28.05.2003




































LOS PRIMEROS BOSQUES TIENEN 12 AÑOS, Y EL MERCADO ESTÁ DECANTANDO

La rentabilidad de la forestación (2)

Presidente de la Sociedad de Productores Forestales, Gerardo Barrios: Como cualquier materia prima, tiene picos de alta y baja demanda. También hubo inversores mal asesorados, porque estaba en la tapa del libro que no se debía plantar eucaliptus con destino a celulosa de papel a más de 150 km. del puerto. Director forestal (MGAP), ingeniero Atilio Ligrone: Además de la volatilidad de precios, el país recién comienza a tener una masa de madera que permita la instalación de industrias. Los pequeños productores deben agruparse, como lo están haciendo con ayuda del MGAP.

EN PERSPECTIVA
Martes 27.05.03, 08.55.

EMILIANO COTELO:
¿Cuáles son las perspectivas de la actividad forestal en nuestro país, en particular de las plantaciones orientadas a la elaboración de celulosa de papel? La pregunta quedó planteada ayer a partir de una carta del ingeniero agrónomo Ariel Rodríguez Yáñez, asesor de empresarios en este rubro, mensaje que dio lugar a una entrevista.

Rodríguez Yáñez centró su preocupación en la caída del precio que pagan por la madera los intermediarios locales que compran para la exportación. Una caída que tuvo lugar pese a que, en los mercados internacionales, dijo, el producto ha tenido una leve suba.

El entrevistado explicó que esta situación afecta de manera particular a los pequeños inversores individuales.

(Grabación)

“Apunto precisamente a esos productores que no están agremiados y que no pertenecen al sector agropecuario tradicional, es decir industriales y comerciantes que compraron predios de 40, 50 hectáreas en Canelones, Florida, Lavalleja, Maldonado y decidieron inteligentemente –a mi juicio– invertir los dineros o los plus de rentas que tenían disponibles en el sector forestal.”

(Fin de la grabación)


Al preguntarle por las causas de esta caída de los precios en el mercado local, Rodríguez Yáñez opinó que el problema es consecuencia de un proceso de concentración de la demanda.

(Grabación)

“El gran grupo operador en la madera para exportación en Uruguay es una filial de una empresa española, ENCE, que ha regulado el mercado de abastecimiento de madera de eucalipto, específicamente el eucalyptus globulus, el eucalipto blanco, lo que ha logrado que el otro gran componente de nuestros eucaliptos, el eucalyptus grandis, el de madera rosada, prácticamente no tenga valor de mercado porque no hay quién lo compre. Eso ha determinado una disparidad en los precios de la madera, fundamentalmente en el valor de la renta esperada que podía tener el inversor que, 10-12 años atrás, creyó y confió en un modelo de producción y fundamentalmente en un retorno de capital.”

(Fin de la grabación)


Rodríguez Yáñez indicó que el retiro de Eufores de la compra directa de madera determinó una caída abrupta de los precios, del orden del 40 por ciento, lo que provoca una baja tal de la rentabilidad que determina que, según dónde esté localizada la plantación, los costos de los fletes terminen anulando la utilidad y, además, comprometiendo seriamente la amortización de los créditos tomados en el Banco República (Brou).

(Grabación)

“ARY - Esto determinó que plantaciones a más de 150 quilómetros de los puertos no tuvieran absolutamente rentabilidad. Ese es un tema que me preocupa excesivamente porque, por ejemplo, el departamento de Durazno –y apunto Durazno no precisamente por ser un lugar donde yo trabajé mucho, sino simplemente por una realidad que he constatado en los viajes permanentes que he hecho por el país– se transformó en una isla forestal porque está a más de 200 quilómetros tanto de Montevideo como de Fray Bentos, y por lo tanto esos bosques no están en condiciones de ser explotados.

EC - No están en condiciones de ser explotados…

ARY - Desde el punto de vista económico, por supuesto, en cuanto a lo que significa la rentabilidad para su producción. Hay un detalle muy concreto: hoy la utilidad neta para el productor de bosques en Sarandí del Yí, a 216 quilómetros de Montevideo, no supera los 8 dólares por tonelada, una producción que no logra cubrir ni siquiera los créditos que el productor contrajo con el Brou para su instalación.”

