12.03.2002








Cuantiosas pérdidas por el tornado en el sur

Productor Renzo Tonón (Juanicó): Necesitamos una respuesta urgente del gobierno, porque este es un problema social. Presidente de UTE, Ricardo Scaglia: Pérdidas por U$S 10 millonesa. Ingeniero agrónomo Reinaldo de Luca (Junta Nacional de la Granja y productor): afectadas varias cosechas, cámaras y plantaciones.

EN PERSPECTIVA
Martes 12.03.02, 07.35.

EMILIANO COTELO:
Han pasado más de 24 horas del fenómeno climático que se abatió el domingo sobre parte de la zona sur del país, y por lo tanto es posible comenzar a evaluar el saldo. Un tornado de características históricas, con vientos de entre 180 y 250 kilómetros por hora, cuyas consecuencias pudimos ver ayer en imágenes de televisión y hoy en fotografías de la prensa, y que no dejan de estremecernos todavía hoy. 37 escuelas sufrieron daños de diversa entidad, desde la destrucción total hasta rotura de los vidrios o voladura de techos, y debieron suspender los cursos porque los destrozos fueron enormes...

Ayer se reunión el Sistema Nacional de Emergencias en el Edificio Libertad para la evaluación primaria de la situación. Tras el encuentro, en cuya última parte participó el presidente Batlle, el secretario de la Presidencia, Raúl Lago, anunció que hoy se comenzará a repartir chapas y maderas entre los damnificados, para que puedan empezar a reparar sus viviendas ante la eventualidad de un nuevo temporal. Lago calificó la situación como "de una gravedad muy importante", y dijo que el gobierno continuará evaluándola.

Los primeros resúmenes dicen que fue un tornado como pocos en la historia del país. Sopló del suroeste al noreste en una extensa zona de Canelones. Cobró dos vidas. Destruyó o dañó unas 700 construcciones entre viviendas y otras construcciones, que involucran a unas 2.600 personas. Derribó 48 torres de alta tensión y dejó sin luz a más de 13.000 casas. UTE advierte que, de las dos grandes líneas de alta tensión que hay en el país, una quedó fuera de servicio y la empresa está un plan de contingencia para el caso de que otra tormenta destruya la línea que quedó en pie. Recordemos que se está anunciando la posibilidad de que el viernes o el sábado se repita el fenómeno. Hasta ayer había gente sin luz en Canelones, y todo parece indicar que hay que prepararse para lo que pueda deparar el próximo fin de semana.

Las granjas quedaron devastadas, ya que no sólo perdieron los cultivos sino que a muchos granjeros la tormenta les destruyó las propias plantas. Afectó tanto a productores importantes como pequeños. Vemos hoy el registro gráfico del establecimiento Juanicó, que fabrica los Vinos Don Pascual (hace pocas horas entrevistábamos a uno de sus directivos). El sábado se inauguró la vendimia en ese predio, y hoy sus edificaciones están completamente destruidas.

En línea está un productor de la zona de Juanicó, Renzo Tonón. ¿Cuántos años hace que vive en esa zona, y a qué se dedica?

RENZO TONÓN:
Nuestro predio es de 10 hectáreas y en este momento tenemos tres cultivos principales: perales (que no fueron afectados salvo el arranque de algunas plantas, porque la cosecha fue en febrero), manzana red delicious y grand smith (la red delicious se había cosechado y quedaba la grand smith) y membrillo, que también estaba para cosechar. Así que grand smith y membrillo están en el suelo, prácticamente. Lo pensamos juntar para colocarlo en cámaras y destinarlo a la industria con el ánimo de recuperar algo en parte. La ilusión es no tirar.

EC - Pero si tiene que evaluar la afectación, ¿qué dice?

RT - Diría que fue un 95%, sobre todo en consecuencias futuras. Pero lamentablemente algunos vecinos quedaron en peor situación, y eso es lo que nos preocupa. No es fijarme en mí mismo sino en el conjunto del sector.

EC - Usted dice que en su caso las consecuencias son para el futuro. ¿Qué tipo de consecuencias?

RT - Las plantas arrancadas o movidas se secan; no las podemos dejar. Y en un monte que usted tiene sellado y parejo, al extraerle un 10, 20 o 30% de plantas, se produce una pérdida también. Porque tiene que volver a plantar un árbol de un año frente a uno que tiene 15 o 20 años, y eso trae consecuencias también.

