04.03.2003




































DURANTE 15 AÑOS EL BCU PERMITIÓ QUE MOON CONCENTRARA LOS CRÉDITOS EN SUS PROPIAS EMPRESAS: AEBU LO DENUNCIÓ SIN RESPUESTA

Buscan salidas para
el personal del ex Banco de Crédito

Presidente del Consejo de Banca Privada de Aebu, Juan José Ramos: Esto se originó en la estrategia del Poder Ejecutivo separándolo de los otros tres bancos. Nosotros planteábamos que el Nuevo Comercial fuera “cuatro en uno”. Pudo negociar la reapertura con el grupo Moon hasta que se votó la ley en diciembre, pero se arriesgó a que el accionista minoritario o especulara o lo chantajeara una vez definido el camino de salida. El chantaje se hizo evidente cuando se hizo la subasta y ya no había posible marcha atrás

EN PERSPECTIVA
Lunes 03.03.03, 09.09.


EMILIANO COTELO:
La liquidación del Banco de Crédito (BdC), anunciada el viernes por el gobierno, implicó un sacudón fuerte en el escenario político, económico y financiero de nuestro país.

Más temprano tuvimos la visión de los ahorristas: cómo observan el proceso de liquidación, que no sería una liquidación tradicional sino una sui generis orientada a satisfacer cuanto antes y con el mayor recupero posible los reclamos de quienes tienen dinero puesto en la institución y de las deudas con los empleados.

Pero el problema con los empleados es aparte: estamos hablando de mil puestos en total, lo que provocó el viernes la reacción del sindicato, Aebu, y se sumó a la inquietud por otro episodio que se estaba produciendo ese mismo día: la llegada de telegramas colacionados notificando despidos a empleados de los otros tres bancos en liquidación, el Montevideo, el Caja Obrera y el Comercial.

El viernes fue un día particularmente tenso en las relaciones entre Aebu y el gobierno. Aebu llevó a cabo una serie de medidas gremiales, denunciando, entre otras cosas, que el diálogo se había interrumpido.

¿Cuál es el estado actual de esas medidas? ¿Qué panorama cabe esperar para esta semana que recién acaba de empezar, con los bancos cerrados por el feriado de carnaval lunes y martes?

Vamos a dialogar con Juan José Ramos, presidente del Consejo de Banca Privada de Aebu. Antes que nada pongamos en limpio el estado del conflicto declarado por Aebu. ¿Qué locales hay ocupados hoy?

JUAN JOSÉ RAMOS:
Los locales que están ocupados por el personal son la casa matriz y la casa central del Gaucho, del BdC. El resto de los locales está bajo control de los funcionarios jerárquicos correspondientes, o sea que la liquidación del Banco Central (BCU) no asumió el control, pero no están ocupados los locales del resto de BdC en todo el país.

EC - ¿Y en cuanto a Banco Comercial (BC), Banco Montevideo (BM) y Banco Caja Obrera (BCO)?

JJR – No. Lo que sucedió en esos bancos fue que el viernes, como usted señalaba, se produjo una escalada. Creo que el BCU entró en descontrol, que sus autoridades máximas entraron en descontrol, que su Directorio entró en descontrol, sus funcionarios de jerarquía, en función de que los liquidadores que estaban entrando desde las nueve de la mañana al banco no asumían el control.

EC - Los liquidadores del BdC no pudieron asumir el control porque Aebu impedía el acceso a la información, sobre todo.

JJR - No sólo a la información, también el acceso físico en el sentido de que no se les entregaban las llaves, etcétera. Lo que sucedió fue que además normalmente este tipo de situaciones se coordina previamente para que no ocurran hechos complicados, incluso con situaciones conflictivas, para que se haga de la forma más civilizada y razonable posible, coordinando con los propios funcionarios y el sindicato. En este caso el operativo del BCU fue sorpresivo, técnicamente sorpresivo, porque nosotros el jueves en la noche sabíamos que el BCU había tomado la decisión y que los cuerpos de funcionarios liquidadores estaban prontos para salir hacia el interior del país, Con lo cual dispusimos en la madrugada del viernes toda una serie de medidas preparatorias para el caso de que los liquidadores entraran el día viernes a primera hora (tal como ocurrió) en las agencias del interior y luego, sobre el mediodía, en las de Montevideo.

EC - Antes que nada, ¿por qué dispusieron ese bloqueo a los liquidadores?

