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HASTA AHORA EXISTÍA BUEN CLIMA PARA EL REPERFILAMIENTO
Las dudas sobre el futuro complican la negociación
Arturo Porzecanski (ABN-Amro): Los acreedores proponen aumentar las tasas, cobrar parte por adelantado, canjear papeles por bienes, y preguntan si el próximo gobierno les va a pagar. Es aquí donde las declaraciones de Vázquez caen como una bomba. Temo que esto sea un elemento muy negativo, en momentos de negociación. Lula actuó distinto: despejó las dudas y consiguió un marco favorable. Como el Frente insiste, los inversores tomarán nota.
EN PERSPECTIVA
Jueves 27.03.03, 09.13.
EMILIANO COTELO:
La negociación para reperfilar los vencimientos de la deuda pública uruguayos volvió súbitamente al tapete esta semana, con las declaraciones del doctor Tabaré Vázquez a partir de un pronunciamiento de la Mesa Política del Frente Amplio.
Parece un buen momento para saber cómo están marchando estas tratativas con los tenedores de los títulos soberanos.
Según una versión que publica hoy el semanario Búsqueda, el gobierno encontró una receptividad muy buena entre los inversores extranjeros a los que presentó en los últimos 15 días su propuesta de estirar los plazos de la deuda emitida en bonos y comienza ahora a elaborar la ingeniería financiera que combine sus intenciones con sugerencias recibidas en este tipo de contactos. La seguridad existe en cuanto a que sólo hay dos alternativas: el éxito de la operación o el default, dijeron a Búsqueda fuentes oficiales. Los abogados trabajan sobre cláusulas de cada emisión, ajustada a la normativa de cada país en que se canjeen bonos y, tras las reuniones con los asesores financieros, la próxima semana se elaborará los prospectos de los posibles títulos que sustituyan a los actuales, según esas fuentes del semanario. El director de la Asesoría Macroeconómica del Ministerio de Economía, Isaac Alfie, dijo que “la gente está propensa a entrar en esa operación de canje”.
Pero vamos a ver qué dice un representante de la gente que tiene papeles de deuda uruguayos. Vamos a dialogar con el doctor Arturo Porzecanski, jefe para mercados emergentes del ABN-Amro en Nueva York.
Lo encontramos recién llegado de Milán, porque usted acaba de participar en las deliberaciones de la Asamblea del Banco Interamericano de Desarrollo.
ARTURO PORZECANSKI:
Así es; volvimos ayer, como parte de la delegación uruguaya.
EC - La ocasión fue propicia, supongo, para que usted tuviera algunas conversaciones con representantes del equipo económico de nuestro país.
AP - Así es; y también con inversionistas europeos y otros que tienen títulos de la deuda pública uruguaya.
EC - A partir de lo que fue primero la reacción en Nueva York, donde usted trabaja, entre los inversores y lo que ahora pudo palpar en Milán, ya con otro tipo de tenedores de papeles, los europeos, ¿qué balance va haciendo; cómo marcha esta negociación que ha lanzado el gobierno?
AP - Mi impresión es que marcha muy bien, incluso mejor de lo esperado. Reconozco que era un poco escéptico sobre si realmente valía la pena entablar un diálogo uno a uno con todo el mundo, si no era un poco una pérdida de tiempo, porque realmente los pagos son abrumadores y vencen continuamente, pero tengo que reconocer que se ha abierto un diálogo muy bueno y se ha generado una muy buena impresión entre la masa de inversionistas del exterior, de un país serio que está tratando de hacer las cosas bien, ciertamente mucho mejor que los vecinos de la otra Banda. Se ha obtenido una serie de sugerencias, ideas y aportes que van a ser valiosas para lograr el éxito de esta transacción.
EC - Usted sabe que una de las cosas que sorprendieron del esquema que puso en marcha el gobierno uruguayo fue que no había una fórmula, que al arranque de las conversaciones con los inversores no había una propuesta concreta del gobierno sobre cómo reperfilar los vencimientos. Se iniciaba un diálogo para ver qué pensaban los tenedores de títulos, cómo podía llevarse adelante esa postergación de los vencimientos. Usted mismo fue de los que en principio quedó de algún modo desconcertado por ese camino, ¿verdad?
AP - Efectivamente, porque estamos muy acostumbrados a que los deudores –ya sea países, empresas, bancos, municipios, lo que fuera– sencillamente presenten sus problemas y al mismo tiempo una fórmula ya elaborada. Pero en este caso fue una muy grata sorpresa, muy inusual y muy bienvenida por parte de los inversionistas tener una oportunidad de aportar elementos para la eventual fórmula.
