Antel y Ancap en la visión
del Encuentro Progresista - Frente Amplio
Senador
Enrique Rubio: Lo de Antel es una gravísima derrota del gobierno,
que me preocupa. Todos los días el doctor Batlle tiene una
iniciativa que se bloquea. Respecto a Ancap, el texto que conocemos
autoriza al Poder Ejecutivo a que importe él o ceda a otros
la importación de refinado. Se está fijando una fecha
para la liquidación de Ancap como empresa pública.
Esta ha sido la estrategia: forzar el sentido de las leyes y dar
cheques en blanco al PE.
EN PERSPECTIVA
Martes 19.03.02, 08.40.
EMILIANO COTELO:
Es uno de los temas de primera línea en el panorama político
en estos días. La iniciativa del gobierno de derogar los
artículos
612 y 613 del Presupuesto, que refieren a Antel. Un proyecto
de ley que revestiría el carácter de urgente consideración
y que, se supone, el Poder Ejecutivo está enviando al Parlamento
en estas horas.
Ayer, el senador Alejandro
Atchugarry adelantó En Perspectiva los elementos centrales
de ese texto. Luego, el Directorio del Partido Nacional
postergó una definición, dejando para después
de Semana de Turismo una resolución en torno a este planteo
que en filas blancas ha suscitado diferentes opiniones. Ayer escuchamos
la del senador Francisco
Gallinal, firme partidario de mantener los artículos
612 y 613 e ir a un debate público en ocasión de la
consulta popular.
Pero mientras tanto, ¿qué se dice desde el Encuentro
Progresista - Frente Amplio (EP-FA)? Vamos a conversarlo con el
senador Enrique Rubio, de la Vertiente Artiguista.
El proyecto de ley tiene tres capítulos: uno sobre Antel,
otro sobre Ancap y el último introduciendo variantes a otra
iniciativa del gobierno que había desatado mucha polémica,
el IVA a frutas y verduras.
Respecto de la posibilidad de derogar los artículos 612
y 613 del Presupuesto, y paralelamente reafirmar el monopolio de
Antel para la telefonía básica, ¿qué
dice usted?
ENRIQUE RUBIO:
La derogación me parece un reconocimiento de la realidad,
de que la coalición de gobierno se equivocó y lo hizo
-a mi juicio- gravemente. Se equivocó no sólo en la
idea que tiene de lo que hay que hacer -que no compartimos pero
respetamos-, sino por los niveles de improvisación que tiene
toda la negociación política en el marco de la coalición.
Esto lo colocó el doctor Lacalle en la última hora
del último día de la negociación del presupuesto:
fue una condición que le impuso -a mi juicio- al doctor Batlle.
Así llego al Parlamento, incorporado donde no debía.
EC - Lo que incorporó el doctor Lacalle fue el artículo
612, el que autoriza la venta de hasta 40% del paquete accionario
de Ancel. El 613 le interesaba al gobierno: es una reforma de la
Carta Orgánica de Antel.
ER - Le interesaba la reforma de la Carta Orgánica, pero
muchas veces se manejó -es muy difícil saber por dónde
transitan las cosas en y fuera del Parlamento- que esto podía
ir como una ley aparte, e incluso estuvo en el diálogo con
el Directorio de Antel. Finalmente terminó incorporado al
Presupuesto, como muchas otras cosas en esa azarosa negociación
en que terminamos votando paquetes enteros de cosas que ignorábamos.
Hay un error de procedimiento por parte del gobierno al incorporar
esto en el Presupuesto, que llevó a todo este desencuentro
que termina en que nosotros no lo votamos y levantamos el recurso
de referendo. El gobierno apostó a que no íbamos a
juntar las firmas. La propia Vertiente Artiguista, junto con otros
sectores, tuvo la iniciativa en el FA de interponer la vía
larga -lo dije en el Senado-; se dijo que la Corte Electoral no
habilitaría el recurso porque estaba incorporado en el Presupuesto,
lo que me pareció de una grosería jurídica
terrible. En ese momento dijimos: "Interpongamos la vía
larga, porque de esta manera se les va a hacer muy difícil
violar los marcos constitucionales y legales de Uruguay", cosa
que se hizo. La dificultad estaba en juntar las firmas. Una vez
juntadas las firmas, como hay un consenso muy extendido en la sociedad
uruguaya acerca de que no hay que hacer esta modificación
con la empresa de punta desde el punto de vista tecnológico
que es Ancel, el gobierno iba a una segura y aplastante derrota
en las urnas. Por lo tanto anticipé hace seis meses, en distintas
instancias públicas, que el doctor Batlle iba a salir un
día de Casa de Gobierno diciendo: "Bueno muchachos,
vamos a terminar con este negocio: derogué los artículos".
