13.03.2003






































El equipo económico escucha propuestas
para el reperfilamiento de la deuda pública

Isaac Alfie: Los tenedores locales de papeles nos piden algún tipo de castigo para quienes no acepten los nuevos bonos. Hay que esperar ahora las propuestas de los no residentes. Pero, más importante que los plazos, tasas de interés y pagos en efectivo, sobre lo que puede existir consenso, podría haber cláusulas diferentes, donde no haya juez y parte, donde haya cosas más transparentes. Por ejemplo incorporar los principios usados para la insolvencia de las empresas, a lo que el país se niega porque entiende que no es un mecanismo razonable.

EN PERSPECTIVA
Jueves 13.03.03, 07.35.


EMILIANO COTELO:
El canje de deuda pública se ha instalado en los primeros planos de la atención. El equipo económico comenzará a auscultar de primera mano el grado de aceptación que la comunidad internacional dará al reperfilamiento anunciado el martes en la tarde.

ALFREDO DANTE:
El presidente del Banco Central (BCU), Julio de Brun, junto a un grupo de asesores, comenzarán hoy en Nueva York una ronda de contactos con tenedores de los títulos uruguayos, que se extenderá por otras cuatro ciudades (Washington, Boston, Chicago y Los Angeles).

EC – Junto a De Brun viajan el gerente de Política Macroeconómica, Umberto Della Mea, y el superintendente de Instituciones de Intermediación Financiera, Fernando Barrán.

AD – Antes de tomar el avión, De Brun dijo que espera obtener de primera mano la reacción de los inversores a esta medida, en especial a la estrategia cuya filosofía está en la colaboración de los acreedores y el gobierno para beneficio de ambas partes.

EC - ¿Sobre qué bases negociará el gobierno este canje amistoso? Para tener elementos adicionales a los anunciados en la presentación en líneas generales que efectuó el equipo económico el martes pasado, vamos a conversar a continuación con el jefe de asesores en el Ministerio de Economía y Finanzas, Isacc Aflie.

Antes de comenzar: ¿qué tipo de papeles no están incluidos en la propuesta de canje?

ISAAC ALFIE:
No abarca a los papeles en moneda nacional, ni los papeles en dólares cuyo plazo original de emisión es de un año o menos. Es decir que las últimas emisiones de letras de tesorería en dólares que empezamos a hacer en enero, quedan afuera. Todos los demás papeles en moneda extranjera están adentro.

EC - ¿Hay un cálculo de cuánto suma el universo de papeles que formarían parte de esta operación de canje?

IA – Son U$S 5.300 millones.

EC - ¿Pretenden llegar a esa cifra?

IA – Nuestra aspiración es llegar a una cifra muy importante. Tenemos que escuchar la propuesta de los acreedores. Hay, diríamos, dos grupos de deudas: las que vencen –pongamos— hasta el 2012 o 2013, que en esos años vencen más de una serie, y después hay un “espacio ciego” donde hasta el 2021 en que se nos vencen los bonos Brady, y después el 2027 donde se nos vencen los bonos licitados globalmente, lo que aparte es la emisión más grande y más profunda del mercado, que están en el índice de mercados emergentes. Entonces hay un interregno, y tenemos todas las series en juego, tenemos que esperar respuestas para ver cómo se puede armar todas las series.

EC – Están comprendidos los llamados “bonos cortos”, series 2003 y 2004.

IA – Siempre que hayan sido emitidos antes de 2002, sí.

EC – Esta pregunta seguramente suena muy elemental, pero como de este tema se está informando abruptamente mucha gente que no seguía la información económica, vale la pena formularla. ¿Qué busca el gobierno con el canje?

IA – Está buscando solucionar un problema financiero de corto y mediano plazo, que no está en condiciones de abonar sin una contracción impresionante de las finanzas públicas; los vencimientos de corto y mediano plazo: buscamos un alivio de caja mediante una renovación de estos papeles de manera tal de no tener que hacer un ajuste fiscal de dimensiones siderales.

EC – Como dijo el economista De Brun en la conferencia de prensa del martes, en definitiva lo que se busca es evitar el default.