EC - Parecería que el ambiente es más o menos bueno en cuanto a ingresar en este reperfilamiento; ¿con qué tipo de condiciones? ¿Puede mencionar algunos ejemplos que ha escuchado de sugerencias o de incentivos que se solicitan?
AP - Algunos inversionistas quieren saber, por ejemplo, si pudiera mejorarse la calidad de los nuevos títulos con algún tipo de garantía de los organismos multilaterales haciendo eco a la renegociación de los bonos Brady que tenían ciertas garantías sobre el colateral y los intereses; si es posible agregarles algunas cláusulas bajo las cuales, si la situación del país mejora más rápidamente de lo esperado, se pudiera anticipar los pagos y cumplir con algunos de los compromisos iniciales; o si los títulos pudieran servir para algo dentro del país, por ejemplo para ser canjeados por activos del sector público. Esas son algunas de las cosas que oí por ahí.
EC - ¿Qué podría implicar un canje de títulos por activos del sector público uruguayo?
AP - No es una novedad. En los 80 hubo un programa por el cual se los podía canjear; hubo títulos que fueron canjeados, por ejemplo, por terrenos, por inversiones en el sector turismo. Como usted sabe, el sector público tiene muchos activos inamovibles la mayor parte del tiempo; esta pudiera ser una oportunidad de hacer algo con esos activos para enfrentar los enormes pasivos.
EC - Esos son algunos ejemplos de mejoras que los tenedores de papeles proponen en las condiciones de las nuevas emisiones. ¿Ninguno de ellos reclama, por ejemplo, un aumento de la tasa de interés, que se pague algo al contado?
AP - Esas son otras dos sugerencias; obviamente, si hubiera alguna posibilidad de hacer algún pago al contado de emisiones que tuvieron tasas de interés tan bajas. En aquella época el país era “grado de inversión” y emitía con tasas de 7, 8, 6 y pico por ciento; dado el deterioro del grado de inversión esas tasas han quedado muy bajas. Pero las autoridades han hecho claro que la situación presupuestaria es tal que no pueden convalidar las tasas de interés tan altas que imperan hoy en el mercado.
EC - De todos modos, dice usted, surgen algunos reclamos de mejora de las tasas, aunque no como algo sine quanon, como una condición inamovible. Podría llegar a ocurrir un reperfilamiento sin mejora de tasas.
AP – Podría; pero por eso la gente quisiera en su lugar alguna otra cosa a cambio.
EC - ¿Qué confianza demuestran los inversores en la exposición que realiza el equipo económico en torno a la sustentabilidad de la deuda? Usted sabe que hubo una discusión con el Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre si lo que existía en nuestro país era un problema de liquidez o de insolvencia; ahora causalmente el debate se reabrió con las declaraciones del doctor Vázquez, pero el equipo económico logró presentar ante el FMI un programa que lo convenció. ¿A los inversores también los está convenciendo fácilmente?
AP - Este es un tema muy importante porque el inversionista obviamente dice “Está bien, acepto que no me paguen el principal cuando se me adeude, ¿pero por lo menos me van a pagar los cupones?”. Ahí hay dos elementos: uno es la situación de caja en los próximos dos años o menos que le quedan a este gobierno para producir el ajuste fiscal necesario para pagar los cupones; pero después está la otra pregunta que los inversionistas le hacen a uno: el próximo gobierno, ¿también me va a pagar los intereses? Es aquí donde estas declaraciones caen como una bomba, porque efectivamente se está colocando sobre el tapete la conveniencia de pagar el principal adeudado, de comprometerse con la acción de ahorros fiscales necesarios para poder pagar al menos los intereses acordados en el próximo mandato; yo temo, efectivamente, que esto sea un elemento muy negativo, dados los tiempos y los momentos de la negociación.
EC - Antes de entrar específicamente a las declaraciones de Vázquez; hasta ahora, en las conversaciones con los tenedores de títulos, ¿se palpaba confianza en que verdaderamente Uruguay tenía sólo un problema de liquidez y no un problema de solvencia?
AP - Inversionistas y analistas hemos sugerido que las autoridades presenten documentación al respecto porque sabemos que en las negociaciones con el Fondo, durante todos esos meses, hubo idas y venidas de escenarios de sustentabilidad, y esos escenarios, los detalles, no han sido entregados al público. Esperamos que en la próxima ronda, en abril, cuando ya haya una propuesta concreta, estén los escenarios de caja fiscal que por lo menos en el papel demuestren que hay una capacidad, si la va a haber, de generar por lo menos las cantidades suficientes como para pagar los intereses. Después está el asunto de qué chance hay de que esos números en un papel se conviertan en realidad. Ahí es donde entra el tema del próximo gobierno.