EC - ¿Para usted es una derrota del gobierno?
ER - Absolutamente, clarísimamente es una derrota del gobierno.
No es que me alegre, hubiera preferido no haber transitado por esta
circunstancia, pero es una clarísima marcha atrás,
una derrota del gobierno, de un gobierno que está débil.
Esto me preocupa. La coalición de gobierno muestra niveles
cada vez mayores de improvisación y contradicción
interna en un país que tiene todos sus sistemas básicos
en crisis.
EC - ¿Usted se refiere a la relación Partido Colorado
- Partido Nacional?
ER - Sí, y a la interna, a la relación del doctor
Jorge Batlle con el Foro Batllista. El doctor Jorge Batlle está
prisionero de los acuerdos del doctor Sanguinetti con el doctor
Lacalle. Es un presidente que tiene un margen de maniobra cada vez
menor, menos peso parlamentario.
EC - ¿Usted decía que el doctor Batlle está
preso...?
ER - De los acuerdos políticos y de las presiones políticas
del doctor Sanguinetti y el doctor Lacalle.
EC - Pero no actuando conjuntamente Sanguinetti y Lacalle.
ER - No sé, no sé. No sé hasta dónde.
Estamos en un terreno muy especulativo, pero...
EC - Me dejó con la duda. No tuve claro si se refería
a dos carriles separados o a un accionar conjunto.
ER - Creo que a veces se juntan. Por lo menos los intereses son
coincidentes en algunos aspectos.
EC - Pero hay discrepancias muy fuertes entre el Foro y el Herrerismo.
ER - Sí, pero todos los días el doctor Batlle tiene
una iniciativa que se bloquea. A nuestro juicio sus márgenes
de maniobra son cada vez más limitados en un país
que tiene en crisis sus sistemas básicos, cosa que nos preocupa
atrozmente.
Yo soy de los que creen que el problema principal para Uruguay
y para la izquierda es el día después, o sea lo que
pase de 2004 y 2005 en términos estratégicos. El problema
número uno para los uruguayos es hoy: no son las elecciones
de 2004 sino respuestas a esta situación de penuria atroz.
Hoy hay que salir con planes de contingencia y alimentarios para
el hambre de la gente, pero en términos de proyección
del país el problema para la izquierda no es juntar votos,
que va a juntar en forma impresionante, sino qué queda para
tener capacidad de gobernar e instrumentos de gobierno. Creo que
esta es la preocupación que debería inspirarnos. Veo
a Uruguay mal, veo mal a la sociedad uruguaya, la depresión,
la reacción antipolítica, la crisis del sistema financiero,
de la que todos estamos haciendo un gran esfuerzo por salir sin
costos muy altos -aunque ya va teniendo costos muy altos para el
sector público, que no compartimos-, la crisis del sistema
mutual, la crisis del sistema productivo que es total, cuya mayor
parte está prácticamente destruida, la crisis social...
Como país estamos en seria situación de riesgo.
EC - Usted dijo al pasar que la izquierda no va a tener dificultad
en juntar votos para ganar en el año 2004. Entre otras cosas,
a la izquierda se la está acusando de estar en campaña
electoral y de estar buscando, en particular con las iniciativas
de referendo, acumular fuerzas para el año 2004.
ER - Vamos en la tercera o cuarta versión de planes de emergencia
y contingencia: no se puede decir que no hayamos tenido iniciativas
políticas. No se nos han abierto espacios reales de participación,
a los que teníamos derecho. Por ejemplo: estamos excluidos
de todo el sistema institucional, de entes autónomos y de
organismos de contralor, lo cual es absolutamente increíble
e irritante, además de ser malo para el país.
EC - No excluidos de los organismos de contralor: no tienen la
presencia que el EP-FA entiende debería tener de acuerdo
a los últimos resultados electorales.
ER - Está perimido, es anacrónico, responde a un
pasado: ya fue.
EC - No se produjo la renovación de la integración
de esos organismos.
ER - No, claro; no le conviene, y tal vez porque los aliados del
doctor Batlle lo bloquean.
