22.03.2003




































CONFLICTO EN IRAK

La posición del gobierno en debate

Para el Encuentro Progresista la postura del gobierno cambió tras la declaración de guerra por parte de Estados Unidos. El diputado de esa fuerza Carlos Pita, reclamó “una posición principista y digna”. Por su parte, el legislador de la Lista 15 del Partido Colorado Félix Lavigna, consideró que la posición del gobierno es coherente y que Uruguay sigue oponiéndose a la guerra como método y reclamando la intervención del Consejo de Seguridad de la ONU.

EN PERSPECTIVA
Sábado 22.03.03


EMILIANO COTELO:
El Frente Amplio decidió interpelar al canciller interino, Guillermo Valles, por la postura que asumió el gobierno en torno al ataque de Estados Unidos contra Irak. A tales efectos la coalición de izquierda impulsará el próximo martes una sesión extraordinaria de la Cámara de Representantes.

Vamos a dar paso al debate sobre esta declaración. Para ello estamos en comunicación por un lado con el diputado Carlos Pita, del Encuentro Progresista-Frente Amplio (EP-FA), y por otro con el diputado Félix Lavigna, de la Lista 15 y presidente de la Comisión de Asuntos Internacionales de la Cámara de Representantes.

En primer término, diputado Pita, y en síntesis, ¿por qué se plantea una interpelación?

CARLOS PITA:
Porque la Cancillería da a conocer en forma oficial y tardía un pronunciamiento del Poder Ejecutivo, que es el que está habilitado constitucionalmente para representar a la nación ante el mundo, en forma absolutamente inconsulta, –reitero– tardía y con un contenido absolutamente inaceptable por lo que no dice y por lo que dice también.

EC - ¿Cuál es el contenido que ustedes critican? ¿Por qué es inaceptable?

CP - Es inaceptable, sobre todo, por lo que no dice. No señala la gravedad que tiene haber desatado una guerra, los horrores que ésta provoca y la gravísima responsabilidad que les cabe a quienes la desataron en forma unilateral y excluyente, desoyendo expresamente resoluciones vigentes que estaban siendo aplicadas en plenitud por los organismos competentes de Naciones Unidas.

No señala la gravísima responsabilidad que tienen los que desataron esta guerra, infligiendo un daño difícilmente reparable en lo inmediato al edificio institucional de la comunidad internacional, basado en las normas de derecho que descansan sobre principios fundamentales del Derecho Internacional.

Lo más grave de todo quizás es que además de no decir estas dos cosas fundamentales –porque el silencio en esto significa una actitud pasiva y por lo tanto de aceptación del precedente gravísimo que significa para el mundo en el futuro, que es la legitimación del concepto de guerra preventiva y todo lo que significa para un futuro con amenazas permanentes de que países como Pakistán o la India presuman que uno u otro los va a atacar y les tiren una bomba atómica; o que Ucrania y Rusia, o que Colombia y Venezuela, aquí en el territorio, temiendo que alguien vaya a amenazar su seguridad, se adelanten y ataquen a ese país–, también tiene un componente tremendo por lo que dice. En particular el numeral 1º contiene dos afirmaciones absolutamente alejadas de la realidad. El numeral 1º, que sería bueno reiterar…

EC - Es el que dice: “(…) lamenta profundamente que a través del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas la comunidad internacional no haya sido capaz de encontrar una solución pacífica para el completo desarme de Irak, conforme a sus respectivas resoluciones, y que este proceso haya desembocado en operaciones militares”.