(Fin de la grabación)


Así hablaba ayer el ingeniero agrónomo especialista en forestación Ariel Rodríguez Yáñez.

***

Hoy retomamos el tema para incorporar dos puntos de vista. Vamos a dialogar con el titular de la Dirección General Forestal (Digefo) en el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), ingeniero Atilio Ligrone, pero antes vamos a hacerlo con el escribano Gerardo Barrios, presidente de la Sociedad de Productores Forestales (SPF).

Escribano Barrios, ¿usted comparte el pronóstico que se formulaba ayer aquí?

GERARDO BARRIOS:
Ahí se tocan varios puntos que habría que ir desgranando.

EC - Pero ¿efectivamente tenemos un problema de concentración de la demanda por madera para celulosa, sobre todo, que ha llevado a una baja de los precios?

GB - Eso una realidad desde que este país decidió fomentar la forestación: lo hizo al influjo de una gran demanda de madera para celulosa. Ocurrió que, luego, nos fuimos metiendo en el tema y fuimos aprendiendo que ese no era el único mercado que existía en el mundo. Es una punta del mercado, pero también está todo lo que es maderas para ser industrializadas, para ser aserradas, que es una muy buena porción del mercado.

EC - ¿Qué pasó en nuestro mercado interno con los pasos que dio Eufores, a la que mencionaba expresamente el ingeniero Rodríguez Yáñez?

GB - Eufores tiene la virtud de haber sido, quizás, el mayor demandante de madera por un problema que vive una de sus fábricas en España: su madre ENCE tiene una fábrica en Huelva que es totalmente deficitaria de madera y decidió –creo que por suerte– invertir en Uruguay y concentrar su demanda desde Uruguay. Esto impulsó al sector de eucalyptus globulus fuertemente con ese destino.

EC - Pero en particular ¿qué ocurrió con esa demanda de Eufores en los últimos dos años?

GB - Como ocurre con cualquier producto, tiene sus picos de alta demanda y sus picos de baja demanda. Hoy por hoy, en España y Portugal hay un exceso de oferta de madera que ha llevado a bajar los volúmenes de importación, que es la madera más cara que reciben. Esto no quita que por aquí no tomemos otros rumbos, busquemos otros mercados y nos movilicemos para tratar de colocar nuestras maderas en otros lugares.

EC - Ya vamos a eso. Mi consulta apuntaba a saber qué ha implicado para los precios en el mercado interno uruguayo esto de que Eufores o ENCE se encuentren en Europa con un exceso de oferta proveniente de España y Portugal.

GB - En el mercado interno uruguayo, en la medida en que ellos han disminuido su demanda y esto coincide con que los bosques están llegando al momento de entrar en producción, las curvas de oferta y demanda se cruzan y lamentablemente los precios han bajado.

EC - ¿Efectivamente han bajado un 40 por ciento?

GB - No, no diría que tanto; diría que bajamos de valores de 34 dólares a valores de 25, 26, 27 dólares por madera puesta en Montevideo. Según mis cuentas eso es un 25 por ciento, más o menos.

EC - Sea 25, sea 40, la pregunta apunta a saber qué ocurre con el impacto en la rentabilidad o directamente en la utilidad.

GB - Hay que ver dos cosas. Verlo como un hecho puntual de mercado, y ver qué tenemos que hacer el resto de los productores para tratar de salir de una situación de demanda muy concentrada.

EC - Pero ¿efectivamente ocurre, por ejemplo para quienes plantaron a más de 150 quilómetros de los puertos, que con este nivel de precios el flete termina pesando mucho y sus establecimientos no están en condiciones de ser explotados?

GB - Yo diría que el flete siempre incidió; ahora o antes, el flete es un componente muy importante en el negocio de la madera, donde el producto madera es lo más barato, es la excusa; el resto son todos servicios que se van sumando. El hecho circunstancial de que hoy tengamos valores de 25, 26, 27 dólares no debe ser tomado como definitivo sino puntual de una situación de mercado.