EC - Mi pregunta era a propósito de si las iniciativas de
referendo son para juntar votos, como lo ven el Partido Colorado
y el Partido Nacional.
ER - Las iniciativas de referéndum tienen el propósito
de no sustraer a los uruguayos decisiones que tienen derecho a adoptar
y que ya adoptaron en el pasado, por ejemplo en 1992.
Segundo, tienen como propósito preservar algunas herramientas
clave para poder tener presencia pública y salvar el patrimonio
público. Ese ha sido el objetivo que hemos tenido. En algunos
casos no pudimos hacerlo y perdimos como en la guerra, como en el
de la terminal de contenedores del puerto de Montevideo. Tendremos
que pensar en otro ensayo estratégico desde un gobierno progresista,
que probablemente sea hacer una nueva terminal que, a mi juicio,
debería estar en Puntas de Sayago. Una nueva terminal, quizás
público-privada, porque no se va a poder retornar con facilidad
y va a tener un altísimo costo. Este proceso ya se encaminó;
que se desarrolle y siga. Veremos cómo se introduce la competencia
para no caer en un monopolio privado, lo que a mi juicio ocurre
en la situación actual en el puerto de Montevideo.
En otros casos se ha tenido éxito, como en este de Antel.
En realidad el directorio actual tiene márgenes de maniobra
como para hacer lo que quiera en términos de acuerdo. Por
ejemplo para el Plan Mercurio y otras cosas de acceso universal
a Internet, que son las claves de la tecnología y la cultura
del futuro. Hay una muy buena empresa pública, que es Ancel;
en la que va a haber que invertir. El problema de Antel, como el
de todos los entes públicos, es que invierten poco en investigación
y desarrollo, ahí está su debilidad más importante.
En el caso de Ancap buscamos otros caminos. Nosotros personalmente
nos comprometimos a ensayar el camino del medio, que era buscar
un acuerdo. Ese acuerdo se frustró, y hoy estamos en términos
extremos: nosotros interponemos el recurso de referendo, como lo
decidió nuestra fuerza política y la Vertiente aceptó
porque quedó en minoría. El gobierno dijo "retruco"
y envió este proyecto que, a mi juicio, implica la liquidación
de Ancap.
EC - Uno de los argumentos del presidente Jorge Batlle, el senador
Alejandro Atchugarry y otros voceros de la coalición de gobierno
para derogar ahora los artículos 612 y 613 es que la campaña
de recolección de firmas para el referéndum se realizó
en base a un slogan falso ("Antel se vende"). Pero en
la medida en que esa es la base de la discusión planteada
por el PIT-CNT y el EP-FA, para no perder meses de debate en torno
a algo que el gobierno no piensa hacer, optan por eliminar las disposiciones
cuestionadas. ¿Usted qué dice? ¿Usted hizo
campaña de recolección de firmas argumentando que
Antel se vendía?
ER - Yo argumenté en el debate parlamentario que me parecía
que se seguía un camino muy riesgoso. La ley lo habilitaba,
tenía esa intención en su origen; por algo convertía
a Ancel en una sociedad por acciones y autorizaba a vender hasta
el 40% de su paquete accionario. Creo que ningún inversor
importante, de primera línea del mundo, hace una inversión
de esa envergadura si no adquiere, al mismo tiempo, la gestión
de la empresa y la conduce. En realidad esa sociedad mixta podía
equivaler a un proceso de privatización.
EC - En todo caso ese problema estaba focalizado en Ancel, no en
Antel.
ER - Pero el problema es que Antel como tal pasa, en una buena
medida, por las nuevas tecnologías. Decirles al país
y los uruguayos que en realidad la telefonía básica
(los viejos teléfonos que tenemos encima de las mesas) queda
en el monopolio público es no decir nada, absolutamente nada,
porque el desarrollo tecnológico va por otro lado.
EC - Insisto con la pregunta: ¿Antel se vendía de
acuerdo a los artículos 612 y 613?
ER - Se habilitaba un proceso de privatización, que el directorio
podía llevar adelante o no. El problema es que en esto uno
se maneja con probabilidades, no estábamos dispuestos a dar
la autorización parlamentaria para que eventualmente se pudiera
producir un proceso de esas características a iniciativa
del presidente de la República o de la coalición de
gobierno.
EC - Usted dice que se habilitaba un proceso de privatización.
ER - Se dejaba márgenes muy importantes para eso.
