que está previsto en el cronograma?

BD - Sí.

EC - ¿Lo que usted está reclamando es que se adelante los tiempos?

BD - Exactamente, porque los tiempos no parten de ahora: en realidad parten del anuncio hecho a comienzos del año 2001. Si bien uno entiende que hay determinados requisitos -contables, financieros, de derecho administrativo, etcétera-, si saca la cuenta final ve que con el cronograma mencionado estamos llegando a mediados de este 2002, lo que contrasta con el auxilio a otros sectores.

Hay un problema en un sector crítico para la sociedad, como puede ser el financiero, el bancario, y los auxilios surgen con la rapidez que la realidad exige. Pero en este caso la realidad también exige premura. La voluntad política debió haber zanjado los diversos obstáculos burocráticos y los plazos administrativos para que el resultado final -cualquiera fuesen las causas- no condujese a esta demora que hoy nos tiene en este problema. Ahora, además de analizar si las instituciones presentan planes creíbles, si son viables, vamos a tener el problema de que no lleguen en tiempo para recibir el auxilio.

EC - Me queda la siguiente duda. Usted está proponiendo que las instituciones reciban dinero ya, que reciban parte de esos fondos ahora, cuando todavía no han pasado el examen a propósito de la viabilidad de sus proyectos de reestructura. El ciudadano común y corriente, que sin duda está preocupado por la salud del sistema mutual, también puede estarlo por el uso de esos fondos: ¿qué pasa si la plata se entrega a una institución que después, cuando se termina el examen, se comprueba que no tiene viabilidad?

BD - No es exactamente así. Creo que en los momentos difíciles es donde existe la oportunidad de obtener grandes cambios. No creemos que se deba dar dinero alguno sin haber pasado el examen, pero creemos que si hay exigencias de tipo administrativo, en cuanto a la gestión de las instituciones, se debe aprovechar el momento para que esas exigencias de cambio se adopten instantáneamente, en este momento, para que de esa manera se pueda acceder, no ya a los dineros que vengan del exterior, pero sí a determinadas facilidades en cuanto a las deudas con el BPS, con la banca oficial, etcétera. Son soluciones que existen y permiten llegar al momento del crédito.

La idea es que la estructura actualmente montada no se desmantele: que se modifique y se mejore, que se le hagan las complementaciones, las integraciones, las transformaciones administrativas y de gestión en este momento de necesidad. El año pasado tuvimos el cierre de dos instituciones, y hasta el día de hoy no hemos logrado revertir la situación un poco confusa desde el punto de vista laboral y social que eso dejó. Entonces cuando es un sector tan crítico como el de la salud, cuando es un modelo asistencial tan singular como el del mutualismo que despierta interés internacional, nos parece que habría que evitar el desmantelamiento de la infraestructura, hallar un tipo de auxilio "puente" hasta el momento en que llegue lo del BID. Eso es lo que estamos buscando con estas entrevistas: la seguridad de que existe la voluntad política de salvar el sistema, y aprovechar el momento para obtener la reconversión de las instituciones.

EC - Entonces lo que ustedes están pidiendo es que en estas semanas, en este mes de marzo, se recurra a "puentes" antes de que corresponda ingresar con los fondos provenientes del BID.

BD - Exactamente, pedimos que no se desmantele la infraestructura. Creemos que eso es posible. Porque en casos puntuales ha sucedido que los dineros que ingresan por deudas que tienen diversos clientes de tal o cual institución se canalicen hacia el BPS para cubrir la deuda de la institución con ese organismo... Es decir: que se cree toda la ingeniería que haga falta, que cuando la voluntad política está puesta se consigue, para que no se desmantele la infraestructura y se haga la modificación administrativa y de gestión que creemos imprescindible. En ese sentido coincidimos 100% con lo que dice el Ministerio de Salud Pública.

EC - Entendido lo que ustedes están solicitando, queda claro que se trata de un puente a la espera de la ejecución de los préstamos del BID. Pero esos préstamos habían sido cuestionados desde las propias IAMC. Yo recuerdo entrevistas de hace meses al doctor Natalio Blankleider, presidente de una de las gremiales de mutualistas, quien señalaba que lo más probable era que no se recurriera a esos préstamos porque se entendía de antemano que no se los iba a poder repagar.

BD - Cuando se formuló el anuncio del crédito la situación cambiaria y el riesgo cambiario eran otros. Esos préstamos son en dólares y los plazos, los pagos, las gracias y los intereses eran los acordes al momento; pero hemos contado hasta ahora con respuesta favorable en cuanto a la voluntad del Poder Ejecutivo de reformular los términos del crédito, acordes a la nueva realidad. Eso va a ser posible.

Tengamos en cuenta que son U$S 70 millones en una deuda total de U$S 400, de modo que con el crédito no se soluciona el problema. Hay que ir a lo que le decía al inicio: a reformular la gestión de las instituciones, con una administración saneada y un modelo asistencial que privilegie la atención primaria y preventiva, evitando incurrir en los altos costos de la tecnología curativa sumamente sofisticada en la que hoy se pone el acento. Creemos que debe existir, pero no es justo volcar torrentes de dinero porque hacerlo en realidad significa haber perdido la batalla de la prevención, de la atención primaria, que es mucho menos costosa, de más satisfacción para los usuarios y es lo que privilegiamos.

EC - A los problemas estructurales del sistema, a los problemas que vienen de largo plazo que usted mencionaba, que han quedado latentes en estos meses, ¿se ha agregado otro factor en estos últimos tiempos derivado del mantenimiento de la recesión, del crecimiento del desempleo? ¿Qué ocurre en materia de desafiliaciones a las mutualistas, de morosidad? ¿Cómo viene la caída de los socios por DISSE? Pienso concretamente en quien pierde un empleo, que tenía su mutualista por DISSE y deja de tenerla.

BD - Ha incidido grandemente. Se calcula que a nivel nacional en los últimos 12 meses se ha perdido 100 mil socios.

EC - 100 mil socios en los últimos 12 meses. ¿Sobre qué total?

BD - Las estadísticas son muy demoradas y poco confiables; entre Montevideo y el interior la cifra se podría redondear en 100 mil en un sistema que tiene un millón 500 mil socios. De modo que la incidencia es altísima, el mecanismo de la seguridad social, que es un proveedor de usuarios especiales, porque son trabajadores, en general jóvenes, que necesitan menos asistencia y vienen a ser el contrapeso de la asistencia de ancianos y enfermos, ha disminuido sustancialmente.

Importa por la disminución en sí, y además porque desbalancea la composición etaria de los usuarios del sistema.

EC - Y le tira un costo adicional al Estado, ¿no?

BD - Exactamente. Toda esa asistencia recae en ASSE, que ya estaba sobrecargada antes de estas cosas.

------------------
Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón





En perspectiva
l Dinámica Rural l Deportes l Página principal

Para escuchar la radio en vivo necesita el Real Player
Optimizado para Internet Explorer a 800x600
Copyright Espectador.com All Rights Reserved