05.03.2002

 



Penal de Libertad: "solución provisoria para una situación desesperada"

Presidente de la Comisión de DD.HH. de la Cámara de Representantes, Raúl Argenzio: Por la vía de la destrucción del Penal, tuvieron éxito en su reclamo de ser trasladados; hay que alojarlos en algún lugar, en dependencias militares es imposible y en las cárceles del interior, menos.

EN PERSPECTIVA
Martes 05.03.02, 07.36.

EMILIANO COTELO:
La crisis carcelaria se encaminó. Se encaminó. La Dirección Nacional de Cárceles y las guardias de Coraceros y Granaderos comenzarán a preparar un masivo traslado de presos entre los penales de Libertad y Comcar (Complejo Carcelario de Santiago Vázquez), y el establecimiento de La Tablada, que pertenece al Instituto Nacional del Menor (Iname). El ministro del Interior, Guillermo Stirling, obtuvo el domingo el aval del presidente del Iname, psicólogo Martín Marzano, para ubicar en La Tablada a unos 200 presos del Comcar. Posteriormente, una cifra similar de detenidos provenientes del Penal de Libertad (seleccionados entre los de mejor conducta) serán llevados al Comcar. Una especie de triangulación.

A la hora 19 de ayer, los reclusos amotinados depusieron su actitud de resistencia, y permitieron a las autoridades retomar el control del penal, que hasta ese momento se había mantenido en manos de los reclusos. El viernes, 480 presos (aunque no todos participaron activamente de los hechos) se dedicaron a destruir la cárcel y desde entonces deambularon entre escombros, sin luz y sin agua.

Estamos en comunicación con el diputado Raúl Argenzio, presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Representantes. A usted le tocó participar de las últimas negociaciones de ayer.

RAUL ARGENZIO:
Ayer y también el viernes, cuando obtuvimos lo que nos preocupaba mucho, la liberación de los rehenes, después de dialogar con los amotinados.

EC - Y ayer tuvieron que volver a negociar, porque esta semana el motín se reavivó, ya con otros características.

RA - Exacto. Lamentablemente, el sábado volvieron los destrozos. Ayer estábamos en el despacho del ministro del Interior, en una reunión que ya había sido programada con delegados de la Suprema Corte de Justicia, de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Representantes, cuando el ministro nos invitó a concurrir al Penal ya que los familiares habían hablado con los reclusos y habían anunciado que, si estábamos nosotros presentes, iban a deponer su actitud. De modo que se suspendió la reunión y, sobre el filo de las 16.30 o 16.45 y salimos hacia el Penal.

EC - Esa reunión era la primera que formalmente realizaba esa comisión que se había acordado con los presos el viernes crear para analizar soluciones a los problemas carcelarios.

RA - Exactamente.

EC - De modo que esa primera reunión quedó inconclusa y ustedes partieron hacia el Penal de Libertad. ¿En qué términos terminaron logrando un acuerdo?

RA - Nosotros fuimos a presenciar lo que aya habían anunciado: que iban a bajar, y obviamente habían aceptado que iban a ser requisados, como corresponde, en la planta baja del Penal que está totalmente destruido. Presenciamos cómo bajaban de uno en uno y eran requisados. Luego de ser esposados pasaban a un patio exterior donde permanecían bajo custodia. Eso duró un buen rato, dos horas o dos horas y media: los que bajaron la escalera fueron 331 reclusos con poca luz, con las escaleras totalmente obstruidas por todo tipo de materiales, con todas las puertas de los celdarios amontonadas en las escaleras, en los descansos; las cañerías, mampostería... Lo que se pueda imaginar que había allí.

La salida se produjo en orden, sin ningún problema, sin violencia.

EC - La pregunta es ¿por qué los reclusos volvieron a amotinarse el fin de semana, por qué volvieron a romper las instalaciones del Penal, luego del anuncio de que deberían continuar viviendo allí?

RA - Supongo, porque no hemos conversado con ellos, que quieren destruirlo y que los trasladen a otro lado. La verdad es que nos había preocupado mucho cuando tomaron rehenes el viernes; por suerte a partir del sábado fue sin rehenes, tuvieron todo bajo control. Son 332, el resto de la población no había participado. Los que vimos allí, lo que apreciamos, son del módulo principal. Y bueno: como usted decía más temprano, 200 reclusos van a ser trasladados a La Tablada...

EC - Mi pregunta sobre por qué tomaron la decisión de seguir destruyendo el penal buscaba también una explicación al acuerdo de ayer: ¿cómo termina desinflándose la segunda etapa de la protesta? ¿Se les hace alguna concesión?