EC - ¿Para la privatización o para que Antel se asociara
con privados para el desarrollo de determinados negocios?
ER - Para las dos cosas, porque la asociación se puede hacer
por muy diversos mecanismos. En los diálogos parlamentario
dije a varios senadores de la coalición de gobierno que en
realidad lo que ellos decían que no iban a hacer, después
de replegarse con Ancel en el artículo 612, podían
hacerlo por la vía de una asociación por el 613. Si
por el 613 se constituía una asociación en telefonía
celular de Ancel y un socio privado multinacional mucho más
importante, eso podía dar como resultado una minoría
dentro de una sociedad mixta, lo que equivalía a un proceso
de privatización. ¿Dónde está el área
desmonopolizada, para qué, si en realidad esto está
desmonopolizado y van a ingresar nuevos actores en telefonía
celular? Nadie compite en el mundo en telefonía celular si
no tiene una buena empresa pública y la capacidad de conducirla.
Ese es el problema.
EC - En cualquier caso, esos negocios debían pasar por la
aprobación del Parlamento, según la ley que después
se votó, a fines del año pasado, la llamada "ley
Michelini".
ER - Exclusivamente los de venta de una parte del paquete accionario
de Ancel, pero las asociaciones estaban en el otro artículo,
el 613. Entonces, no pasaban por la autorización parlamentaria,
y por lo tanto dependían de la orden que el presidente de
la República le diera al Directorio de Antel. Ese es el problema.
EC - Sí: la redacción del artículo único
de la ley 17.443 da para distintas interpretaciones. Dice:
"La admisión de capitales privados o la venta de
acciones en la prestación del servicio en telefonía
celular terrestre de Antel conforme a los artículos 612 y
613 requerirá la autorización previa del Poder Legislativo
mediante ley dictada al efecto...".
ER
- Sí, pero las asociaciones que se autorizan en el 613 no
requieren ley. ¿Cuál es el problema? Uno puede decir
que los marcos legales pueden estar más o menos bien o mal,
pero el drama de todo esto es que el uso de esos marcos legales
depende de la cabeza y la orientación, de la estrategia y
de las convicciones que tengan el que está en la Presidencia
de la República y el que está en la cabeza del directorio
de un ente autónomo, en lo cual no tenemos incidencia ni
participación.
Yo advierto que el programa y el marco ideológico que han
inspirado al doctor Batlle y al doctor Lacalle durante todos estos
años, y sus convicciones más profundas, son que hay
que liberalizar en forma creciente, desregular y privatizar, porque
tienen convicciones -que respeto- en relación con la función
del Estado. Después se genera todo un proceso de desconfianza
-desde mi punto de vista- acerca de lo que va a suceder con la aplicación
de estos marcos legales.
EC - Concretamente, usted juntó firmas y estaba dispuesto
a ir a un referéndum contra los artículos 612 y 613.
¿Por qué?
ER - Porque creo que daban la posibilidad de hacer procesos de
privatización donde era absolutamente innecesario, y donde
Uruguay iba a perder herramientas clave para la posibilidad de la
innovación tecnológica, de la presencia pública.
Además hay cosas que dan extraordinarios ingresos que sirven
para financiar otras políticas. Quiero empresas públicas
en un marco desmonopolizado, en principio, pero empresas públicas
potentes.
EC - Ahora el gobierno anuncia su intención de derogar los
artículos 612 y 613, lo que implica que el referendo cae.
ER - Si así se hace cae, porque no tiene sentido, porque
se logró el objetivo.
EC - De todos modos, además de derogar los artículos
612 y 613, el capítulo relativo a Antel de esta ley de urgencia
incluiría otra disposición, según se ha anunciado,
manteniendo el monopolio de Antel para la telefonía básica.
Esto implica que se podría continuar dando competencia en
telefonía de larga distancia, transmisión de datos,
telefonía celular, etcétera. Ese nuevo marco legal
para las telecomunicaciones, ¿sería satisfactorio
para usted, o daría lugar a otro referendo?
ER - Es posible, aunque tenemos que examinarlo con mucho cuidado,
porque esto depende del marco regulatorio. En esto hubo tantas marchas
y contramarchas que en realidad no sabemos en qué punto estamos,
este es un territorio muy complejo. . Le doy un ejemplo: en realidad,
por la vía de acuerdos de Antel con Zona Franca de Montevideo,
de la instalación en 1994 del telepuerto, después
de un acuerdo de privilegio con esa zona franca en 1999 y del artículo
65 de la ley de urgencia dos, los márgenes para hacer por
medio del by-pass de la zona franca el ingreso de la telefonía
internacional y demás son enormes. En realidad no sé
muy bien qué estamos discutiendo.
