|
Concertación para Crecer:
"el modelo se agotó"
Director de Anmype, Pablo Villar: Argentina nos
muestra cuál es el final de este modelo. El movimiento sindical
y las gremiales empresariales son las dos partes esenciales en un
proyecto de país productivo. Tampoco pueden estar divorciadas
del gobierno, no queremos imponerle un cambio, pero las medidas
anunciadas son extremadamente tímidas.
EN PERSPECTIVA
Viernes 22.03.02, 09.00.
EMILIANO COTELO:
Era difícil imaginarlo hasta hace unos meses: productores
agropecuarios, pequeños industriales y comerciantes, protestando
y movilizándose juntos con obreros y empleados sindicalizados.
Hoy eso es realidad a través del documento común elaborado
por el PIT-CNT y la "Concertación
para crecer", esta última formada por una
decena de gremiales empresariales, por ejemplo la Federación
Rural.
La propuesta tiene por título "Por el trabajo y la
producción nacional, porque otro Uruguay es posible",
y es el punto de partida de una coordinación que se propone
una serie de acciones conjuntas orientadas a cambiar el actual modelo
económico y sustituirlo por otro surgido del diálogo
del gobierno con las fuerzas sociales del país.
Entre otras actividades, estas entidades preparan una concentración
para el próximo 16 de abril. ¿De qué se trata?,
¿cómo se gestó este acuerdo?, ¿qué
profundidad tiene?, ¿cuál es el eje principal de su
propuesta?
Vamos a conversarlo con Pablo Villar, presidente de la Asociación
Nacional de Micro y Pequeñas Empresas (Anmype), y vocero
de este trabajo de coordinación PIT-CNT-gremiales empresariales.
EC - Antes que nada definamos a las gremiales empresariales que
están participando de este esfuerzo. ¿Qué es
la Concertación para Crecer?
PABLO VILLAR:
La Concertación para Crecer es una especie de movimiento
que se empieza a generar hace cuatro o cinco meses a través
de algunas gremiales, fundamentalmente de corte rural, que fueron
las que lanzaron el documento "No va más" en el
mes de octubre. A partir de ese documento, que despierta el interés
y ante la similitud de diagnóstico y de problemática
dentro de otras gremiales de corte empresarial de distintos rubros,
se empieza a ampliar y comienza a gestarse un diagnóstico
común, una problemática común y, lo que es
más importante, algunos caminos de solución comunes
para gremiales empresariales que otrora tuvieron a veces intereses
contrapuestos. Hoy tenemos un paneo de empresas de todo tipo de
tamaño, de todo tipo de giro -hay empresas industriales,
comerciales, exportadoras, agroexportadoras, rurales, hortifrutícolas-,
tenemos un paneo de casi toda la actividad productiva nacional.
EC - ¿Algunos ejemplos? Son más de 20.
PV - Tengo un listado de las gremiales que acompañaron el
documento de ayer, que fueron 27. Tenemos la Asociación de
Cultivadores de Arroz, la Asociación de Ferreteros, Anmype,
Asociación de Productores de Leche, de remitentes, de quioscos,
profesionales asesores de seguros, Asociación Nacional de
Empresas Agroaplicadoras, Asociación de Colonos, Asociación
de Ingenieros Agrónomos del Uruguay, por supuesto la Federación
Rural, Centro de Industriales Panaderos, Centro de Propietarios
de Automóviles con Taxímetro, los vitivicultures,
la Comisión Nacional de Fomento Rural, la Confederación
Empresarial del Uruguay (CEDU, que a nivel nacional agrupa a todos
los centros comerciales), la Asociación Nacional de Productores
de Cerdo, intergremiales de carne, leche, lana, la Intergremial
del Transporte, la Unión de Vendedores de Carne y la Unión
de Vendedores de Nafta del Uruguay. O sea que tenemos el abanico
casi íntegro de actividades productivas, comerciales e industriales.
EC - Pero faltan gremiales empresariales que suelen tener un protagonismo
importante en el debate público nacional. No están
la Cámara de Industrias, la Asociación Rural, la Unión
de Exportadores, la Cámara Nacional de Comercio, por citar
algunos ejemplos. ¿Por qué no están?
PV - En este proceso de acumulación por el lado empresarial,
que es y ha sido nuestra preocupación inicial en tanto gremiales
empresariales, debemos crecer, en principio por el lado de las corporaciones
empresariales. Se han realizado gestiones con la Asociación
Rural, hemos estado la semana pasada con su presidente, Pereyra
Micoud, se estuvo intercambiando los ejes que iba a tener el documento.
