09.04.2003






































Dramática situación humanitaria

Desde Jordania, delegado de Información de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, Miguel Rodríguez: “Nos estamos quedando sin recursos médicos; no funcionan los sistemas de distribución de agua potable (la están trayendo en bolsas a los hospitales), se está terminando el material quirúrgico y hay muchísimas dificultades, por la falta de electricidad, para hacer cualquier gestión, cualquier actividad. Tenemos dificultades para circular con los medicamentos. Los hospitales están totalmente saturados de gente herida, muchos civiles y en las últimas horas sobre todo militares”.

EN PERSPECTIVA
Lunes 07.04.03, 08.51.


EMILIANO COTELO:
No sólo Bagdad, pero esa ciudad en particular ha recibido este fin de semana y hoy incursiones de blindados y tanques junto a un importante contingente de efectivos militares que han tomado posiciones en algunos lugares de la ciudad, incluso palacios presidenciales, para luego salir.

En ese contexto, en el que se insiste que se trata de operaciones destinadas a medir la capacidad de resistencia de la guardia que protege al presidente Saddam Hussein, mientras se lo exhorta a que se rinda, a que no continúe provocando pérdidas de vidas humanas, ¿qué está pasando en el plano humanitario, por ejemplo, en lo sanitario?

Algunos despachos que llegan desde Bagdad dicen que los hospitales de la capital empiezan a encontrarse en situación crítica en momentos en que ha llegado una ola de calor y además continúa la incertidumbre sobre el grado de control de los accesos por parte de las fuerzas de Estados Unidos.

Vamos a comunicarnos con Miguel Rodríguez, en Jordania, delegado de Información de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. ¿Qué puede informarnos a propósito de la situación humanitaria después de este fin de semana que ha sido tan, pero tan cargado de operaciones y de muertos y heridos, según trasciende?

MIGUEL RODRÍGUEZ:
Dos cosas. Ahora mismo puedo informar personalmente de lo que estoy viendo aquí en la frontera con Irak, pero desde Jordania; todavía no se ha producido la salida esperada de refugiados iraquíes del país. Lo último que sabemos de nuestros equipos dentro de Irak es que la situación es caótica en la capital porque nos estamos quedando sin recursos médicos: no funcionan los sistemas de distribución de agua potable, se está terminando el material quirúrgico y hay muchísimas dificultades, por la falta de electricidad, para hacer cualquier gestión, cualquier actividad. Esto es dentro de la capital. Ahora mismo están saliendo millares de personas de la capital, pero desconocemos si es el inicio de la salida del país o si simplemente estas personas se van a desplazar internamente dentro de Irak, sin optar por salir de fronteras. Es lo que desconocemos ahora mismo, pero tenemos varias necesidades. En el tema del agua potable se está llegando a los hospitales con bolsas de agua, pero son muy pocos los recursos que tenemos ahora mismo. También hay necesidad de que nos dejen establecer un corredor humanitario para poder introducir convoyes a la capital con insumos médicos.

EC - ¿Cómo sería este cordón humanitario? ¿Qué reclaman ustedes?

MR - Básicamente igual que ante cualquier crisis: el establecimiento de zonas seguras por donde puedan discurrir los convoyes que están fletando o puedan fletar las agencias humanitarias. Hace poco enviamos uno de Kuwait con material quirúrgico, con material médico, directamente para Bagdad; pero tanto ese convoy como el resto de la ayuda que pueda llegar a la capital debería tener –es lo que estamos intentando– un corredor seguro, zonas por donde poder discurrir sin tener ningún problema ni checkpoints innecesarios para poder llegar rápidamente y, desde luego, no quedar paralizado a las puertas de la capital.

EC - ¿De quién depende la implantación o la habilitación de ese canal seguro?

MR - Depende de ambas partes. A través del Comité Internacional de la Cruz Roja estamos estableciendo negociaciones tanto con las tropas iraquíes como con las de la coalición. Depende de ambas partes, no basta con un visto seguro. Para tener una zona segura tienes que hablar quilómetro a quilómetro no sólo con las altas instancias de forma general, sino incluso con los puestos fronterizos y con los puestos militares que hay prácticamente en cada quilómetro.

EC - Una vez que se habilite ese canal, ¿cuánto tiempo demora en llegar el tipo de material de que ustedes disponen, por ejemplo a Bagdad?

MR - Para llegar no habría problemas, porque tenemos la ayuda prácticamente a las puertas, tenemos ahora mismo insumos alimentarios para abastecer a la población; lo que nos falta es poder llegar con más material médico, que es lo más urgente, y más agua potable para evitar epidemias. Porque dentro de Bagdad la capacidad que tenemos de distribuir agua potable es muy limitada porque no hay electricidad, por lo cual no funcionan los generadores, no funciona la distribución de agua potable. Eso es fundamental: poder llegar con bienes médicos y con agua. No es suficiente lo que estamos haciendo ahora mismo en la capital, tenemos 3.000 voluntarios de la Media Luna Roja iraquí y personal del Comité Internacional de la Cruz Roja, pero los hospitales están totalmente saturados de gente herida, muchos civiles y en las últimas horas sobre todo militares. Para atender a este alto número de personas hace falta que dejen introducir mucha más ayuda y sobre todo que nos dejen reparar, si podemos, junto con técnicos iraquíes, los sistemas de distribución de agua para que no haya tantas necesidades. Hay que tener en cuenta que la gente que está abandonando las ciudades, tanto Bagdad como Basora y otros centros urbanos, es gente que sale con lo puesto, prácticamente sin nada, sin comida y sin agua, y ahora mismo la temperatura aquí es muy alta. Por eso es más necesario que nunca poder suministrar agua potable.

