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“Los operadores financieros ya sabían lo que dijo Vázquez”
Senador Manuel Núñez (PS, EP-FA): “No estamos inventando nada, no se conmocionó el mercado. Lo que decimos es que el gobierno debe afrontar esa realidad, no largar la pelota para adelante para que el problema lo tengan otros. El FMI conoce la realidad, y a esa realidad instalada no la vamos a modificar con nuestra posición”.
EN PERSPECTIVA
Jueves 03.03.03, 07.36.
EMILIANO COTELO:
Continúan los ecos de las declaraciones del líder del Encuentro Progresista – Frente Amplio, Tabaré Vázquez, cuando afirmó el Estado uruguayo es "insolvente" y que ya incurrió en cesación de pagos.
Ayer, los dos principales voceros del equipo económico , el ministro Alejandro Atchugarry y el presidente del Banco Central, Julio de Brun, salieron a responder. Con cautela, ¿verdad? El tono de Atchugarry, y quizá el de De Brun con un nivel más técnico, se diferenciaron notoriamente de la dureza que caracterizó a las respuestas que vinieron de los sectores políticos, por ejemplo la del senador Luis Alberto Heber o la del propio vicepresidente de la República, Luis Hierro.
Pese a que ayer hubo alguna otra incursión como la del ex ministro herrerista Ignacio de Posadas (quien afirmó que “es indignante que un oriental haga una cosa de estas, pero es alarmante que ese hombre pueda llegar algún día a la Presidencia de la República. Es una mezcla peligrosísima de ignorancia y de maldad”), da la sensación de que el debate comienza a acallarse.
ALFREDO DANTE:
Atchugarry pidió públicamente ayer al Encuentro Progresista que, a fin de asegurar "un marco mínimo de estabilidad", reconsidere su afirmación de que el Estado uruguayo es "insolvente" y que ya incurrió en cesación de pagos. Según el ministro, esa posición pone en riesgo la negociación que lleva adelante el gobierno para que sus acreedores acepten la reprogramación de los vencimientos de deuda.
EC - "Es como un palo en la rueda en el medio de esta negociación", dijo el ministro entrevistado en CX 8, radio Sarandí. De inmediato, Vázquez le respondió que el gobierno es quien debería "reconsiderar" su política económica.
"Es absolutamente esencial para Uruguay como país dar una estabilidad mínima a este procedimiento. Y claramente pone en riesgo todo el procedimiento la visión de que el país es insolvente, que el país ya está en default, la visión de que en los próximos años el país no va a tener apoyo, que en el momento es justamente lo contrario a lo que ocurre: estamos consiguiendo apoyo", advirtió.
El ministro fue cauteloso con sus términos en todo momento al cuestionar la posición del Encuentro Progresista - Frente Amplio (EP-FA), cuyo presidente había afirmado el martes, entrevistado En Perspectiva, que Uruguay ya es insolvente, y por lo tanto el plan del gobierno para hacer viable el pago de la deuda debería implicar rebajas en las tasas de interés o quitas en el capital.
AD - El ministro dijo que la posición de la izquierda constituye un "problema muy grave" para el plan de reprogramación de vencimientos de deuda, que negocia el gobierno en la actualidad. Argumentó que Uruguay pudo convencer hasta el momento a los organismos financieros internacionales de que "merece una oportunidad", porque demostró que su deuda es sustentable, y que como país es viable.
EC – Después de la entrevista radial, y al término del almuerzo mensual organizado por la Asociación de Dirigentes de Marketing, Atchugarry fue nuevamente interrogado por los periodistas y volvió a tocar el tema, pero advirtió que sería la última vez que lo haría, que no quiere continuar el debate sobre el tema, y anunció que se limitaría a formular una declaración sin responder a preguntas.
(Grabación)
ALEJANDRO ATCHUGARRY:
El Uruguay, después de siete meses, ha convencido al Fondo Monetario, al Banco Mundial y al BID (Banco Interamericano de Desarrollo) de que se le den U$S 2.500 millones de préstamos, cosa que se ha resuelto la semana pasada, y empezaron a entrar la semana pasada.
Lo segundo que estamos tratando de hacer es hablar con quienes son tenedores de bonos y letras del Uruguay para decirles que este es un país solvente, que necesita un plazo y que les estamos pidiendo un mayor plazo.
En ese contexto, que se afirme que el Uruguay está quebrado, que es insolvente y que hay que hacer quitas, si alguien le está dando dinero y se le dice que es un país insolvente y que se van a hacer quitas o si se le piden plazos, genera una dificultad. Es un palo en la rueda en medio de esta negociación, en la cual el país está procurando ordenar su situación para los próximos 10, 12 años.
