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Herrerismo: “Torpedean ex profeso la negociación”
¿Quién dice que no se puede pagar? Se puede, pero a un costo social y con un esfuerzo realmente insoportable para el país. Por eso la reprogramación. La última Carta Intención con el FMI es menos exigente que la anterior, y no porque nos alivia el costo social que significa pagar en los niveles en que lo veníamos haciendo. Senador Luis Alberto Heber (Herrerismo, Partido Nacional).
EN PERSPECTIVA
Miércoles 26.03.03, 07.50.
EMILIANO COTELO:
Entre las primeras respuestas a las declaraciones de Vázquez que llegaron ayer al Servicio Informativo de El Espectador estuvo la del senador Luis Alberto Heber (Partido Nacional, Herrerismo), quien las consideró “antipatrióticas”. Estamos ahora en comunicación con él.
¿Cómo vio las declaraciones de Vázquez de ayer?
LUIS ALBERTO HEBER:
Las califiqué de “espantosas” y una serie de calificativos, porque realmente me indignaron. Me indigna que, cuando todo el mundo está tratado de hacer un esfuerzo para salir del pozo, hay alguien que trata de llevarnos al pozo de vuelta.
Me da la sensación de que esta actitud en las declaraciones de Tabaré es tan poco oriental, tan poco uruguaya, que me generaron indignación porque tanto esfuerzo para tratar de frustrarlo mediante opiniones que, realmente, buscan torpedear las soluciones. Es esa profecía que se auto cumple: yo digo que esto no va a funcionar, tengo posibilidades de ser gobierno en el próximo período, digo que tenemos que hacer quitas, genero incertidumbre, digo que estamos en quiebra... Si uno lo mira, todo eso es una bomba (para hablar en términos bélicos que tan de moda están) a la línea de flotación del país, no del gobierno. Ya no estamos hablando del gobierno.
Además, me da la sensación por lo que pude leer que el doctor Vázquez tampoco tiene una información acabada sobre lo que está haciendo Atchugarry. Claro: si la última reunión parece que fue muy fría, muy distante, con pocas preguntas, como cumpliendo una especie de ritual de visita pero sin interés en ver qué era lo que se estaba haciendo, a veces se declara cosas que no se ajustan a la verdad.
EC - ¿Por ejemplo? ¿En qué no habría buena información sobre lo que el equipo económico está intentando con esta renegociación de la deuda?
LAH – El doctor Vázquez, por lo menos cuando lo vi ayer en la televisión [N. de R.: en declaraciones después de la entrevista de En Perspectiva] sale a decir que en realidad esta reprogramación sirve para los años 2003 y 2004 pero no para el 2005 y 2006. La verdad, no es la información que yo tengo. Los picos de vencimiento que nos dan incluyen el 2004, 2005 y 2006. Cualquiera que aspire a administrar el país en el próximo período sabe que esos picos son prácticamente imposibles de pagar si no se los reprograma, y están dentro de la reprogramación. Quizá el doctor Vázquez tenga otra información, pero la que yo tuve del ministro no es esa. La que tuve del ministro es que justamente van a ir cambiando, hablando, pero justamente para que, por fuera del período que le toca a esta administración, también se reprograme los años 2005 y 2006.
Me parece que la actitud del actual ministro es de sensatez por el país, por encima de los vencimientos de las administraciones que terminan su período en el 2004. A eso, el doctor Vázquez responde diciendo que esta es una solución solamente para el 2003 y 2004. O yo entendí mal, o el doctor Vázquez no escucha cuando se habla. Me parece que esto último es lo más cercano a la realidad.
EC – Tendría que repasar el texto de las declaraciones, pero quizá el doctor Vázquez aludía a que el mayor alivio se lograba en los años 2003 y 2004...
LAH – No. Habló de la reprogramación con el FMI únicamente y no con los bonos, también generando confusión en sus declaraciones. La reprogramación es con los bonos, y también con el FMI porque naturalmente gran parte de los vencimientos que tiene nuestra deuda externa con el Fondo es la plata que nos está ayudando a pagar al Fondo, la plata que de alguna manera viene como nuevos préstamos.