EC - ¿De qué temperatura estamos hablando?

MR - De 40 grados o más; depende de la zona, pero hay temperaturas cada vez más altas.

EC - La gente, la población del resto del mundo, por ejemplo quienes nos están escuchando aquí en Uruguay en este momento, ¿todavía puede colaborar? ¿De qué forma; qué canales hay para ese tipo de solidaridad?

MR - Yo imagino que contactando la Cruz Roja de cada país. La Media Luna Roja ha establecido campañas humanitarias para apoyar la labor que estamos haciendo en la región. Cualquier persona dirigiéndose a la Cruz Roja de su país, de su ciudad, de su barrio, puede colaborar. También puede colaborar a través de todas las ONG que ahora mismo están instaladas aquí en la región, como Médicos Sin Fronteras, Médicos del Mundo y otras agencias humanitarias. Es tan fácil como ir a tu barrio, a tu ciudad e informarte dónde está Cruz Roja o estas ONG para saber si están poniendo en marcha programas como el nuestro de emergencia y luego de reconstrucción y apoyarlos, fundamentalmente a través de dinero, que será lo más plausible porque hay bienes que podemos comprar en los países vecinos (Irán, Jordania y Siria), pero nos hace falta dinero para poder apoyar a poblaciones que ahora mismo están en una situación muy muy precaria dentro de Irak.

EC - ¿Efectivamente ustedes están operando en base a donaciones?

MR - Sí, claro: la Cruz Roja es un movimiento internacional independiente. También funcionamos con donaciones de entidades y de gobiernos directamente, donaciones de personas independientes que se han sensibilizado. Por eso hicimos hace unos días un llamamiento internacional para recaudar 80 millones de euros pensando en la posibilidad de asistir, cuanto menos, a unas 300 mil personas en los países vecinos a Irak, si es que hace falta, durante nueve meses. Es un primer llamamiento por unos 80 millones de euros, que posiblemente tengamos que ir ampliando porque ahora mismo toda la población iraquí es población vulnerable, es decir población que no tiene acceso directo a bienes básicos como agua y alimentación. Entonces va a hacer falta, a mediano y largo plazo, no solamente lo necesario para atender problemas de emergencia, con lo principal que es alimento y agua, sino para reconstruir el tejido de Irak, que llevará muchísimo tiempo.

EC - ¿Ustedes tienen una estimación de cuánto falta de la parte más dura de la intervención militar, del enfrentamiento armado? ¿Puede finalizar pronto? ¿Qué saben ustedes desde allí, en la base de operaciones en Jordania?

MR - La verdad es que no tenemos idea. Yo espero cuanto antes mejor, de una u otra forma, poder llegar a la gente más afectada, establecer los corredores humanitarios y luego poner en marcha lo que hace falta ya, que son los programas de reconstrucción y desarrollo. No olvidemos que ya antes de la guerra Irak tenía indicadores socioeconómicos lamentables: de cada mil niños que nacían 131 morían antes de cumplir los cinco años, como consecuencia de unas sanciones económicas que estaban dejando a todo el tejido industrial y económico totalmente devastado. Hace falta cuanto antes poner en marcha programas de desarrollo con la implicación directa de los iraquíes (de lo contrario no tendrían sentido) y esto va a hacer falta a largo plazo.

EC - Preguntaba a propósito de cuánto le falta a esta parte más cruenta del enfrentamiento, porque se siguen acumulando las víctimas, tanto militares como civiles, pero también porque los esfuerzos que ustedes realizan son como castillos de arena, avances que después se ven permanentemente obstaculizados. Si ustedes restablecen el servicio de agua potable en alguna zona de la capital, por ejemplo, éste puede llegar a verse nuevamente interrumpido por un nuevo ataque, etcétera.

MR – Sí; pero es que no nos queda otra historia: tenemos que abastecer al mayor número posible de personas pese a las dificultades. Lo ideal, lo correcto, lo necesario es que todas las partes en conflicto, no solamente dentro del país sino los países vecinos y la comunidad internacional colaboren porque las agencias humanitarias, las ONG pueden hacer algo, pueden ser parte; pero es insuficiente si no hay mucho más apoyo internacional y si no hay medidas estructurales, medidas de apoyo económico de largo plazo que permitan reconstruir toda la economía del país, atender –hace falta muchísima– la labor de atención psicosocial y psicológica a las personas. Hace falta muchísima ayuda y para ello es necesaria la implicación de muchos gobiernos y agencias humanitarias y de toda la gente que pueda involucrarse de una u otra forma. Pero las ONG no tienen todas las respuestas: se colabora, se va colaborando, pero para poner en marcha estos programas de desarrollo a largo plazo beneficiando a todo el país van a hacer falta medidas económicas estructurales de largo plazo con implicación de gobiernos y de instituciones públicas y privadas.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón





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