JJR - Porque, en primer lugar, el BCU no avisó absolutamente nada del proceso de liquidación. Es bastante frecuente en las relaciones entre Aebu y el BCU, comunicarnos con un par de horas de antelación a efectos de establecer no sólo un control sino una coordinación del proceso de intervención y liquidación, y fundamentalmente porque en ningún caso se le había informado a la Comisión Consultiva ni a nadie sobre el proceso de liquidación del BdC. Esta decisión de liquidar el BdC ya estaba pronta el jueves a la noche.

EC – Sí: era un hecho; había trascendido.

JJR - Sí, sí, claramente. Como no nos habían avisado dispusimos las medidas correspondientes en función de que se estaba haciendo entre gallos y medias noches, cuando en realidad no había ninguna necesidad de hacerlo de esa forma: la liquidación era un tema que se venía manejando abiertamente y por lo tanto había que coordinarla.

Cuento este hecho para señalar que a partir del descontrol que significó que los liquidadores no pudieran tomar ningún local del BdC se comenzó a producir la denuncia penal primero, luego la preparación de los telegramas de despido de los 1.700 funcionarios del Comercial, el Caja Obrera y el Montevideo, en liquidación, mientras se estaba desarrollando un trabajo de coordinación justamente en ese momento con funcionarios de esos tres bancos, en la cual había un recorrido pactado con el sindicato que en ningún momento significaba esa situación ni nada por el estilo.

EC - ¿Usted sugiere que el envío de los telegramas colacionados de despido a los empleados de esos tres bancos se resolvió sobre la marcha del viernes y en función de lo que había sido la respuesta de Aebu a la decisión de liquidar el BdC?

JJR - Sin ninguna duda. El camino de salida del Nuevo Banco Comercial (NBC), los procesos de despido, seguro de paro y toma de nuevo personal, estaban pactados y definidos con Aebu y de ninguna forma pasaban por el fin de semana, como los liquidadores querían hacerlo, a las cuatro de la tarde del día viernes. Por lo tanto lo que sufrimos el día viernes fue una escalada de medidas del BCU, que fueron todas respondidas por Aebu, incluso llegando a la salida del juzgado y a la entrada del Ministerio de Economía (MEF) en la Consultiva el viernes a pedir la renuncia del Directorio del BCU.

EC - Ese fue el momento de máxima temperatura en ese enfrentamiento que se vivió el viernes. Un enfrentamiento que tuvo su vertiente judicial: hubo una denuncia penal a raíz del bloqueo de Aebu a los liquidadores, ustedes debieron declarar ante la justicia…

JJR – No; no fue así. En realidad el juez nos convocó de manera absolutamente informal, junto con la fiscal, a efectos de conversar sobre el tema e interesarse en lo que estaba pasando. Pero no nos convocó a declarar ni nos citó, de hecho el proceso ni siquiera se inició, el juez Hackenbruch no hizo lugar al comienzo del proceso, cosa que nos comunicó el sábado a primera hora de la tarde.

EC - ¿De alguna manera puede decirse que la actuación de la Justicia en ese caso concreto, en la convocatoria que realizó a los dirigentes de Aebu, apuntaba a acercar posiciones?

JJR - En realidad, en la Justicia penal no existe la conciliación…

EC - Pero más de una vez ha pasado que el juez penal termina actuando de esa forma. Recuerdo, por ejemplo, el conflicto de la Intendencia con Adeom.

JJR - Claro, pero en esta circunstancia el juez Hackenbruch señaló que lo que quería era conocer la situación más hondamente antes de tomar posición, si hacía o no lugar a la denuncia del BCU. En ningún momento la denuncia tomó estado judicial formalmente, sino que el juez la descartó junto con la fiscal, por entender que no era competente y era un tema que debía dilucidarse en otros ámbitos.

EC - ¿En el de la Justicia laboral?

JJR - Por un lado; incluso el BCU tenía la potestad de pedirle al Ministerio del Interior el desalojo del local, sin pasar por la Justicia.

EC - Lo cierto es que, después de que la relación Aebu - gobierno se crispara hasta ese punto, ya el propio viernes de noche se desbloqueó la comunicación y se produjo el primer contacto, que después dio lugar a otros durante el fin de semana.

JJR - Yo sería más preciso: no creo que haya sido una situación de tensión entre el gobierno y el sindicato. Fue una relación de tensión absoluta entre el sindicato y el BCU.

