23.05.2002





































Ocupaciones en la enseñanza: "impredecibles"

Ministro de Educación y Cultura, Antonio Mercader: Los conflictos se desatan sin previa negociación. Alumnos de 13 años comienzan pidiendo una cebra y después agregan romper con el FMI, cambiar la política económica, manejados por la izquierda... La doctrina tampoco tiene una posición clara respecto a la legitimidad de las ocupaciones, pero ni siquiera una ley puede solucionar cuestiones de facto.

EN PERSPECTIVA
Viernes 30.08.02, 07.36.


EMILIANO COTELO:
Termina agosto, y continúan en la indefinición las ocupaciones a centros de enseñanza que han caracterizado a las últimas semanas. El fiscal Luis Bajac pidió ayer a la Justicia que investigue si hay delito en la ocupación del Instituto Superior de Educación Física (Isef) por parte de sus estudiantes. El juez Sergio Torres iniciará las citaciones y acciones que considere necesarias a ese fin, según fuentes del diario El Observador.

Mientras tanto, el rector de la Universidad, Rafael Guarga, y representantes de los órdenes estudiantil, docente además de delegados de los funcionarios analizaron la situación generada a partir de que el fiscal de Corte, Oscar Peri Valdez, trasladó los antecedentes de la ocupación de la Facultad de Derecho al fiscal Bajac. Fuentes que participaron de esta deliberación dijeron que el rector transmitió tranquilidad, tras considerar que no hay ilegalidad en la decisión tomada por la Asociación de Funcionarios de la Facultad de Derecho.

Paralelamente, el Codicen resolvió ayer iniciar acciones de amparo ante la Justicia civil, por la ocupación de locales del Instituto de Profesores Artigas (IPA), el Instituto de Educación Normal (Magisterio) y el Instituto de Educación Técnico Profesional (ex UTU). Descartó presentar denuncia penales, considerando que no es el objetivo del organismo "criminalizar a los estudiantes" sino continuar con el normal funcionamiento de las clases, según fuentes de la enseñanza citadas también por El Observador. El Codicen resolvió convocar a representantes de los ocupantes a una instancia de negociación el próximo martes en la sede del organismo. Pero, advirtieron, habrá diálogo siempre y cuando todos los locales sean entregados antes del mediodía del lunes. Agregaron que el eventual diálogo del martes se centrará en temas de la educación, y no aceptarán discutir algunas reivindicaciones que integran la plataforma y tienen que ver con el Fondo Monetario Internacional, etcétera.

¿Cómo se analiza esta situación desde el Ministerio de Educación y Cultura (MEC)? Estamos en comunicación con el ministro Antonio Mercader. Por un lado la Universidad de la República, por otro el Isef que depende del Ministerio de Deportes, y por otro liceos, el IPA, Magisterio, dependencias de la ex UTU: una gran dispersión de organismos involucrados en este tipo de movilización. El MEC ¿ha podido coordinar?

ANTONIO MERCADER:
Tuvimos anteayer una reunión en la Coordinadora con todas las autoridades de la enseñanza, incluso con representación estudiantil en la delegación universitaria. Pero quiero decirle antes de seguir que las ocupaciones son minoritarias en lo que a Secundaria se refiere: los liceos afectados son siete, menos del 2% de los locales del país. De modo que hay que ubicar en sus justos términos qué proporción de estudiantes están afectados

En el caso de la Universidad de la República la situación es más seria, porque hay una huelga general y no hay clase en ninguna de las facultades. Por supuesto, esta situación nos preocupa.

EC - Yo le preguntaba por la eventual coordinación porque todos los años, cuando llega el mes de agosto, se enfrenta un panorama de este tipo: se desata una serie de ocupaciones en los distintos niveles de la enseñanza. Lo que se observa también, todos los años, es la falta de un plan de contingencia preparado: cada organismo por su lado empieza un estudio de qué hacer, no hay definiciones sobre cuáles son los marcos jurídicos para intentar proceder al desalojo, si es eso lo que se elige; pero tampoco hay una estrategia sobre diálogo con los estudiantes, porque da la impresión de que si hubiera más diálogo se evitaría medidas de este tipo. En definitiva, lo que uno termina viendo todos los meses de agosto es luna gran incertidumbre, que en particular afecta a aquellos estudiantes que quieren continuar con sus cursos.