EC - Mi pregunta concreta es: ¿si el proyecto de ley en
el capítulo Antel incluye las disposiciones que hemos mencionado
(derogación de los artículos 612 y 613 y mantenimiento
del monopolio de Antel para la telefonía básica),
usted vota?
ER - Voto la derogación, y me reservo el tiempo para examinar
y preguntar los alcances de lo otro.
EC - ¿Cabe la posibilidad de otro referendo?
ER - Lo que es seguro es que va a haber otro referéndum
sobre Ancap.
EC - ¿Y sobre Antel?
ER - No lo sé.
EC - No dice sí ni no.
ER - No digo sí ni no porque estos son borradores que llegaron
al Parlamento. Incluso la versión que yo tengo, que me alcanzaron
miembros de la coalición de gobierno, no incluye lo referente
a frutas y verduras. En esa versión no sé muy bien
cuáles son los alcances del artículo 3º.
Quiero discutir el problema de las unidades reguladoras vinculado
con esto, porque creo que tomamos una decisión que no comparto
en absoluto y que crea un suprapoder. Está bien que haya
unidades reguladoras, pero las unidades reguladoras en materia de
telecomunicaciones y la otra que se creó antes en el tema
de la energía no tienen venia parlamentaria ni control de
tipo alguno: son superpoderes que, en los términos en que
están, me generan mucha preocupación. No quiero que
me sustraigan la capacidad de decisión del ámbito
parlamentario en algunas cosas. Por ahora esto está en examen.
***
EC - Pasemos al tema Ancap. El fin de semana pasado, la Vertiente
Artiguista deliberó en su Asamblea Nacional, y en esa instancia
ratificó su apoyo a la idea de la asociación de Ancap
con una petrolera extranjera que tenga petróleo propio, como
se establece en la ley
17.448, votada a fines del año pasado, en cuya
redacción tuvieron un papel importante usted
y los senadores Couriel y Astori.
Sin embargo, ayer el EP-FA participó del acto de lanzamiento
de la recolección de firmas para impugnar esa ley en un referéndum.
¿Cómo se entiende la conducta de la Vertiente Artiguista,
o la suya propia? Usted contribuyó a redactar la ley que
finalmente se aprobó, y ahora participa de una recolección
de firmas.
ER - Por suerte tengo como norma exponer públicamente mis
posturas. Muchas veces las escribo y otras tantas quedan registradas
en las actas parlamentarias. Dije en el Parlamento que en realidad,
en materia de opiniones tenía una y estaba de acuerdo con
hacer un proceso de asociación, y que el marco que se había
aprobado y negociado en la comisión era aceptable.
Dije, al mismo tiempo, que en materia de conductas políticas
formo parte de una fuerza política. Creo que la sustancia
de la credibilidad de los partidos está en que tengan cohesión,
en que primen las mayorías democráticamente y las
minorías acepten el resultado de las primeras. De otro modo
se disgrega la voluntad política, dejan de existir los actores
y pasa lo que pasó en Argentina.
EC - ¿Eso quiere decir que ahora usted está acatando
por disciplina partidaria lo
que después decidió el FA?
ER - Sí, estoy aceptando la resolución de mi fuerza
política. Lo hice como parlamentario al votar en contra.
Así lo hicimos con el senador Couriel, aceptamos como parlamentarios
votar en contra; dijimos que creemos en esta fuerza política,
que va a ser gobierno. No sería creíble frente a los
uruguayos que hoy nos disgregáramos y cada uno hiciera lo
que se le antojara en temas que no son de principios (porque en
temas que hacen a principios y a la ética yo no pido permiso
a mi fuerza política, ni acato lo que decida). En temas de
política y de estrategia priman las mayorías.
EC - ¿Usted estuvo ayer en el acto de lanzamiento de la
campaña de recolección de firmas?
ER - No, porque tenía otros compromisos personales.
EC - Si no los hubiera tenido ¿hubiera ido?
ER - Sí. He dicho (lo anuncié en el Parlamento el
día en que votamos, está en el acta), que iba a estar
del lado de que estuviera mi fuerza política, porque creía
que era un problema de credibilidad esencial para la fuerza.
