14.05.2003






































Positiva adhesión al canje

Jefe de asesores en el MEF, Isaac Alfie: Ingresó un número muy importante de bonos. Para quienes no adhirieron en fecha todavía no hay respuesta: hay situaciones claras de imposibilidad, y quienes relojean para ver cómo se benefician.

EN PERSPECTIVA
Miércoles 14.05.03, 08.10.

EMILIANO COTELO:
Hoy es el día clave en materia de canje de deuda pública uruguaya. El tema ocupa títulos destacados en toda la prensa uruguaya: El Observador encabeza su crónica diciendo que hoy es el día definitorio en dos sentidos: primero, porque se cierra el plazo para que los operadores locales hagan llegar sus propuestas al Banco Central (BCU); y segundo porque, en buena medida, de lo que suceda a nivel local dependerá lo que hagan los acreedores externos, que tienen un día más para adherir a la reprogramación.

Vamos a dialogar con el jefe de asesores en el Ministerio de Economía (MEF), economista Isaac Alfie. Se esperaba para último momento, según la experiencia de otras operaciones similares, un aluvión de adhesiones al canje. Sé que usted no puede manejar cifras, eso está especificado desde hace tiempo, pero ¿se produjo efectivamente ayer una suerte de avalancha aquí en nuestro país?

ISAAC ALFIE:
Ayer estábamos procesando información hasta última hora. No sé a qué hora terminaron (normalmente se estaba procesando hasta la una, las dos de la mañana), pero había sí un número muy importante de adhesiones que estaban ingresando y hoy se esperaba un saldo final de algunas cosas que por problemas técnicos van quedando para atrás.

EC – Según el diario El País, se prevé que la adhesión de los tenedores locales de títulos públicos superará el 96 por ciento del total, sumando inversores individuales, los institucionales y los bancos. Los montos comprometidos llegan a 3.200 millones de dólares en este caso, cuando el total, teniendo en cuenta los bonos del exterior, es de 5.200. ¿Es así?

IA - 5.100 y poquito.

EC - ¿Ustedes tienen indicadores que les permitan hablar de 96 por ciento a nivel local?

IA – No; creo que eso es exagerado.

EC - ¿Le parece exagerado?

IA - Es muy difícil eso. Estadísticamente hay un 3 por ciento sobre el total de bonos que nunca se cobra, ni cobran intereses tampoco: son bonos que están quedando allí, que se pierden, la gente fallece y quedan en los cofres y demás. Quiere decir que ya partimos del 97 por ciento; llegar al 96 por ciento es llegar al 99 por ciento. Me parece difícil. Además se sabía desde el principio que hay situaciones que no son de gran relevancia, pero siempre hay algún porcentaje de personas que no pueden adherir al canje por estar enfermas, porque no pudieron hacerlo personalmente o porque el bono está en una herencia en un juzgado, hay que pedirle permiso al juez y cada juez tiene que dictaminar si se pueden canjear los bonos que tiene en caución... Me parece que ese porcentaje es un poco alto; ojalá estemos por encima del 90 por ciento, con lo cual la parte local nos aseguraría que estaría dado el primer paso y, si la parte internacional responde de la misma manera, el canje se hace.

EC - Recordemos los porcentajes: si el índice de aceptación supera el 90 por ciento el canje se pone en marcha en forma automática; si oscila entre 80 y 90 por ciento el gobierno resolverá, evaluará qué hace…

IA - ...y si es menos del 80, no se hace.

EC - Cuando manejamos estos porcentajes estamos hablando de dinero involucrado, no de tenedores de papeles.

IA - De dinero involucrado.

EC - El gobierno va a hacer el anuncio oficial el lunes.

IA – Sí; está previsto hacerlo el lunes. Hay que procesar una cantidad de información, seguramente se tratará de pasar la parte local el jueves, la parte internacional el viernes y seguramente se trabajará sábado y domingo para tener todo pronto el lunes a primera hora. Es un proceso engorroso: hay que verificar la autenticidad de todo, de quien se presentó, etcétera; no es una cosa sencilla.

EC - Yendo ahora al panorama en el exterior, hoy hay declaraciones del economista Arturo Porzecansky, del ABN-Amro en Nueva York, quien dice que “el hecho de que los inversores locales en Uruguay estén apoyando tan masivamente el canje es algo que impacta y que da a los extranjeros la confianza de que esto efectivamente se realizará. Esto desincentiva la no participación, porque si alguien no entra se queda muy solo, los inversores de Estados Unidos y Europa tomaron nota del nivel de adhesión”.

IA - Es así. Y adentro, salvo la gente común, cualquiera de nosotros no está pensando en qué están haciendo los de afuera, pero los inversores institucionales sí miraban o miran lo que hacen los de afuera. Y al revés exactamente lo mismo: desde el momento en que aquí entraron los inversores institucionales, ellos mismos anunciaron que entraron, los de afuera toman nota y claramente se quedan muy solos si se quedan con un título cuyo mercado secundario en el mejor de los casos es casi cero, un título que no se puede vender y demás. Un inversor internacional difícilmente tenga un título para comprarlo y quedárselo hasta el fin de su vida; entonces, si se queda con un título que sirve para poco le conviene más adherir al canje. Eso más allá de que el mercado internacional y el mercado local están descontando el éxito del canje, dados los niveles de precio de esos bonos.

EC - Usted ha señalado que la situación evolucionó mejor de lo esperado, de lo que estaba previsto en los cálculos del gobierno para estos días previos al vencimiento del plazo. ¿En qué sentido lo dice?