Ellos estaban en una negociación, con la Cámara de
Industrias y la Cámara de la Construcción, con el
Poder Ejecutivo. Comparten algunas cosas, por supuesto comparten
el diagnóstico y algunas medidas que planteamos, probablemente
pueden faltar otras -como todo documento, éste es perfectible-,
pero tenemos un buen diálogo; nuestra esperanza es que a
la brevedad confluya en lo que puede ser una convergencia tras algún
documento que si puede ser el del 16 de abril nos parecería
fantástico.
EC - Las gremiales empresariales que sí están, ¿qué
peso tienen en el conjunto de la economía del país?
¿Han hecho algún cálculo en ese sentido?
PV - Pensamos que todos los segmentos son importantes en la economía
del país. Estamos convencidos de que en número, en
cantidad y en monto, en las distintas áreas y los distintos
giros y actividades, aquí hay un sector que es mayoritario.
Basta una pequeña reflexión: el sector micro, pequeña
y mediana empresa ocupa a cerca del 60% de la mano de obra privada
ocupada actualmente, y estos sectores son los que están aquí,
ni más ni menos. Y esas cifras no contemplan la zona rural,
la explotación productiva rural. De alguna manera consideramos
que esto es mayoritario.
Pero creemos que ése no es el quid del asunto, para nosotros
el eje pasa porque detrás de este diagnóstico... Parto
de la base de que un industrial padece este modelo económico,
y sobre todo sus resultados, igual que un productor rural; tenemos
el mismo tipo de padecimiento, la misma escasa competitividad; de
alguna manera es una realidad compartida. También pensamos
que gran parte de nuestra propuesta es compartida, porque así
lo ha dicho el presidente de la Asociación Rural. Tenemos
que seguir generando los espacios y los caminos para que confluyan
absolutamente todos los intereses y logremos hacer dar un cambio
a este modelo económico que no les está sirviendo
a las grandes mayorías nacionales.
EC - Hasta ahora hablamos de cómo fueron coordinando esfuerzos
estas gremiales empresariales. Pero ayer, en el acto de presentación
del documento, participó también el PIT-CNT. Esto
es, quizás, lo más impactante del resultado de todas
estas tratativas: que aparezcan juntas todas esas gremiales empresariales,
más la central de trabajadores.
PV - Es histórico. Realmente, si es bien trabajado, no únicamente
en la coyuntura sino apostando al futuro de la realidad productiva
nacional, va a ser recogido como uno de los hechos históricos
de este siglo. Porque estamos convencidos (en las conversaciones
que hemos tenido con los representantes del Pit-Cnt en la elaboración
de este documento, que han sido largas reuniones en poco tiempo),
hemos constatado que, de la misma forma en que el segmento empresarial
ha madurado en lo que debe ser ese relacionamiento parte patronal-parte
trabajadora, también ha avanzado, y en gran magnitud, el
movimiento sindical. Entonces, cuando uno hace un paneo por otros
lados del mundo, donde tienen economías más fuertes,
sindicatos fuertes, hay participación tanto de las gremiales
empresariales como de las sindicales, en el delineamiento de los
proyectos de país. Cuando se establecen cadenas de complementariedad
industrial, los trabajadores participan en Alemania, en Italia,
en España. Entonces estamos redoblando la apuesta: si bien
esto hoy es imprescindible, tenemos que usarlo como plataforma de
futuro para que esa negociación permanente que debe existir
entre dos partes que hacen a una misma función, que es la
generación de riqueza, se haga sobre pautas más conducentes
para toda la economía nacional.
EC - ¿Estamos hablando de lo que en otras oportunidades
se ha denominado diálogo social, pacto social?
PV - Yo tengo un antecedente inmediato. Hace dos o tres meses el
Pit-Cnt hizo una serie de seminarios con participación nacional
e internacional, que llamó "La centralidad del trabajo",
y a nosotros como institución nos tocó participar
con el tema "Diálogo social, producción nacional
y trabajo". Creo que evidentemente es parte de eso. Cuando
uno habla de conceptos como calidad -evidentemente en un mundo competitivo
la calidad es uno de los aspectos que más debemos trabajar
como ser nacional-, innovación, avance tecnológico,
si esas concepciones no se elaboran con los trabajadores es imposible
que el resultado de una empresa sea un producto o un servicio de
calidad. Necesariamente debemos compenetrarnos todas las partes
involucradas en un proceso de producción; no puede haber
un eslabón débil.
EC - Usted mencionaba un ejemplo sectorial. ¿Están
pensando en un entendimiento y un diálogo macro entre representantes
de gremiales empresariales, sindicatos, otras fuerzas sociales y
también el gobierno, en lo que en otros países se
ha llamado pacto social?
