Segmento
de preguntas y respuestas
Pregunta - Senador Mujica, quisiera hacerle la siguiente pregunta.
Usted comenzó su alocución hablando de un barco, una
vela y el mar; posteriormente habló de qué iba a hacer
usted, el MPP, con Asamblea Uruguay en la repartija de cargos en
el caso de que el Frente Amplio ganara las elecciones; después
habló de los funcionarios públicos y dijo que trataría
de que mejorara la actividad del Estado logrando mejor productividad.
Mi pregunta es la siguiente: en el primer gobierno departamental
del Frente Amplio se premió a los empleados públicos
con mayor sueldo para una mayor productividad; la Intendencia Municipal
de Montevideo continúa igual, simplemente que ahora se hacen
más paros que antes. Pregunto, también pensando que
usted dijo que les iba a morder los talones a quienes no hicieran
las cosas bien...
JM - Creo que
fui bastante enfático. Lo que pienso hoy es fruto de una
experiencia, hay problemas que no me había planteado. Efectivamente,
tengo la experiencia del gobierno departamental y de los gobiernos
departamentales del país. Veo cosas por todas partes. Pero
como son tantas no me puedo agarrar con la gente porque es inútil.
Tenemos que cambiar de método. Éste es un fenómeno
de masas. ¿Aquí no hay empleados públicos?
Les echamos la culpa a los otros, pero después, cuando estamos
de empleados públicos, vamos por la misma porque es un problema
totalmente nuestro. Creo que una organización de trabajo
distinta, con el derecho de abajo a arriba: yo hablé de equipo,
si tú no funcionas en el equipo porque vienes a trabajar
a las 10 de la mañana y tenías que venir a las 7,
no estás embromando al Estado, me estás embromando
a mí, que soy un tipo del equipo y te doy carretera. De abajo
hacia arriba, no al revés; ¿saben por qué?
Porque como hay una rotación política puede utilizarse
el poder de arriba como un elemento de trampear y de correr a la
gente por razones politiqueras. Creo en la movilidad laudada de
abajo hacia arriba, con un sentido colectivo de equipo, y que esa
palabra abstracta, Estado, se corporice, somos 30. La contabilidad
es una ciencia, se puede medir cuánto vale el trabajo de
30, de 35 personas, se puede promediar anualmente y puede haber
una parte que respete las categorías y otra que sea al todo
y que ese todo la distribuya. Estas cosas son discutibles, pero
no se quieren discutir.
¿Qué
hacemos entonces?; carreras de incentivos. Yo conozco un señor
que estuvo en UTE y se llevó U$S 140.000, incentivado, y
a los 15 días estaba en otro puesto del Estado, y siguió,
de acá para allá y de allá para acá.
No voy a dar nombres, pero les juro que es así y lo he visto
por muchas partes. Entonces los que nos hacemos trampas al solitario
somos los propios uruguayos. Por eso creo que tenemos que partir
de un tipo de organización del Estado distinta, con incentivos
distintos y que signifique una verdadera revolución. Si no
es ésa tiene que ser otra. Decía Rivera en una carta
que en este país el que sabe algo necesita un cerro de plata.
Y yo creo que hay cosas que no se arreglan con plata. Rescato para
la política la vergüenza y la dignidad, pero tiene que
haber parámetros que lo dejen claro. No es un problema de
blancos, de colorados ni de frenteamplistas, tenemos que reaccionar.
No defiendo a la intendencia por defenderla, digo que fuimos bastante
chorlitos.
Pregunta - Ingeniero
Végh Villegas, ¿cómo ve el rol de la educación
en la evolución de toda la planificación de futuro
y los ajustes necesarios para un crecimiento positivo?
AVV - Es un
tema muy vasto, del que no conozco mucho porque no lo he estudiado
a fondo, no porque no me interese o no lo considere importante.
La educación sin duda es fundamental, es casi un lugar común,
en eso coincido con casi todo lo que dijo el senador Mujica. Por
lo poco que sé de la educación en Uruguay, comparado
con otros países donde he estudiado y vivido, creo que tenemos
algunas carencias importantes y que algunas de las correcciones
que se han hecho son buenas pero no suficientes. Pienso sobre todo
en la libertad aplicada al sistema educacional. Mi comparación
es, naturalmente, con Estados Unidos, donde estudié varios
años en la etapa universitaria. Creo que es demasiado rígido
el sistema en el secundario y la universidad, e incluyo a las universidades
privadas, que todavía distan bastante de ser casas de estudio.
Hay que dar más libertad de elección al estudiante,
hay que promover más la creatividad del ser humano, desde
el bebe, desde el niño hasta el universitario de 35, 40 años.