CP - El primero y el segundo concepto encerrados allí no son ciertos: el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas estaba actuando a través de la resolución 1441, los inspectores estaban en pleno despliegue de acción inspectiva, estaban realizando sus informes periódicos sobre avances sustantivos en el proceso de garantías que efectivamente se estuviera corroborando en el terreno iraquí el desarme del régimen tiránico de Saddam Hussein. Y además estaban haciendo esfuerzos por aumentar la intensidad de esas inspecciones a los efectos de despejar cualquier duda de que se hubiera escapado alguna zona que pudiera contener realmente armas de destrucción masiva. Ése es el camino pacífico que estaba sucediendo bajo la órbita del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, y ese camino fue dejado de lado, tirado a la basura por la decisión del gobierno de Estados Unidos de desatar la guerra de agresión contra Irak, desautorizando expresamente, sin ningún derecho a hacerlo, la actuación del propio Consejo, que es el único habilitado para determinar el uso de la fuerza. Cuando Estados Unidos no pudo convencer, a pesar de todas las presiones, a países como Chile y México –que si tendrán intereses a defender de distinta naturaleza en su relación con Estados Unidos– de que votaran afirmativamente una resolución que autorizara el uso de la fuerza, decidió usarla por su cuenta, desconociendo flagrantemente el Derecho Internacional.

EC - Son varios los argumentos y supongo que usted podría continuar, porque he visto otras declaraciones suyas…

CP - Lo que uno lamenta es que en el acápite de los resultandos se invoque la defensa de principios que son verdaderas tradiciones nacionales y que luego no se honren en las resoluciones que se expresan. Realmente es una declaración que no nos representa, creo que no representa al país y que no honra la tradición nacional de un Uruguay que estuvo básicamente siempre preocupado, interesado, abierto al mundo y defendiendo principios fundamentales del orden internacional.

EC - Vamos a escuchar al diputado Lavigna. La crítica que llega desde el EP es de varios órdenes: por un lado se sostiene que la declaración fue inconsulta, segundo que llega tarde y tercero, directamente se discrepa con su contenido. ¿Qué responde usted?

FÉLIX LAVIGNA:
Vamos a contestar de la siguiente manera. No es cierto que nuestro gobierno haya hecho declaraciones inconsultas y a destiempo. Analicemos la conducta del gobierno uruguayo a través de estos últimos tiempos en los cuales el Consejo de Seguridad mantenía la dirección para procurar el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales.

El 5 de febrero de 2003 Uruguay, a través de su canciller, en ese momento Didier Opertti, participó en una declaración conjunta de los cuatro países del Mercosur que decía lo siguiente: “Sobre la actual situación internacional y las amenazas que pesan sobre ella los cancilleres reiteran su repudio al terrorismo y a las armas de destrucción masiva y apoyan los esfuerzos pacíficos para que la resolución 1441 –que acaba de invocar mi amigo Carlos Pita– sea totalmente cumplida. En ese sentido expresan su confianza en los inspectores de la Unmovic y AIEA, los que deberán disponer del tiempo suficiente para realizar sus tareas con la plena e integral cooperación del gobierno iraquí, y reiteran el rol del Consejo de Seguridad como el órgano responsable por el mantenimiento de la paz y de la seguridad internacional y el único con legitimidad para autorizar el uso de la fuerza”. Ésta es una primera manifestación expresa del gobierno uruguayo.

Una segunda, ya más contundente y en solitario de Uruguay, fue la formulada por el embajador de Uruguay ante Naciones Unidas, el doctor Felipe Paolillo –que es el que representa al Estado uruguayo, al gobierno de Uruguay–, que en lo sustancial decía –voy a leer algunos párrafos, porque es muy extensa–: “Uruguay entiende que en este momento y en las actuales circunstancias, antes de recurrir a las extremas medidas de fuerza, debemos transitar los caminos que aún resten por lograr el objetivo de desarmar a Irak sin el cruento costo de una guerra. Ante todo corresponde adoptar todas las instancias y medidas que este Consejo de Seguridad ha dispuesto en numerosas resoluciones, en particular la resolución 1441, instancias y medidas que, como se ha dicho reiteradas veces aquí, aún no han sido suficientemente ejecutadas”. Más adelante dice: “Debemos persistir en el camino y dar más tiempo a los inspectores para completar una tarea que, como lo sabemos desde el principio, es extremadamente compleja y demanda nuevas acciones”. Estamos diciendo lo que el diputado Pita dice que no dijimos, que no dijo el gobierno. Más adelante remata de la siguiente manera: “La guerra causaría inevitablemente muerte y destrucción, que es precisamente lo que desarmando a Irak la comunidad internacional debe prevenir. El Uruguay cree, al igual que otros estados, que las inspecciones deben continuar, profundizarse y fortalecerse de manera concluyente para sacar a Irak de la condición en que se ha colocado, de estado violador de las resoluciones de las Naciones Unidas. Sin embargo esta extensión de los procedimientos no debe ser entendida en modo alguno como renuncia definitiva al empleo de la fuerza ni como flexibilización de la posición del Consejo, ni mucho menos como un atisbo de solidaridad con el dictador gobierno de Saddam Hussein. El gobierno de Irak debe recibir un mensaje muy claro y sin equívocos”. Y finalmente: “Cuando insistimos en que debe recurrirse a la fuerza como último recurso, en un caso extremo y de acuerdo con el derecho internacional y los principios de la Carta de Naciones Unidas, estamos reafirmando nuestro compromiso con la solución pacífica y efectiva de esta situación”.

