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Una Intendencia equilibrada
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Intendente Carlos Mazzullo: Salvo con UTE (como la mayoría de los municipios), Flores no tiene deudas. No hay refinanciaciones, porque fomentan la cultura del no pago a la espera de otras mejores, y las exoneraciones no se traducen en más recaudación. Los recursos privilegian la promoción la artesanía, la pequeña y mediana empresa.
EN PERSPECTIVA
Lunes 02.06.03, 09.15.
EMILIANO COTELO:
El intendente de Flores, Carlos Mazzullo, tiene años de conocimiento del municipio del departamento. Fue suplente del titular en 1989, electo como titular en 1994, y hoy desarrolla su segundo período como intendente. Tiene 52 años, nació en Trinidad, y es presidente de la Correntada Wilsonista, del Partido Nacional.
Si le preguntamos qué sabe el uruguayo promedio sobre este departamento, diría que una de las cosas que sabe es que es uno de los departamentos más chicos del interior, con 5.144 kilómetros cuadrados, 25.000 habitantes según el último censo...
CARLOS MAZZULLO:
Todos los últimos censos arrojan una población estable que oscila en los 25.000; no llega nunca a los 26.000.
EC - ¿Qué hace este departamento? ¿Cuáles son sus principales rubros de actividad?
CM – Mucha gente se preguntará a qué venir a este departamento, que es el más joven y el menos poblado del país. Ese era un gran desafío cuando asumí el 15 de febrero de 1995: hacer trascender a nuestro departamento a nivel nacional, y después tuvimos la suerte de hacerlo también fuera de fronteras. Es un departamento volcado a la ganadería y a la agricultura. Tradicionalmente, la base de nuestro departamento es agropecuaria.
EC – Incluso la industria que existe en el departamento tiene origen en el agro.
CM – Exactamente. Esencialmente ganadero, porque todo lo que tiene que ver con la agricultura fue decayendo en el tiempo, dado el alto costo de los cultivos, que han sido castigados por las inclemencias del tiempo, lo que ha llevado al desgaste de muchos productores.
Pero la producción ganadera se ha mantenido muy firme en el departamento. Hay casi 500 mil cabezas de ganado en el departamento. Había muchos ovinos, pero su precio hizo decaer las existencias: si no me falla la memoria, creo que andan alrededor de 260 o 270 mil cabezas de ovinos. Ahora sí han aumentado con el repunte del precio y el de la lana.
EC – Es una realidad no sólo de Flores sino del país, que hace que Lanas Trinidad esté operando en su tarea específica (la elaboración de tops, etcétera) muy por debajo de su capacidad.
CM – Sí. Ha faltado materia prima para producir. En este pequeño departamento de Flores se procesa el 25% de toda la lana del país.
Usted me preguntaba qué hacemos aquí. Es un departamento donde tenemos la suerte de decir que hoy hay una revolución en torno a un proyecto.
EC - ¿Cuál es ese proyecto?
CM – Que cada uno de nosotros viva mejor. Que nos conozcan como somos, por lo que hacemos, por el esfuerzo que hacemos en cada uno de nuestros emprendimientos. Desde el municipio hemos propiciado reuniones al inicio de nuestra gestión, y las hemos mantenido, con todas las fuerzas sociales del departamento tratando de que se mimeticen con esta idea que venimos proponiendo, y hoy podemos decir que hemos tenido éxito. Había que tener un producto de alternativa, y hemos trabajado en descubrir las partes hermosísimas en relación con el turismo, como otra fuente de ingresos a nuestro departamento, y que le ha venido muy bien. Empezamos a trabajar con la Gruta del Palacio, la zona de los lagos de Andresito, con la mayor concentración de arte rupestre en el Cono Sur (y que ha sido visitada por muchísimos técnicos, incluso hemos tenido la visita de pasantes y profesores de la Universidad de Colonia, Alemania).
Y hemos apostado al apoyo a la pequeña y mediana empresa.
EC - ¿En qué rubros?
CM – En especial en artesanías. La idea de impulsarla viene un poco de nuestra propia sangre: los italianos se recuperaron en base al apoyo a la pequeña y mediana empresa. Yo he tenido la suerte de visitar Italia durante varios años y he podido comprobar in situ esa mentalidad, que queremos trasladar a nuestro departamento. Lo hemos logrado en base a algo muy nuestro, la descentralización; porque antes –por ejemplo para el desarrollo de la artesanía— todo se concentraba en la Casa de la Cultura, con los profesores que estaban aquí, y había que venir a Trinidad. Hoy tenemos alrededor de 70 u 80 profesores en diferentes áreas, que se trasladan a los centros poblados rurales. Eso ha llevado a que un proyecto que fue de la Mujer Rural y al que se han agregado hombres, esté hoy recorriendo el país con un producto que se elabora aquí, y que está perfectamente identificado para cada zona. La Intendencia dispuso que lo que hace Ismael Cortinas no lo puede hacer Andresito, ni La Casilla, ni Juan José Castro, para no competir con un mismo producto. Y ese producto hoy está siendo exhibido en todas las ferias del país, en el Laboratorio Tecnológico del Uruguay, donde han sacado varios premios, incluso el primer premio del año pasado. Eso da la pauta de la calidad con la que se trabaja, y del empeño para llevar un ingreso extra a los hogares.