EC – Usted dijo que el doctor Vázquez tiene una conducta “antipatriótica”. ¿A qué alude: a lo que dijo en cuanto a que hay que reconocer una realidad, la de que hemos ingresado en la cesación de pagos?
LAH – Sí, y sugerir que estamos en quiebra, hablando de default, decir que no podemos pagar... Esto no es un tema para llevarlo de la manera en que el doctor Vázquez lo lleva, porque además busca tener razón en algo que nadie está discutiendo sobre quién tiene razón y quién pidió primero la reprogramación. Es tan infantil la discusión, tan desprestigiante para el sistema político... ¿A ver quién lo dijo primero? ¿Es eso lo que estamos discutiendo?
EC – Lo que dice Vázquez es que Uruguay ha anunciado que va a seguir pagando, pero hasta determinado momento. Porque si no tuviera problemas para pagar ¿por qué saldría a renegociar la deuda? “Yo renegocio cuando no puedo pagar”, dijo en la entrevista de ayer.
LAH – Yo recuerdo que cuando empezamos a hablar de reprogramación, el año pasado, tuve una llamada del embajador Hugo Fernández Faingold, y después un café largo con el ministro Atchugarry, para darnos la razón respecto a que lo bueno, lo mejor para el país era reprogramar. El gobierno estaba en eso. Lo que pasa es que no querían salir a decir que nosotros no podíamos pagar, porque eso generaba una especie de quiebra, una especie de imposibilidad, que generaba a su vez –en una discusión que se tenía con el FMI en esos momentos, con la misión que estaba acá y con la misión uruguaya que estaba en Washington— una actitud del FMI que desprotegía la tesis, para mí correcta del gobierno, que decía “Nosotros podemos hacer el esfuerzo de pagar, pero si hacemos ese esfuerzo nuestra gente, el Uruguay, va a vivir momentos de apretura, momentos de ahogo, momentos de dificultad, que de alguna manera no queremos que nuestra gente viva”.
EC – Eso parece ser, justamente, lo que Vázquez ha resuelto enfrentar. Dice que la verdad es esa, y hay que reconocerla: que en definitiva no se puede pagar.
LAH – Bueno, pero... Hay dos cosas que me parecen importantes. Esto se viene hablando, se firma con el Fondo, llegamos a convencer al Fondo, el Fondo le da la razón; la verdad, sorprendido de los números de Uruguay, del esfuerzo que hicieron los uruguayos, por el esfuerzo que hicieron los uruguayos. En realidad, puede pagar pero a un costo social y con un esfuerzo realmente insoportable para el país.
Por eso, incluso, las metas de déficit son mejores ahora, en la última carta que se firmó con el Fondo que aquella que se firmó en agosto. En agosto (más o menos: le estoy hablando sin precisión de fechas) en la primera Carta de Intención que se firma con el Fondo, éste dice que tenemos que tenemos que tener un déficit anualizado de 1,5% en los últimos seis meses del año pasado. Eso nos costó muchísimo; le costó al Uruguay, no al gobierno; a todos nos costó mucho. En la última Carta, el FMI cree más en los números uruguayos, al punto tal que nos permite (no es que no nos permita; no está bien empleado el término porque nosotros podemos hacer lo que queramos: perderemos el crédito pero...) nos presta a condición de que no tengamos una situación deficitaria de 3%, el doble de la exigencia de agosto; quiere decir que estamos más flojos de lo que se nos exigía en los últimos seis meses del año pasado.
