11.03.2002

 



Medidas para "defender la producción nacional"

Ministro de Industria y Energía, Sergio Abreu: Contemplando el reclamo empresarial, el gobierno elabora"una repuesta directa para aplicar a corto plazo, y para manejarla técnica y políticamente, porque cualquier decisión significa una alteración de las reglas de juego hasta ahora vigentes en relación con Argentina y el propio Mercosur".

EN PERSPECTIVA
Lunes 11.03.02, 09.05.


EMILIANO COTELO:
"Hay que defender la producción nacional". La frase y el concepto son parte ineludible de los reclamos que desde diversos sectores de la vida del país se realizan al gobierno. Sobre todo después de la crisis argentina y con la devaluación del peso y la persistencia de la devaluación del real en Brasil.

Para analizar el nuevo escenario y comenzar a tomar medidas en defensa de la producción nacional, inició su trabajo el viernes pasado un grupo interministerial integrado por los responsables de las carteras de Economía, Industria, Ganadería y Relaciones Exteriores. El primer encuentro del grupo fue encabezado por el presidente Jorge Batlle, tras el cual se anunció que esta semana se dará a conocer algunos instrumentos de corte aduanero y financiero, destinados a defender la competitividad de los productos uruguayos frente a los que están llegando desde la República Argentina.

Para conocer cómo funcionará este grupo y de qué tipo de medidas se está hablando dialogamos con el Ministro de Industria y Energía, Sergio Abreu. ¿Cuáles son los objetivos de estas audiencias?

SERGIO ABREU:
Es un planteo que realizamos en el Consejo de Ministros sobre dos temas que consideramos fundamentales. Uno es definir una política comercial de carácter común en trabajo interministerial, de forma tal de que todos los ministerios o todos los representados se vean representados en sus competencias para definir la estrategia, y que no quedara exclusivamente en la visión hacendística o financiera o económica del punto de vista del Ministerio de Economía, muy atendible, pero que a veces no es representativa de todas las dificultades que se plantean en el sector productivo nacional.

EC - ¿A qué se refiere cuando menciona el término "política comercial"?

SA - A la utilización de todos los instrumentos disponibles por parte del país, en materia de política comercial que excedan lo que puedan ser las definiciones de tipo cambiario y todo lo que es macroeconomía en las resoluciones que hacen a la vida de la economía del país en su expresión más amplia; sin perjuicio de esto, todo lo que signifique medidas concretas y definida en lo que es política comercial. Por ejemplo, en lo que es importaciones, utilizar los instrumentos de la Organización Mundial de Comercio (OMC) para defenderse contra la competencia desleal, ya sea el dumping -la importación debajo de los precios de mercado para desplazar producción nacional- o de subsidio -cuando el Estado utiliza determinados fondos para favorecer la competencia de productos respecto de otros Estados-. Esto se viene logrando en función de los dos decretos que hoy están en ejecución, tanto el de dumping como el de subsidios, de la semana pasada, además de la utilización de otros mecanismos muy importantes para la importación, como la Mesa de Información Aduanera, y la información al sector productivo nacional de todo lo que son las importaciones para que pueda cotejar los precios a que se exportan determinados productos e iniciar los procedimientos -esto depende del sector privado- que le permitan demostrar que existe competencia desleal y por tanto defender la libre competencia.

EC - Estos son algunos ejemplos de instrumentos en el plano de las importaciones. ¿Qué pasa en el plano de las exportaciones?

SA - En el plano de las exportaciones, usted ha recogido muchas veces la inquietud que ha tenido el Ministerio de Industrias en cuanto a restablecer la prefinanciación de exportaciones, que fue modificada en diciembre del año pasado. Es un instrumento muy importante, porque habilita al exportador a disponer de fondos con anticipación, a tasas preferenciales de interés, que le permiten moverse con mayor agilidad en la concreción de los negocios.

Por otro lado todo lo que es el abatimiento de los costos, ya sea el aporte de la Seguridad Social, sea por ejemplo el aporte a la Seguridad Social, que se realizó el año pasado, los decretos sobre la admisión temporaria que hemos logrado en los últimos tiempos (la posibilidad de prorrogar la admisión temporaria y de buscar instrumentos que permitan su utilización más ágil). Para el oyente no advertido, la admisión temporaria es la posibilidad de importar insumos de terceros países a precios internacionales sin pagar aranceles, porque esos insumos -generalmente de alto contenido tecnológico-son los que dan competitivdad al sector exportador.