Y preguntaría también por qué quien asesoró al productor no le dijo que el negocio era plantar cerca de los puertos y no irse a 300 quilómetros del puerto de Montevideo o de Fray Bentos.

EC - ¿Hay un problema de asesoramiento?

GB - Hay temas de logística.

EC - No se tuvo en cuenta la volatilidad del precio de la madera con destino a celulosa, que podría llevar a que se produjeran bajas tales que el rubro flete pesara demasiado en la ecuación.

GB - Exactamente. Hay varios elementos que uno tiene que tomar en cuenta cuando decide invertir. En la madera la cercanía de los puertos estaba en la tapa del libro: si usted se aleja de los puertos tiene que saber que tiene que plantar una variedad que deba ser industrializada en el lugar de origen. Ocurre con la madera que se planta en Rivera, por ejemplo, que está a 500 quilómetros de Montevideo: quien plantó en Rivera sabe que esa madera tiene que llegar industrializada, no puede venir en bruto. Son decisiones que deben pensarse en el momento de plantar.

Insisto: la circunstancia actual del mercado que puede haber llevado a la baja no es definitiva ni fue digitada, impresión que creo que quedó sobrevolando a partir de la conversación de ayer. Es una situación de mercado. Nosotros sabemos que plantamos materia prima y cuando uno planta materia prima se presupone que después viene la industrialización; en algún momento se iban a dar picos de baja de la demanda por mayor oferta de madera, se iban a dar problemas de colocación puntuales.

EC - Causalmente esto viene a ocurrir en el momento en que buena parte de estos montes están prontos para la cosecha.

GB - Sin duda. No creo que ningún industrial fuera a instalarse antes de que los montes estuvieran maduros para ser cosechados. Cuando haya sobreoferta de madera seguramente va a haber una respuesta industrial al tema.

Además, el Uruguay en el que vivimos hoy, después de la devaluación por la que pasamos de un dólar a 17 a un dólar 30 pesos, también es distinto. Hoy estamos en el mundo con muchas más posibilidades de romper esa dependencia que teníamos de la demanda europea de maderas para celulosa. Hoy tenemos otros mercados bastante más importantes que el europeo y están a punto de concretarse negocios que van a poder darle a Uruguay una solución distinta. Pero son hechos que no se programan milimétricamente.

***

EC - Para resumir, tenemos efectivamente una situación en que los productores locales de eucalipto con destino a celulosa de papel se encuentran con precios que han bajado de manera importante en el último año y pico. Usted aclara que seguramente estamos ante una coyuntura, que la demanda no tiene por qué mantenerse en estos niveles. Pero efectivamente ha ocurrido, y por tanto los precios son de un nivel tal que en algunas zonas del país, sobre todo aquellas que distan más de 150 quilómetros de los puertos, la rentabilidad se vea seriamente comprometida. ¿Hasta ahí estamos de acuerdo?

GB - Casi de acuerdo. Yo diría que ha bajado la rentabilidad, o no es la esperada, pero no se ha visto comprometida. Diría que aún hoy se mantienen valores de 12, 14 por ciento.

EC - ¿O sea que si el productor vende en estos niveles de precios tiene esa rentabilidad?

GB - Sí, sí.

EC - ¿Y puede pagar los préstamos del Brou, que justamente están empezando a abonarse por estas fechas?

GB - Sin duda. Quiero contarle parte de una historia sobre algo que quedó colgado de la pregunta anterior antes de que fuéramos al corte. La preocupación del ingeniero que llamó ayer era qué hacen las empresas pequeñas. Además de presidente de los forestales, yo dirijo, junto con otros amigos, una empresa que se llama Foresur, que es una de las cuatro exportadoras; somos 70 socios que en total manejamos un área de unas 35.000 hectáreas, o sea que estamos en un promedio de 500 hectáreas por socio, o sea que somos pequeños productores que en el año 92, viendo que este era un mercado en el que había que manejar grandes volúmenes para ser competitivos y poder estar en el mercado, decidimos juntar nuestros esfuerzos. Trabajamos mucho; no es fácil, pero son caminos que hay que tomar, que se debe tomar y que toman muchos productores para poder dar salida a su producción. Lo pongo como ejemplo porque me parece que en la entrevista de ayer quedó algo así como “todo el mundo tiene culpas menos yo”.

