Promueven ley contra la violencia en el deporte
Ministro
Jaime Trobo: Es imprescindible conjuntar los esfuerzos públicos
y privados. Las "barras bravas" (promovidas o toleradas
por muchos clubes) no sólo perjudican al público sano,
sino que además ocasionan pérdidas económicas
a las propias instituciones a las que dicen defender. Pero ni siquiera
lo entienden así todos los propios directivos.
EN PERSPECTIVA
Jueves 07.03.02, 08.50.
EMILIANO COTELO:
No podemos decir que este es un tema nuevo: por el contrario, la
violencia en el deporte en general y en el fútbol en particular
es un tema recurrente.
En los últimos días el problema ha tomado fuerza
nuevamente, tanto en Uruguay, donde en los últimos fines
de semana hubo incidentes en varios de los partidos del Torneo Clasificatorio,
como aquí cerca, en Argentina, donde a raíz de graves
enfrentamientos el gobierno estuvo cerca de sencillamente suspender
el fútbol.
Frente a esta situación parece importante preguntarse, ¿qué
visión tienen las autoridades uruguayas a propósito
de esta crisis? ¿Cuál es el marco legal vigente hoy
en esta materia? ¿Qué nuevas propuestas existen para
tratar este problema tan dinámico?
Para dialogar acerca de estos temas está con nosotros esta
mañana el ministro de Deporte y Juventud, Jaime Trobo, quien
firmará hoy en su acuerdo con el presidente Batlle un proyecto
de ley sobre Violencia en el Deporte. Además,
nos acompaña el director del equipo de Trece a Cero de El
Espectador, profesor Ricardo Piñeyrúa.
Ricardo: vamos a ubicar antes que nada qué es lo que ha
estado pasando en nuestro país en los últimos fines
de semana.
RICARDO PIÑEYRÚA:
En los últimos fines de semana se han dado situaciones de
violencia en distintos escenarios. Creo que lo más recordable
fueron los incidentes en la cancha de Wanderers, en el partido Peñarol
- Wanderers, cuando un grupo de hinchas de Peñarol rompió
todos los alambrados que separaban la cancha de la tribuna, arrojaron
piedras a los policías, pedazos de los asientos de hormigón...
Rompieron las instalaciones de Wanderers, y tuvieron un enfrentamiento
muy fuerte con la Policía.
Pocos días después, también hubo un enfrentamiento
muy fuerte entre hinchas de Wanderers y de Central Español,
cuando terminaba ese partido donde Wanderers le había ganado
a Central Español. Lo que era una reedición de un
problema que ya se había suscitado en el torneo anterior.
También se dieron en esa misma fecha fuertes problemas en
el partido entre Tacuarembó y Fénix, en Tacuarembó,
que involucraron incluso al técnico. Los jugadores y el técnico
de Fénix fueron agredidos e insultados por algunos hinchas.
Y también se habían dado incidentes en el partido
entre Defensor Sporting y Racing, donde los agredidos fueron los
periodistas que estaban en ese partido y también a los árbitros.
Prácticamente, en estos últimos fines de semana no
hubo un día en el cual no ocurrieran incidentes en alguno
o en varios escenarios en forma simultánea.
EC- Y es un fenómeno creciente. El año pasado la
intensidad de este tipo de conflictos no era esta.
RP- El año pasado también hubo incidentes muy fuertes,
entre ellos el de Peñarol con Danubio en Jardines del Hipódromo.
Los hubo, aunque por suerte no han provocado víctimas importantes,
pero hubo incidentes que se han ido dando en los distintos escenarios;
el tema está presente en forma permanente. Quizás
en el Estadio Centenario se pierden por la magnitud del escenario,
y de pronto los hechos de violencia se restringen a algo que pasó
en la tribuna Amsterdam, o algo que pasó en las afueras;
pero en realidad prácticamente en casi todos los fines de
semana se provoca algún tipo de incidente.
EC- Mi pregunta era ¿es más grave este año
que el año pasado?
RP- Desde el punto de vista de la percepción, creo que sí.
Entre otras cosas porque no estamos jugando nada y ya se han dado
situaciones muy violentas en el inicio de un torneo que tiene seis,
siete fechas. Y estamos en marzo: recién empezó la
actividad y ya se han dado muchos incidentes a lo largo de este
año.