IA – Es otra de las opciones.

EC – Una opción es pagar toda la deuda que está comprometida, pero mediante un ajuste fiscal fenomenal, otra es ir al default, ...

IA – ... y la otra es suspender los pagos; exactamente.

EC - ¿Qué extensión de plazo pretende el gobierno? ¿Es correcto que los papeles más cortos, estos del 2003, por ejemplo, se correrían para el 2008 y así sucesivamente?

IA – No sé de dónde salió esa versión. Ayer escuché realmente todo tipo de versiones, pero no tenemos ninguna cosa definida y el abanico de posibilidades es muy grande.

EC – La versión que le mencioné está publicada hoy en Búsqueda, pero le confieso que escuché alguna otra sobre corrimientos mayores, por ejemplo que los primeros pagos se harían en el 2012.

IA – Por eso le digo. Estamos hablando con los acreedores; empezamos con los residentes, ayer tuvimos una cantidad de reuniones, incluso yo seguí después de que se fue el presidente del BCU; vamos a seguir hoy y mañana, y después vamos a seguir con otras reuniones e intercambiando información. Entendemos que este período de consulta, aunque parezca extraño y no adecuado a la idiosincrasia uruguaya en que el Estado tiene que resolver todo y poner un menú fijo, es muy importante para lograr la adhesión voluntaria de prácticamente el universo de tenedores.

EC – Supongamos que efectivamente la meta es un corrimiento de los vencimientos de 2003 al 2008 (sólo para fijar ideas). En ese caso, hasta el 2008 no se pagaría nada por el capital de los bonos, pero sí los intereses correspondientes.

IA – Sí, por supuesto. Lo que se está pidiendo en principio... Vuelvo a empezar: depende de las características de la operación que se termine proponiendo y acordando. Lo normal, diríamos, lo que nosotros tenemos en mente –y esto sí se puede decir claramente— es pagar los intereses corrientes. Porque de lo contrario estaríamos aumentando la presión futura, y no se quiere aumentarla; eso está muy claro: no se quiere patear la pelota para adelante; eso no sería responsable.

EC - ¿Qué tipo de bonificación se ofrece al tenedor de los papeles para que acepte una extensión del plazo de sus títulos? ¿Una tasa más alta, por ejemplo?

IA – Repito: vamos a ver qué piden y a qué acuerdo llegamos. Mire que el mercado, la gente, la sociedad, está consciente de las limitaciones. En Uruguay se ha hecho internamente muchos canjes de obligaciones negociables; creo que en ningún caso la tasa fue más alta y el nivel de adhesión fue en todos los casos superior al 90%.

EC – Si no se aumenta la tasa, ¿por qué el tenedor del papel aceptaría cambiarlo?

IA – Si usted me dice que la opción es cobrar un poco más tarde, cobrar, y la otra es “Mire: no le pago y empezamos a ver”, no sé qué hace la gente racional. Mejor dicho, sé que hace la gente racional.

Hay una evaluación básica en todo esto: tanto las autoridades como los organismos internacionales, los bancos internacionales y demás, están convencidos (así lo dan los resultados de las proyecciones y de las evaluaciones bajo supuestos sumamente conservadores) que Uruguay tiene un problema financiero y no un problema de solvencia. Por tanto, si es un problema financiero, vale la pena la espera y dar una solución financiera. Si fuera un problema de solvencia, el escenario sería completamente diferente.

EC –No necesariamente una mejora en la tasa, entonces, pero es una posibilidad.

IA – Estamos abiertos a todo, pero hay un límite. No se puede pagar 25% de tasa, porque ahí sí nos volvemos insolventes.

EC – Ese es el problema: ¿cuál es hoy la tasa para Uruguay con el riesgo país donde está?

IA – Pero mire que si usted me pregunta cuál es la tasa... está bien: hay una tasa implícita en que los tenedores están transando. Volúmenes sumamente pequeños, y ayer las transacciones fueron mínimas. Al costo efectivo del endeudamiento de Uruguay en dólares usted lo ve todas las semanas en las letras: en la última fue 7%. No son 2.065 puntos de riesgo país: son 560 puntos.