Siendo esto, como es, un tema de esta relevancia, hemos pedido hoy un marco de estabilidad política para que el país pueda transitar este procedimiento y una reconsideración de lo que se ha planteado. Siendo este un tema de esta delicadeza, tampoco tenemos otra intención que mostrar la herramienta que necesita el país para poder resolver la situación y contar con los fondos para la políticas sociales de crecimiento.
Por unos días, entonces, no nos vamos a referir a este tema, y confiamos en que más allá de las legítimas posturas políticas que pueda tener cada uruguayo o cada fuerza política, le puedan dar al país –al país— la herramienta para poder ordenar su futuro”.
(Fin de la grabación)
Así hablaba Atchugarry el mediodía; palabra más, palabra menos que lo que había manifestado en Radio Sarandí.
Pero esa entrevista en Sarandí tuvo a continuación, un instante después, la respuesta del doctor Vázquez.
AD – La respuesta fue inmediata: "Si el gobierno tiene tantos argumentos que convenció a los organismos financieros internacionales, seguramente va a convencer a los tenedores de bonos más allá de lo que nosotros digamos", dijo el presidente del EP-FA.
Y a continuación reivindicó la oportunidad de sus declaraciones: "¿Cuál es la oportunidad de plantear los temas? ¿Cuando están vigentes, cuando están presentes, cuando cobran una inusitada fuerza? ¿O en ese momento hay que callarse y después hablar y decir: ‘Ah, nosotros pensábamos tal cosa’? La gente, los uruguayos todos, con mucha razón nos pueden decir: ‘¿Por qué no hablaron cuando el tema se planteó?’".
"De la misma manera que el señor ministro nos plantea que reconsideremos nuestra posición, nosotros le decimos al gobierno, desde hace mucho tiempo, que reconsidere su posición con respecto a la línea económica".
EC - De las manifestaciones intercambiadas ayer, que incluyen las de otros actores políticos (como el senador José Mujica, del MPP) surge un claro punto de divergencia. Por un lado, desde el gobierno se sostiene que Uruguay padece serias dificultades de "liquidez" pero no es insolvente y, por el contrario, "puede crecer", mientras Vázquez afirma que el problema del país es "estructural" y no coyuntural, y que si se actúa como lo hace el gobierno, la situación "se va a repetir".
Allí es donde el diálogo se tranca, porque desde el EP-FA aparece con más insistencia que nunca el reclamo de correctivos, un giro a la política económica en curso. En esas condiciones el EP-FA negociaría, estaría dispuesto a reconsiderar planteos como los de estos días. Pero a tal punto se extrema las diferencias que Vázquez consideró en la entrevista del martes que el ministro Atchugarry continúa aplicando la misma línea económica que se viene aplicando desde el comienzo de esta administración.
AD – Que tiene más capacidad de diálogo, pero en definitiva continúa con la política económica que nos ha llevado a donde estamos.
EC – Una afirmación muy contundente, porque incluso dentro del propio Frente Amplio hay dirigentes que consideran que la gestión de Atchugarry ha implicado un giro respecto a la de su antecesor, el contador Alberto Bensión. Pero en el diagnóstico de Vázquez y otros sectores del EP-FA, no ha cambiado nada: la política económica es la misma y nos va a llevar al desastre, de modo que o hay margen para cambiar la política o el diálogo no tiene sentido.
***
Hasta donde pudimos averiguar, hasta anoche no hubo ningún contacto personal entre el ministro Atchugarry y el doctor Vázquez. Se produjo este intercambio a través de los medios, pero no había ningún canal de comunicación reservado, al menos. Sin perjuicio de que existe un buen relacionamiento personal entre ambos –han tenido una serie de reuniones en el pasado— ayer, por lo menos, no se movió ninguna pieza en ese sentido.
Estamos ahora en comunicación con el economista Manuel Núñez, senador del Partido Socialista (EP-FA). El ministro pide terminar este debate, que no continúe esta polémica sobre todo con aseveraciones tan contundentes como las que ha lanzado el EP-FA esta semana, mientras está en curso la negociación con los tenedores de títulos de deuda pública. ¿Ve factible una moderación de esta discusión?
MANUEL NÚÑEZ:
Creo que no es factible, en la medida en que hemos llegado a la conclusión de que la situación del país, si se mantiene esta política económica simplemente con la postergación de los plazos, la incertidumbre y la desconfianza van a seguir latentes en forma permanente y en algún momento van a explotar. Creemos que llegó el momento de tomar medidas más realistas sobre le economía uruguaya.
Esta posición respecto a la renegociación de la deuda no es lo mismo que sobre el tema financiero, anunciar devaluaciones ni cosas por el estilo, y que no va a incidir sobre el mercado. La emisión de títulos (tanto cuando se hace en el exterior en base a las leyes del país respectivo, como en Uruguay según las leyes locales) está teñida de un conjunto de agentes financieros que son los que intermedian, y esos agentes financieros y los que compran los bonos tienen una exacta visión de la realidad uruguaya. Nuestra posición, así fuera la del contador Danilo Astori de “no decir nada”, así sea la nuestra, la de que hay que decir la verdad sobre la situación, no va a afectar a los mercados ni a las negociaciones.