EC - ¿En cuanto a instalaciones en su casa, en los predios destinados a la producción?

RT - Por suerte aguantaron. Las cámaras y los techos de los galpones con algunos daños menores, voladuras menores, pero no el panorama que usted mencionaba recién.

EC - Usted lleva allí...

RT - 40 años.

EC - ¿Había tenido alguna situación como esta?

RT - No, no. Fue la mayor de todas. Quedó probado con las torres de electricidad de la línea de Palmar que volteó, que aguantaban 220 kilómetros por hora. Yo salí porque se estaba rompiendo un portón, para que no lo embolsara el viento y salvar el control pero una chapa me produjo un corte. Lo que viví en medio de esa turbonada de más de 200 kph es algo inexplicable; no hay términos para explicarlo.

EC - ¿De qué manera enfrentó la situación cuando se produjo?

RT - Agazapados esperando dentro de la casa para salvarnos. Cuando vimos que un portón se estaba cediendo frente a la presión, corrí para apuntalarlo por dentro y logré salvarlo. Volaron tres chapas, nada más, y una de las que cayó fue la que me golpeó.

EC - No fue grave.

RT - No, no. Por suerte contamos el cuento.

EC - Usted mencionaba recién lo que ha visto entre sus vecinos. ¿Algún ejemplo?

RT - Lo que usted detallaba. No hay términos para definirlo. Yo apelo a la sensibilidad a la dirección política, pero en serio, ¿eh? Mire que hemos sido afectados el 25 de octubre y el 7 de diciembre por el granizo, tuvimos innumerables reuniones que nos desgastaron y no nos dieron nada: prácticamente nos dejaron con las manos vacías. Se que el momento está muy difícil, pero la sociedad en su conjunto... Ya han desaparecido decenas y cientos de familias por año en el trabajo de la tierra. Si la clase política no toma conciencia de que de la tierra se nutre este país agroexportador... Se ha tratado con mucho respeto al turismo y ya vemos cómo nos ha ido; a la plaza financiera, y ya vemos las consecuencias. Pienso que están a tiempo todavía, pero si a la gente que se queda acá no se la respeta, un poquito más y desaparece el sector. Y cuando todos los uruguayos tengan que comer de los importados, y que estén en manos de cuatro importadores, entonces lo van a lamentar. Estamos a tiempo, somos optimistas y muy nacionalistas.

EC - ¿No hay seguros para este tipo de fenómenos climáticos?

RT - Se está estudiando ahora y tal vez salga. Generalmente cuando se llega a estos extremos, en el Uruguay se necesita pasar por soluciones límite para que se instrumente. Pero al ser tan grande la dificultad económica, las primas son tan altas que el seguro no es accesible y muchos no se amparan. Es la sociedad en su conjunto que, con solidaridad, debe apoyarse mutuamente. No es que nos privilegie, porque mientras el productor esté con su familia en la granja le está dando un gran beneficio a la sociedad. Es una realidad económica y social que la mayoría de la clase política no sabe apreciar.

***

EC - Estamos ahora en comunicación con el presidente de UTE, escribano Ricardo Scaglia. Usted ha comentado en estas horas "Nunca tuvimos un golpe tan grande en toda la historia de UTE. Esto es brutal".

RICARDO SCAGLIA:
Sí: en materia de transmisión de UTE, lo que dicen los técnicos y el personal que tiene muchos años en la empresa es que no recuerdan algo similar. Lo más importante que mencionan es la caída de cuatro torres hace ya unas tres décadas. En ese caso fueron 29 torres de alta tensión, de 150 Kv, y 19 torres de las más grandes, de 500 Kv.

EC - ¿Eso implica, entonces, que los vientos soplaron a 220 kilómetros por hora?

RS - Sin duda, más de 200 kph porque las torres que vienen para soportar esa fuerza están colocadas sobre dados de hormigón enterrados a más de dos metros y, si uno ve los vientos arrachados que hemos tenidos en todos estos años que también han causado estragos, tirado árboles, de estas torres sólo cayó una en un temporal, por San Carlos. Realmente, esta vez el viento debió superar los 230 o 250 kph.

EC - Entonces, de las dos líneas de alta tensión que vienen del norte hacia el sur, una quedó totalmente afectada. ¿Estamos en condición de fragilidad en cuando al abastecimiento de energía eléctrica?