EC- Ministro Trobo a usted le preocupa el tema. ¿Cómo
lo viene siguiendo?
JT- Sí. Es una preocupación principal que tenemos.
En realidad, el deporte es víctima de la violencia; eso ocurre
en todo el mundo: hay procesos que se han acelerado en otras regiones
y que han sido resueltos con mucho tiempo, mucha paciencia y con
un trabajo muy intenso por parte de las autoridades públicas
y privadas. El ejemplo mas claro es el de la Comunidad Europea,
en la cual no sólo se avanzó en una legislación
sobre prevención de la violencia sino que además se
avanzó en una legislación comunitaria de castigo a
los violentos.
Diría que la acción que se ha realizado en Uruguay
ha tenido algunos puntos de coordinación, resultado espasmódico
de la preocupación, tanto de la administración pública
como del sector privado, ante hechos puntuales de violencia. Pero
todavía, y hasta estas horas, no hubo un planteo institucional
que comprenda al sector público y al privado realmente trabajando
en la parte preventiva, y luego naturalmente haciendo las normas
punitivas más severas, más aplicables, más
cercanas a los responsables.
EC- Estamos en los primeros años de trabajo del Ministerio
de Deporte y Juventud. ¿Qué papel le cabe a la cartera
que encabeza en todo esto? ¿En qué medida la creación
de este ministerio, que ha sido bastante polémica, puede
en particular modificar la forma como hasta ahora se venía
encarando este tipo de anomalía?
JT- Creo que modifica sustancialmente un criterio policial de lo
que tiene que ser la violencia en el deporte.
EC- ¿Cómo es ese matiz?
JT- Porque el criterio policial está presidido por el espíritu
preventivo hacia determinado hecho deportivo, y eventualmente también
preparando los elementos represivos necesarios para castigar a quienes
puedan incitar o cometer actos de violencia.
Hay todo un paso previo que tiene mucho que ver con el comportamiento
de la sociedad y con los emblemas que significan no sólo
las instituciones deportivas o determinadas prácticas deportivas,
sino también los propios deportistas y sus dirigentes en
torno a la eventual promoción de la violencia. Muchas veces
se puede pensar que aún no habiendo una voluntad de promover
la violencia se la promueve. Basta con actitudes, con palabras,
con formas de encarar al imaginario de la gente, cómo es
una disputa deportiva o qué fines persigue una disputa deportiva.
EC- Entonces, lisa y llanamente, existe la sospecha de que detrás
de las "barras bravas" están las dirigencias de
los clubes o algunos dirigentes de los clubes.
JT- No hay ninguna duda. Creo que no solamente puede haber sospechas,
sino que se puede eventualmente constatar también que existen
personas que tienen un doble discurso; que pueden decir a un medio
de comunicación y a la opinión pública en general
de su actitud de rechazo a lo que puede ser un hecho violento, y
que sin embargo "velan las armas" previo a los eventos
deportivos; para prevenirse y no se sabe hasta dónde para
provocar un hecho de violencia. Porque la tensión emocional
que se produce en torno a un hecho deportivo genera en muchos individuos
que asisten un sentimiento de irresponsabilidad colectiva, que permite
que incluso personas que son muy tímidas en su vida común
terminen siendo las más agresivas y las más violentas
en una masa que está exacerbada.
El hecho deportivo está rodeado de un montón de condicionamientos
sobre los que debemos trabajar, y siento que el ministerio tiene
una gran responsabilidad articuladora entre lo que puede ser la
gestión pública en materia preventiva, y la responsabilidad
que tienen las instituciones y las federaciones deportivas. Si no
fuera así, seguramente sería muy difícil poder
conducir este fenómeno, que es el primer objetivo.
Creo que la violencia no se limita exclusivamente al fútbol
profesional, en un torneo como el que estamos viendo ahora.
EC- Lo hemos visto en el básquetbol.