EC - Usted está citando dos antecedentes al momento en el que el ataque finalmente se desencadena con la decisión de Estados Unidos y Gran Bretaña.

FL - Sí, de acuerdo.

EC - Mi impresión es que la crítica del diputado Pita iba a la reacción ahora que los hechos se han precipitado.

FL - Es correcto, pero son manifestaciones expresas del gobierno uruguayo expuestas en el organismo internacional que corresponde, que es Naciones Unidas.

EC - Usted todavía tiene que responder a otro de los cuestionamientos de Pita, pero permítame consultar al legislador del FA.

Diputado Pita, su colega de la Lista 15 está recordando posiciones claras que el gobierno uruguayo ha tenido, una con sus socios del Mercosur y otra en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. ¿No sirven esas declaraciones?

CP - En su momento tanto sirvieron que las apoyamos expresamente y pedimos una actitud en la misma dirección y en el mismo sentido de Uruguay en el ámbito internacional pero mucho más activa en ejecución de esa línea. El problema es que apenas el presidente Bush formula la declaración de guerra, junto al ultimátum de 48 horas, frente a todos los canales de televisión del mundo, el gobierno entra en un silencio casi absoluto y la única expresión en el sentido de la continuación de esa línea esbozada en las dos declaraciones citadas por el diputado Lavigna la constituyen declaraciones del ministro Opertti formuladas en Asunción en oportunidad de la reunión de cancilleres del Mercosur que después no fueron recogidas en lo más mínimo por la declaración.

Lo que estoy diciendo concreta y objetivamente es que Uruguay se bajó de esa posición apenas Estados Unidos formuló la declaración de guerra y el ultimátum y no volvió a reiterar ese tipo de pronunciamientos; por el contrario, emitió éstos que estamos analizando, que no contienen ninguno de los puntos centrales que conformaban una posición compartible y de dignidad nacional frente a la gravedad de los acontecimientos.

EC - Ése parece ser el nudo del cuestionamiento que llega desde el EP, que hay un antes y un después en la posición del gobierno uruguayo y la crítica va a la declaración emitida sobre el fin de esta semana. ¿Qué responde sobre eso, diputado Lavigna?

FL - Lo siguiente: que no hay una contradicción entre las dos declaraciones que precedieron a los hechos bélicos; incluso en el acápite o en las primeras cláusulas de la última declaración se confirma la posición de Uruguay, su deseo por mantener la paz y la seguridad internacionales y que el camino legal son resoluciones a través del Consejo de Seguridad.

No podemos hacer una interpretación literal de las expresiones del canciller interino y sostener que el gobierno uruguayo tiene que tener posiciones mucho más radicales. ¿Qué se pretende del gobierno? ¿Que rompa relaciones diplomáticas con Estados Unidos? No lo hizo ningún país del mundo. ¿Que hagamos una declaración de condena? No lo ha hecho casi ningún país del mundo, incluso potencias o poderes importantes como Francia, que fue el principal opositor; mejor dicho, el que hizo los mayores esfuerzos, junto con Rusia y China, para que las Naciones Unidas o el Consejo de Seguridad no actuara usando la fuerza. En general los países no han procedido de la forma que el FA está reclamando que nosotros actuemos ante el gobierno de Estados Unidos.

EC - Diputado Pita.