EC - ¿Y entonces?

IA – Entonces, hay algo que efectivamente estaba en el mercado, y que son las negociaciones de bonos. Eso para el gobierno ha sido virtual desde hace casi un año en que no coloca títulos. El último lo colocó a 500 puntos o algo por el estilo allá en abril del año pasado.

EC – Entonces, cuando usted dice que para una hipotética mejora en la tasa hay un límite, ¿a cuál se está refiriendo?

IA – Hoy no le puedo decir cuál es el límite, pero claramente lo hay porque usted tiene el límite de no volverse insolvente, y por otro lado el límite de no tener que lograr un resultado primario (o sea, antes de pagar intereses) tan abultado que, en el fondo, lo pongan en un camino y en un esfuerzo donde los impuestos agobien totalmente la salida del sector privado.

EC – Otra alternativa para incentivar al tenedor de papeles cortos (2003, 2004) a ingresar en el canje, ¿es entregarles alguna suma de dinero en efectivo?

IA – Es una de las alternativas que puede ser. Nuevamente, esperemos a intercambiar ideas con los tenedores y saber cuáles son sus propuestas, cuáles son sus ofertas para canjear los papeles que vencen en 2003. Una vez que se tenga eso, quizá ese sea uno de los mecanismos. Eso podría incentivar que los de 2003 también estén adentro. Aparte, es fundamental que estén adentro los de 2003.

***

EC – La respuesta respecto a para cuándo se correría el vencimiento de los bonos 2003 para el 208 o el 2012, que son dos alternativas que han circulado, no es menor. Porque 2008 cae en el próximo período de gobierno, pero no el 2012. Según algunas versiones, en las conversaciones con el Encuentro Progresista se habría hablado de postergarlos para el 20012 para aliviar al próximo período de gobierno. Pero son especulaciones, y el economista Alfie no ha querido precisar este punto.

***

EC – El equipo económico enfatiza que se trata de un canje “amistoso y voluntario”. Una de las tantas preguntas que surgen es cuán voluntario es. Una vez que, en consulta con los acreedores, se define una fórmula de canje, ¿qué pasa con alguien que tiene un papel que vence, por ejemplo, en 2004, y no acepta esa fórmula e insiste en cobrar en 2004?

IA – Hoy por hoy no se lo puedo contestar. Claramente, si el país está pidiendo un reperfilamiento de sus vencimientos es porque tiene un problema, quiere que todos cooperen en la solución. No es posible decir a priori qué se va a hacer con quien no coopere; hay que ver también qué niveles de adhesión tendrá el canje.

Uno de los problemas que tiene una operación así es que estos problemas de quienes quedan libres, diríamos, quienes especulan con quedar libres, después tengan un beneficio frente a los demás. Hay que mantener también igualdad entre los acreedores. También hay que tener presente que, cuando se hace una operación de estas, los que entran en la operación, van a querer que el bono nuevo tenga ciertas ventajas sobre el bono viejo; que quedarse en el bono viejo no sea tan bueno, por decirlo de alguna manera.

EC – Lo que el gobierno calcula es que puede estar dando a conocer la oferta de canje de bonos a mediados del mes de abril...

IA – No: quizá un poco antes, porque tenemos la Semana de Turismo. Quizá sea un poco antes.

EC – Principios de abril.

IA – Digamos que entre principios y mediados de abril; es razonable.

EC – En ese momento se establecerá un plazo para que los tenedores de papeles manifiesten su consentimiento con el canje. Un plazo ¿de cuánto: un mes, aproximadamente?

IA – En otros canjes, pero en condiciones distintas, el plazo fue de ocho semanas. Tampoco estamos atados a plazos para responder ni para lanzar la fórmula. Vamos a tener todas las reuniones necesarias (naturalmente dentro de ciertos límites) y a esperar un tiempo también prudencial para recibir sugerencias y propuestas. Luego, tendremos que esperar nuevamente un tiempo prudencial para lograr la adhesión a la operación.