JT-
En el básquetbol, la cercanía de la hinchada a la
cancha produce un estado emocional que, con la actitud de algunas
personas violentas, puede provocar hechos muy lamentables. Conozco
a dirigentes de básquetbol, he estado sentado con directivas
de clubes de básquetbol que me han dicho "Mire, ministro:
nosotros no soportamos la presión de los 'pesados' que tiene
este club, que son cuatro cinco personas. En las puertas de nuestras
casas, presionando a los jugadores, entrando al estadio, ubicándose
en la tribuna y entre medio de nuestra familia, provocando con su
actitud una violencia que es absolutamente desbordante".
EC- ¿Eso lo han dicho algunos dirigentes de clubes de básquetbol'
JT- Sí. Lo he conversado con directivas.
EC- Impotentes ante sus propios hinchas más fanáticos.
JT- Efectivamente.
EC- Pero también hay directivos de clubes de básquetbol
que ellos mismos en la cancha, llegadas las circunstancias, se convierten
no sé si en promotores, pero en gente que con sus propias
actitudes de alguna manera alimentan la reacción violenta.
JT- Sí. El dirigente en definitiva no lo es sólo
para conducir el destino deportivo de una institución en
cuanto a sus eventuales éxitos, para negociar los servicios
de los jugadores en el caso del deporte profesional o semiprofesional,
sino para representar emblemáticamente a su equipo. Entonces,
la condición de dirigente no es solamente hacia dentro de
la institución sino también hacia afuera.
EC- Enseguida vamos a ver en qué consiste este proyecto
de ley sobre violencia en el deporte. Pero antes, Ricardo, ¿qué
agregas a propósito del diagnóstico que trazaba recién
el ministro Trobo?
RP- Me parece que hay varias líneas de trabajo, como decía
el ministro. Una es la línea de la seguridad: evitar con
medidas preventivas estos tipos de incidentes. Yo me referiría
fundamentalmente al incidente que es provocado por "la barra",
el grupo de individuos que se van a poner en un lugar y generan
un acto de violencia (grupos que muchas veces pueden ser hasta diferenciados,
supongo que este es un trabajo para técnicos). Ese incidente
generalmente se da entre un grupo de hinchas porque surgió
una disputa en un rincón del estadio. Creo que esto merece
medidas educativas para colaborar, para que la gente comprenda cuál
es el fenómeno del deporte y que lo pueda disfrutar. Creo
que uno de los problemas es que hoy en el Uruguay el deporte se
está sufriendo más que disfrutando, y que ese es un
problema de cómo se lo comprende: en la medida en que uno
comprende al deporte como un sufrimiento, va a la cancha, sufre
y agrede. En la medida en que pueda comprenderlo como un disfrute
puede ir a la cancha y verlo mejor.
Quiero decir que, si uno fuera a ver un partido de fútbol
y a disfrutarlo, no necesitaría un alambrado que le impide
ver con claridad del otro lado.
JT- En Europa ya no hay alambrados.
***
EC- Usted firma hoy este proyecto de ley en el acuerdo con el Presidente.
JT- Efectivamente.
EC- ¿De qué se trata?
JT- Es un proyecto que, en primer lugar, crea un grupo de trabajo
a efectos de coparticipar en una comisión que tiene por objetivo
trabajar en temas vinculados con la prevención, entre el
Ministerio de Deporte y Juventud, el Ministerio del Interior, el
Congreso de Intendentes, la Asociación Uruguaya de Fútbol
y la Federación Uruguaya de Básquetbol. Una comisión
básicamente dirigida no solamente a estudiar el tema desde
el punto de vista técnico sino desde el punto de vista cultural,
en alguna medida produciendo ideas a efectos de promover la no violencia
en el deporte. Poder montar una verdadera campaña que tenga
por objetivo lograr que la gente admita o readmita que el deporte
es un disfrute, como bien decía el profesor Piñeyrúa.
Ese grupo de trabajo obviamente va a tener una serie de responsabilidades
hacia el sector privado, que tiene que ver con las asociaciones
y federaciones deportivas y la búsqueda con ellas no sólo
de las medidas idóneas en materia preventiva que se pueda
aplicar en los estadios, en las canchas, en los lugares donde se
practica la actividad deportiva, sino también un compromiso
colectivo de trabajar por la no violencia en el deporte.
EC- ¿Qué tipo de acciones concretamente corresponderán
a esta comisión?
