Tornado: sindicatos reparan viviendas
en Canelones
Eduardo Fernández, presidente de AEBU: Bancarios y trabajadores
desocupados de la construcción encaran solidariamente la
reconstrucción de viviendas afectadas por la inundación.
Por los teléfonos 0900 9470, 0900 9471 y 0900 9472 reciben
contribuciones para solventar los gastos.
EN PERSPECTIVA
Jueves 28.03.02, 08.03.
EMILIANO COTELO:
El temporal
del domingo 10 de marzo, que afectó fuertemente
a buena parte del departamento de Canelones, dejó, además
de cultivos destrozados, caminos inaccesibles, daños a la
infraestructura productiva, cerca de 1.000 casas sin techo. Durante
todos estos días se ha solicitado públicamente la
colaboración de la población para ayudar a las familias
afectadas por la tormenta, que no están en condiciones de
asumir los gastos de las reparaciones necesarias. Como forma de
participar y ayudar a esas familias que no tienen la posibilidad
de llevar adelante las reparaciones, el gobierno, el sindicato de
bancarios, AEBU, y el sindicato de la construcción, Sunca,
firmaron un convenio para reparar esas viviendas que quedaron sin
techo.
No es algo frecuente, es una de esas noticias que llaman la atención,
es una buena noticia, en la que conviene detenerse. Por esa razón
estamos en diálogo con el presidente de AEBU, Eduardo Fernández.
¿Cómo se llegó a la firma de este acuerdo?
EDUARDO FERNÁNDEZ:
Cuando se dio ese tremendo temporal, con los resultados que quedaron,
algunos dirigentes inmediatamente sensibilizados por la situación,
como ya había pasado en otras situaciones, pensamos en qué
cosas se podía ayudar y concretamente yo llamé a los
compañeros del Sunca (Sindicato Único de la Construcción
y Afines), que en ese momento ya estaban en contacto con el Ministerio
de Vivienda viendo qué hacer.
EC - ¿Hay antecedentes de convenios como este?
EF - En realidad, como este, no. Cuando el tornado en Migues los
trabajadores de la construcción realizaron un trabajo tratando
de reparar algunas viviendas con materiales puestos por el Ministerio
de Vivienda, pero de este tipo no.
EC - Aquél había sido un convenio Sunca - Ministerio
de Vivienda.
EF - Sí.
EC - En este convenio se agrega AEBU. ¿Qué papel
juega AEBU?
EF - El Ministerio de Vivienda decidió poner el material
para los techos 200 viviendas: es decir las chapas, los tirantes,
los clavos. Los trabajadores de la construcción, el Sunca,
pone la mano de obra de 250 trabajadores, aproximadamente, que están
desocupados y no tienen seguro de paro, es decir que están
sin retribución alguna. Estos trabajadores tienen que ser
trasladados desde sus casas hasta el Sunca ($20 por día),
y desde el local hasta Los Cerrillos, Juanicó, Sauce, a los
lugares de concentración para reparar los techos. Además,
estos trabajadores tienen familia y están totalmente desocupados,
por tanto deben tener un viático, porque su familia sigue
sin recibir ayuda para el hogar.
Entonces, hemos montado la infraestructura para hacer un llamado
a la población, además de al propio gremio, con un
teléfono 0900 y una cuenta de caja de ahorro en el Banco
República. Pero como esto es lento, al principio tuvimos
que aportar de nuestros propios fondos para que esto comenzara a
caminar, mientras el 0900 se va colocando y se van resolviendo todas
las situaciones que todos conocemos desde el punto de vista burocrático
y práctico. Esto es lo que está haciendo AEBU.
EC - O sea que AEBU financia el arranque de este plan de reparaciones.
EF - Exactamente, el arranque y luego la infraestructura de armar
todo lo demás. Todos nos sensibilizamos a partir de que pasa
un problema; después pasan los días y eso va bajando.
Es lógico. Además, lamentablemente, con el clima que
estamos teniendo en nuestro país, hubo otras situaciones
y todo el mundo está necesitando. El Ministerio dijo al principio,
claramente, que se comprometía a poner los techos, pero que
no podía armar viviendas; hay gente a la que se le voló
el techo y parte de la vivienda, cosa que el Ministerio no resuelve.