EC - El ingeniero Rodríguez Yáñez señalaba que veía con preocupación la situación de los productores chicos.

GB - Claro, pero le estoy dando un caso de 70 que en el año 92 ya empezamos a trabajar juntos y hemos ido encontrando un destino, hemos vendido nuestras maderas, estamos exportando desde el año 94. Estamos permanentemente buscando nuevos mercados, nuevas oportunidades. Hay otros grupos, incluso en Durazno (él mencionaba su preocupación por ese departamento): hay un grupo parecido al nuestro, quizás donde predomine más el eucalyptus grandis y por lo tanto estén con otra orientación, estén más orientados a preparar sus bosques para la actividad industrial futura, en conjunto o en sociedad con un industrial. Hay otro grupo en Cerro Largo. Es cierto, este es un negocio de grandes volúmenes, los pequeños deben unir sus esfuerzos.

Este amigo también confundió la actividad que deben desarrollar las pequeñas empresas desde el punto de vista comercial y la actividad que desarrolla la SPF como actividad gremial. Esta entidad, por supuesto, busca, protege y está permanentemente atenta a los temas de carácter general que nos preocupan a todos, pequeños y grandes, no en lo comercial sino en toda la gama de temas que nos golpean por todos lados.

Creo que vale la pena separar la paja del trigo: una cosa es la actividad comercial y otra es la actividad gremial.

EC - Pero está claro que para esos pequeños productores, por ejemplo de 40, 50 hectáreas, la alternativa para poder buscar otros mercados es la agrupación.

GB - Sin duda. Para dar una idea de dimensiones: un solo barco lleva por lo menos la producción de 250 a 300 hectáreas. Entonces, ¿cómo un productor de 40 hectáreas puede pretender estar en el mercado internacional solo?

EC - Pero hasta ahora, ¿qué hacían esos pequeños productores? Le vendían, de pronto, a uno de los compradores locales.

GB - Pueden vender en plaza o pueden juntar sus esfuerzos con otros productores y tratar de salir al exterior. Lo que no pueden es quedarse quietos, nadie les va a golpear la puerta.

EC - En el caso concreto de los que están a grandes distancias de los puertos, si venden a los precios que se están manejando en el mercado local hoy, ¿usted dice que igual conservan una rentabilidad importante?

GB - Estamos hablando de distancias razonables. Tomemos otro tema en cuestión: qué variedad plantó y dónde plantó.

EC - Supongamos que plantó para celulosa.

GB - Si plantó para celulosa y plantó eucalyptus globulus seguramente tiene que haber plantado en un entorno de una distancia de 180 a 200 quilómetros del puerto de Montevideo. Por una situación natural, además: es la región donde el eucalyptus globulus tiene un muy buen comportamiento desde el punto de vista agronómico. Está pasando por una coyuntura de precios bajos, sin duda, pero tengo socios dentro de Foresur que hoy están pagando sus créditos al Brou sin ningún tipo de inconveniente.

EC - ¿Pero también conoce situaciones de dificultades?

GB - Pueden existir situaciones de dificultades, pero ya con aquellas personas que están comercializando eucalyptus globulus sino que plantaron eucalyptus grandis.

EC - ¿Por qué?

GB - Porque el eucalyptus grandis, que de pronto fue pensado inicialmente con destino a celulosa, tomando créditos a 10 años, es una variedad que hoy se está destinando al aserrío y, en lugar de a un turno de 10 años, va a ir a 18 o 20. Hoy esos bosques están siendo podados, raleados, para tener madera de altísima calidad, libre de nudos, pero que va a tener un turno mayor de los 10 años pensados inicialmente.