JT- Puedo dar lectura a los cometidos de la comisión: proyectar
un reglamento general de seguridad para los espectáculos
deportivos públicos; orientar y recomendar a las federaciones,
a los clubes deportivos y a las asociaciones para la organización
de espectáculos en los que se prevea la posibilidad de actos
violentos: informar proyectos de disposiciones que las instituciones
estatales competentes les soliciten para la seguridad de los estadios
deportivos (y aquí está claro que la habilitación
corresponde a los gobiernos departamentales: por lo tanto, cuando
un gobierno departamental habilita un estadio o una cancha, necesariamente
tiene que tener alguna medida de seguridad prevista); trabajar con
las asociaciones y federaciones deportivas para que incluyan en
sus reglamentos y recojan en sus códigos de ética
actitudes y posiciones frente a la no violencia en el deporte...
Obviamente, el castigo federativo, que a veces es muy grave para
el dirigente deportivo, si efectivamente se le ve incurriendo en
una acto de promoción de la violencia. Y estudiar y realizar
una acción educativa en torno a la no violencia en el deporte.
Esos son, en términos generales, conceptos que no se ha
manejado orgánicamente en nuestro país. Sin perjuicio
de señalar que en el ámbito de la Asociación
Uruguaya de Fútbol, una comisión de seguridad en los
espectáculos deportivos ha tenido desde hace años
una actuación importante que ha ido creciendo en la medida
en que el fenómeno ha ido desarrollándose. Lo que
demuestra que el área represiva (que yo creo que es muy importante,
porque hay que castigar a quienes inducen a una situación
de violencia) no es la solución definitiva del problema.
Si bien este proyecto de ley contiene un capítulo punitivo,
estableciendo algunas sanciones más a las ya existentes en
la legislación penal, cuando se refiere a delitos cometidos
en ocasión de un espectáculo deportivo.
EC- ¿De qué se trata en ese caso?
JT- De la prohibición de acceso a los espectáculos
deportivos por parte de las personas que cometen determinado tipo
de delitos en el marco del espectáculo.
EC- O sea que, además de la sanción de tipo penal
que hasta ahora existe para esos delitos violentos, se agrega la
prohibición de ingreso a los espectáculos deportivos.
JT- Pero además agravado, en caso de que el individuo sea
dirigente deportivo. Allí la situación es fácilmente
constatable, porque hay una responsabilidad no solamente ciudadana
en cuanto a la no promoción de la violencia, sino una responsabilidad
dirigencial. Y es allí precisamente donde la norma aplicada
provee de los mayores ejemplos a la opinión pública.
Un tema en el cual tenemos que lograr que se asuma un gran compromiso
es que las autoridades del deporte sientan que este es un fenómeno
que les afecta groseramente. No sólo a la práctica
leal del deporte, sino también al desarrollo de la propia
economía del deporte.
Obviamente, también se puede hacer una diferenciación
en dos grandes bloques de lo que es el deporte: el deporte espectáculo,
el deporte profesionalizado al punto de que se determina su inicio
según la hora en que la televisión puede empezar a
transmitir porque terminó con otros compromisos, y el deporte
amateur, en el cual aún en disciplinas de alta competitividad
se tiene otro disfrute diferente. En ese primer capítulo
del deporte espectáculo, la falta de trabajo en la parte
preventiva y en la parte cultural en Uruguay ha hecho que baje sustancialmente
uno de los elementos que compone la economía del deporte.
En el caso del fútbol, la taquilla ha bajado ferozmente y
la denuncia que la gente realiza en encuestas es "No vamos
por temor a la violencia". Entonces, tiene hasta un efecto
económico en el funcionamiento del hecho deportivo.
EC- Resumiendo en cuanto a la parte represiva y preventiva, que
además está incluida en este proyecto de ley, veo
en el artículo 12: "El que cometiere alguno de los delitos
previstos en los artículos (...)" y cita varios del
Código Penal, "...con motivo o en ocasión de
una competencia deportiva, será castigado además de
la pena que corresponda, con la pena accesoria de prohibición
de concurrir a espectáculos deportivos, con un mínimo
de un tercio y un máximo de dos tercios de las penas respectivas".