La mayoría de los pobladores de Canelones que sufrió
el daño es gente cuyos recursos económicos prácticamente
sólo le alcanzan para comer. Estamos intentando ver cómo
seguimos para adelante, con la solidaridad de todos, qué
ayuda de construcción se le puede dar a mucha gente que quedó
sin su hogar, que no sólo perdió el techo.
EC - Entonces, el Sunca pone la mano de obra. ¿Esos obreros
que estaban desocupados cobran jornales?
EF - No.
EC - Cobran viático, simplemente.
EF - Claro: van a recibir un viático a partir de la colecta
que podamos hacer. Si la colecta diera para darles $100 (estamos
tratando de darles $50 o $ 100; e insisto: para salir desde su casa
tienen que gastar $20); o se les dé de comer... Pero tienen
hogar, tienen gastos, tienen una familia que mantener, y entonces
estamos tratando de darles un viático.
EC - Estos obreros de la construcción desocupados, entonces,
están haciendo un aporte en trabajo, más allá
de que van a tener, si es posible, algo más que un viático.
AEBU colabora en la logística de la operación y actúa
como recaudador y adelanta dinero.
¿Qué canales están abiertos para que la gente
done y este proyecto se termine de consolidar?
EF - Son los telefónicos: 0900 9470 para donar $20, 0900
9471 para donar $50, 0900 9472 para donar $100. Como algunas empresas
pidieron poder aportar algo más, abrimos una caja de ahorro
en el Banco República, que es la 1 510 956 630. Allí
se puede depositar lo que se desee.
EC - Las viviendas afectadas fueron unas mil. ¿Cuántas
están siendo reparadas?
EF - En principio eran 200 viviendas, pero ésas eran las
registradas ante el Ministerio. Se está tratando -estamos
empujando en ese sentido- de llegar a muchas más. Depende
de la colecta que podamos resolver la reparación de muchas
más. Teníamos planificado que el trabajo se hiciera
en 10 días, pero ya llevamos una semana y no hemos llegado
al 25%, porque se van a agregar muchas casas más.
También queremos destacar que hemos logrado la colaboración
de las empresas Copsa y Cutu, que han puesto boletos para trasladar
a los trabajadores desde el centro hasta Los Cerrillos, Sauce y
Juanicó. Vamos a seguir haciendo gestiones la semana próxima
ante otras empresas para poder seguir colaborando con el traslado,
porque, aunque parezca mentira, es todo muy caro. Los primeros días
tuvimos que poner unos ómnibus que, aunque la empresa nos
hizo precio, costaban $ 3.000, $ 4.000, $ 5.000.
EC - ¿Cuánto ha puesto AEBU hasta ahora?
EF - Dimos un adelanto de $ 100 mil. Ese fue el punto de arranque
para poder movilizar todo esto.
EC - Usted dice que cabe la posibilidad de que esta experiencia
se reformule, se transforme, tenga continuidad... ¿sólo
en el caso de Canelones?
EF - Por el momento tenemos el caso de Canelones.
EC - ¿Y después?
EF - Insisto: todo cuesta mucho, la infraestructura para mover
todo esto cuesta bastante. En principio Canelones, porque allí
hay gente que perdió todo su hogar, crecieron los ríos
y arroyos y se llevaron decenas de casas precarias, la gente está
viviendo en carpas del Ejército o de vecinos.
EC - Para algunos de ellos ya están previstas viviendas
del Ministerio de Vivienda.
EF - No: no están previstas. No hay nada previsto, absolutamente
nada. El Ministerio ha dicho que para esto no tiene planes de vivienda;
para la emergencia pone el material para los techos.
EC - Tenía la sensación de que se iba a construir
una cantidad limitada de viviendas.
EF - Para no entrar en contradicciones, tendría que ser
el Ministerio el que informara. En nuestro acuerdo eso no está
fijado.
Hay muchas mujeres jefas de familia, que no tienen recursos y han
quedado sin nada, porque las inundaciones se llevan todo, no es
que entra el agua, después baja y ya pasó. No, no:
muchas veces arrastra todo.
------------------
Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón
|