PV - Es difícil hacer futurología. En principio tenemos
claro cuáles son los argumentos y los fundamentos de la hora,
por qué gremiales empresariales y la central de trabajadores
están juntas tratando de impulsar un diálogo, un espacio
y un ámbito de concertación, y hacerlo de forma conjunta,
con objetivos prácticamente comunes. Estoy convencido de
que eso debe usarse y debe servir como plataforma para trabajar
hacia delante sobre todos esos aspectos. Evidentemente, tanto el
movimiento sindical como las gremiales empresariales hacen a la
actividad nacional, en un proyecto de país productivo son
las dos partes esenciales, no pueden estar divorciadas. Tampoco
pueden estar divorciadas del gobierno, del aparato político
parlamentario.
***
EC - En el documento ustedes dicen que lo primero que hay que realizar
son dos reconocimientos complementarios e ineludibles: primero,
"que no es dentro del actual modelo de políticas económicas,
ni profundizándolo, que se alcanzará las soluciones
a la actual situación económica y social"; dos,
reconocer que la construcción de este ámbito, quienes
lo integran y quienes se adhieren a él, están convencidos
de que es un excelente instrumento para alcanzar un verdadero diálogo
nacional".
Vamos al primero, ustedes dicen que "este modelo ya se agotó,
caducó para nuestro país"; ¿por qué?
PV - Primero por los resultados.
EC - ¿Qué quiere decir que "caducó"?
PV - Los resultados están a la vista. Pensamos que no es
un camino para seguir recorriendo. Es más, creo que hay que
ser sensato y razonable y ver qué pasa cuando uno exagera
el modelo. Tenemos un ejemplo muy gráfico, que está
cruzando el Río de la Plata: ese es el final de este modelo.
EC - La discusión está muy firmemente planteada en
torno a estas cuestiones, si lo que fracasó en Argentina
fue el modelo o la forma como los políticos argentinos lo
llevaron adelante: la corrupción, el gasto público
desenfrenados, etcétera.
PV - Está profundizado por algunos de esos aspectos, pero
nosotros, en un camino más gradual y más cansino,
vamos exactamente por el mismo camino. Si vemos las cifras dadas
a conocer hace pocos días de lo que bajó la producción
industrial, de lo que aumentó el déficit fiscal...
Todos esos indicadores, sumándoles la desocupación,
la inactividad, la recesión, nos hacen pensar que estamos
exactamente en el mismo camino.
¿Cuáles son las cosas rescatables? En tres oportunidades,
en la sala 17 del edificio anexo al Palacio Legislativo planteábamos:
rescatemos entre otras cosas uno de los valores más grandes
e importantes que hacen la diferencia: todavía tenemos un
aparato político parlamentario mayoritariamente creíble,
que es una de las grandes dificultades y debilidades que ha tenido
la República Argentina. Así como tenemos organizaciones
tanto gremiales como sindicales también mayoritariamente
creíbles. Son las cosas a rescatar, pero lo tenemos que hacer
rápidamente.
EC - ¿Qué es lo que hay que cambiar entonces? O ¿hacia
dónde hay que cambiar: cuál es el otro modelo?
PV - Voy a empezar a poner un ejemplo. Así como el Poder
Ejecutivo y el ministro de Economía, Alberto Bensión,
están preocupados por la pérdida del grado inversor,
nosotros todos debemos estarlo. Tenemos exactamente la misma preocupación
porque esta baja de calificación nos está implicando
un costo-país mayor a 15 o 20 años, un costo de funcionamiento
mayor.
Pero también estamos convencidos de que, por el camino que
vamos y con el paquete de responsabilidad fiscal, no vamos a lograr
sino empeorar ese grado de inversión, porque no se está
apostando al crecimiento. Cuando una de las variables para que a
uno lo califiquen bien o mal es la relación déficit/producto
y no estamos haciendo lo posible para bajar el déficit ni
para bajar el gasto -algunas cosas se están haciendo-; pero
si por otro lado no estamos atendiendo el crecimiento, nuestro producto
va a seguir decreciendo, y ese indicador que es clave para el grado
de inversión va a seguir depreciándose.
Entonces, señores, si están preocupados por el grado
de inversión, nosotros también lo estamos, pero vamos
a atacar el problema real, que es crecer, encontrar caminos para
crecer. En principio, con el panorama regional que tenemos en principio
tenemos que revalorizar nuestro mercado interno, generando políticas
que lo fomenten, ya sea políticas de empleo -porque tenemos
que aumentar la masa salarial disponible para que nuestras industrias,
nuestros servicios y nuestros comercios funcionen, una masa salarial
que pueda comprar-, ya sea para que nuestros productos sean competitivos.
Si Argentina en ocho meses, un año, dos años, empieza
a recuperarse no sólo no vamos a poder venderle nada sino
que nuestro mercado va a ser un objetivo de la industria argentina.
De alguna forma tenemos que generar las condiciones para recuperar
la competitividad perdida. Esos son los ejes, el eje es crecer,
hay que buscar medidas para ello.
Otro gran tema es tener políticas que regulen nuestras importaciones.
