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Aguas de Bilbao planea retirarse del Río de la Plata
Corresponsal en Maldonado, Marcelo Gallardo: Este grupo es apenas un accionista minoritario, por lo que Uragua seguramente seguirá operando en Maldonado, sin cambios en la gestión. Si efectivamente se resuelve la venta de acciones, según el contrato de concesión, OSE deberá aprobar al eventual comprador.
EN PERSPECTIVA
Martes 03.06.03, 08.52.
EMILIANO COTELO:
La noticia llegó a mediados de la semana pasada desde España: el consorcio Aguas de Bilbao anunció que abandonará la participación que tiene en negocios en Argentina y Uruguay. La asamblea de accionistas de Aguas de Bilbao autorizó el miércoles a sus directores a aceptar la oferta más interesante que reciban por las acciones de sus compañías en el Río de la Plata. Su presidente, Iñaki Echevarria, dijo que la decisión está motivada por la importante crisis que atraviesan los países latinoamericanos, en especial Uruguay y Argentina.
Esta determinación tiene su impacto en Uruguay, en particular en Maldonado, porque Aguas de Bilbao es copropietaria de las acciones de Uragua a través de un consorcio del que forma parte junto con otras dos empresas españolas, Iberdrola y Kartera Uno.
En realidad apenas el 13 por ciento de las acciones de Uragua pertenece al consorcio Aguas de Bilbao, mientras que Iberdrola es quien tiene más participación, con un 49 por ciento; Kartera Uno posee el restante 38 por ciento del paquete accionario.
Recordemos que desde agosto de 2000 Uragua es la concesionaria de los servicios de saneamiento y abastecimiento de agua potable de buena parte del departamento fernandino. En el contrato la empresa se comprometió a realizar obras por 200 millones de dólares en un plazo de 30 años, de los cuales lleva invertidos hasta ahora unos 12 millones.
Hace pocos meses Uragua fue noticia, cuando renegoció las condiciones de la concesión con el gobierno a partir de un reclamo que formuló sobre los efectos de la devaluación del peso que, argumentó, perjudicó sus planes y alteró las condiciones acordadas.
La duda que surge a raíz de esta decisión de la semana pasada del consorcio Aguas de Bilbao es qué pasará ahora, cuál será su incidencia en los servicios de saneamiento y abastecimiento de agua potable en Maldonado.
En Perspectiva realizó algunas consultas al respecto. El vicepresidente de OSE, Hugo Granucci, aseguró que no hay razones para pensar que Uragua se retirará de la concesión o que cambiará la gestión de la empresa; por su parte otro director de OSE, Alberto Casas, dijo que Uragua aún no ha comunicado que vaya a vender parte de su paquete accionario, aunque aclaró que, de hacerlo, OSE tendrá que intervenir en esta transacción: a través de una cláusula del contrato de concesión, el Directorio de OSE deberá autorizar la compraventa de las acciones teniendo en cuenta una serie de características del nuevo inversor. Considerará a esos efectos la experiencia, la pericia técnica y la participación en negocios anteriores, entre otras cuestiones que habiliten la operación de venta de parte de las acciones. El director Casas agregó que si la empresa decidiera retirarse sin haber podido vender sus acciones, OSE demandaría a Aguas de Bilbao y se haría cargo de los servicios.
De todas formas fuentes relacionadas con el negocio consultadas por En Perspectiva insistieron en que Aguas de Bilbao es la que tiene menos acciones de las tres empresas dueñas de Uragua, es decir que la venta de las acciones de Aguas de Bilbao no determinará el retiro de Uragua de la concesión del saneamiento y abastecimiento de agua en Maldonado. Las mismas fuentes aseguraron que, de todas formas es muy poco probable que Aguas de Bilbao venda sus acciones en Uruguay, ya que aún no ha recibido ninguna manifestación de interés en ese sentido. Agregaron por otra parte que la autorización de la venta de las acciones de sus empresas en el Río de la Plata está inscripta en una decisión genérica, ya que sí han recibido ofertas por las acciones de sus negocios en Argentina.
No ha sido posible obtener una entrevista con directivos o voceros de Uragua, por lo tanto vamos a tomar contacto con nuestro corresponsal en el departamento de Maldonado, Marcelo Gallardo.
MARCELO GALLARDO:
Tu introducción ha puesto en su justo término lo que está ocurriendo, porque no creo que la forma en que se tomó la noticia que venía de España haya estado bien aflatada, en el sentido de narrar lo que efectivamente ocurrió. Lo que está pasando es que esa empresa que está formada por una cantidad de ayuntamientos y municipios del País Vasco decidió retirar, o al menos poner en venta las acciones, lo que no implica que Uragua se vaya.
