22.03.2003






































Israel continúa en estado de alerta, si bien el "shabat" transcurre con tranquilidad

Desde Jerusalem, la corresponsal Ana Jerozolimski informa que, aunque no hay estado de emergencia, persiste la situación de alerta en que vive la población israelí. Manifestantes en Gaza y Cisjordania han incitado a lanzar armas químicas contra Tel Aviv. La Autoridad Nacional Palestina ha adoptado una posición más cautelosa.

EN PERSPECTIVA
Sábado 22.03.03 - Hora 09.44



EMILIANO COTELO:
Nos vamos a Jerusalem para conversar con Ana Jerozolimski.

¿Cuál es el ambiente en Israel a esta hora?

ANA JEROZOLIMSKI:
La calma que caracteriza al día "shabat" (sábado), que es el día de descanso religioso judío, fin de semana en Israel, parece extraña hoy, porque sigue siendo eso: calma, tranquilidad, y uno sabe que oficialmente el Estado de Israel se mantiene aún en estado de alerta. No estado de emergencia, ya que esta vez no cayeron misiles iraquíes, a diferencia de lo que pasó en 1991 en Israel a raíz de la guerra en Irak, pero sí estado de alerta. Se mantienen las precauciones que el Frente de Retaguardia indicó a la población tomar por la eventualidad de un ataque con misiles de Irak –se mencionaba también, aunque con menos intensidad, la posibilidad de infiltración al espacio aéreo israelí de un avión no piloteado que fuera enviado desde Irak–, aunque, dado que ese tipo de ataque no se concretó, no hay un estado de emergencia. Sí un estado de alerta, con las patrullas de la Fuerza Aérea en forma constante en el espacio aéreo israelí, la Policía con todos los asuetos cancelados por estar oficialmente en alerta de guerra. Pero todo esto mientras se multiplican las informaciones sobre el control que fuerzas de Estados Unidos han logrado en muy amplias zonas del Oeste de Irak, en la única área desde la cual, por cuestión de alcance, se puede disparar misiles que alcancen al Estado de Israel. Debido a esas informaciones se está considerando aquí bajar el estado de alerta en los próximos días, previas consultas y reuniones especiales al máximo nivel, por supuesto. Pero si bien el estado de alerta formalmente se mantiene, diría que hay una atmósfera general de que las cosas pueden tranquilizarse. Al principio hablaba de esa calma que caracteriza al día sábado siempre en Israel, el fin de semana, el día de descanso; hoy es una calma original, porque aún se ve gente por las calles con máscaras antigás, aunque menos que ayer o anteayer, pero con la sensación de que quizás todo va en dirección a una baja formal del estado de alerta.

EC - ¿Qué pasa, mientras tanto, del lado palestino?

AJ - Hay dos niveles. Por un lado, a diferencia de lo que sucedió en 1991, cuando Yasser Arafat –hoy presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP)– apoyó en forma explícita, abierta, de modo formal a Saddam Hussein, esta vez la ANP actúa con más cautela. Yasser Arafat recuerda claramente el daño político que esa posición causó a la OLP [Organización para la Liberación de Palestina] en ese momento –no todavía la ANP, que no existía, no había comenzado el proceso de paz que tuvo como uno de sus resultados la creación de la misma–, ya que perdió el apoyo financiero de los países ricos del Golfo Pérsico, de la propia Arabia Saudita, además de recibir críticas de otros sectores de la arena internacional.

Esta vez la ANP actúa con más cautela. Hace aproximadamente 10 días Yasser Arafat pidió, en un discurso en el Consejo Legislativo Palestino, que se diera más tiempo a los inspectores. No se esconde que el matiz general es opuesto a la guerra, pero hay una diferencia –por eso hablaba de los niveles– entre la posición oficial de la ANP y la calle palestina, donde no se esconde en absoluto una posición contra la guerra, pero no por oponerse a un enfrentamiento bélico, porque la paz es mejor, sino porque apoya explícitamente a Saddam Hussein. Ayer el tono subió cuando, en varias manifestaciones en la franja de Gaza y Cisjordania, incluso se llamó a lanzar armas químicas contra Tel Aviv.

EC - ¿Existe temor por atentados suicidas, por ejemplo?

AJ - Sí. La verdad es que incluso antes de que estallara la guerra, antes de ordenarse sacar las máscaras antigás y tenerlas a mano, cuando se hablaba de que evidentemente iba a empezar una época más difícil aquí por los eventuales efectos de la guerra en Irak sobre Israel, se aclaraba constantemente –lo enfatizaban más que nada el inspector general de la Policía y el propio primer ministro Ariel Sharon– que existe una situación de alerta constante a otro nivel, precisamente por el temor a atentados terroristas como los que se ha sufrido en los últimos más de dos años, pero con el agregado de que la guerra en sí, al haber estallado, puede incentivar a determinados grupos a tener más estímulos, más deseos de perpetrar atentados contra blancos de Estados Unidos, Gran Bretaña e Israel. Aquí se mezclarían los dos niveles, lo que lleva a los grupos responsables de atentados suicidas de los últimos más de dos años a perpetrarlos, más el agregado de la guerra en Irak ahora, que en parte del mundo árabe se presenta como si fuera una afrenta contra el Islam y contra el mundo árabe en general.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Julieta Sokolowicz

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