EC - O sea que el productor tiene que seguir invirtiendo en el mantenimiento…

GB - Tiene que invertir en podas, en raleos.

EC - Y, por supuesto, se queda sin cobrar durante ocho años más.

GB - Sí, aunque de esos raleos va generando algún ingreso; pero es cierto, pospone su cosecha final.

EC - Entre ese tipo de productores hay dificultades.

GB – Sí. En eso está la SPF: hay que hablar con el Brou, comentarle esta situación, que es un hecho de la realidad que no fue previsto inicialmente. El Brou trata individualmente cada uno de esos casos. En la medida en que nota que esos bosques están siendo trabajados y bien reorientados va a dormir tranquilo y el productor también, porque en esos casos la rentabilidad va a ser superior a la esperada inicialmente.

***

EC - Vamos a incorporar al ingeniero agrónomo Atilio Ligrone, director de la Digefo, del MGAP. ¿Cómo observan ustedes, desde el Ministerio, esta coyuntura por la que pasa el mercado de la forestación, sobre todo a partir de esta baja en los precios a la que hacíamos referencia?

ATILIO LIGRONE:
Obviamente es razonable esperar la preocupación de algunos productores que plantaron bosques y están próximos al momento de la cosecha cuando se enfrentan a un mercado con no todas las posibilidades de comercialización que hubieran esperado.

De todos modos, es muy importante visualizar el estado en que se encuentra el sector forestal hoy día. Si bien a comienzos del año 90, que fue cuando se comenzó a implementar la ley forestal y los mecanismos de incentivo al sector, pasamos de unas 45.000 hectáreas de bosque plantados con una finalidad industrial a 600 mil hectáreas al día de hoy; pasamos de una exportación de 13 millones de dólares en aquel momento a cerca de 100 millones en el día de hoy, creo que todavía el sector forestal no ha llegado ni siquiera a la mitad de la etapa de su desarrollo. El forestal es un sector nuevo en Uruguay que había que crear: Uruguay era un país sin bosques y por lo tanto sin una tradición forestal ni una industria forestal importantes.

El sentido de llevar adelante un programa de plantación forestal estuvo en función de ventajas comparativas del país para la producción forestal y de expectativas de un mercado creciente desde el punto de vista de la demanda y con dificultades cada vez mayores desde el punto de vista de la oferta: poder desarrollar una masa de materia prima que generara un posterior desarrollo industrial y una comercialización fluida hacia el exterior.

Las plantaciones más viejas realizadas en este marco tienen hoy unos 12 o 13 años; son las plantadas en los primeros años. En los primeros años se plantó muy poco. Esto quiere decir que era poco probable que en este momento nos encontráramos con una gran cantidad de bocas de salida, de canales de comercialización, de gente que compre madera. Como decía claramente el escribano Barrios, cargar un barco implica una superficie importante de bosque a cortar.

Uruguay está exportando hoy en el orden del millón de metros cúbicos de madera rolliza y es muy difícil encontrar muchos más actores hoy con los volúmenes de madera que existen.

EC – “Es muy difícil encontrar muchos más actores”. ¿Se refiere a actores comprando madera en el mercado local?

AL - Claro, porque tampoco existen volúmenes de madera que permitan asegurar corrientes de exportación importantes y permanentes. Cuando hablamos de madera rolliza no podemos hacer exportaciones pequeñas y puntuales.

EC - Esa situación, justamente, ¿es la que ha llevado a la caída de precios de la que veníamos hablando, al haberse prácticamente retirado del mercado uno de esos grandes operadores?

AL - Exacto.

EC - Y les genera, por ejemplo a los productores pequeños, que seguramente estaban vendiéndole a uno de esos compradores en Uruguay, la obligación de reconvertirse, de dejar de trabajar para la celulosa de papel, de extender los plazos de sus cosechas para poder tener una madera que tenga como destino la industrialización –y por lo tanto requieren tiempo y aire financiero–, o conseguir por su lado otros mercados que sorteen los niveles de precios que se dan adentro.

AL - Exacto.