Pregunta - En
muchos momentos podíamos pensar que estábamos escuchando
a nuestro presidente. Creo que coincide casi con el cien por ciento
de lo que dijo. Por otro lado escuchamos a mi amigo, el ingeniero
Alejandro Végh, en una posición sobre la política
económica en términos más generales, no profundizando
en los temas que trajo Mujica. Yo quería escucharlos a ambos
y después compaginar las dos posiciones, ver si se puede
buscar alguna relación, porque por un lado encontramos la
parte del ingeniero Végh sobre una política que se
basa en los números y en una determinada orientación,
y tenemos al senador Mujica muy práctico -debo decir que
comparto casi todo lo que dijo-. Hemos escuchado dos posiciones
que no han estado relacionadas en su desarrollo, me gustaría
saber si podemos correlacionarlas para ver qué piensa uno
del otro.
JM - Mi querido
amigo, usted sabe que Dios trabajó una semana y tuvo que
descansar el domingo... y era Dios. ¿Qué podemos hacer
nosotros? Yo tengo mis preocupaciones, le quería hacer una
pregunta al ingeniero, por respeto académico. Esta pregunta
se la hice a Iglesias en el Banco Central, hace un tiempo. Tal vez
junto a los ciclos, o como parte de ellos, existen períodos
en la economía de los países centrales en los que
hay una alta liquidez, o por lo menos una tendencia a la baja de
la tasa de ganancia y el dinero fluye de esas áreas centrales
y nos llegan dólares alegremente, nos llegan muchos dólares.
Claro, siempre hemos tenido, cuanto más capital venga, mejor,
y resulta que viene y viene y gastamos, son los períodos
de bonanza, nos prestan plata para importar, después nos
prestan plata para comprar lo importado... Después cambia
la tasa de riesgo en el mundo, nos ponemos feos porque estamos muy
endeudados y empieza a pasar lo contrario, vienen estos períodos
en que hay que pagar las cuentas y todo se pone amargo. Yo no sé
si no se puede escribir la historia de América Latina de
los últimos 40, 45 años siguiendo estos ciclos. Algunos
gobiernos, paradojalmente creo que fue Chile, tomaron alguna medida
de atemperar la entrada del capital en determinado momento. Yo le
pediría al ingeniero que nos ilustre un poco sobre estos
fenómenos, que creo que son capitales para nuestra historia.
A veces renegamos para que venga el capital, pero el capital también
nos puede matar.
AVV - Voy a
hacer dos reflexiones, una sobre lo que planteaba el doctor Hughes,
cómo atar estas dos moscas por el rabo, que no son moscas
que parezcan tan lejanas, y la segunda sobre la pregunta muy pertinente
que nos formula el senador Mujica, muy del presente. Es un problema
del presente: se puede decir que el problema argentino actual, muy
grande, el nuestro en mucha menor medida, el brasileño, el
de Turquía y el de los países asiáticos de
1997 en adelante es precisamente lo que plantea el senador Mujica.
Al doctor Hughes
le diría que oyendo al senador Mujica es muy fácil
estar de acuerdo. Lo que hicimos, sin haber acordado nada, fue plantear
aspectos distintos de una misma realidad: lo mío un poco
más referido al pasado y el senador Mujica más apurado
por el presente y el futuro, quizás también por una
cuestión de carácter. Yo soy un hombre poco propenso
a la acción, un enamorado de la inacción, y el senador
Mujica es un hombre más activo, más propenso a la
acción. Sobre todo cuando dijo que él tiende a ser
un libertario despertó un eco muy simpático en mí,
porque yo realmente, que empecé siendo no digo un dirigista,
pero un simpatizante keynesiano, hice mis primeras aventuras universitarias
en este tema, en esta protociencia de la economía política,
y a medida que fui pensando, sobre todo a medida que fui participando
de un gobierno, aquí y en otros lados, me fui volviendo cada
vez más enemigo del Estado. Así que creo que estamos
convergiendo hacia un punto común, libertario, de eliminar
el Estado, que era también lo que quería don Carlos
Marx y por suerte no vivió para ver lo que hicieron sus practicantes.
Hay muchos puntos
en común. Quizás desde el punto de vista práctico,
sin ir a esa utopía marxista o libertaria, a ese anarquismo
en que en cierto modo convergen los liberales extremos y los marxistas.
Quizás el punto medio práctico, muy difícil
de alcanzar, sea el Estado pequeño, fuerte, un lugar de logro
filantrópico, como decía Octavio Paz, y no éste
gordo e impotente. Pero una cosa es decirlo y otra es hacerlo.
En lo que respecta
a la observación que hacía el senador Mujica, creo
que efectivamente es así. Las medidas que adoptó un
régimen como el chileno, cuando estaba dirigido por los más
ortodoxos de los Chicago boys -mi amigo Sergio de Castro y muchos
otros amigos, aunque yo no soy de Chicago sino de Harvard; como
le dije una vez a un periodista que me preguntaba cómo siendo
de Harvard tenía ideas tan de Chicago: Although I'm a Harvard
man, I feel like a Chicago boy...