EC – Usted dice que no las va a afectar.
MN – No las va a afectar, e incluso...
EC – Pero parece que hubo alguna repercusión ayer. El riesgo país subió de manera importante en un solo día: 6,7%.
MN – No, no es por esto. Los vaivenes del riesgo país tienen que ver con asuntos coyunturales y siempre vuelven a la tendencia normal. Me parece que nuestra posición no va a incidir porque nuestra realidad está instalada, y es conocida exactamente por todos los agentes económicos que participan en las negociaciones, en la compra y venta de los títulos uruguayos.
EC – Una de las posibles reacciones mencionadas es que los tenedores de papeles que están negociando con el gobierno digan “Ah, pero si gana Vázquez, en el 2005 habrá otra negociación y nos van a imponer otra fórmula más dura con quitas, rebaja de tasas...”
MN – Eso no lo puedo prever, depende de cómo encaremos el gobierno. Es posible que llegados ahí tengamos la necesidad de plantear una negociación, pero siempre con el punto de partida de que tenemos la voluntad política de pagar. Si no se llega a una renegociación, se paga como está previsto desde ahora.
Lo que pasa es que tenemos que alertar que no es suficiente tirar la pelota para adelante. Esto ya pasó en el país, ya pasó en el país: recuerde que en 1982, cuando la ruptura de la tablita, los agentes económicos en general, el FMI, admitieron que podía ser un problema financiero y se tiró el tema para adelante; llegó el primer gobierno de Sanguinetti, empezó a negociar la emisión de bonos y comenzó el Plan Baker que era más o menos el contenido de esto que se está planteando ahora, estirar los plazos. Sobre el final del período, el propio Sanguinetti se dio cuenta de que no era suficiente y empezó a trabajar en otro tipo de reconversión de bonos, donde había una mejora de las tasas de interés y quitas, en lo que llamó el Plan Brady. Ese plan fue instrumentado ya en el gobierno del doctor Lacalle.
O sea que no estamos inventando nada, no se conmocionó el mercado, no se generó convulsiones políticas ni sociales por eso. Es una negociación, y lo que estamos diciendo desde ya es que el gobierno debe afrontar esa realidad, no largar la pelota para adelante para que el problema lo tengan otros.
EC – El gobierno sostiene que no está tirando la pelota para adelante para que el problema lo tengan otros, sino que la reprogramación, el reperfilamiento de la deuda que se está negociando con los acreedores beneficiará también al próximo gobierno en sus primeros años.
MN – No, no. Con los números que el propio gobierno da y con el de nuestros análisis hemos considerado muy difícil que se den los supuestos, las hipótesis del gobierno. Aquí se plantea que tenemos que tener un superávit primario de 3,5% en los próximos 15 años, pero históricamente Uruguay no lo ha logrado más que en uno o dos años. El plan del gobierno se basa en decir que la economía uruguaya va a crecer 3,5, y eso es el promedio de lo que se creció entre 1990 y 1998 con unas condiciones externas muy favorables, con una afluencia muy grande de capitales, con una situación de bonanza en las condiciones económicas del país. Desde el punto de vista de nuestra fuerza política, eso es prácticamente imposible que se dé hacia delante, por la situación mundial. La guerra y la situación del mundo no favorecen a los países chicos como el nuestro...
EC – En definitiva, lo que usted está diciendo es “Como tenemos este diagnóstico sobre lo que va a pasar con la deuda, incluso si prospera esta negociación del gobierno con los tenedores de títulos, queremos decirlo públicamente, no después cuando sea tarde, y no nos vamos a callar sino a seguir impulsando que esa negociación se haga en otros términos. Y si eso tiene consecuencias en la negociación, si altera el espíritu de los acreedores, que sea”. ¿Ese es el punto?
MN – Sí, pero ya le dije que la realidad está instalada, los agentes económicos saben cuál es esa realidad... El FMI conoce cuál es esa realidad, tiene un diagnóstico mucho más realista que el del gobierno, o por lo menos el que el gobierno quiere mostrar aunque quizá no lo tenga. Y a esa realidad que está instalada y es conocida no la vamos a modificar con nuestra posición.
EC – La interpelación al ministro Atchugarry que viene impulsando el Partido Socialista ¿podría concretarse ahora?
MN – Ayer se reunió la bancada, y todavía no definió el momento de la interpelación. Lo que sí se decidió en la bancada del Espacio 90 fue insistir en la interpelación al ministro de Relaciones Exteriores, en este caso al ministro interino Guillermo Valles en ausencia del titular. La interpelación al ministro Atchugarry no está decidida aún.
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Transcripción y edición: Jorge García Ramón
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