EC - Para esto último, ¿el ministerio está trabajando? Por lo visto hay algunos productores que ya se han juntado y están accediendo a otras plazas; pero por lo visto hay otros que no han dado ese paso y se encuentran preocupados. ¿Cómo se observa ese escenario desde el ministerio?

AL - El escribano Barrios puso el ejemplo de Foresur, que es un grupo importante de productores que se unieron para comercializar su madera; también puso el ejemplo de un grupo de productores de Durazno y de un grupo de productores de Cerro Largo. Yo le diría que en las etapas previas a la constitución de esos grupos, el ministerio, en particular la Digefo, tuvo un papel importante auspiciando, fomentando su constitución, ya fuera en forma directa a través de nuestros técnicos regionales, o a través de traer expertos, personas del exterior, de otros países, como Chile por ejemplo, que ya había avanzado en estos temas. Fue muy interesante la traer a personas que mostraron la experiencia de asociaciones de productores para encarar este tipo de mercado en forma conjunta.

Creo que a partir de eso se generaron estos grupos, o sea que en ese sentido la participación del Estado ha sido proactiva, como así también en lo que tiene que ver con la apertura de nuevos mercados y con el marco para favorecer las exportaciones de productos forestales. En realidad este es un sector en el que públicos y privados hemos trabajado siempre en forma muy mancomunada, muy coordinada todos los sectores del quehacer forestal: no sólo el servicio forestal y los productores, sino también todas las áreas vinculadas a la investigación, a la educación, etcétera. Coordinamos a través de una mesa actividades y, en materia de comercialización, hay ejemplos bastante recientes de viajes, de misiones público - privadas al exterior en búsqueda de apertura de nuevos mercados, de levantar algunas restricciones en el caso de que existieran. Concretamente se viajó a China, a Estados Unidos, a varios países de la Unión Europea, recientemente se hizo un viaje a Canadá buscando otras formas de comercialización de la actividad forestal, que son los servicios ambientales, en este caso los bonos de carbono.

El fuerte de las plantaciones forestales en Uruguay se hizo a partir del año 1995, quiere decir que en los próximos tres o cuatro años el país va a tener una oferta muy importante de madera. Este tipo de preocupaciones que ya anticipadamente están transformando en acciones varios agentes del sector privado y del sector público requieren justamente prepararse, no solamente para abrir nuevos mercados de exportación de madera rolliza, que es lo que se está dando ahora, sino también –que creo que es lo más importante– para generar las condiciones para procurar un mayor nivel de industrialización de nuestros productos en el propio país.

EC – Claro: para que, además de favorecer al productor con mejores precios, haya más valor agregado.

AL - Es evidente. Creo que es ahí donde el impacto de la forestación va a ser realmente importante. Todas las proyecciones de ingresos por concepto de divisas en materia forestal han sido sobre escenarios bastante conservadores y plantean niveles de ingresos en los momentos pico del orden de los 400 y 500 millones de dólares. Pero si logramos niveles de industrialización importantes esos montos anuales de exportación puede crecer de manera muy significativa. Indudablemente hay un momento, un período de tiempo durante el cual es muy difícil ensamblar la oferta de madera con la industria y con los agentes comerciales. Seguramente vamos a tener un período, ojalá lo más corto posible, en el cual tendremos una sensación de sobreoferta de madera porque todavía no estarán instalados la industria ni los demandantes, porque para ellos todavía no va a ser suficiente como para poder desarrollar esas inversiones que en materia forestal son bastante importantes.

EC - ¿Cuál es su pronóstico?

AL - Mi pronóstico es que la actividad forestal va a ser sumamente importante para el país. En este momento estamos pasando por un momento especial, como decía el ingeniero Barrios, de precios que pueden variar; de acuerdo a las visitas a mercados externos y a lo que recibimos del exterior, es muy probable la apertura de nuevos mercados y en los próximos años la radicación en el país de industrias que generen una estabilidad en el sector forestal en la que existan no sólo muchos oferentes de madera sino también muchos consumidores y precios más estables para poder programar las plantaciones futuras.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón




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