EC – Ahí vamos a uno de los puntos clave: cuando el gobierno dé a conocer la oferta, asumirá el compromiso de concretar el canje ¿si las adhesiones se ubican por encima de determinado porcentaje de los acreedores?

IA – Cuando se ubique por encima de determinado porcentaje de acreedores va a asumir el compromiso que, indefectiblemente, hace la oferta. Si no se ubica por encima de eso, seguramente se va a reservar el derecho a terminar de aceptar la oferta o no.

EC – Y ese porcentaje es algo, según ha trascendido. La exigencia ¿puede llegar a ser del 90%?

IA – Es alto. No le puedo decir una cifra porque todavía no lo hemos definido, y también queremos que sea una cifra definida también con los acreedores. También los acreedores van a querer que entre todo el mundo, y no ser “los tontos” que entraron y dan la posibilidad de ganar a los vivos. Así que también a eso hay que definirlo con ellos.

EC – Pero en esa hipótesis, supongamos que el porcentaje es 90 y se alcanza el 90%. El gobierno ejecuta el canje pero, al 10% que no estuvo de acuerdo ¿se le va a pagar en las condiciones de los papeles originales?

IA – El destino será el que permitan las finanzas públicas. Cuando hay un canje, el papel nuevo va a subir de valor. Eso pasa en general: es un papel mejor que el anterior, es un papel en el cual el Estado y el país despejan una cantidad de incertidumbres, no sólo relacionadas con el pago de la deuda sino, en el caso del Uruguay, también con el sistema bancario, y es muy posible entonces que rápidamente reaparezca con fuerza (ya había empezado a reaparecer a partir de octubre, pero lamentablemente se cortó con los sucesos de fin de enero)... Todas esas cosas que pueden pasar cuando la incertidumbre es muy grande y cuando la fragilidad es importante, dejan de aparecer. Entonces pasa que los papeles nuevos crecen, y para los papeles viejos los acreedores no van a querer que queden en una situación mejor.

EC – Los papeles viejos tienen el riesgo de no ser cobrados.

IA – No sólo eso: quizá tampoco tengan prioridad, que la prioridad sea para los papeles nuevos.

EC - ¿Prioridad para qué?

IA – Para el pago de intereses, ...

EC – Puede estar comprometido el pago de intereses.

IA – Prioridad para todo. Hay prioridad para todo. Pero repito: son posibilidades. Hay que ver. Alguna de estas posibilidades nos fueron sugeridas ayer. Le estoy repitiendo lo que surgió de alguna reunión de ayer. Por eso le digo que son posibilidades. Yo personalmente no las había pensado, pero... bueno.

EC – Son posibilidades que sugirieron los tenedores de papeles que, por lo visto, están interesados de participar del canje.

IA – Exactamente.

EC – Y le están diciendo al gobierno “Bueno, pero a los que no participen del canje castíguenlos de tal o cual forma”.

IA – Exactamente. “Queremos determinados castigos”.

EC – Pero volvamos atrás. Supongamos que no se logra ese 90% que hemos manejado como hipótesis para la proporción de acreedores que deberían acordar para que el canje prospere. Supongamos que se logra... no sé: el 60%. ¿Qué hace el gobierno en ese caso? Está claro que no ejecuta el canje, por lo que usted decía. Y entonces ¿qué?

IA – No sé que va a hacer el gobierno, y depende claramente del porcentaje. Lo que sí está claro es que, si el porcentaje es muy bajo, no tiene sentido la operación. Ahora: cuánto es “muy bajo” va depender nuevamente de las finanzas. La intención del gobierno es mantenerse al corriente de todos los pagos hasta el momento del canje, evaluar la operación y, si la operación es aceptada, va a querer decir claramente que el gobierno está cómodo con eso.

Liquido lo que le decía en lo anterior: son opciones que proponen los tenedores, lo cual no quiere decir que sean acciones que el gobierno vaya a tomar: no lo tome como nada seguro ni nada. Son planteos que se nos hace, para mostrarle el tono de las cosas con las cuales nos vamos encontrando. Entonces, la oferta será la oferta.

EC – Si la operación de canje voluntario no prospera...

IA – Si no prospera es lo que decía De Brun y lo que acabo de decir...