Todos estos aspectos se complementan en una actividad muy dinámica, que a veces no es de la preocupación natural de algunos técnicos, o de la propia visión macroeconómica del país, pero que hacen al ajuste y a la defensa del país frente a situaciones de proteccionismo cada día más demostrado, no sólo por los países desarrollados sino también por los subdesarrollados.

EC - En este mismo terreno de la política comercial, además de instrumentos para manejar las importaciones, y otros para las exportaciones, supongo que hay otras líneas de trabajo. Imagino, por ejemplo, la definición de a qué mercados apuntar, dónde efectuar negociaciones en procura de nuevos clientes, o algunos tratados específicos. Pienso en las negociaciones que están en curso ahora, por citar un solo caso.

SA - Exactamente. Como usted sabe, todos los temas son complementarios: a veces se mira como si fuera excluyente la posibilidad de acceder a un mercado en detrimento de otro. Se ha mirado, con cierta simpleza, que se deja el Mercosur para ir a Estados Unidos, o que se potencia otro mercado para dejar determinado producto o mercado del Mercosur. En realidad es complementario y hay que analizarlo en forma dinámica, habida cuenta de la distorsión que se produce, entre otras cosas, en los mercados más cercanos. La apertura de Estados Unidos no es sustitutiva del mercado del Mercosur, sino complementaria. Nos va a ayudar, obviamente, como se ha demostrado, a diversificar nuestra producción y nuestras exportaciones, pero fundamentalmente porque el contenido de la exportación hacia Estados Unidos tiene un fuerte componente de la cadena agroindustrial, ya sea de la industria de los textiles, del ámbito cárnico, y obviamente de todo lo que estamos tratando de ir incorporando en la estrategia exportadora.

Por otro lado, el tema regional no es de fácil administración, habida cuenta de que los tipos de cambio han determinado una suerte de... no digo de sentencia de muerte, pero sí una situación crítica respecto del avance de un proceso de integración, en el que se han erosionado todas las preferencias comerciales por el tipo de cambio. Primero con el mercado brasileño, con una caída de 40% de nuestras exportaciones a partir de 1999, y ahora con Argentina, con una situación muy crítica, habida cuenta de que nosotros exportamos más del 20% de nuestro sector externo a ese país, con la mayor diversificación de nuestros productos y de competitividad. De manera que con Argentina vamos a competir ahora, no sólo en el mercado interno nuestro con las exportaciones desde ese país favorecidas por la devaluación, sino también en el mercado argentino, al que vamos a tener dificultades para acceder o para competir con los precios internos argentinos, salvo que la inflación argentina pudiera compensar el tipo de cambio, y además en los mercados externos, donde competimos con producciones similares.

EC - En definitiva, el Ministerio de Industria se sentía ajeno a todas estas cuestiones que hacen a la política comercial y ha reclamado participación, que haya un grupo de ministros que delibere y tome decisiones en estas materias.

SA - Definitivamente se sentía ajeno, institucionalmente, más allá de poder coincidir o no en determinadas decisiones que se tomaran, la necesidad de trabajar en equipo, lo que significa la participación de todos los involucrados. Si definimos nuestra estrategia con Argentina, por ejemplo, respecto de esta situación que yo planteaba, tenemos que ver qué suerte tiene el sector industrial y qué instrumentos pueden ser utilizados para defenderse. Ya tenemos el instrumento de los aranceles y eventuales cupos, incluso la utilización dinámica de las normas, ya sea de carácter administrativo, sanitario o de control, que se utilizan en el propio ámbito del Mercosur y fuera de éste. Sin embargo, no teníamos la oportunidad de trabajar en forma conjunta sobre este tema, sobre todo porque los sectores industriales de la cadena agroindustrial, fundamentalmente, se sentían no representados; no en su interés, pero al menos no con el énfasis que algunos sectores de la economía o las visiones sectoriales, habida cuenta de que los otros ministerios tienen una visión un poco más generalizada de sus problemas y, entre otras cosas, de las soluciones que plantean.

EC - El doctor Batlle ha atendido su planteo y se ha conformado este equipo con los ministros de Economía, de Industria, de Ganadería y de Relaciones Exteriores y el propio presidente de la República.