CP - Está equivocado el diputado Lavigna. En ningún momento el FA está pretendiendo el absurdo que él plantea. Realmente, lo digo con desagrado: no es serio formular tamaña…

EC - No está pidiendo la ruptura de relaciones, ¿pero está pidiendo una condena a la actuación de Estados Unidos?

CP - Le puedo leer las declaraciones del presidente Lula, del presidente Duhalde, del presidente de Paraguay. El comunicado oficial de la cancillería de Brasil, por ejemplo, no utiliza ni siquiera la palabra “condena” pero en sus tres puntos claramente expresa la gravedad que tiene la violación a la vigencia plena del Derecho Internacional, la importancia de buscar por todos los medios retomar la senda de la vigencia plena de ese derecho, de cesar las hostilidades, de defender la paz y de llamar a las partes a terminar la guerra. Estamos hablando de ese tipo de definiciones que por la lógica de las definiciones propias del gobierno de la República antes del discurso de Bush era dable esperar que contuviera la declaración posterior al inicio de la guerra. Nadie puede entender cómo se puede sostener lo que se sostuvo antes y después escribir en un comunicado oficial lo que se estampa ahora. Entonces lo que se decía antes no se creía.

EC - Diputado Lavigna, dice el diputado Pita que otros países de la región muy cercanos, nada menos que Brasil y Argentina, han tenido posiciones claramente críticas con respecto al comportamiento de Estados Unidos y Gran Bretaña.

FL - Yo he leído en la mañana de hoy en el diario El País las declaraciones de los presidentes de Brasil, Argentina y Chile y he visto que se han manifestado con mucha más prudencia que la que pide la oposición, especialmente el FA, en nuestro país. Creo que la actitud del gobierno es prudente, Uruguay tiene una importancia relativa, sin dejar de sostener los principios tradicionales que ha sostenido siempre y está implícito en las últimas declaraciones. Recuerdo haber escuchado al ministro Opertti un día antes de pedir licencia por las razones lógicas de enfermedad, que hablaba de que es fundamental para Uruguay el mantenimiento de la paz. De manera que lo seguimos sosteniendo, queremos el mantenimiento de la paz, queremos la intervención del Consejo de Seguridad a los efectos de retomar este asunto.

Aquí corresponde aclarar lo siguiente. Ayer escuché por televisión a un diputado del FA decir que iban a pedir la convocatoria a la Asamblea General; yo le contesto que la Asamblea General de Naciones Unidas no tiene competencia en este asunto una vez que entra a considerarse en el Consejo de Seguridad. El Consejo de Seguridad tiene una competencia exclusiva y excluyente para intervenir en los asuntos relativos a la paz y la seguridad internacionales. De manera que sólo el Consejo de Seguridad es el órgano competente y creo que en ese ámbito los esfuerzos de la comunidad internacional deben encaminarse para que adopte las medidas y llame a la detención del conflicto bélico y a una solución de la paz.

También considero que después de desarrollados los hechos bélicos, por supuesto todos los lamentamos, no hubiéramos querido hacerlos ni los apoyamos y esperamos de la comunidad internacional una resolución inteligente, una actuación controlada para que se vuelva al ámbito pacífico, porque no hay guerras buenas y guerras malas. Para mí, y creo que para cualquier persona que piense y razone sobre el asunto, todas las guerras son malas y tenemos que evitarlas. La paz es un elemento fundamental para la convivencia humana.

EC - Creo que los oyentes han escuchado lo principal de los argumentos de una y otra parte. Quiero pedirles 30 segundos a cada uno, por si faltan elementos o respuestas. Diputado Pita.

CP - Sí, fundamentalmente la necesidad de que Uruguay retome la línea que había venido sosteniendo antes de la declaración de la guerra y se plante frente al mundo con la medida y la dimensión correctas, con una posición principista y digna que no semeje los comunicados de los gobiernos partícipes de la coalición que está protagonizando la agresión armada contra el territorio iraquí.

EC - Diputado Lavigna.

FL - Uruguay mantiene una digna posición de defensa del derecho internacional y de la paz y procurará, no tengo ninguna duda, hacer los máximos esfuerzos para que la guerra termine y buscar una solución pacífica a este conflicto.

Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe

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