Quiere decir que estamos muy claros de que fue una buena negociación, mejor que la pasada, y que de alguna manera podemos empezar a salir adelante en función de no ahogar a nuestra gente. Y eso es muy importante. Por supuesto que toda Carta Intención tiene aristas para criticar. Naturalmente que en esta Carta Intención también está la mención del FMI a las refinanciaciones que el Estado uruguayo está haciendo para distintos sectores de la producción y de la economía nacional como fórmulas no correctas del manejo de la situación de la economía nacional. Pero eso es parte integrante de una serie de cosas. No se está congelando los salarios: lo que se está buscando es que si mañana el país recupera podamos mejorar la situación salarial del país, y si mejoramos la situación salarial también mejoramos las jubilaciones. Esta va a ser una situación lenta; es como la bicicleta: las primeras pedaleadas son las que nos cuestan para empezar a recuperar, y después agarrar el embalaje que nos lleve a la recuperación económica.
EC - ¿Qué es lo que está diciendo: que si bien en primera instancia se podía sostener que no podíamos pagar, ahora sí estamos en condiciones de pagar?
LAH – Estoy diciendo que, en el pasado, probamos que se podía pagar. ¿O no? Pagamos. Entonces, ¿quién dice que no se puede pagar? Pero ¿a qué costo lo hemos hecho? Muy grande. Hoy apoyamos la reprogramación porque nos alivia el costo social que significa pagar en los niveles en que lo veníamos haciendo. Por eso la reprogramación.
No entiendo cómo el doctor Vázquez dice “No estoy de acuerdo con esta reprogramación”. Preferiría una que generara quitas. ¿Cómo quitas? Quitas significa que no puedo pagar. Le quito valor a un papel del Estado y genero desconfianza. Por eso el gobierno hace bien en decir “Nosotros pagamos. Podemos pagar y vamos a pagar. Pero no queremos pagar a este costo social. Si nos esperan, si nos den plazo, vamos a pagar con un mayor nivel de recuperación económica”.
EC - ¿Cree que puede existir un efecto de estas declaraciones de Vázquez sobre las negociaciones con los acreedores, que pueden tener un efecto negativo?
LAH – No con las instituciones, pero sí con el tenedor de bonos. Creo que al tenedor de bonos le genera una incertidumbre: “¿Y si mañana gana Vázquez, qué pasa con este papel que me van a reprogramar? ¿Me va a hacer quitas? Yo prefiero que venza en el 2004 o 2005, porque si este señor llega a gobernar el país, me puede venir a decir ‘A este papel que dio el gobierno para reprogramar, yo le hago una quita del 40%’”. Esa es la incertidumbre que genera el doctor Vázquez con sus dichos, y me parece horrible porque está llevando a que la solución que puede generar confianza hacia el exterior, que genera inversión y regreso de capitales que se han ido, son justamente estas señales que da Vázquez: “Este país está en quiebra, en este país no va a respetar lo que se está haciendo...”
Por eso el esfuerzo del Partido Nacional en decir que, si él es quien administra al país, es quien en definitiva va a respetar lo que hoy está haciendo el gobierno, porque es parte integrante de una solución que mejora la situación de la próxima administración. Y si no damos esa señal estamos siendo antipatriotas, no estamos ayudando a salir. Y esta no es una ayuda al gobierno, es una ayuda al país, a generar confianza, que el sistema político es diferente a otros sistemas políticos, que podemos acordar, que tenemos puntos de encuentro. Yo escuchaba recién a Brum Canet y me parece perfecto lo que dice. Lamentablemente, esa actitud debería ser la que tuviera Tabaré Vázquez (“a veces es preferible callar que hablar”), pero creo que lo hizo ex profeso: después de no salir en mucho tiempo sale en su programa a tirar esta bomba en el medio de la negociación...
EC - ¿Con qué intención? ¿Por qué dice que lo hizo ex profeso?
LAH – Ah, para mí, sí. Porque si hubiera declarado Brum Canet, me parecería bárbaro porque se ajusta a lo necesario. Nadie está diciendo que se comprometa con el gobierno, ni que diga que la reprogramación es bárbara, ni nada por el estilo. En cambio, a mi juicio salen el Encuentro Progresista y el doctor Vázquez a torpedear la solución por reprogramación que les sirve a todos: le sirve al gobierno del Partido Colorado, al futuro gobierno si quieren del Encuentro, o al futuro gobierno del Partido Nacional.
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Transcripción y edición: Jorge García Ramón
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