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“Investigar para detener, y no a la inversa”
Ministro del Interior, Guillermo Stirling: No se puede dejar en manos de miles de funcionarios policiales la interpretación de qué es una “postura sospechosa”. Ante esa simple duda, suspendamos el anuncio para no generar inquietud y digamos a la opinión pública que la Policía va a seguir cumpliendo con sus obligaciones de tratar de dar seguridad, pero no en desmedro de los derechos de cada ciudadano. No hubo “presiones”: si no se puede llamar a un ministro para saber qué se va a hacer, estamos exagerando.
EN PERSPECTIVA
Martes 20.05.03, 08.06.
EMILIANO COTELO:
El ministro del Interior, Guillermo Stirling, confirmó que se llevará a cabo el control de documentos sobre la población, a pesar de las preocupaciones expresadas desde diversos ámbitos. La preocupación surgió a partir de las declaraciones del jefe de Policía de Montevideo, inspector principal José Pedro Delgado, que aparecieron el jueves en el semanario Búsqueda, bajo el título “La Policía se lanza a un masivo control de documentación y tenencia de armas de las personas ante un fuerte aumento de los delitos violentos y contra la propiedad”.
A partir de esas declaraciones, lo entrevistamos aquí esa misma mañana, y Delgado reiteró que las personas deberían “justificar” su presencia fuera de la zona en que residen. Manifestó que no se trata de reeditar las “razzias”, pero, dijo, “si usted anda a las tres de la mañana en actitud sospechosa, si lo encontramos en Pocitos y vive en el Cerro, me va a tener que justificar qué anda haciendo en esa zona”.
ALFREDO DANTE:
Formuló declaraciones a otros medios en el mismo sentido, pero esto motivó la preocupación de varios legisladores y, al caer la tarde del mismo jueves, el jefe de Policía comunicó que la medida quedaba en suspenso. Pero ayer el ministro Stirling se presentó al Parlamento y anunció que el control se va a llevar a cabo, descartando la posibilidad de que se vuelva a las razzias, ese fantasma que sobrevoló en la discusión.
EC - Vamos a dialogar con el ministro Stirling.
GUILLERMO STIRLING:
Para que la gente comprenda bien todo este proceso sería bueno leer lo que sigue a continuación del titular que usted leyó.
EC - ¿Lo que decía Búsqueda el jueves?
GS - Exacto.
EC – “La Jefatura de Policía de Montevideo lanzará en los próximos días una fuerte ofensiva para combatir en las calles el fuerte aumento de los delitos violentos y contra la propiedad, y para ello controlará masivamente la identificación de las personas y el porte de armas”. Aparecían allí comentarios del propio jefe: “Hay que salvaguardar la calidad de vida y los derechos humanos de la población, y para eso hay que ser más enérgicos: toda aquella persona que no justifique debidamente su presencia en una zona de Montevideo que no sea la de su residencia y se encuentre en postura sospechosa será conducida a la comisaría como habilitan las normas vigentes, y luego se dará parte al juez”. Y agregó: “En esos operativos eventualmente podrán pagar justos por pecadores y desde ya me adelanto a pedir las disculpas del caso, pero finalmente toda la sociedad, que es la que nos paga el sueldo y con justicia pide vivir en paz, será la gran beneficiada”.
GS - Estas declaraciones tienen dos partes. La primera es el anuncio del operativo, de la nueva táctica policial; creo que no puede haber dos personas en oposición a que la Policía dé más seguridad a las personas. En esto concordamos absolutamente todos, de izquierda, de derecha, de arriba y de abajo.
EC - Los cuestionamientos en todo caso venían al cómo hacerlo.
GS - Exacto, por la interpretación de esas dos expresiones, que si yo vivo en el Cerro y me encuentro en Pocitos a las tres de la mañana evidentemente puedo ser catalogado como “sospechoso”, o que paguen “justos por pecadores”. Ya de antemano estamos presumiendo que a lo mejor el operativo no es del todo selectivo y entonces se cometan injusticias.
EC - ¿Esos fueron los detalles que a usted lo preocuparon el jueves de mañana?
GS - No sólo a mí: generaron un estado de preocupación y de inquietud en muchas personas, incluso padres que llamaron al Ministerio para hablar con el director nacional y saber si se estaba reimplantando las razzias.
EC - El jefe de Policía aclaró específicamente que no era implantar de nuevo las razzias.
GS - Claro, pero lo suspendimos precisamente porque la comunicación en todo sentido, pero fundamentalmente la policial, debe ser muy clara: la opinión pública tiene que conocer exactamente cuál es el sentido de los procedimientos policiales. Ahí radica un poco el tema.
EC - ¿Acá hubo una mala comunicación?