AM - Bien dice usted: todos los meses de agosto la medida termina sorprendiendo a las autoridades, porque se toma en forma abrupta, sin que haya ningún tipo de pedido, de intento de negociación, de diálogo. Se va directamente a la medida extrema como es la huelga general o la ocupación de los locales por tiempo indeterminado...

EC - Pero ya se sabe que en agosto va a pasar esto. Mi pregunta también es por qué las autoridades no lo prevén.

AM - En el caso de los liceos, no sé: habría que precintar las puertas, impedir... Usted sabe que basta que un estudiante, dos, tres, cuatro... En el Instituto Superior de la UTU los que ocupan son priomedialmente tres estudiantes. Basta que varios estudiantes se constituyan dentro del local y declaren que lo están ocupando para que se configure el hecho. La ilegitimidad es tan notoria, la violación del derecho de la mayoría de los estudiantes también, y además las causas invocadas por lo general responden a un surtido tan variado que hacen muy difícil prevenir mediante el diálogo, la negociación... En el caso de la UTU, quizá el conflicto más largo, la ocupación empieza en protesta contra un curso sobre motores. Después sigue: colocar una cebra, un puente aéreo, por un turno de profesores, a eso después se la agrega romper con el Fondo Monetario, no a la política económica...

Es muy difícil dialogar cuando los motivos de la movilización son tan variados y van desde lo chiquito a lo enorme: de aquello que las autoridades de Secundaria podrían intentar solucionar, y aquello que no tiene solución posible por parte de Secundaria sino que tiene que ver con la política general del gobierno... Reanudar relaciones con Cuba, como está en alguna plataforma, cambiar la política económica del país, reactivar el aparato productivo, adherir a la plataforma del Pit-Cnt, todo eso aparece en las movilizaciones. Entonces: ¿cómo las autoridades de la enseñanza pueden prever y tratar de atajar y conversar cuando se hacen planteos de carácter tan general? Es muy difícil, ¿no?

EC - Suponiendo que el diálogo no sea posible antes, suponiendo que esté bien el que existe entre las autoridades y los estudiantes, que habitualmente haya un contacto fluido (de lo que no estoy tan seguro), sorprende que, una vez que ocurren las ocupaciones, no haya planes sobre cómo enfrentarlas y se pasen todas estas semanas con discusiones jurídicas, si se recurre a la Justicia penal o civil, etcétera.

AM - Creo que la mayor parte del estudiantado y la opinión pública está contra las ocupaciones y contra esta huelga general. Creo que es un sentimiento colectivo: la gente quiere que los jóvenes estudien y aprovechen su tiempo. Nadie está contra las manifestaciones de rebeldía o de protesta de los estudiantes: todos hemos sido jóvenes, vemos la situación del país, injusticias, problemas que se dan en los centros educativos... Justifican muchas veces movilizaciones estudiantiles. Pero de ahí a este tipo de medidas que durante un mes, un mes y medio, dos meses, privan de estudiar a la gran mayoría de quienes quieren hacerlo, medidas que además en el caso de la Universidad de la República están afectando a los becarios del interior (que para que se les renueve la beca necesitan aprobar cada año cierta cantidad de exámenes, cierta asistencia a clase)... En la Universidad son casi 5.000 que, según nos han planteado muchos intendentes del interior, prácticamente tienen perdido el año y tienen perdida la beca para el año que viene.

EC - Con ese tipo de argumentos, más razón tiene mi pregunta: ¿cómo puede ser que no esté ya organizada la reacción ante las ocupaciones?

AM - Pero ¿cómo va a reaccionar cuando tiene, en el caso de la Universidad de la República, un organismo que es cien por ciento autónomo, donde la decisión la toma el orden estudiantil que es cogobierno, y que consigue el apoyo en algún caso de la Asociación de Funcionarios, en otro de los docentes, y deciden que no haya clases? Me preguntará por qué no hacer una especie de intervención por la fuerza en los liceos o la Universidad. Bueno: eso no; eso está totalmente descartado.

EC - No: yo no estoy hablando de intervención por la fuerza...