EC – Varias fuentes vinculadas a la operación citadas por Búsqueda dijeron que “todos saben lo que se viene” en esa hipótesis.

IA – Y bueno; está bien. Hay dos opciones: una u otra.

***

EC – El gobierno anunció esta operación unos días antes de que el FMI considere, y seguramente apruebe, la carta de intención negociada en los últimos meses con Uruguay. ¿Hay que entender que era un requisito para esa aprobación que Uruguay pusiera en marcha antes este procedimiento?

IA – No hay que entenderlo así. El tema es que Uruguay lo hizo cuando se sintió cómodo para hacerlo, y cuando estuvo preparado para hacerlo. Se imagina que este proceso no se arma en dos días: es bastante trabajoso, en especial porque es totalmente nuevo a nivel mundial. Es el primero de estas características a nivel mundial. Por lo tanto, hay una cantidad de puntos a tocar, puntos a pensar, hay un equipo muy grande atrás pensando y trabajando en esto, que son los asesores, para cubrir muchas cosas. El tema de la comodidad de la fecha está también en que es un momento en que los vencimientos son bastante bajos y hay un par de meses donde los vencimientos son mínimos; no hay esa urgencia o esa cosa que de que el mercado pudiera tener miedo de que “es ahora porque si no el mes que viene no le pago los bonos previsionales”, por ejemplo, o cosas así.

EC – Se lo planteo en estos términos: si Uruguay no lanzaba esta semana el proceso de negociación, ¿el FMI aprobaría la carta de intención?

IA – Eso no lo sé.

EC – Se lo pregunto porque está claro que el problema de la deuda fue el que sobrevoló (por lo menos) intensamente las negociaciones con el FMI.

IA – Sí, pero le puedo decir que lo que sobrevoló era el problema de diferencia de enfoques de evaluación. No necesariamente tiene conexión con lo que me está diciendo. Vamos a ser claros: en el tema de la deuda estábamos muy conscientes de que teníamos solución de vencimientos, pero estábamos esperando el momento óptimo para lanzar la operación.

EC – Está bien, pero la cuestión viene por este lado. Según trascendió, en estas negociaciones con el FMI, el Fondo era mucho más duro en cuanto a cómo había que encarar la deuda. Entendía, por ejemplo, que había que ir a una reprogramación forzosa. Es de las cosas que se fue sabiendo de a poco. En la medida en que Uruguay opta por un mecanismo de canje voluntario, la carta se aprueba ahora, a mediados de marzo, y según se sabe incluye una revisión en junio...

IA – Entre mayo y junio. Creo que es en mayo pero depende de las fechas: puede ser entre mayo y junio, sí.

EC – Casualmente esa revisión va a caer inmediatamente después de conocerse si la negociación por el canje de la deuda público tuvo éxito o no.

IA – Efectivamente.

EC – Ustedes van a conocer la respuesta de los tenedores de papeles a principios de mayo. Si la respuesta fuera negativa, si el canje fracasara, ¿en la revisión puede caer el acuerdo con el Fondo?

IA - Eh… Por este punto específico no sé si puede caer. Si fracasa, Uruguay tiene que buscar alternativas para cerrar su brecha de financiamiento en el presente año. No quiere decir que esto se termine. Porque hay dos cosas importantes; a ver si quedan claras: primero, vamos a ir al Directorio apenas empezado un proceso de consulta, va a haber un desembolso –eso sí fue dicho– con la aprobación del Directorio, un desembolso importante…

EC - Un desembolso del Fondo para Uruguay.

IA - Es el más importante de todo el programa, de acá hasta marzo de 2005.

EC - ¿Cuánto suma?

IA - No puedo decírselo hasta que no esté aprobado, pero va a ver que es una cosa muy importante. El primer paso, cuando el Fondo aprueba, hay dineros muy importantes en todo sentido. Si fuera como usted dice, dirían “Vamos a esperar a mayo para ver si le damos desembolsos o no le damos nada”; lo segundo es que las revisiones son trimestrales: en febrero se revisa diciembre, en mayo se revisa marzo, en agosto se revisa junio y en noviembre se revisa setiembre... O sea que esas son fechas normales; no se eligió el momento: justo cayó.