RS - La energía viene del norte del país. Tenemos dos líneas de 500 Kv, cada una de las cuales puede transportar 900 megavatios. El consumo en el sur del país en temporada baja, como estamos ahora, son 800 megavatios. Después hay otras dos líneas, que vienen de Rincón del Bonete, y de esas líneas se perdieron 27 torres. Después tenemos otras dos líneas que vienen de Baigorria, Palmar y Rodríguez, de las cuales cayeron dos torres. Entre esas cuatro líneas de 150 Kv, se trae unos 300 megavatios.

La situación ahora es que, de las cuatro líneas que traen 300 megavatios y de las otras dos líneas de 900 megavatios cada una, quedó una sola. Por ese motivo, UTE tiene un plan de contingencia de inmediato, y se puso en funcionamiento la Central Batlle la misma noche porque, ante cualquier eventualidad con la otra línea, debemos abastecer al sur del país. Porque por esas líneas fuera de servicio llegan la energía de Salto Grande, la de las represas del Río Negro y la que se estuvo importando desde Argentina, como consecuencia de la caída del caudal de Salto Grande.

Quiere decir que, dado que la Central Batlle necesita de 24 a 30 horas para entrar en funcionamiento, se la prendió de inmediato y está operativa. Además, se puede activar la central de La Tablada. Y se está trabajando en forma urgente en todo, también en la reparación de las líneas dañadas, que pensamos que estarán prontas en una semana.

EC - ¿Cuándo se podría volver a la normalidad, entonces?

RS - Ayer estaban reunidos distintos técnicos, y estiman que el arreglo de las líneas de 500 Kv puede llevar unos dos meses.

EC - ¿El costo de estas pérdidas?

RS - Es variable. Todavía no tenemos toda la información. Ustedes han visto imágenes de las torres, pero no sólo eso sino la cantidad de redes de distribución que están en el piso: es una cantidad enorme. En un primer momento se estimó que, entre el combustible que se va a consumir U$S 50.000 a U$S 60.000 por día (ahora lo bajamos un poco porque se sacó la Sala B) y el costo general de las reparaciones, puede estar en el orden de los U$S 10 millones.

EC - Nada más que para UTE, U$S 10 millones de pérdidas.

RS - Como lo oye.

EC - ¿Hay algún tipo de seguros para esto?

RS - Tenemos seguros para los elementos materiales, como las torres, pero lo más importante es el combustible y los riesgos. El problema mayor es poner todo en condiciones para el abastecimiento a la población.

EC - Pero mi pregunta era si UTE puede desquitar una parte de esas pérdidas por vía de los seguros.

RS - Puede ser un millón y algo de dólares por las torres, pero el problema mayor es la colocación, la reparación de todo lo que se destrozó y el combustible que se está quemando como alternativa. Ahora, por ejemplo, la Central Batlle están prendida, consumiendo U$S 60.000 por día. Puede estar dos meses así (y por favor, que esté así), gastando esa suma que va a sumar unos U$S 4 millones.

EC - La zona de Canelones que todavía anoche estaba sin energía, ¿cuándo la va a recuperar?

RS - Anoche quedaban 2.200 reclamos (habíamos recibido más de 9.000). Creo que la gran mayoría quedarán resueltos hoy. Anoche estuvimos con productores, por las cámaras...

EC - Sí, porque este no es un perjuicio sólo para el consumidor domiciliaria, sino para la producción.

RS - Claro, porque con este drama que están viviendo, sin las cámaras de refrigeración pierden todo lo que puedan haber cosechado. Entonces se estuvo viendo colocar unos seis generadores portátiles que tiene UTE, nos hemos reunido con el presidente de la Confederación Granjera, Remo Di Leonardi, y otro grupo de productores. Se estuvo trabajando ayer hasta altas horas y hoy se espera darles energía a todos en las próximas horas, y que prácticamente quede regularizada la situación de Canelones. En forma provisoria, ¿verdad?, porque en muchos lados se ha hecho puentes, porque hay muchas redes tiradas.

***

EC - Hace un momento entrevistábamos a un productor de Juanicó. Para tener un panorama más amplio sobre las consecuencias de este tornado, estamos ahora en dialogo con el ingeniero agrónomo Reinaldo de Luca, de la Junta Nacional de la Granja, productor rural él mismo. Ayer ustedes estuvieron desarrollando una gira para estimar los daños que ha dejado el fenómeno.