Y, como decía el ministro, la condición de dirigente
deportivo del autor de la conducta, además de la pena accesoria
referida, implicará un agravamiento de la pena principal
que se elevará de la mitad a dos tercios.
Eso, por un lado. Por otro, una serie de prohibiciones en el artículo
10: "Se prohibe la introducción y exhibición
en el espectáculos deportivos de pancartas, símbolos,
emblemas o leyendas que impliquen una incitación a la violencia.
Se prohibe la introducción en las instalaciones en que se
realicen espectáculos deportivos de toda clase de armas u
objetos que puedan ser utilizados como tales", y en el artículo
11 se prohibe "la introducción de cohetes, bombas, bengalas
o fuegos de artificio en las instalaciones en que se celebren espectáculos
deportivos. La detección de los mismos será objeto
de decomiso por parte de la autoridad policial".
JT- Además hay una cuestión también importante,
y es la responsabilidad que supone a los organizadores de las competencias,
a quienes obviamente les estará obligado controlar este tipo
de prohibiciones que usted señalaba, si ocurren episodios
de violencia con resultados dolosos desde el punto de vista personal
o patrimonial.
EC- ¿Cuál es la responsabilidad?
JT- La responsabilidad no solamente es patrimonial, sino que además
las instituciones son pasibles de sanciones aplicables por este
ámbito de la comisión de prevención de la violencia,
que afecta desde el punto de vista patrimonial a las instituciones.
Sin perjuicio de las medidas que se va a recomendar a las federaciones
deportivas que incluyan dentro de sus códigos de comportamiento
y dentro de sus propios procedimientos internos. Como he señalado,
el capítulo interno de las federaciones o asociaciones deportivas
es realmente muy importante. Y es allí precisamente cuando
yo hacía referencia a lo que han hecho en Europa en torno
al tema de la violencia: se trabajó mas intensamente. Hubo
una gran corresponsabilidad en la formulación de ideas en
materia de prevención de parte de las diferentes federaciones
o asociaciones deportivas.
EC- A partir de esta comisión, entonces, además de
las sanciones penales que recién mencionábamos y que
se agravan a partir de este proyecto de ley, aparecen estas sanciones
por la vía de multas a las instituciones y/o dirigentes de
instituciones que organicen espectáculos deportivos en los
que se produzcan daños o desorden. Dice el artículo
séptimo: "Las personas físicas y jurídicas
que organicen pruebas, competencias, espectáculos deportivos,
así como los clubes que participen en ellas, podrán
ser responsables por los daños o desórdenes que sean
autores o promotores los partidarios o simpatizantes de los clubes
participantes".
Esta responsabilidad que se materializará por la vía
de multas será determinada por esa comisión honoraria
que usted mencionaba al principio y que se crea con este proyecto
de ley.
JT- Efectivamente. Además, hay un tema subyacente que creo
importante señalar, y es la capacidad que el Estado tiene
en una actividad como el deporte de establecer normas y criterios
aplicables como lo hace en otros ámbitos de la actividad
privada, partiendo de la base de que tenemos una responsabilidad
en la formulación y estructuración del fenómeno
deportivo. El Estado moderno en todo el mundo tiene una cercanía
con el deporte, al punto de que regula y condiciona muchos aspectos.
Estimula y también condiciona el desarrollo de la actividad
deportiva, una actividad que del punto de vista social, cultural
y hasta económico, hoy en día tiene una gran importancia
en nuestra comunidad.
EC- ¿Qué opinión tienes en primera instancia,
Ricardo, sobre los comentarios del ministro y esta rápida
reseña del proyecto de ley?
RP- Creo que lo que le esta faltando precisamente a la actividad
deportiva en el Uruguay son herramientas que vayan mas allá
de la prevención y de la represión. Que puedan ayudar
a que este tipo de cosas se termine.
Cuando uno mira al Estadio Centenario, por ejemplo, se va a encontrar
que allí hay un conjunto de cámaras que dicen que
son de las más modernas (y además las hemos probado
personalmente porque nos han mostrado como funcionan) que son capaces
de sacar una foto casi carnet de cada uno de los espectadores que
están en el estadio y mostrar todos los hechos de violencia
que se pueda estar suscitando. He visto en el Estadio Centenario
y en otras canchas camarógrafos contratados por el Ministerio
del Interior para filmar las situaciones que se dan dentro de las
canchas. Cuando Danubio presentó su estadio, le dijeron que
era el que tenía los mejores alambrados de todo el país,
porque eran fantásticos, cumpliendo todos los reglamentos.