AM - Dialogar, se intenta. He hablado con todos los sectores, sea con estudiantes, docentes, autoridades, pero en el caso de Secundaria y de UTU las autoridades tienen una posición firme, han recibido a los estudiantes, les han enviado señales de todo tipo pero la ocupación sigue. En el caso de la Universidad, sus autoridades están de acuerdo con la huelga y piensan seguir con ella. Entonces ¿cuáles son las respuestas? Yo, personalmente, entiendo que las ocupaciones son ilegítimas; que basta que se viole el derecho de un estudiante... Insisto en la situación de los becarios del interior, porque son los más pobres, los más carenciados, y son aquellos que dan a la Universidad el toque pluriclasista, porque todos sabemos que a la Universidad la pagan todos los uruguayos para que se reciba la clase media o la clase media alta. Esta huelga perjudica, como siempre, a los más débiles: a aquellos que encuentran los comedores universitarios cerrados porque se plegaron a la huelga... Los estudiantes más pobres pagan siempre el pato; las víctimas son ellos. Los funcionarios no reciben descuentos por huelgas, así que es el estudiante, y en definitiva el país al que la huelga universitaria le cuesta muy cara. Hay estimaciones de que cuesta un millón de dólares semanales; se puede discutir la cifra: será un poco más o un poco menos, pero ese millón de dólares semanales sale de los bolsillos de todos para que no se dicte clase.

¿Hasta cuándo llegará esto? Se alega que es por la Rendición de Cuentas aunque, repito, también hay motivos surtidos, temas de carácter político (Fondo Monetario, relaciones con Cuba, plataforma del Pit-Cnt), posturas que provienen claramente de la izquierda y que le dan un sentido político muy claro.

EC - Pero ¿no hay forma de tener claro, por ejemplo, el marco jurídico para actuar en estos casos? Porque, periodísticamente, yo trato el tema todos los años y siempre surgen estas dudas e incertidumbres...

AM - Porque hay dudas también en la doctrina.

EC - Está bien, pero ¿no podrá Uruguay definir esto un día, de una vez y para siempre?

AM - Esa es la idea del proyecto de ley que ha presentado el consejero Daniel Corbo para el caso de Secundaria...

EC - Después de años, aparece un proyecto.

AM - No es el primero que aparece, en el pasado hubo consultas a juristas e incluso hubo fallos de la Justicia: los hubo contrarios a las ocupaciones y a las huelgas, y también recuerdo uno de hace un par de años diciendo que las ocupaciones son legítimas, y que son un perfecto derecho de los estudiantes. De manera que también hay divisiones a nivel doctrinario y, cuando hay dudas en la interpretación de la ley, las autoridades no pueden operar. En la medida en que la Justicia tampoco lo tiene claro, es muy complicado tener un rumbo de acción.

Creo que un proyecto de ley, este proyecto de Corbo, puede ser una buena solución, pero ante medidas de facto, medidas de huelga de este tipo donde se trabaja sobre todo con menores (es el caso de Secundaria) la acción es muy difícil. Cuando usted enfrenta a medidas de facto (como le digo: tres estudiantes se declaran ocupantes) las situaciones que se dan de hecho son muy complicadas, son menores de edad, usted no puede recurrir a la fuerza, trata de recurrir a la persuasión, y por supuesto pasan cosas como la de UTU, donde 1.500 estudiantes no pueden estudiar porque tres decidieron ocupar. Digo tres porque es el promedio: a veces hay siete, a veces hay 10, y el caso de UTU es más grave todavía porque hay injerencia de afuera, porque se ha labrado acta notarial de cada persona que entra y sale, y se ha dejado constancia de que dos diputados del Frente han estado allí.

Todo esto agrega ingredientes que no son propios de una movilización estudiantil. Cuando usted encuentra liceales que le dicen que hay que romper con el Fondo, que hay que reactivar económicamente, reanudar relaciones con Cuba, que adhieren a la plataforma del Pit-Cnt, y ve que quienes lo plantean tienen 13 años, y que igual eso al pedido de que se pinte la cebra de una calle, se cambie a un profesor, se revoque el techo de un local... bueno: hay elementos que, sobre todo a nivel liceal, vienen sugeridos desde el exterior.

EC - ¿Cuál es su pronóstico para encontrar un cauce a todo esto?

AM - Me extraña su pregunta: usted mismo decía que todos los años se plantea en agosto, y todos los años se levanta cuando llegan los soles de la primavera. Hecha la gimnasia se vuelve a clase, con el brutal perjuicio que se causa a la gran mayoría de los estudiantes.

Una solución sería arbitrar definitivamente que estas medidas puedan ser tomadas por plebiscito, con voto secreto y obligatorio. En ese caso se vería que quienes quieren la huelga son una ínfima minoría, y que la gran mayoría de los estudiantes quieren clase.

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Transcripción y edición: Jorge García Ramón





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