SA - Exactamente. El viernes pasado tuvimos una excelente reunión, intercambiamos opiniones... no todas coincidentes, porque no coincidimos totalmente en las distintas estrategias o en los instrumentos a utilizar en forma directa. Tengamos en cuenta que, sobre todo en estos ámbitos regionales, nuestras dificultades pueden ser atacadas desde los dos puntos de vista: desde el comercial en aspectos puntuales, y desde el comercial en decisiones que ya fueron tomadas por el propio gobierno y anunciadas en su continuidad por el presidente de la República, en lo que es mantenimiento de una política cambiaria mediante la duplicación de la pauta devaluatoria y la duplicación de la banda. En ese sentido ahora tenemos que definir los instrumentos que vamos a utilizar en materia comercial respecto de Argentina puntualmente, y el marco negociador, como discutimos el viernes, en la preparación de nuestra estrategia en la relación bilateral con Estados Unidos y otros tipos de negociaciones, como es el caso de México.

EC - Este grupo de trabajo ¿se va a reunir semanalmente?

SA - Está previsto inicialmente reunirnos periódicamente cada 15 o 20 días. Es un paso muy positivo porque cada uno tiene su visión. Sin perjuicio de esto, el otro aspecto en que quisiera hacer hincapié, la otra propuesta que hicimos en el Consejo de Ministros, es la creación de un grupo interministerial de negociadores. Nuestros negociadores son pocos y buenos; necesitamos más negociadores, mejor preparados, que negocien en equipo y tengan la posibilidad de intercambiar opinión. Generalmente hay un excesivo celo en los compartimentos estancos de algunos ministerios, en muchas expresiones pero en particular en el ámbito de la negociación, que ni siquiera se exponen a escribir o cotejar sus distintas opiniones. Esto es muy importante, porque se desarrolla una cultura de trabajo en equipo y se va creando un equipo negociador que vaya complementando lo que trabaja la Cancillería, que a veces se sustituye por la rotación que tiene la propia vida diplomática, y va creando una visión homogénea del Estado en sus negociaciones y una memoria para que todas las demás administraciones del futuro tengan una posibilidad de seguir un hilo conductor y no quedar en esas condiciones que generalmente se dan en este país, de que cada gobierno cambia gente, estilo, estrategias y posiciones.

EC - A partir de estos acuerdos el grupo de trabajo ha iniciado su tarea. En particular están para aplicación, ya esta semana, algunas medidas de corte aduanero y financiero que recaerían sobre mercaderías provenientes de Argentina para defender la competitividad de los productos uruguayos en la plaza local. Esto fue lo que informó el ministro de Economía, Alberto Bensión, el viernes, cuando terminó la primera de estas reuniones. No dio más detalles; me interesaría hablar con usted al respecto.

***

Usted daba el marco general, el concepto que está detrás de la creación de este grupo de trabajo en el Poder Ejecutivo. Pero hay un área particularmente urgente, según lo que reclaman sectores de la actividad nacional (usted ya lo mencionó): el problema de competitividad que se está generando con la República Argentina. ¿Qué se está concretando en esta materia concreta, para estos días?

SA - Hay tres escenarios a analizar, tres líneas de acción que pueden ser complementarias o excluyentes. Una es la política arancelaria; hay dos visiones sobre el tema: algunos pueden sostener la necesidad de una devaluación fiscal, por ejemplo, de un aumento al barrer de todos los aranceles, que incluya también a Argentina, y que el producido de esos aranceles vaya a solventar determinadas políticas de apoyo a las exportaciones. Esto no es exclusivamente con Argentina: algunos piensan que debe hacerse con carácter general en el país; significa una modificación de la pauta arancelaria, y por lo tanto de la política arancelaria en forma universal. Tiene sus ventajas y sus desventajas. Entre otras, obviamente, porque hay que justificar desde el punto de vista interno y externo, tanto intra Mercosur como externo, el apoyo legal de algunas de las medidas.

Por otro lado, se puede mirar el arancel exclusivamente para Argentina, para determinados productos que consideramos sensibles a la exportación argentina, y que van a afectar nuestra competitividad. Por ejemplo, en el mercado interno, toda la cadena de alimentos farináceos o la cadena de los plásticos, que son los dos que podríamos identificar con mayor incidencia en el mercado interno. En el sector alimentos es muy importante porque tiene repercusión directa sobre nuestra economía, fundamentalmente sobre el factor primario, y el valor agregado en el sector industrial. En ese sentido podría analizarse determinadas excepciones o líneas de pago de aranceles para determinados productos, o elevando los niveles arancelarios en la relación bilateral con Argentina. Esto no está definido todavía: está planteado en el ámbito de la negociación, y es el primer grupo de aranceles.