Sin embargo, hubo un partido y unos hinchas de Peñarol rompieron
esos fantásticos alambrados. Es decir: todas las medidas
tomadas hasta ahora para controlar, verificar, impedir situaciones
violentas, en realidad no han tenido efecto porque después
no hay instrumentos, aparentemente, para que esos individuos sean
castigados. Eso es lo que la gente del deporte siente: uno los ve,
rompen un alambrado, destruyeron la cancha de Wanderers o la de
Danubio o la que sea, la Policía entró, se llevó
a 20 personas detenidas, fueron procesados dos.
Entonces me parece que, así como tiene que haber primero
toda una campaña educativa (que me parece que está
muy bien), también hay que darle herramientas a la Justicia
y al conjunto de la sociedad para que pueda defenderse una vez que
esos hechos pasen. Y me parece que por este camino se empieza a
eso, porque aparecen sanciones también de carácter
deportivo, sanciones económicas, sanciones a los clubes,
y me imagino que también sanciones a quienes cometen actos
de violencia.
EC- ¿Y sobre la creación de esta comisión
honoraria que mencionaba el ministro Trobo?
RP- Entiendo que lo que está mencionado sobre esta comisión
honoraria forma parte de todas aquellas que de alguna manera tienen
una participación mayor en toda actividad deportiva. Fundamentalmente
las dos federaciones más importantes, las intendencias que
son responsables de sus espectáculos y el Ministerio del
Interior.
Siempre tengo miedo a que las comisiones se queden en el debate.
Espero que esta no sea así, pero creo que s un paso, que
hay que darlo y que empiece a discutirse este tema. Siempre me planteo
lo mismo: no podemos permitir que los violentos se nos lleven algo
tan hermoso como es el fútbol y el deporte en general. Que
nos dejen sin el espectáculo a quienes queremos disfrutar
de él. Entonces me parece que toda medida que se encamine
hacia resolver eso es positiva.
Por último, como decía el ministro, no solamente
se ha perdido económicamente porque se ha perdido recaudaciones,
sino también por las inversiones que han tenido que hacer.
Inversiones que hay que rehacerlas cada vez que se da un episodio
violento y se termina en esto. Por ejemplo, el Estadio Centenario
invirtió una fortuna en poner banquetas o esos bancos de
plástico en todas las tribunas, y en un partido prendieron
fuego a cerca de 400. Salió carísimo. La violencia
no solo aleja a la gente sino que daña, rompe, y eso implica
inversiones permanentemente en cosas en que lamentablemente el deporte
en Uruguay no está en condiciones de invertir, o esta desviando
de inversiones que creo que son más importantes.
EC- ¿Tiene la impresión de que este proyecto de ley
tiene futuro a la brevedad, hay ambiente político para sacarlo
adelante?
JT- Sí; hay una gran sensibilidad en torno al tema. Le digo
además que la comisión que se propone en el proyecto
de ley se va a empezar a reunir en los próximos 15 días,
o sea no vamos a esperar a que se apruebe el proyecto.
Creo que no se justificaría decir que esperamos una decisión
parlamentaria para crear una comisión, porque una vez que
esté formalmente constituida, en el caso de que sea aprobada
por el Parlamento, ya podemos haber avanzado en trabajos al respecto.
Menciono rápidamente que ya se ha trabajado en el tema: el
año pasado, en la Feria del Deporte, se realizó un
seminario sobre violencia en el deporte al que asistieron no sólo
expertos nacionales sino gente del exterior con mucha experiencia
en el tema. Digo también que a esa instancia no asistieron
muchas de las personas que estaban invitadas. O sea que también
allí hay un trabajo hacia adentro que es responsabilidad
nuestra: es responsabilidad de las federaciones deportivas, y se
debe generar un pacto que nos permita trabajar en la formulación
de estrategias para prevenir la violencia.
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Transcripción: Mariana Larrobla
Edición: Jorge García Ramón
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