Esta gente de Chicago adoptó medidas limitativas que duraron
hasta hace muy poco. Carlos Massad y Aninat sacaron esas medidas
recién en el período último de Frei las eliminaron,
pero durante mucho tiempo estuvieron vigentes. La preocupación
es precisamente evitar los ciclos y las perturbaciones que en realidad
son inherentes al mundo capitalista, pero que a ellos no les gustaban,
lo que quiere decir que tan ortodoxos no eran y que hay razones
prácticas. Es el argumento también -no sé si
le gustará al senador Mujica que lo ponga en la compañía,
por ejemplo, del secretario del Tesoro de Estados Unidos- de Paul
O'Neil y de mucha gente del actual gobierno, que es gente que ya
había actuado mucho en el gobierno de Reagan -a mi juicio
este gobierno es más parecido al gobierno de Reagan que al
de Bush padre, me parece que el hijo se parece más a Reagan
que al padre-. Se vio muy claro en las discusiones, muy ásperas
por cierto, porque ni Paul O'Neil ni Cavallo son gente de mucha
paciencia y tuvieron conversaciones telefónicas muy agitadas
en las semanas del crítico mes de agosto, cuando justamente
el asunto de que se trataba era en qué medida el gobierno
norteamericano iba a garantizar hasta lo último las ganancias
de los tenedores norteamericanos de papeles argentinos, que ganaron
15% y ahora pretenden cobrar el 100%, cuando 15%, según cualquier
cálculo probabilístico, es una tasa de interés
que responde a una probabilidad de 50% de default, de default entero,
es casi jugar a la ruleta. Pretenden, como en el caso mexicano,
que la plata vaya, no de Washington, del Fondo Monetario a la gente,
que vaya directamente de Washington a Nueva York, desde el gobierno,
los contribuyentes, los plomeros o los carpinteros de Estados Unidos
-como dijo Paul O'Neil el otro día- a los que recortan cupones
en Wall Street. Es el moral hazard.
En realidad
le tengo que decir al senador Mujica que personalmente estoy en
la posición de Paul O'Neil, de Larry Lindsay, de John Taylor,
de la gente que cree que el gobierno americano no debe respaldar
a los deudores insolventes. Si no pueden pagar que no paguen. Vale
también para el inversor en papeles privados, pero es sobre
todo un problema con los papeles públicos. Nadie pretende
que vayan a garantizarle inversiones -aunque algunos lo han pretendido
en el pasado, algunas compañías privadas-, en general
en este siglo, en esta época, es un problema de papeles públicos.
Creo que lo que hay que hacer en este caso, como precedente para
el futuro, es decir que no. En ese sentido el salvataje mexicano
fue un mal precedente.
Pregunta - Pregunto
al ingeniero Végh Villegas si entiende o no que en Uruguay
en los últimos años ha habido atraso cambiario. Si
entendiera que sí lo hubo, qué incidencia ha tenido
el mismo en el desarrollo o subdesarrollo de estos últimos
años y si en definitiva ha sido beneficioso o negativo.
AVV - Es difícil;
pienso que no ha sido importante, pero pienso además que
atraso cambiario es un concepto un poco confuso, que a veces no
se emplea con propiedad. Tengo cierta insatisfacción con
un régimen que no permite mayor movilidad en la tasa de cambio.
No me gusta, y en esto estoy en una posición muy distinta,
por ejemplo, a la del profesor Mondell, me acerco más a la
flotación. Creo que hay dos soluciones, que las soluciones
intermedias son bastante imperfectas, como se ha mostrado en América
Latina y en Europa. Para Europa, como para Uruguay, para Argentina
e incluso para Brasil -que se horroriza cada vez que uno se lo dice
en brasileño- las dos soluciones estables, duraderas, coherentes,
lógicas, son los dos extremos. En eso y en otras cosas soy
un extremista: o la dolarización completa, eliminando la
moneda nacional -entonces ya no hay tipo de cambio, inflación,
nada, muerto el perro se acabó la rabia, que es lo que el
doctor Menem recomienda para Argentina desde hace un tiempo y quizás
De la Rúa esté arrepentido de no haber seguido el
consejo en el año electoral o en sus primeros meses de gobierno-,
o en el otro extremo la flotación pura. Pero con flotación
pura es muy difícil construir una unión aduanera,
eso es lo que decía Mondell y tiene razón: la Unión
Europea empezó flotando, vio que no podía flotar,
después hizo las serpientes y los otros arreglos que duraron
un poco -aquello de Giscard d'Estaign y Willy Schmidt-, muy sofisticados,
como eran ellos, que no duraron tanto y hubo que ir a la solución
extrema que es la moneda única. Cuando yo hablo de dolarización
en América Latina estoy hablando de moneda única;
en Europa en esencia es el marco alemán, el Banco Central
europeo es el Bundesbank, lo que pasa es que por razones nacionalistas
los franceses no quisieron llamarle marco alemán, ni marco
e inventaron otro nombre.
***
JORGE PEIRANO
BASSO:
Agradecemos al senador José Mujica y al ingeniero Alejandro
Végh Villegas las interesantísimas reflexiones que
hicieron en torno a este trabajo sobre el Uruguay del futuro, una
perspectiva a mediano y largo plazo. Nos dejan ideas interesantes
para seguir explorando y continuar en el trabajo. Muchas gracias.
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