EC – Claro: lo que no todo el mundo tenía presente era que Aguas de Bilbao no es el único accionista de Uragua, y mucho menos que es el menor de los tres inversionistas.
MG - Por eso lo que dijiste pone blanco sobre negro la realidad de lo que está ocurriendo aquí. En esa decisión que está tomando ese accionista minoritario de Uragua hay también un fuerte componente político que se disparó tiempo atrás en la disputa interna electoral partidaria del País Vasco, entre el Partido Nacionalista Vasco por un lado y los partidos nacionales de España, es decir el Partido Socialista Obrero Español y el Partido Popular: cada uno de los ayuntamientos refleja el esquema electoral del país. Esto se disparó a partir de que el endacari José María Barrech había planteado un plan político para el País Vasco; esta asamblea de accionistas de Aguas de Bilbao también fue escenario de fuertes encontronazos.
Eso, desde allá. Acá, la situación de Uragua más bien parece situarse en lo que pueda ocurrir con los pronunciamientos políticos que puedan surgir en los próximos tiempos a raíz de la observación que interpuso el Tribunal de Cuentas de la República al contrato que suscribieron OSE y Uragua renegociando, entre otras cosas, un pesado canon al que debía hacer frente Uragua como contraprestación a los servicios que presta en el departamento de Maldonado.
EC - Es bueno recordar que ese acuerdo al que se llegó hace pocos meses está cuestionado.
MG - Claro. Entre otras obligaciones, además de llevar adelante una serie de obras, Uragua tiene que hacer frente al pago de un canon que a lo largo de la concesión es una cifra muy importante: U$S 537 millones; es una cifra para otro país. En el último año de la concesión Uragua tendría que pagar a OSE U$S 37 millones; estamos hablando de dentro de muchos años, pero aún en la actualidad el canon es muy fuerte. Antes de la devaluación, Uragua tenía una facturación anual de alrededor de U$S 18 millones; ahora dice que cayó a 9, no solamente por la evolución del tipo de cambio tan brusca que ocurrió a partir de julio del año pasado, sino también por una lógica caída en la demanda de los servicios. Maldonado no escapa a la dura realidad del país en cuanto a la morosidad de las facturas públicas. Parece ser que la facturación ha caído a alrededor de 8 o 9 millones de dólares y tiene que hacer frente a un canon previsto para este año de unos 4 millones y algo anuales, que se paga en forma mensual. Obviamente, la ecuación económica de la empresa no es la misma que cuando se presentó a la licitación en la anterior administración de gobierno.
EC - Ese es uno de los factores que lleva al consorcio Aguas de Bilbao a querer retirarse del negocio en Uruguay.
MG - Claro, a querer retirarse. Porque es muy difícil que un inversor salga a comprar acciones minoritarias en una empresa, tanto aquí como en Buenos Aires, en dos escenarios muy difíciles: todos sabemos cuál es la actitud del presidente Kirchner en Argentina respecto a los servicios concesionados a empresas privadas, y lo que está ocurriendo en Uruguay, donde, entre otras cosas, se está recolectando firmas para un plebiscito que obligue por vía constitucional a que la gestión de los recursos hídricos del país se haga por el Estado. En ese sentido fuentes de Uragua nos han dicho en los últimos días que es muy difícil que alguien del exterior vaya a decidir invertir en una empresa que no tiene una posición dominante, que está a cargo de Iberdrola, que es un gigante español en materia de servicios hidroeléctricos y otras actividades en la Península Ibérica y en el resto de América. Hay toda una duda acerca de quién va a comprar las acciones a Aguas de Bilbao.
EC - ¿Algún dato más?
MG - No. Se está a la espera de las resultancias del tema político, de lo que va a ocurrir una vez que OSE responda –no sé si ya no lo hizo– a la observación del Tribunal de Cuentas. Creo que este último puede volver a expedirse; regresa a OSE; va al superior jerárquico, que es el Ministerio de Vivienda, y aquí hay un componente político fuerte porque las observaciones del Tribunal de Cuentas pasan a la Asamblea General, donde entran en juego las posiciones políticas, sobre todo en el Herrerismo, contrarias a la renegociación de este contrato. Incluso el director Casas planteó un mes atrás en el seno del Directorio de OSE la necesidad de revocar el acuerdo firmado con Uragua en virtud de que a su juicio se había cumplido una serie de pasos.
Entonces creo que para conocer la suerte de Uragua en Maldonado habrá que esperar lo que ocurre desde el punto de vista político. Eso va a definir si la empresa se hace cargo de los 10 millones de dólares que debe pagar si decide retirarse, o sigue con un negocio en el cual, entre otras cosas, deberá desembolsar una suma de casi 500 millones de dólares a lo largo de la concesión.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón
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