El segundo grupo puede ser el establecimiento de cupos para la importación de determinados productos. Esto sólo se puede dar en el caso de que hiciésemos cláusulas de salvaguardia, en el entendido de que debe justificarse el daño o la amenaza que se le plantea al sector productivo nacional. La dificultad que tenemos en el ámbito del Mercosur es que las salvaguardias tienen un laudo arbitral que dispone que no deben aplicarse en el ámbito del proceso de integración.

En tercer término, cómo utilizamos en forma directa las normas administrativas vigentes para ir creando las condiciones de controles más firmes y rígidos, o recíprocos, como se utilizan con Brasil y Argentina, por ejemplo en el ámbito de los alimentos. Lo podemos utilizar en los aceites y en todo lo que signifique un control efectivo, vinculado con la visión aduanera, en el entendido de que los productos sometidos a inspección, si desaparecen de los depósitos en los que están establecidos, después se produce una infracción aduanera.

EC - No entendí esto último.

SA - Si usted importa determinado producto, lo pone en un depósito cuando realizan el análisis y al terminar el análisis el producto no está allí, la sanción debe ser efectiva en el sentido de que se configura una infracción aduanera al haber ingresado al territorio nacional la mercadería que tendría que estar en el depósito. En estos momentos no se puede hacer eso; lo estamos planteando de forma tal de atar el control de las mercaderías que ingresan al país con una eventual infracción aduanera en el caso de que al finalizar el análisis no estuvieran en el depósito efectivamente.

EC - ¿Pero cuál es el problema de que ingresen al país productos que no han pasado todavía ese análisis? ¿Qué tipo de inconvenientes pueden tener?

SA - A veces no cumplen con determinados requisitos alimentarios. Es lo que nos hacen Argentina y Brasil cuando exportamos nuestros productos. Utilizado con exageración esto puede ser analizado como una restricción no arancelaria; utilizado en forma responsable significa aplicar el principio de reciprocidad y exigir determinados controles de calidad del producto, que bien le hacen a Uruguay para aumentar su competitividad, sobre todo al sector nacional.

EC - Usted manejó un espectro de instrumentos posibles: arancelarios, de cupos o de normas administrativas. ¿No se ha resuelto todavía cuáles emplear?

SA - Todavía no se ha resuelto. Obviamente, va a ser una decisión del presidente de la República, que seguramente la va a comunicar entre hoy y mañana, en la reunión con las cúpulas empresariales.

EC - ¿En esa reunión se van a dar a conocer las medidas?

SA - Probablemente. En ese sentido no puedo sustituir lo que pueda decir el presidente de la República, pero está en la línea de ir buscando una repuesta directa para aplicar una política a corto plazo. Además para manejarla técnica y políticamente porque cualquier decisión que se tome significa una alteración de las reglas de juego hasta ahora vigentes en relación con Argentina y el propio Mercosur.

Estos temas son muy dinámicos, por eso estamos yendo a Brasil y Paraguay esta semana, para hablar, entre otras cosas, de los términos del tabaco, de las negociaciones sobre lo que significa la triangulación o la comercialización del tabaco en el ámbito regional, que tiene distintos problemas. Hay que tener no sólo una medida de carácter administrativo o político, sino que ésta debe ser acompañada de las negociaciones, que están a cargo de la Cancillería, para que se vayan creando las condiciones de un diálogo que no desemboque en una situación de conflicto gratuito, que no existe.

EC - Es un hecho, entonces, que se va a adoptar medidas.

SA - Se va a adoptar medidas. Es un hecho, está definido. El presidente, obviamente, va a analizar este contexto. Hemos participado todos los ministros con la opinión, nosotros hemos dado la nuestra desde el Ministerio de Industria, que no necesariamente es la que deba prevalecer. El hecho positivo es que estamos trabajando en conjunto y vamos a seguir haciéndolo porque, entre otras cosas, no sólo es la preocupación del ministro de Industrias sino del Partido Nacional, como parte de su involucramiento en la coalición.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón




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