EC - Todavía no conocemos todos los detalles de la negociación y el acuerdo, pero alguien podría pensar: el Fondo entendía que Uruguay tenía un problema con la deuda, Uruguay decidió manejarlo de una forma, por la vía de un canje voluntario, y el Fondo puede haber respondido: “Si quieren manejarlo así, manéjenlo, pero en mayo vemos si les fue bien o si les fue mal con ese mecanismo”.

IA - Sí, es una posibilidad y está bien. Claramente vamos a evaluar este tema, vamos a ver si nos fue bien o nos fue mal; nosotros estamos convencidos de que nos va a ir muy bien. Es así, pero además coincide con las revisiones normales que se hace en los programas. Repito: si fuera tan así como usted dice, si todo estuviera sujeto a ver si nos fue bien, si en nuestro propio plan tenemos razón y el Fondo está totalmente en contra y no quiere saber absolutamente nada con esto, no aprobaría un desembolso inmediato de fondos.

***

EC - Entiendo el razonamiento. Hemos estado haciendo análisis, distintas hipótesis sobre lo que el gobierno ha emprendido en cuanto al canje voluntario, amistoso, de títulos de la deuda pública. Pero la deuda uruguaya no se limita a las emisiones en papeles. También están los compromisos con el propio FMI, con el Banco Mundial (BM), con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). ¿Hay planes de reperfilamiento o refinanciación también para la deuda con esos organismos?

IA - Con el BM y el BID hay dos tipos de préstamos: los préstamos generales de inversión, que son los que tenemos usualmente, y los préstamos de emergencia, que fueron los que obtuvimos, en parte, el año pasado. No todos los préstamos del año pasado son de emergencia, algunos son bajo condiciones normales. El BM y el BID están pensando en que los préstamos de emergencia no se pueden pagar en los plazos cortos por la concentración de vencimientos, y seguramente van a hacer alguna propuesta al respecto.

EC - Según la información que recogió En Perspectiva, el BM y el BID aceptarían un corrimiento de cinco años.

IA - El BM va a tratar el tema en la sesión del 3 de abril. Hay dos alternativas; creo que ninguna era de cinco años, pero no importa.

EC - Efectivamente estamos ante la posibilidad de que el BID y el BM corran los vencimientos, no de todos sus créditos, sino de algunos de ellos.

IA - Hay dos cosas; de algunos de ellos, que son los de emergencia. El BID, por ejemplo, nos prestó 500 millones de dólares de emergencia, con tres años de gracia y dos años para pagar, ya que hay una concentración muy importante en esos dos años; el BM nos prestó 540 millones de dólares. Son bancos de desarrollo, son conscientes de la situación, se dan cuenta de que eso no camina de esa manera, que los países necesitan más tiempo, máxime con el shock feroz que hemos recibido, y entonces la forma de ayudarnos es darnos un tiempo extra. Los demás préstamos, los normales, tienen períodos de 15 años, o sea que los vencimientos anuales son muy chicos, además son préstamos constantes: constantemente vamos tomando nuevos préstamos para el desarrollo en la medida en que vamos amortizando los anteriores.

EC - Entonces el corrimiento se produciría con los préstamos de emergencia. ¿Podría ser del orden de cinco años?

IA - La verdad es que no puedo aventurar de cuánto podría llegar a ser; en realidad no vi ninguno de cinco pero, si la noticia salió, puede ser.

EC - El FMI correría un año.

IA - El FMI puede ir corriendo un año determinados préstamos, los que sacamos el año pasado. No puede correr los préstamos stand-by comunes, pero una forma de lograr lo mismo es que vaya aportando el dinero, un dinero muy similar al que va venciendo, de manera que existan los repagos. Esa es una manera de lograrlo. Claramente estamos en un camino de negociación con el Fondo; todavía no hay nada definido, pero la postergación de un año es una de las posibilidades para los préstamos del año pasado que vencen este año, que son 175 millones de dólares.