EC – Sindicato - BCU…

JJR – Sí; no tengo ningún tipo de dudas. No quiere decir que estemos de acuerdo, ni que no haya conflictos con las decisiones que toman el Poder Ejecutivo, el ministro de Economía, pero en ningún momento el diálogo con el ministro fue interrumpido, ni siquiera el viernes; no hubo ningún tipo de tensión en las relaciones con el MEF, más allá de las decisiones tomadas. Quiero ser claro y preciso para que esto se entienda.

EC - Pero ustedes habían manifestado disgusto por la falta de deliberaciones en la Comisión Consultiva sobre el Sistema Financiero. Y esa comisión es convocada por el MEF.

JJR - Sí, sí; el problema mayor fue que también conocemos que hubo divergencias, dentro del propio equipo económico y de la gente que tenía que tomar este tipo de decisión, acerca del momento de informar la liquidación del BdC.

EC - Usted hace la precisión de que el relacionamiento se complicó entre Aebu y el BCU.

JJR - Sí, quiero ser totalmente preciso y claro. Así fue el viernes.

EC - El viernes por la noche volvió a reunirse la Consultiva finalmente.

JJR - Sí, el viernes sobre nueve, nueve y media de la noche; el ministro Atchugarry ya había convocado a primera hora de la tarde para esa Comisión Consultiva y en la noche nos reunimos, una vez terminada la reunión en el juzgado con el doctor Hackenbruch.

EC - ¿Concurrió el BCU a esa Consultiva?

JJR - No, no concurrió.

EC - Pero ustedes terminaron dialogando con el BCU después, el sábado.

JJR - En la madrugada. Después de hablar bien con el ministro, de un intercambio informal una vez finalizada la reunión, hubo sobre la madrugada del sábado, a la una o dos de la mañana, una serie de conversaciones entre el doctor Vieytes, [el presidente de Aebu, Eduardo] “Lalo” Fernández y quien habla, también con Julio de Brun, en las cuales se planteó la necesidad de retomar un camino de razonable entendimiento más allá de las divergencias, por lo menos de coordinación y relación mínimas con el BCU. Eso se retomó el sábado sobre primeras horas de la tarde, hubo una conversación de Fernández y quien habla con De Brun y el doctor Vieytes, en la cual, después de tres o cuatro horas de reunión, se decidió retomar el camino del entendimiento y el diálogo, dejando sin lugar las medidas que habían sido más ríspidas. A esa hora ya sabíamos, además, que el doctor Hackenbruch no había dado lugar a la denuncia del BCU.

EC - ¿Qué medidas dejaron sin efecto ustedes?

JJR - La ocupación del Comercial, el Caja Obrera y el Montevideo que en forma veloz habíamos hecho el viernes a la noche y, por supuesto, dejamos sin efecto el pedido de renuncia del Directorio del BCU, en la medida en que el camino del diálogo y la negociación fue elegido también por el BCU.

EC - ¿A su vez el BCU dejó sin efecto el envío de telegramas colacionados a funcionarios de los bancos suspendidos?

JJR - Sí, sí. Se continuó por el camino que había sido previamente acordado. Fíjese que el jueves a la noche y el viernes al mediodía continuaban las conversaciones con los liquidadores de los tres bancos en cuestión, coordinando otro tipo de decisiones que no fueron las que les solicitó el Directorio del BCU a las cuatro de la tarde. Por supuesto, quedaron sin efecto.

EC - ¿Y qué pasa concretamente con la actitud de Aebu con el proceso de liquidación del BdC?

JJR - Redujimos el conflicto al problema del viernes, que fue el problema del BCU con Aebu a partir del BdC. Se redujo el conflicto a ese diferendo, que no es menor pero que finalmente era donde estaba radicado el mayor centro de divergencias entre Aebu y el BCU.

EC - Mi pregunta es: ¿el miércoles van a poder trabajar los liquidadores nombrados por el BCU?

JJR - Mañana a las cuatro de la tarde vamos a tomar la decisión, en el Consejo Central de Aebu, sobre cuál va a ser la actitud. Para ser prácticos: la ocupación del local era una medida que tendía, por parte del sindicato, a decir “Señores, así no se hacen las cosas”. Fíjese que Aebu ni siquiera está planteando la reapertura del BdC…

EC - A eso iba; toda esta protesta, ¿a qué apunta? Ustedes criticaban el estilo con que el BCU había procedido, en particular la falta de diálogo con Aebu, etcétera. Pero sobre el problema de fondo, sobre qué hacer ahora con el BdC, ¿qué dice Aebu?