EC - ¿Va a salir a buscar firmas?
ER - Voy a hacer lo siguiente: por mayoría se decidió
interponer un recurso, y he aceptado ese pronunciamiento democrático
de mi fuerza política; por lo tanto firmo y voto.
EC - ¿No va a juntar firmas, además?
ER - Personalmente no voy a hacer campaña, porque ha sido
un proceso doloroso desde muchos puntos de vista. No creo que personalmente
haga determinadas cosas, pero voy a hacer aquello que es aceptar
un pronunciamiento democrático. Así como a veces uno
vota en el Parlamento de acuerdo con su opinión y a veces
no de acuerdo con su opinión, en este caso firmo y voto.
EC - ¿Y si hay referéndum?
ER - Voto.
EC - ¿Vota en contra de la ley?
ER - Sí, voto en contra de la ley. Acepto el pronunciamiento
democrático de mi fuerza política, como voto en contra
de la ley en el Parlamento; no hay una diferencia esencial. Al mismo
tiempo digo que estas cosas no son en blanco y negro: nosotros participamos
en una negociación que nos parecía que introducía
un proceso que tenía probabilidades de resultar exitoso,
pero que tenía muy diversas etapas. Íbamos a estar
encima de ese proceso, porque estaban el marco legal, el pliego
de condiciones y finalmente el proceso de adjudicación. Otros
compañeros entendieron que las garantías no estaban
dadas. Esta fue la diferencia de opiniones sustancial en el FA.
EC - Vayamos ahora al nuevo escenario: la iniciativa del gobierno,
el proyecto de ley de urgencia que incluye un capítulo sobre
Ancap. Básicamente mantiene la ley, aquí no hay derogación;
el gobierno considera que de hecho la campaña pro referéndum
lanzada ayer "mata" al proceso de asociación, dicen
los voceros del Ejecutivo que pocos van a tener interés en
asociarse con Ancap si faltan casi dos años para que quede
claro si ello es legalmente posible o no. Y que entonces, para no
correr el riesgo de que pasen más años sin combustibles
a precios competitivos, se manda una disposición por la cual,
a partir de marzo de 2004, con asociación de Ancap o sin
ella, se evaluará los precios de los combustibles en la puerta
de la refinería, se los comparará con los de los importados
sin impuestos y, si no son iguales o menores, el gobierno central
-no Ancap- pasará a importarlos para que el mercado tenga
alternativas más convenientes en materia de precios. ¿Cómo
ve este paso?
ER - El doctor Batlle y el doctor Lacalle retornan a su proyecto
original. Este es el problema y el drama de esta situación:
hay un proyecto original que no cree en Ancap, que piensa que es
un lastre y una carga inútil y costosa para el país.
Creo que el propio presidente de Ancap originalmente pensaba esto,
que el doctor Batlle siempre lo ha pensado; lo ha dicho. Este es
el proyecto original: un proceso que implica la liquidación
de Ancap. Si este artículo queda firme, implica eso. Es una
grosería desde el punto de vista constitucional y legal,
porque la ley da monopolios al sector privado o a una empresa pública
por dos tercios. Nunca vi que una ley establezca que se le transfiere
al Poder Ejecutivo la administración de un monopolio para
hacer lo que quiera con el mismo.
EC - ¿El monopolio no es del Estado?
ER - Lo da el Parlamento.
EC - El monopolio es del Estado.
ER - Según la Constitución lo da el Parlamento, y
lo da a entidades determinadas y específicas.
EC - Actualmente es un monopolio que administra Ancap. ¿Por
qué el Parlamento no podría disponer que el monopolio
de la importación de combustibles refinados pasara a control
del gobierno central?
ER - Pasa a la administración del gobierno central. No hay
una institución que recibe el monopolio, sino que se transfiere
la facultad de hacer lo que se quiera al Poder Ejecutivo. O sea
que el Parlamento, mediante un proyecto de ley, le da carta blanca
al Poder Ejecutivo para que haga lo que quiera con el monopolio.
EC - No: no para que haga lo que quiera sino para que importe el
combustible.
ER - No: para que administre la importación de combustible.
Aquí hay que leer con lupa. Esto es típico...
EC - A partir de la palabra "administrar" usted saca
determinadas conclusiones.
ER - Sí, claro. Ayer lo estuvimos analizando desde distintos
puntos de vista. Esto es un borrador, pero es algo típico
y sintomático.