EC - Usted está mencionando lo que también es un requisito, entonces, que está surgiendo en estas conversaciones: que Uruguay presente esa documentación. ¿No alcanza con el texto de la Carta Intención firmada con el FMI?
AP - Creo que no. Esa carta es muy específica para 2003, con objetivos de corto plazo que son necesarios, pero obviamente también hay toda una documentación –que aún no se ha liberado– que habla de muchos años próximos, a la cual sólo hubo una referencia elíptica de que aquí a 2000 no sé cuánto, creo que 2012, la deuda pública en lugar de ser 110 por ciento del Producto va a ser algo así como el 55. Pero cómo llegamos de aquí a allá todavía no se ha aclarado.
EC - Se manifiesta en la Carta Intención que se va a trabajar para que exista un superávit fiscal primario, a partir del año 2005, del orden de 4 por ciento.
AP - Así es. Pero el cómo y además cómo eso alcanza, cómo se llega al 4 por ciento y todos los supuestos, qué va a pasar con la tasa de cambio, qué va a pasar con el crecimiento del país, todos los factores que hacen que un cierto superávit primario alcance o no, esos cálculos todavía no se han hecho públicos.
***
EC - Aquí volvemos a lo que usted mismo introdujo: el impacto que pueden tener declaraciones como las del doctor Tabaré Vázquez esta semana. Aquí se ha especulado mucho sobre si enredan o no el proceso de negociación para el canje de los títulos. ¿Su impresión es que pueden complicar?
AP - Definitivamente. Como digo, se cae de maduro que este gobierno tiene un plazo cada día más corto; si la idea es no pagar los vencimientos de los próximos varios años pero comprometerse a pagar los intereses, con cada día que pasa es más importante que los actores políticos que pudieran estar a cargo en esos próximos años hagan declaraciones congruentes con lo que se está comprometiendo y no que las socaven.
EC - El doctor Vázquez ha dicho que en su opinión deberían existir en esta negociación, por ejemplo, quitas en el capital, rebaja en las tasas de interés. ¿Eso influye sembrando dudas sobre lo que podría pasar si el doctor Vázquez es gobierno, más allá de que ahora se lance y se acuerde una renegociación, un reperfilamiento de los títulos? ¿Ese es el problema?
AP - Ese es el problema. La obtención de perdonazos es un viejo reclamo de la izquierda en todo el mundo, pero ha sido abandonada; excepto, se ve, en Uruguay.
EC - No sólo de la izquierda: hasta hace muy poco el propio FMI sostenía que había que ir a una reprogramación en términos mucho más duros que los que el gobierno está intentando ahora.
AP - Sí… Pero con por lo menos la voluntad de comprometerse a generar ahorros públicos para pagar al menos los intereses. Aquí los dos aspectos fueron maltratados: primero, se quiere un perdonazo; segundo, no se quiere comprometer con la generación de los superávit fiscales necesarios por lo menos para pagar los intereses. Esto es varios grados peor de lo que se discutió.
EC - Y si hay un impacto de esas declaraciones, ¿cómo se arregla ahora? ¿Qué pasos tienen que ocurrir para que la negociación pueda culminar exitosamente?
AP - Ya vimos ayer que el precio de los bonos cayó y el dólar subió. Eso es el anticipo de lo que pudiera pasar en los próximos días, ni que hablar en los próximos años, si es que este tipo de liderazgo político aparece más y más en escena. Vimos el año pasado lo que pasó en Brasil cuando había un candidato que no exigía un perdonazo y que sí se comprometía a la generación de ahorros públicos: era una cuestión sólo de credibilidad. Y apenas llegó al poder, nombró a gente capaz e incluso se comprometió a aumentar el ahorro público, a ir rebajando el peso de la deuda pagándola, etcétera. Los nubarrones que había sobre el escenario brasileño se han ido removiendo. Pero imagínese lo que pudiera pasar en Uruguay durante 2004 si se mantiene este tipo de declaraciones.
EC - La pregunta es: ahora, en estos días, ¿cómo se arregla la cuestión? ¿Simplemente con un pronunciamiento? ¿Tendría que existir correcciones en el análisis y las propuestas que llegan desde el Frente?
AP - No sé, no me voy a poner dentro de la situación de ese partido. Obviamente, dudo que vayan a cambiar de la noche a la mañana lo que expresaron.
EC - Ya se ha aclarado que no.
AP - Lo pensaron bastante, así que va a tener que ser un dato que los inversionistas tomen en consideración. Eso va a hacer que el dólar siga mucho más presionado de lo que pudiera estar, que los bonos se coticen mucho bajo de lo que pudieran, y que haya dudas sobre el éxito de esta renegociación que venía tan bien.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón
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