JJR - Aebu no está planteando la reapertura del BdC porque una vez que se tomó esta decisión de liquidarlo es imposible reabrirlo. Imaginemos por un instante que el BCU cambiara su decisión de liquidarlo; ¿cómo va a reabrir un banco que estuvo durante cuatro días en liquidación? No tiene sentido. La decisión ya está tomada y en nuestra opinión no tiene retroceso, no creo que nadie a esta altura pueda estar pensando que el BdC va a reabrir.

El segundo tema es volver a la mesa de diálogo a efectos de encontrar la salida, porque no tenemos que olvidar que hay un Banco Central –esto lo había conversado con usted el jueves o viernes–, que es un ente regulador del Estado, que va a liquidar al propio Estado. Porque del Estado es el 51 por ciento del paquete accionario del BdC. Por lo cual hay que encontrar caminos de salida para depositantes y trabajadores, en la medida en que ello sea posible y razonable, buscando hacer el menor daño posible.

EC - ¿Cuál es la fórmula para Aebu? Se ha hablado de una liquidación no tradicional…

JJR - Creo que va a ser una liquidación de acuerdo al marco legal que se votó en diciembre del año pasado, con la ley que permitió la salida del NBC. Probablemente no sea tradicional, pero va a ser en el marco de las disposiciones legales vigentes.

EC - En este caso se da la particularidad de que buena parte de los créditos concedidos por el BdC tiene como destinatarias a empresas del propio grupo Moon.

JJR - Sí, hay 92 millones de dólares de deudas del grupo Moon con el BdC, y 18 con el Banco República.

EC - Entonces se está manejando una fórmula…

JJR - No, para nosotros esa fórmula no camina.

EC - Dice hoy el diario El Observador que el Poder Ejecutivo prevé dejar fuera de la subasta de activos del BdC las carteras de préstamos cedidos a empresas vinculadas al grupo Moon, grupo con el cual negociará la cancelación de sus obligaciones en forma paralela.

JJR - Antes de pensar cómo se va a pasar el bisturí, cómo se va a trabajar en estos días, yo diría que hay tres elementos. Aquí el gran problema del propio Poder Ejecutivo fue haber establecido una estrategia que separó al BdC del resto de los tres bancos. Lo comentamos en su programa: nuestro planteo había sido que el NBC que está saliendo fuera “cuatro en uno”, no “tres en uno” y el BdC por otro lado.

Pero además podía haberse establecido una negociación con el BdC y la secta Moon hasta diciembre, hasta el momento en que se votó la ley, que fue a fin de año. Después el gobierno corrió un riesgo enorme: que el accionista minoritario, la secta, le dijera que no, o especulara o lo chantajeara una vez definido el camino de salida. Chantaje que se hizo cada vez más evidente una vez que la subasta se hizo y se adjudicó al NBC; ya no había posibilidad de marcha atrás por parte del gobierno. Por lo tanto era: o las condiciones que la secta ponía o no le quedaba al gobierno otro camino que la liquidación del BdC, que es la situación en la que estamos hoy. Tenemos este escenario: la secta es el mayor deudor en una situación absolutamente ilícita.

EC - 95 millones de dólares.

JJR - Es una situación anormal. En el caso del Montevideo tenemos a sus directores y dueños procesados por asociación para delinquir y otros delitos, entre otros el delito de estafa cometido al prestar a empresas del propio grupo…

EC - Ese es el caso del BM.

JJR - Exactamente; y la concentración en el BdC es mayor que la que el grupo Peirano tenía en el propio BM.

EC - Esto fue tolerado por las autoridades.

JJR - Perdón: el BCU que ahora se manda la parte de purista y cumplidor de las normas, durante 15 años permitió esta situación absolutamente anormal para el sistema y completamente fuera de norma. Aebu no está diciendo esto hoy, ante la liquidación: en los últimos siete u ocho años, todos los años mandamos cartas a los distintos directores del BCU –cartas que nunca hicimos públicas– reseñando las irregularidades que se estaba cometiendo en el BdC desde el punto de vista normativo. Todas recibidas por el Directorio del BCU, selladas y firmadas respectivamente. Por lo tanto Aebu en este tema no hace hoy alharaca de una situación que se haya callado durante los últimos años. La última carta fue entregada a Rodríguez Batlle hace un año y ocho meses, aproximadamente, detallando la situación del BdC y sus incumplimientos normativos.