RA - No, no. Negativo desde el punto de vista nuestro. Ayer dialogábamos mientras iban bajando, les decíamos que estuvieran tranquilos, que los iban a alimentar, que les iban a dar los medicamentos que precisaran, que iban a tener agua y alimentos sólidos, y que se les iba a tratar de acomodar en otro lugar.

EC - ¿Hay que entender que surtió efecto la decisión de cortarles el suministro de agua, alimentos y energía eléctrica como forma de "ablandarlos"?

RA - Supongo que en parte sí, y también la acción de los familiares que, ayer a la hora 15, habían obtenido autorización para entrar al Penal y dialogar con ellos. Nosotros no fuimos testigos de eso porque, como le decía, estábamos en el despacho del ministro del Interior, pero debió haber algo de eso.

EC - Ahora: en definitiva, si lo que estos reclusos buscaban era ser trasladados, parece que finalmente tuvieron éxito.

RA - Y bueno: por la vía de la destrucción total del Penal, sí. La realidad lo está marcando; hay que alojarlos en algún lugar. En dependencias militares es imposible, en las cárceles del interior, menos. Así que por ahora los menos peligrosos, los que tienen mejores condiciones de ser rehabilitados, irán al Comcar a ocupar los lugares que dejen libres los trasladados a La Tablada, y respecto a los más peligrosos del Penal de Libertad, no sé: eso le corresponde resolverlo al Ministerio del Interior.

Nosotros, como integrantes de la Comisión de Derechos Humanos, hicimos todo lo posible para estar presentes y que esto tuviera un final relativamente bueno: que no hubiera violencia física, que no hubiera que lamentar daños personales, como lo hicimos el viernes cuando nos convocó el ministro y ayer también, cuando los reclusos exigían la presencia de parlamentarios como observadores. Allí estuvimos y, si en algo sirvió nuestra colaboración para algo, nos sentimos bastante satisfechos. Sobre todo quien habla, que a partir de hoy dejará la presidencia de la Comisión de Derechos Humanos, como estaba acordado con mi sector político.

EC - Pero, respecto a esta fórmula de los traslados, me quedan cantidad de dudas. Para empezar, se traslada a 200 presos del Penal de Libertad, aquellos de mejor conducta, a 200 lugares que van a quedar libres en el Comcar. Pero ya se sabe que el Comcar está desbordado: ...

RA - Sí, sí; por supuesto que sí.

EC - ...que tiene lugar para 850 presos y sin embargo alberga a 2.200.

RA - Es uno de los grandes problemas que tiene nuestro sistema carcelario. Pero la verdad es que esta es una solución parcial y de momento para salir de esta difícil situación. Ya está en marcha la construcción (o los estudios para la construcción) de un nuevo penal de alta seguridad en el mismo predio del de Libertad. Se está hablando incluso de construir cárceles con contenedores, como es común en otros lugares. Pero son todos estudios que están en manos del Ministerio del Interior.

EC - De todos modos, además de ese traslado de los 200 reclusos de mejor conducta al Comcar, quedan unos 150 reclusos del celdario del Penal de Libertad, de los que participaron en este motín, que en principio no tienen destino.

RA - Sí, sí. Ubicar a esa gente va a ser un dolor de cabeza para las autoridades carcelarias.

EC - Eso todavía no está definido.

RA - Sinceramente, al menos yo no tengo conocimiento.

EC - ¿Cómo quedó anoche la situación en el Penal de Libertad? Usted relataba que los presos habían bajado del celdario, habían pasado al patio, se les había hecho una requisa de armas y otros instrumentos, y a partir de esa nueva situación...

RA - Quedaban sentados en grupos, e iban a pernoctar al aire libre, bajo el techo del celdario. Es como un edificio de apartamentos pero ahora no tiene paredes. Cuando salimos de allí después de la hora 21 estaban en el patio, obviamente esposados; anoche faltaba uno que iba a ser buscado hoy, porque anoche con todas esas cosas obstruyendo las escaleras y en completa oscuridad las linternas no daban abasto, y se iba a esperar el día para buscarlo. Hoy no he tenido noticias.

-------------------------------------
Transcripción y edición: Jorge García Ramón




En perspectiva
l Dinámica Rural l Deportes l Página principal

Para escuchar la radio en vivo necesita el Real Player
Optimizado para Internet Explorer a 800x600
Copyright Espectador.com All Rights Reserved