REINALDO DE LUCA:
Sí, ayer hubo una gira en la que las autoridades máximas del ministerio salieron en persona a constatar los daños ocurridos en parte del área, todo lo que se pudo durante el día. Los técnicos están realizando una evaluación que va a llevar su tiempo, o sea que no se puede, al minuto, adelantar de nuestra parte, con un criterio técnico, cifras ciertas. Hay que tomar la cosa con seriedad. No obstante podemos decir que la franja comenzó en Libertad, Kiyú y fue incursionando a Canelones, por el río Santa Lucía, desde Las Brujas, subiendo por Los Cerrillos, atraviesa parte de Progreso, Juanicó, sigue Canelón Chico y se constatan daños en San Jacinto, algo en Tala; ahí la intensidad ya fue menor. Digamos que el centro más fuerte fue hasta Canelón Chico, un poco más adelante.

De la fruta que estaba para cosechar no quedó nada, porque además tenemos el centro de esa franja, que pueden ser 15 quilómetros, no lo sabemos bien, donde ocurrieron los mayores daños edilicios, pero hacia los bordes el viento fue tal y suficiente como para tirar toda la producción. Los invernáculos están todos destruidos, fundamentalmente de los de tomate y morrón no sólo volaron los nylon sino que están hundidos. Por otra parte hay cámaras frigoríficas. Yo pasé ante el establecimiento de un productor donde quedaban las pilas de cajones, la cámara no estaba más, algunas partes estaban a 1,5 quilómetro de distancia.

EC - O sea que se han destruido también cámaras frigoríficas.

R de L - Sí, sin dudas. Una cámara importante como la de Ufruca (Unión de Fritucultores de Canelones), en el centro de Juanicó, quedó destruida.

EC - Eso implica que hay producción, que estaba depositada en esas cámaras, que en estos momentos se está deteriorando.

R de L - Esa producción puede ser trasladada; de hecho ayer estuvimos trasladando producción de esa cámara a otras. Por suerte tenemos empresas como Corfrisa, que venden el servicio. Pero eso tiene un costo adicional, algunos productores me manifestaban que no tienen los recursos para alquilar frío. Además hay un deterioro que se produce mientras se saca la fruta y se la lleva, fruta que se mojó... Hay una pérdida importante. Los cultivos de campo fueron afectados, igual que los invernáculos. Hay bodegas que perdieron el techo, varias fueron afectadas.

EC - En el caso de la producción vitivinícola, estamos en plena vendimia.

R de L - Estamos en plena vendimia y por suerte ya había sido cosechada una buena parte de la uva. Quedan productores que todavía tenían un 20%, 30%, 40% por cosechar. Ayer fuimos a ver una viña con gente del Inavi y vimos las hileras en suelo, cargadas de uvas.

EC - ¿Eso implica que esa uva se puede recuperar, o no?

R de L - Esa uva se puede cosechar. Claro, eso tiene consecuencias en pérdida de calidad. Ahí hay todo un tema de recuperación de la planta; hay plantas con las que no sabemos qué va a pasar, porque cuando se produce un trauma a nivel radicular eso trae consecuencias que pueden llevar a la mortandad o al debilitamiento y posterior deterioro en la faz productiva del año siguiente. Hay consecuencias que no se pueden medir. Hay que tener en cuenta que las plantas perennes, sean vitícolas -uvas- o frutales, no se pueden plantar y recuperar como un cantero de lechugas o de tomates, que a los tres meses está produciendo nuevamente.

EC - Usted es productor vitivinícola.

R de L - Sí, nosotros somos productores. Habíamos cosechado un 70% de la producción, o más. Parte de la uva quedó en el suelo porque el agua no caía en sentido vertical sino horizontal: el viento la transformaba en una caída casi horizontal y la mitad de los granos quedó en el suelo.

Los daños son importantes en el sector productivo, en lo que tiene que ver con la afectación de la producción. Yo diría que parte de la producción había sido cosechada, pero una buena parte no, en frutales; en vid la producción había sido en general levantada en mayor proporción; la horticultura de campo y de invernáculo fue afectada, y además está la parte edilicia, que nosotros no tenemos capacitación para evaluar. Hay una importante pérdida en cuanto a agroindustrias o cámaras de frío de apoyo a la producción, y por otra parte está todo lo que son galpones para almacenamiento y casas. Vi las viviendas de Mevir en Juanicó, a varias de las cuales se les voló el techo. Muchos de estos productores ya habían sufrido las granizadas, que pasaron prácticamente por la misma zona.

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Transcripción: Jorge García Ramón y María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón

 




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