Se ha destacado la calidad de la artesanía, pero hay un marketing atrás. Nosotros hicimos un convenio con la Corporación Española, con la Oficina de Planeamiento y Presupuesto y con el Ministerio de Industria, por el cual se dictó un curso de diseño, marketing, promoción de empresas, al que asistieron 42 artesanos. Los profesores españoles bajaban en Carrasco y venían directamente a Trinidad.
Unos años atrás era prácticamente impensable que hubiera turismo. Sin embargo, todos los fines de semana estamos recibiendo turistas que vienen a visitar un circuito. En Flores tenemos guías que surgieron de un curso impulsado por la Intendencia.
EC – Otra cosa que sabe el uruguayo promedio es que Flores ha sido protagonista de primera línea en la “guerra de las patentes”. La patente de rodados más baja llevaba a una “emigración” de vehículos desde otros departamentos, que eran empadronados en Flores para aprovechar esa diferencia de precio. Esto empezó antes de su administración, pero ¿cómo está hoy el tema: cuánto más baja está hoy la patente que en el resto del país?
CM – Yo digo que este tema se ha dado por superado. Esto es cosa juzgada con mis compañeros del Congreso. Cuando hablan del tema patentes de rodados, ya saben que Flores no interviene en el debate, porque allá, desde Paso Severino en 1997 hasta ahora, ya han asimilado que nosotros no vamos a ingresar en el sistema unificado de patentes.
EC – Usted dice que eso está definitivamente laudado. Pero, fuera del sistema, ¿cuál es hoy la diferencia de precios?
CM – No se lo puedo decir, porque no la conozco; no conozco la realidad de otros departamentos. Lo que sí le puedo decir...
EC – Pero debe tener una idea.
CM – No tengo una idea. ¿Usted sabe que no? No tengo una idea. Lo que sí le puedo decir es que la unificación de patentes hoy existe sólo en los papeles pero no en los hechos. Hay departamentos que en este momento están más baratos que Flores.
EC - ¿Cuáles?
CM – Lo vamos a manifestar en el próximo Congreso.
EC - ¿Artigas, por ejemplo?
CM – Sí; es uno de ellos. Lo vamos a manifestar. Montevideo ya lo ha denunciado, Rivera también, y nosotros vamos a hacer una exposición al respecto.
También le puedo decir que Flores no está captando hoy los vehículos que se dice. Hay muchos que se han ido.
EC - ¿Cuántos vehículos empadronados en Flores no debería estarlo?
CM – No puedo responderle hoy esa pregunta. No la esquivo, pero en este momento estamos realizando un cambio de matrículas, primer para depurar el padrón, porque no sabemos si la morosidad que tenemos es real o no. El cambio de matrículas venció hace dos meses, y hay 5.200 vehículos que han cambiado la placa. Quiere decir que no podemos identificar bien cuántos son de otros departamentos y cuántos de Flores.
EC - ¿Cuánto pesa la patente en los ingresos de la Intendencia?
CM – Sí, está bien: cuánto pesa en la Intendencia de Flores pero cuánto pesa también en todos los municipios del país, porque ha pasado a ser para todos el principal tributo.
EC – Se lo pregunto porque da la sensación de que, al imponer aquella política de precios en la patente de rodados, Flores se benefició y obtuvo ingresos realmente muy interesantes, que le han permitido moverse con una comodidad en su presupuesto que otros municipios no tuvieron.
CM – El principal tributo que tenemos en Flores, el que nos oxigena, es el de la contribución inmobiliaria rural. Pegado a ese, la patente de rodados. Después, no hay más. Pero mire que si usted recorre el país, la patente de rodados ha pasado a ser el primero o segundo tributo que tienen las intendencias como base de sustento de todas sus obras, de toda su planificación, como lo es también en Flores. Eso nos ha llevado a tener un presupuesto equilibrado mediante una administración muy firme.
EC - ¿Hoy tienen las cuentas equilibradas?
CM – Sí; tenemos un presupuesto muy equilibrado.
EC - ¿No tiene deudas?
CM – No debemos un peso a nadie: Banco República, Banco de Previsión Social, Banco de Seguros... La única deuda de la Intendencia de Flores es con la UTE, al igual que la mayoría (salvo tres). La estamos negociando, y mañana nos reuniremos con el Directorio de UTE en Florida.