GS - No fue del todo feliz la comunicación. El jefe de Policía es una excelente persona y muy buen profesional, pero a veces hacemos algún comentario –todos en la vida lo hemos hecho– que es mal interpretado, o por lo menos que da pauta y pie para que se pueda interpretar una cosa distinta de la que uno quiere realmente señalar.
Acá hay dos cosas que tenemos que tener claras. Tenemos que defender cada día más los derechos de los ciudadanos, tenemos que proteger cada día más, tenemos que patrullar cada día más, tenemos que arrinconar cada día más a la delincuencia, todo eso sin violar derechos. Por la defensa de los valores colectivos de la sociedad no se pueden violar valores individuales.
EC - En definitiva, el plan que implica ponerse más exigente con el control de la documentación y con la actitud de las personas, por ejemplo en horas de la noche, se va a llevar a cabo, ¿con qué características?
GS - Durante todos estos años hemos hecho operativos realmente importantes, con la participación de 250 a 300 policías, en distintos lugares de Montevideo, donde se ha pedido documentación, donde se ha encontrado un montón de personas requeridas... Ninguna ha sido detenida inútilmente. Todos los días se hacen operativos, anoche se hicieron operativos de control de vehículos por el tema de las rapiñas de taxis y ómnibus. Es una forma, un procedimiento, una táctica policial de la Policía uruguaya y del mundo; tiene que haber controles. Eso se va a seguir haciendo.
EC - ¿Qué es lo nuevo entonces?
GS - No se va a detener a las personas para averiguar. Lo nuevo es lo que está marcando el escudo de la Escuela Nacional de Investigaciones de Chile: “investigar para detener, no detener para investigar”, porque en el procedimiento de detener para investigar evidentemente se puede cometer muchos errores en cuanto a que se deja librado a la subjetividad de un funcionario apreciar la calidad de sospechoso o no.
EC - Estábamos ante un nuevo tipo de operativo que se iba a implementar.
GS – No: creo que no y ahí está el error. Estos operativos se han venido practicando durante mucho tiempo. El error quizás estuvo en el énfasis que se puso.
EC - Usted señala que se va a continuar con la misma línea que se ha seguido hasta ahora.
GS - Exacto.
EC - Y que lo que anunció el jefe de Policía el jueves pasado, que implicaba algunos cambios, porque implicaba ponerse mucho más riguroso, no se va a ejecutar.
GS - ¿Sabe por qué no se va a ejecutar? Porque corremos el riesgo de que se generen primero las dudas que se generaron por parte de mucha gente, no sólo de políticos sino de mucha gente: ¿volvemos a las razzias? No, no: es una expresión caduca, una expresión absolutamente sepultada; que va contra lo que ha sido la filosofía de este Ministerio y de la propia Policía en cuanto a mejorar la imagen de la Policía en lo que tiene que ver con garantizar los procedimientos.
EC - Entonces esto que decía el jefe de Policía, “Toda aquella persona que no justifique debidamente su presencia en una zona de Montevideo que no sea la de su residencia y se encuentre en postura sospechosa será conducida a la comisaría”, no se va a hacer.
GS - ¿Qué es “postura sospechosa”?
EC - Era una de las preguntas cantadas y se la hicimos al jefe de Policía. Es algo muy ambiguo.
GS – Claro: dejar en manos de miles de funcionarios policiales la interpretación de qué es una postura sospechosa, ante esa simple duda, suspendamos esto, precisamente para no generar inquietud. Y digámosle a la opinión pública: señores, la Policía va a seguir cumpliendo con sus obligaciones de tratar de dar seguridad, pero no en desmedro de los derechos de cada ciudadano.
EC - Y a lo que a algunos sectores políticos, en particular al diputado Jaime Trobo, les preocupaba, que hubieran existido presiones políticas para desactivar un plan que entiende estaba bien rumbeado en el sentido de combatir más intensamente la delincuencia, ¿qué contestó usted ayer?
GS - Que eso es una interpretación del diputado Trobo. Si a un ministro no se lo puede llamar para trasmitirle una inquietud por una medida, creo que estamos exagerando todos. Lo que efectivamente hubo fueron llamadas de preocupación para conocer el alcance de las medidas. Preocupación de un ciudadano común y corriente que llama al director nacional de Policía y de un representante nacional que llama a un ministro para preguntarle: “¿Qué alcance tiene esto?, ¿volvemos a las razzias?, ¿no volvemos? ¿Qué fue lo que pasó?”.
EC - En síntesis, se va a continuar con los mismos criterios que hasta ahora, quizás con mayor cantidad de efectivos, con una mayor intensidad en los operativos, pero los criterios no cambian.
GS - Exacto.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón
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