***

EC - No sé si faltó algún detalle importante por mencionar, desde su punto de vista…

IA – No; creo que han sido cubiertas todas las bases. Seguramente van a seguir surgiendo preguntas cuando estemos con los inversores, van a seguir surgiendo más preguntas de los inversores externos, que son diferentes de los nacionales en materia de preocupación por parte de Uruguay; en Uruguay hay mucho más minoreo, los del exterior son generalmente inversores institucionales grandes.

Disculpe que no pueda ser más preciso en muchas respuestas, pero realmente estamos en un proceso de consulta, lo que queremos es la universalidad de la adhesión a la operación, por lo tanto queremos lograr consenso. Va a ser imposible la adhesión de todo el mundo; siempre alguien va a preferir algo un poco diferente, pero queremos llegar a algo que, en la evaluación general, sea lo que en promedio uno evalúe y diga “Esto me conviene más que no entrar”. Hay muchos métodos para hacerlo, pero no tantas variables sobre las cuales jugar: será el plazo, la tasa de interés, si hay o no efectivo y el capital; más que eso no hay para jugar. Otras cosas para jugar son las cláusulas de los nuevos bonos, eso es bastante más importante: creo que va a ser lo más relevante, porque sobre lo otro pueden existir consensos bastante básicos…

EC - ¿Qué cambios podrían introducirse al redactar las cláusulas de los nuevos bonos?

IA - Usted mismo habló de la reestructura ordenada de deuda que propone el Fondo y demás. También está el otro lado, que juega, y que está proponiendo otras cosas, otras cláusulas diferentes, donde no haya juez y parte, donde haya cosas más transparentes. Esas cláusulas, sobre todo para los bonos externos, son las que queremos escuchar, ver, analizar la posibilidad de incluir o no. Hay infinidad de cláusulas, hay que ponerlas en un papel y estudiarlas; después veremos las más relevantes para explicarlas a la audiencia.

EC - O sea que los nuevos papeles que se emitiría como parte del canje podrían incluir, ya, algunas de estas disposiciones, algunos de estos mecanismos que se está discutiendo en los organismos multilaterales y en otros ámbitos para encarar los problemas de endeudamiento severo de algunos países, por ejemplo esa idea de extender, para este tipo de deudas, los principios que se utilizan para la insolvencia de las empresas. ¿Ese tipo de cuestiones?

IA - Ese tipo de cuestiones. Justamente, ese ejemplo es de los que el país se niega a tomar porque entiende que no es un mecanismo razonable. Están las llamadas cláusulas de acción colectivas, donde la mayoría de los tenedores votan determinados cambios de los términos del bono.

EC - Son cláusulas que se establecen para un determinado papel, para que si un porcentaje de los tenedores de un determinado papel resuelve…

IA - Papel por papel, pero también se establece, en el mismo papel, que pueden ser varios papeles o todos. Quizás la comunidad de tenedores quiera asegurarse de que en general sean todos los papeles, para no castigar sólo a uno, salvo que sea una cosa muy específica. Son las cosas que hay que ver.

EC - O sea que si un porcentaje de los tenedores de un papel o un porcentaje de los tenedores de los papeles de la deuda de un país resuelve tal cosa, la otra parte, la minoría, queda obligada.

IA - Exactamente. Hoy ya tenemos papeles con los que pasa eso: con todos los papeles bajo la ley de Londres pasa eso, con los papeles bajo ley japonesa también.

EC - Pero no con los papeles bajo la ley de Estados Unidos.

IA - No con los papeles bajo la ley de Estados Unidos. Pero hay determinadas mayorías que pueden votar cambios en los papeles viejos, de todas maneras.

EC - Entonces este tipo de disposiciones podría incluirse en las cláusulas de los nuevos papeles.

IA - Sí, son disposiciones que están negociadas con el mercado, el mercado lo sabe de antemano, hoy las está pidiendo. ¿Se da cuenta de la diferencia? Es muy importante: no es que nosotros vamos, sacamos una ley y lo forzamos a tal y tal cosa; no, el mercado lo está pidiendo.

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Transcripción: Jorge García Ramón y María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón




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