IA - En el sentido de que uno hace la prima de riesgo país implícita en el precio de los bonos, cuando el bono se canjee; estamos a menos de 900 puntos básicos de riesgo país. La verdad es que ninguno de nosotros había pensado en una situación de este estilo, habíamos pensado en situaciones del orden de entre 1.100 y 1.200 puntos, dependiendo de los bonos, pero hoy estamos en una escalerita cuyo máximo no está llegando a 900 puntos de acuerdo a las cotizaciones que ayer me pasaron por pantalla. Es una situación muy buena y claramente el país deberá responder a eso.

EC - ¿Qué quiere decir que “el país deberá responder a eso”?

IA - Hay una confianza enorme, nos han dado un voto de confianza enorme.

EC - Eso iba a preguntarle: ¿qué interpretación tiene usted de la evolución del riesgo país en estos últimos días?

IA - Es un voto de confianza enorme en un país que tradicionalmente se ha mostrado responsable con sus compromisos, que salió a pedir un plazo que implica una pérdida en términos de valor para los tenedores de los títulos, y éstos en principio y dadas las condiciones que se están viendo estarían dispuestos a dárselo; por lo tanto de aquí en adelante la responsabilidad es cumplir con el pedido.

EC - ¿Quiere decir que hubo una sobredemanda por bonos uruguayos por parte de inversores que adquirían los títulos con el objetivo de ingresar al canje? ¿Eso es lo que hay que interpretar?

IA - Es uno de los temas. Hay gente que compró los títulos con el objetivo de ingresar al canje; los volúmenes transados tampoco son exorbitantes, eso quiere decir que la gente que tenía títulos también está dando un voto de confianza en la medida en que no se desprendió de ellos por el valor que tenían antes.

EC - ¿También hay que entender que las condiciones que ofreció el gobierno para la operación son rentables, interesantes?

IA – Sí; también hay que entender eso, efectivamente. Las condiciones que ofreció el gobierno son lo máximo que podía ofrecer y en base a las consultas que se realizaron, en base a las preferencias de todo el mundo. No se tocó el capital, no se toca la tasa de interés en general –salvo que uno se vaya a una opción amplia–, se pide plazo; hay que tener presente que en la jerga financiera esto implica pérdidas de valor para el tenedor de título porque cobra después. Por lo pronto llenó las expectativas de la gente.

***

EC - En cuanto a los inversores del exterior hay un mojón clave mañana, jueves, en el último día del plazo. En Japón hay una asamblea de los tenedores de bonos Samurai, que son 250 millones de dólares, ¿no?

IA - Exactamente.

EC - ¿Qué ambiente les ha transmitido la delegación que viajó a Japón para seguir de cerca esa reunión? Había cierta reticencia en esa gente.

IA - Sí, son los rumores que corrían. De todas maneras la inscripción para la reunión se hizo hace ya una semana y media y logramos la mayoría de inscriptos, es decir que con eso ya tenemos el primer paso ganado, por decirlo de alguna manera. Lo que se transmite es que la gente que se inscribió no tiene por qué ir a votar en contra: no tiene mucho sentido que se haya inscripto, se haya molestado y vaya a votar en contra del canje. No olvide que, aparte, ese bono tiene lo que se llama cláusula de acción colectiva, por regulación japonesa.

EC - ¿O sea?

IA - O sea que una determinada mayoría obliga al 100 por ciento.

EC - ¿Cuál es esa mayoría?

IA - Hay que tener presente o inscripto y que vote más del 50 por ciento del total del valor de emisión del bono, en este caso 125 millones más 1 dólar; y, de ésos, dos tercios tienen que votar a favor del cambio en los términos contractuales (se modifican los términos contractuales, el bono sigue siendo el mismo). O sea que con un 33 por ciento más 1 que vote, se puede lograr el cambio de los términos contractuales.

EC - Ayer entrevistábamos al presidente de la Bolsa de Valores, Carlos Perera, quien manifestaba la aspiración de la Bolsa en cuanto a que una vez completados los plazos y verificado que el canje se lleva adelante, porque se alcanzó los porcentajes correspondientes, el gobierno habilite un plazo extra para que puedan sumarse aquellos que no han tenido tiempo o condiciones para hacerlo en estos días previos; se refería a las dificultades que han tenido los corredores para localizar a todos los inversores con los cuales trabajan. ¿Esa posibilidad existe realmente?

IA - No hemos manejado todavía nada de eso. Sabemos, estamos conscientes de que hubo ciertas dificultades para algunas personas –yo mismo lo dije al principio–, pero la verdad es que todavía no se ha planteado estudiar esta posibilidad. Tendríamos que estudiarla y definir sobre la situación. No puedo darle una respuesta por anticipado, porque hay que evaluar más de una cosa sobre eso.

EC - No lo descarta.

IA – No; no lo descarto porque claramente hay casos notoriamente involuntarios en los cuales uno debería de alguna manera ver qué pasa. Pero usted sabe que después de los involuntarios están los “voluntarios” que primero quisieron mirar todo... Ahí se producen dificultades.

EC – Claro: puede generarse una desigualdad de condiciones.

IA – Exactamente. Pero hay que mirar las cosas. Uno puede decir: si claramente el bono está en el juzgado, si el juez no autorizó porque estuvo un poco lento o quizás hubo una falla de nuestra parte en comunicarnos con los juzgados, esos casos parecerían ser bastante claros y parecería que en principio uno debería tratar de contemplarnos, pero no puedo darle respuesta porque además no depende de mí exclusivamente. Hay que verlo, pero le repito: hay casos muy claros y casos vidriosos, si uno hace una división tiene que quedarse sólo con los muy claros, porque si no es muy fácil para los que relojearon todo el proceso: si está todo bien entro y si no igual me quedé afuera.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón




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