Por lo tanto en este marco tenemos una situación absolutamente irregular, en la cual la secta Moon, en nuestra opinión, tiene que pagar peso sobre peso y en efectivo todo lo que debe. Porque una cosa era pagar las deudas cuando el banco se capitalizaba y salía en una negociación, y otra el tratamiento de la secta como un simple deudor. A mí no me sirve hoy que la secta me pague una parte en efectivo y otra en bonos: que pague lo que debe. Y si no paga, tenemos un tema muy severo, pero tiene que irse del país porque se queda sin ningún tipo de emprendimiento económico en Uruguay, porque todos están embargados por el BdC.

EC - ¿Qué pasa entonces con el proceso de liquidación?

JJR - El proceso de liquidación debería tomar en cuenta una salida global para depositantes y trabajadores. Es evidente que los depositantes no van a cobrar todos los depósitos –se trataría de que mediante diversas fórmulas cobraran lo más posible– ni los trabajadores van a poder mantener todos los puestos de trabajo, bajo ninguna situación.

Ahí hay que desglosar el camino desde el punto de vista laboral en dos aspectos. Uno es el tema Riloman, que es una de las empresas del grupo, deudora del BdC en 26 millones de dólares.

EC - ¿Riloman es…?

JJR - Riloman es la vieja Créditos SA, del grupo Soler, empresa que –esto sería tema de una larga entrevista– era la cofinanciadora de lo que fue Centro Eléctrico hasta hace pocos años, que en el año 1996 cambió de dueño y pasó del grupo Soler al BdC. Es una situación en la que el BCU está muy comprometido, porque planteaba a las autoridades del BdC que no fueran devolviendo cheques que no tenían fondos y el banco los seguía cubriendo, hasta que llegó a un endeudamiento, en aquel momento de 26 millones de dólares, que hizo inviable seguir bancando los cheques, pero el agujero ya estaba hecho. Por lo tanto la secta se hizo cargo de la deuda en una operación no muy transparente, y en Riloman hay 300 trabajadores al día de hoy en todo el país.

Esa situación se trataría de encaminar bajo dos modalidades. Si la secta paga lo que debe y, entre otras deudas, paga la de Riloman, nuestra idea es que esa empresa quede en manos de los trabajadores, tal cual estaba siendo negociado en el caso de que el BdC reabriera, o que la secta la haga funcionar, si quiere quedarse con ese negocio, en la medida en que pague lo que debe.

EC - En caso contrario…

JJR - Allí no habría salida. Pero claramente hemos escuchado a través de Últimas Noticias, de un editorial del sábado o el domingo, es que la secta va a pagar todo lo que debe, que va a honrar sus deudas.

EC - Ese es el título hoy de Últimas Noticias: “El Grupo de la Unificación ya acordó el pago de su deuda con el BdC”.

JJR – Entonces, en el caso de Riloman y en el caso de que la secta no quiera quedarse con la empresa, ya hay planes y planteos concretos de Aebu que durante estos meses vinimos trabajando para que los trabajadores se conviertan en dueños, los despidos sean capitalizados y la empresa siga operando como una financiera ubicada en todo el país. Esto es un planteo claro, concreto, que ya estamos trabajando y que probablemente, en la medida en que la secta pague lo que debe como se ha establecido, tiene toda la viabilidad posible. Además se estaría quitando presión a la terrible situación que se vive hoy.

EC - Usted se refería primero a los 300 empleados de Riloman SA. Para el caso de los empleados del propio banco, ¿qué soluciones se está manejando con el gobierno?

JJR - Allí tenemos que ver cómo sigue el proceso de liquidación. No estamos planteando su reversión, simplemente estamos pidiendo que los accionistas asuman su responsabilidad y que el liquidador opere en consecuencia. Por lo tanto allí va a haber probablemente una venta de carteras 1 y 2, a partir de la creación del fondo de recuperación de activos del BdC, como lo establece la norma legal. Entendemos que esa venta se va a hacer a bancos muy posiblemente, y por lo tanto entendemos que en esa cartera debe ir incluido también el rubro funcionarios, que no fue en el caso del NBC porque el mismo ya iba a tomar empleados de los tres bancos en liquidación. Eso por un lado.