Mediante una administración muy firme, muy austera, tratamos de economizar al máximo nuestros escasos recursos, y creo que hoy tenemos afectado al rubro sueldos más leyes sociales un 47,6%, y al rubro inversiones un 23%. Luchamos muchísimo para llegar a estos números, y creo que esta foto nos califica muy bien frente al resto del país.
EC - ¿Cómo están en cantidad de personal?
CM – Cuando renuncié para postularme nuevamente para este segundo período, yo tenía a la Intendencia con 580 personas y hoy tengo 545. No porque se haya despedido a nadie (no despedí absolutamente a nadie) sino porque no se ha repuesto al personal que se ha retirado, jubilado o fallecido. Con el personal que hoy tenemos nos vamos manejando bien.
EC - ¿Hay que bajar más? ¿Cómo está Flores en relación con la población?
CM – De acuerdo a los indicadores de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, estamos bien. Los indicadores de funcionarios municipales sobre población que indica OPP estarían bien.
EC - ¿Usted dice que la proporción es baja?
CM – Exactamente.
EC – En materia de morosidad, ¿cómo está la Intendencia?
CM – En este momento, parece increíble, pero es históricamente la más baja.
EC - ¿Aplican planes de refinanciación?
CM – Es una decisión que ha sido pura responsabilidad del intendente; de nadie más. No hemos aplicado refinanciación absolutamente a nadie.
EC - ¿No hay refinanciaciones?
CM – No hay ni va a haber. Yo tengo dos explicaciones. La primera es que, si usted va haciendo refinanciación tras refinanciación, se vuelve a la cultura del no pago: la gente empieza a pensar “Si hoy hacen una refinanciación, no pagamos y esperamos por la segunda, que va a ser mejor”, y después “la tercera, que va a ser mejor”. Desde que se asumió se fue muy firme en ese sentido, y no se ha hecho ninguna. Probamos a hacer sólo una con la contribución inmobiliaria urbana, que tenía una morosidad muy alta, y no dio resultado.
Tengo también la experiencia de mis colegas en otros departamentos, que hay hecho refinanciaciones, quitas de multas y recargos, y la gente no ha pagado. No ha pagado el capital puro. Quiere decir que acá no se hizo ni lo habrá.
EC – Usted hablaba de un 23% del presupuesto destinado a inversiones. Y en ese plano, ¿cuáles son las prioridades: qué tipo de inversiones, en titulares?
CM – En materia de políticas sociales, no estamos dispuestos a dar un paso atrás. Estamos cumpliendo con las necesidades de la población, básicas y no. Después, la colaboración con el sector agropecuario, fundamentalmente el apoyo a la cuenca lechera que es muy importante en la cuarta sección...
EC – Usted se refiere a la caminería rural.
CM – No sólo caminería que hizo la Intendencia, con una inversión de U$S 200 mil, a pedido de la Dirección de Proyectos de Desarrollo (Diprode) que, como la Intendencia tenía dinero, nos dijo “Háganlo y nosotros después les pagamos”. Vino esta desestabilización del sistema financiero que hubo en el país, y tenemos para cobrar algo que no llega a U$S 100 mil.
Pero no sólo caminería, sino toda la colaboración en el medio rural: acabamos de realizar unos 40 pozos semisurgentes en esa zona, no sólo para la cuenca lechera sino también para la formación de una cooperativa de queseros en Ismael Cortinas (tenemos alrededor de 40 queseros que van a producir con un formato único). Los pozos fueron construidos por convenio de la Intendencia, Conaprole y el Reino Unido y no se les cobró absolutamente nada, muy poco (muy poco, porque aquí hay una política: aquí no se da todo; la gente tiene que colaborar), y eso mejora la calidad del agua y por ende la producción.
EC – Eso en cuanto a inversiones en el interior del departamento, pero hay obra en la capital, Trinidad. ¿Cómo se reparte la inversión: cuánto va para la capital y cuánto para este tipo de proyectos relacionados con la producción?
CM – Para la capital va alrededor de un 60%, y el resto para las zonas rurales.
Y en materia de políticas sociales hay algo que todos dicen y nadie lo hace: la compra de carteras de tierras. Incluimos en el presupuesto quinquenal la compra de tierras para las cooperativas, y se hizo efectivamente. Se compró cuatro manzanas en la planta urbana, por valor de un millón 350 mil pesos, y ya están por ser entregadas a los cooperativistas para construir 200 viviendas para otras tantas familias que se van a alojar allí.
Hemos hecho una pileta de natación, ahora estamos por hacer una en Ismael Cortinas, como un aporte a la salud.
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Tanscripción y edición: Jorge García Ramón
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