EC - Usted dice que si el Poder Ejecutivo administrara la importación
de combustibles terminados, como parte de esa administración
podría disponer que también lo hicieran privados.
ER - Sí.
EC - No es la intención que anuncian el senador Atchugarry
ni el doctor Batlle. Ellos dicen que la intención es que
el gobierno central garantice que a partir de ese momento la población
va a tener combustibles a precio competitivo.
ER - El artículo 188 de la Constitución dice que
las empresas mixtas deben ser decididas una a una. Se eludió
y salteó, se "bypasseó" eso desde la administración
anterior. El senador Atchugarry fue autor en esto de dar cheques
en blanco a las empresas para que hagan lo que quieran. En el caso
de Ancap, con el artículo 14 de la ley de alcoholes, después
usando ese artículo se hacen los otros acuerdos en el portland
y demás, y ahora en el caso de la ley de asociación
de Ancap.
Esto es sintomático: en todos los casos se va por el filo,
por el pretil, y se estira el marco jurídico uruguayo porque
la sociedad está dividida y no hay mayorías políticas.
En este texto, como está al día de hoy, se le va a
dar una autorización para que el Poder Ejecutivo importe
él o ceda a otros la importación de combustible refinado.
Entonces por este camino en realidad se estaría fijando una
fecha para la liquidación, en el trazo grueso, de la producción
de Ancap como empresa pública que genera refinado. Es seguro
que eso va a llevar a un segundo referendo sobre Ancap.
EC - Usted adelanta desde ya la negativa.
ER - Si queda así, sí.
EC - ¿Qué tendría que cambiar; qué
redacción debería tener?
ER - No se arregla con una redacción. ¿En qué
punto estamos? Estamos en el punto en que hubo un proceso de negociación
que dio un marco que no fue aceptado, que en el caso de mi fuerza
política la misma entendió que lo acordado no daba
garantías suficientes acerca de que el gobierno fuera realmente
a potenciar a Ancap, que fuera a haber un buen socio y que se fuera
a hacer inversiones, y no que simplemente se fuera a dar una parte
del mercado a ese socio. En realidad, la mayoría de mi fuerza
política entendió que no estaban dadas las garantías.
Nosotros entendíamos que valía la pena correr el riesgo,
pero estábamos siempre en zona de riesgo. Esto no es en blanco
y negro.
EC - ¿Usted dice que si el gobierno está preocupado
por el referéndum sobre Ancap debe abrir una instancia de
diálogo?
ER - Creo que sí.
EC - ¿Y reformar la ley de asociación de Ancap en
negociación con el Encuentro Progresista, por ejemplo?
ER - Creo que valdría la pena; es mi opinión personal.
Dejemos que las aguas bajen un poco y que en el futuro se abra una
instancia de diálogo político que incluya varios temas.
Valdría mucho la pena por Uruguay. Varios temas significa
varios problemas gruesos y gravitantes.
EC - Entre ellos Ancap; intuyo que también Antel.
ER - Entre ellos Ancap, alguna cosa de Antel y algunos elementos
de la reactivación para salir del círculo perverso
en el que estamos. Es tremendo: la recesión trae déficit
fiscal, el déficit fiscal trae ajuste, el ajuste trae más
recesión, y así estamos, en esta locura.
EC - ¿Qué otros puntos?
ER - Alguna cosa de reactivación y un plan de contingencia.
El sistema político uruguayo y la democracia uruguaya corren
serio riesgo si no se sale a hacer un plan alimentario ahora, este
invierno, frente al hambre que tiene la gente. La situación
uruguaya se va a argentinizar. Sería terrible para nosotros,
pero puede argentinizarse; hemos tenido una ventaja relativa como
uruguayos, pero si no tenemos sensibilidad para lo que pasa fuera,
creo que estamos realmente en la luna sobre el país real.
***
EC - Ha quedado una serie de interrogantes y temas a explorar a
partir de varias de sus respuestas.
ER - Hay que abrir más el espacio, yo tengo un capítulo
entero, que voy a plantear en el Parlamento, sobre Ancap en Argentina.
EC - ¿Sobre los negocios de Ancap en Argentina?
ER - ¿Usted sabe a cuánto asciende lo que se invirtió,
más los compromisos de garantía, más las eventualidades
de otros compromisos en materia impositiva y demás? Según
mis números, creo que a más de U$S 200 millones.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón
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