También existe la posibilidad de la venta de los locales de agencias, en una segunda instancia, a bancos que en algunos casos han manifestado su interés en comprarlos, por lo tanto también con funcionarios del BdC.

Una tercera opción plantea la maximización de posibilidades de ubicar gente en algún esquema en planteos que Aebu ya ha venido haciendo desde agosto. Por ejemplo, estamos planteando la delineación del mapa, tanto en la banca oficial como en la privada, de las horas extra, la reducción –al menos coyuntural– de la cantidad de horas de trabajo de ocho a seis y media en todo el sistema, la ampliación de turnos, el horario de atención de los bancos en todo el país...

Por lo tanto, entre la delineación de horas extra, el achicamiento del horario, bajar los costos y aumentar la cantidad de empleos que hoy están planteados también está la necesidad de visualizar planes de retiro mediante prejubilaciones o cancelación de deuda, que funciona en el BdC, que no es ninguna cuestión distinta de la que se está manejando en el caso de Comercial, el Caja Obrera y el Montevideo, en liquidación. En el caso del BdC el accionista minoritario había enviado unos planes hacía tan sólo 15 días y se habían anotado para su retiro o su renuncia unas 102 personas, aproximadamente.

EC - En el caso de los bancos Comercial, Montevideo y Caja Obrera opera el seguro de paro, además.

JJR - En el caso del BdC también; el problema es que el seguro de paro fue diseñado para 850 personas.

EC - Y ahora estamos ante 850, más…

JJR - 1.400, más o menos.

EC - 1.400 en total.

JJR - Sí, entre los cuatro bancos. Allí tenemos un problema en el cual hay que manejarse con la obtención genuina de puestos de trabajo.

Pero hay un último elemento: la liquidación de la cartera que no sea vendida, que no se pueda vender (categorías 3, 4 y 5), va a ser manejada de una forma que todavía no conocemos. Estas formas podrían ser las tradicionales, es decir que el liquidador, que es el BCU, maneje la cartera y vaya haciendo una gestión de cobranza de determinadas maneras, o puede haber otras formas. Lo que nos parece a nosotros, entonces, es que se debe contratar a empleados del BdC. No somos ortodoxos en cuanto a las formas, lo que nos importa desde el punto de vista práctico es que todo este proceso vaya siendo revisado por funcionarios de los bancos en liquidación, donde además hay profesionales, hay todo tipo de personal. Creo que de esa manera se minimiza el impacto lo más que se puede.

EC - Pasando en limpio, porque tenemos casi 700 empleados en el BdC…

JJR - En el BdC tenemos 670.

EC - ¿Para cuántos de ellos habría alternativas de trabajo por las distintas formas que usted estaba manejando?

JJR - Todavía no podemos ser precisos porque no conocemos exactamente las formas que el BCU va a adoptar en el proceso de liquidación, y porque todavía estamos en proceso de negociación de todas estas formas. Pero nuestro objetivo, para ser claros y precisos, es minimizar la cantidad de gente que va a ir al seguro de paro, porque no alcanzan los fondos. Un seguro de paro que, entre otras cosas, es financiado en un 85 por ciento por los trabajadores activos de los bancos privados y estatales y por los jubilados, y en mucho menor medida –lo que los bancos no quisieron poner– por el Estado mediante lo que el ministro Atchugarry llama el seguro de paro implícito, ya que ninguna patronal abona el seguro de paro: lo paga el Estado directamente.

EC - Con el gobierno, en estas conversaciones del fin de semana, ¿ustedes han visto viable este tipo de esquema?

JJR - En varias de estas hipótesis de trabajo, sí. Queda ajustarlas, afinarlas y trabajar mucho en estas horas para encontrar caminos de salida, que básicamente es lo que hemos planteado.

EC - Que el banco que adquiera carteras del BdC se comprometa al mismo tiempo a asumir una determinada cantidad de empleados, ¿ se ve como viable? Es de los temas que siempre generan rechazo por parte de la banca privada en Uruguay.

JJR - Los bancos privados en Uruguay… seguramente van a generar empleo, fue lo que lo generó donde ya hay empleo generado y trabajando. Eso me parece claro. Claro: los bancos privados van a decir que se les quita la libertad de contratación.

EC - Ese es el argumento.

JJR - Pero perdón: esto es un negocio. Si les conviene la cartera con los empleados que tiene adentro, esto es un negocio, no es limitar la capacidad de contratación.