No podemos importar indiscriminadamente cualquier bien, sea competitivo
o no, con igual tasa; no podemos importar bienes que vienen de países
que subsidian profundamente sus producciones, porque de alguna manera
-por eso queremos rescatar el Mercosur- debemos tratar de ajustar
un poco las relaciones de comercio internacional, que están
siendo absolutamente injustas. Por eso nos preocupa que ninguno
de estos elementos estén previstos en el paquete de responsabilidad
fiscal.
Por otro lado vemos una timidez pasmosa en las últimas medidas
que el Poder Ejecutivo ha propuesto, por ejemplo, a la Asociación
Rural, a la Cámara de la Construcción y a la Cámara
de Industrias. Son tan tímidas, tan insuficientes que no
hacen más que recuperar una pequeña porción
de la competitividad que desde enero de 1999, desde la primera devaluación
de Brasil, ha perdido todo nuestro aparato industrial.
EC - Usted se refiere a las medidas anunciadas esta semana, la
Mesa de Valoración, la creación de derechos específicos
para una lista de productos provenientes sobre todo de la República
Argentina, la medida "espejo" que condiciona el financiamiento
que pueden tener, en origen, los productos que llegan a Uruguay.
Son tímidas, dice.
PV - Son tímidas, son insuficientes. Ponemos en nuestro
documento que queremos que esa Mesa de Valoración empiece
a trabajar y queremos participar de ella. Pero es simplemente un
mecanismo de regulación, no estamos mejorando a través
de ella; de repente estamos impidiendo que, pese a este marco, se
hagan cosas relativamente fraudulentas.
EC - Hay un punto delicado en el tipo de medidas que ustedes reclaman,
que es el costo. Sobre ese punto en particular, teniendo en cuenta
las dificultades fiscales por las que estamos atravesando, ¿qué
responden en principio?
PV - Creemos que analizar el costo in totum. Tuvo bastante repercusión
la pérdida de reservas que hemos sufrido en dos meses, U$S
1.055 millones, ni más ni menos que el 30% de las reservas.
Primero, reservas que estaban calculadas de una forma que técnicamente
daba por lo menos para ponerla en tela de juicio. Segundo, estamos
tratando de mantener una política cambiaria a nuestro costo.
Además, esa política cambiaria nos está haciendo
perder competitividad. Teníamos más del 60% de nuestras
exportaciones a la región. No podemos En lo macroeconómico,
no podemos desengancharnos de la región, no podemos sustituirla
rápidamente. Yo entiendo que mercados como México,
Estados Unidos, Irán, son mercados a los que hay que ir apuntando
en el mediano plazo, hay que hacer grandes políticas de Estado
que apunten a eso. Pero en lo inmediato, ¿cómo sustituyo
el 60% de mis exportaciones si quedo desenganchado de Brasil y Argentina?
Es imposible. Entonces tengo que adecuar mi política. Y no
se la ha querido adecuar con la velocidad y a los ritmos que esta
dinámica regional ha impuesto.
EC - ¿Cómo van a trabajar en pos de la plataforma?
El mojón siguiente es el acto del 16 de abril.
PV - No solamente. Tenemos un camino emprendido y no abandonado,
que es la negociación con ese ámbito que se formó
en la sala 17 del Edificio Anexo. Tenemos varios proyectos de ley,
porque a medida que se van buscando soluciones de fondo también
hay que ir buscando instrumentos concretos que permitan a vastos
segmentos empresariales llegar, traspasar esa barrera de cuatro,
seis, 12 meses, cuando otras medidas más de fondo comiencen
a tener impacto. Vamos a seguir por ese camino de la negociación
y tratar de ir resolviendo, mediante instrumentos paliativos, algunos
de estos padecimientos que hoy tenemos.
EC - Negociación a nivel legislativo, no a nivel del Ejecutivo.
¿Cómo están en la comunicación con la
Presidencia?
PV - Y... Hay que decirlo francamente: no hemos tenido buenos canales
de comunicación, no por nuestra voluntad sino por la del
Poder Ejecutivo y el Ministerio de Economía.
EC - Por eso van a recurrir también a la movilización.
PV - Sí, ésa es una de las pautas. En la medida en
que uno no es escuchado hablando de a uno, tiene que mantener los
planteos, ganar firmeza en los mismos, pero sobre todo empezar a
mostrar fuerza, mayorías, porque de alguna manera hay que
sacarle las orejeras al gobierno, no se puede ocultar la realidad
con una mano. La realidad es una, es concreta, y están teniendo
que asumirla quincenalmente. Nosotros decimos: "Señores,
no queremos imponer un cambio, queremos discutir un cambio. Además,
si al gobierno le preocupan el grado de inversión, el déficit
fiscal, a nosotros también, porque vivimos y padecemos en
este país. Hagámoslo juntos".
------------------
Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón
|
|