EC - En el gobierno, en el BCU, ¿se lo vio viable?

JJR - Se lo vio para conversar, se lo ve como una posibilidad cierta. Sí, es así.

***

EC - ¿Qué tipo de ajuste salarial tienen los funcionarios de los bancos en liquidación? Estos días ha circulado la molestia –por no emplear otro término– de ahorristas que están viendo postergado el cobro de sus depósitos en esos bancos porque se habría operado un aumento de los salarios por IPC. ¿Esto es correcto?

JJR - Se cumplió el convenio colectivo, por el 90 por ciento de la inflación, para proceder a los despidos y pasajes al seguro de paro. Esto ocurrió por una razón muy sencilla: porque al seguro de paro se va con el 50 por ciento del salario planteado, y porque desde el punto de vista legal el convenio seguía vigente y por lo tanto había que ajustarlo. Se procedió al ajuste, sin pago de retroactividad, se hizo el ajuste previo al pasaje al seguro de paro para que el sueldo a cobrar en el seguro de desempleo sea el sueldo legal, al 50 por ciento, tal como lo establece el marco legal. Fue simplemente esa situación.

EC - Y en el caso de los funcionarios que van a continuar en actividad, ¿qué pasa?

JJR - Continúan con los sueldos que se prevean para el NBC en un convenio que tendremos que establecer. Se trata de una nueva relación laboral, porque se va a pagar los despidos, y por lo tanto hay que convenir, pactar la nueva realidad salarial con el NBC.

EC - Que implicará recortes salariales, seguramente.

JJR - Muy seguramente.

EC - Lo mismo para estos empleados del BdC que recuperen puestos de trabajo por estos mecanismos que usted está explicando.

JJR - Básicamente en el BdC la mayor parte del personal está en el básico del convenio; no así en el Comercial y el Montevideo, aunque sí en el Caja Obrera. Por lo tanto en este caso los recortes podrían ser importantes en algunos casos, pero la mayor parte de los funcionarios está en el básico del convenio de la actividad.

EC - Estos temas quedan todos abiertos para seguir su evolución en esta semana, que pese al carnaval va a implicar trabajo y negociaciones.

JJR - Quiero enfatizar nuestra posición en este planteo. Sobre todo a partir del viernes y los cambios del sábado nos parece que tenemos que volver al esquema de diálogo y conversación para evitar situaciones ríspidas, sabiendo que es inviable en este momento evitar la liquidación. Lo hubiera sido en el marco de lo que Aebu había planteado, del “cuatro en uno”.

Hoy la película ya transcurrió y sabemos que tenemos que asumir los hechos como vienen, pero también tenemos que posicionarnos en una situación que en el BdC tiene ribetes muy complicados desde el punto de vista político, porque adentro del BdC está el Banco Pan de Azúcar, está el grupo Soler, está el papel del BCU en estos últimos 15 años en que ha pisoteado todas las normas en materia de contralor. Aquí hay responsabilidades muy fuertes que en algún momento deberían ser aclaradas. Ese es nuestro papel, nuestra disposición a manejarnos con responsabilidad…

EC - Lo que usted acaba de decir me suena a una amenaza…

JJR - No, no, no…

EC – “O dialogamos, o negociamos, o acá destapamos una cantidad de temas muy complejos”…

JJR - No, no; en absoluto. Creo que los temas se deben destapar independientemente de la negociación. Soy absolutamente consciente de que estamos en un momento en que la liquidación ya no tiene retorno y por lo tanto, como de todo esto no va a haber un nuevo banco que abra, debería ser profundamente investigado el papel del Estado, el rol controlador del sistema político sobre el BdC. Yo nunca viajé a Estados Unidos en un avión charteado por la secta Moon; hubo políticos que sí lo hicieron.

EC - ¿Por qué está recordando todo esto en este momento? Usted hablaba de la necesidad de diálogo y negociación…

JJR - Porque creo que estas cosas son muy importantes para evitar los lobbies de presión y económicos que existen en nuestro país (pequeños, pero existen, al fin y al cabo), que conduzcan a buscar privilegios indebidos en materia bancaria, financiera o de lo que fuere, en detrimento de los organismos de control del Estado, como el BCU, y de la transparencia con la cual me parece que el sistema se tiene que mover para todos los ciudadanos del país. En el caso del BdC en los últimos 15 años no se cumplieron.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón





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