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Problemas en el Penal de Libertad
Director Nacional de Cárceles, Enrique Navas: Los módulos importados de EEUU no reúnen los requisitos mínimos en materia de derechos humanos, además de presentar serias fallas constructivas. De todas formas, son “rescatables” y van a quedar habitables. No existe “alerta extrema” por la huelga de hambre, sino un plan de contingencia vigente desde tiempo atrás para todas las cárceles.
EN PERSPECTIVA
Jueves 12.06.03, 08.44.
EMILIANO COTELO:
El senador Eleuterio Fernández Huidobro planteará un llamado a sala al ministro del Interior, Guillermo Stirling, por la compra de los módulos carcelarios previstos para el Penal de Libertad.
El legislador frenteamplista dijo que el martes y ayer hubo incidentes que costaron vidas en ese penal y advirtió que, según lo que indicó el propio director de Cárceles, los presos se niegan a ser trasladados a los módulos de acero que hace poco fueron traídos de Estados Unidos.
Fernández Huidobro se basó en el propio diagnóstico de Navas a propósito de estos módulos en cuanto a que son inhabitables para cualquier persona y para presos que deben tener garantías de seguridad. Navas llegó a reconocer que se llueven, que sus puertas no cierran, que hubo que cambiar los baños, que no tenían aire ni luz natural. “Agregó que esa chatarra le costó al país 4 millones 300 mil dólares y recordó que para adquirir estos módulos se dejó de lado a empresas nacionales que habían ofrecido la construcción de las salas prefabricadas”, con el argumento de que los fabricados en Uruguay demorarían demasiado.
Vamos a dialogar con el inspector principal Enrique Navas, director nacional de Cárceles.
Ayer lo escuchamos aquí mismo, en los informativos de El Espectador, refiriéndose a estos módulos. ¿Qué es exactamente lo que ocurre con ellos?
ENRIQUE NAVAS:
Sobre los módulos no puedo en este momento extenderme ni hacer declaraciones.
EC - ¿Por qué no?
EN - Quisiera mantener en reserva el tema; no puedo. Tengo determinadas limitaciones, no puedo hablar sobre el tema de los módulos.
EC - ¿Se le han establecido limitaciones por sus superiores?
EN – No; no quisiera... Si me permite, preferiría reservarme la respuesta a esa pregunta.
EC - La consulta es pertinente porque ayer usted habló del tema de los módulos.
EN - Sí, pero… ayer… Yo hablé del tema de los módulos en la Comisión Tripartita, en el seno de esa comisión, me explayé ampliamente sobre los problemas que tenían los módulos. Pero no en el día de ayer: ayer lo que dije fue que estaba demorada la habilitación por una serie de falencias que se debe subsanar, que han retrasado su habilitación.
EC - Está bien; lo que quiero decir es que ayer escuchamos sus declaraciones aquí, en El Espectador.
EN - Claro, eso fue lo que dije ayer. Es decir que nosotros, en su momento, hemos inspeccionado –continuamente estamos recorriendo– y hemos visto una serie de falencias; hemos planteado el reclamo ante las autoridades competentes, hemos llamado la atención sobre esas falencias. En definitiva las empresas, para solucionar esas falencias, evidentemente se han tomado más tiempo del que estaba previsto y de enero se fue hasta esta fecha. Todavía no los hemos recibido, parecería que en pocos días nos entregarían las obras; es algo que no sabemos.
EC - Lo que me llama la atención es que usted diga, por ejemplo, que esos módulos carecían de ventanas, de luz natural, que hubo que reformarlos (creo que hubo que mover o sacar la ducha, una parte prevista para baño) para poder habilitar el ingreso de luz. Estamos hablando de fallas de diseño de los módulos.
EN - Esas declaraciones fueron vertidas en un ámbito especial que es la Comisión Tripartita para el Seguimiento y Mejoramiento de la Situación Carcelaria, que está integrada por los tres poderes del Estado. No las he dicho públicamente, las dije allí. Efectivamente, no me voy a retractar de lo que dije, que además figura en actas. Inicialmente los módulos eran cajas cerradas, no tenían ventanas, no tenían aire fresco ni podía ingresar luz natural; por lo tanto solicitamos a las empresas que solucionaran ese problema, que retiraran unos ducheros que habían instalado que no dejaban el mínimo espacio vital, como para moverse las personas que debían estar alojadas allí. Al retirar esos ducheros se podía rediseñar la parte trasera del módulo, dejando ventanas por donde sí entre la luz natural, como tiene que ser, como establecen las reglas mínimas de ONU, y aire fresco.
EC - Esos módulos son fabricados por una empresa especializada, en Estados Unidos. ¿Hay que entender que hay lugares en el mundo, quizás el propio Estados Unidos, donde los presos están sin luz natural, encerrados en esas celdas metálicas?
EN - No conozco, no podría responderle porque no participé en el proceso de compra de los módulos.
EC - Claro, porque la pregunta es cómo se decidió la compra de esos módulos, ¿no?: en base a qué criterios se resolvió que servían, si después hubo que hacerles tantas reformas.
EN - Yo he visitado cárceles en Estados Unidos, pero no con ese diseño.
EC - ¿Y van a quedar en condiciones que valgan la pena para el uso? Porque da la impresión de que se los está teniendo que retocar de manera fuerte.
EN - Si se aplican todas las modificaciones que hemos solicitado, de las cuales varias ya se han implementado, pueden quedar, sí. Cómo no, son rescatables.
EC – “Rescatables”…
EN - Sí, sí.
EC - No es mucho decir.
EN - Bueno, pero frente a las condiciones deplorables en que están los presos ahora, donde no tenemos la mínima infraestructura de contención para dar seguridad a la vida y a la integridad física, tanto de los reclusos como del personal policial penitenciario que trabaja allí en condiciones de gran inferioridad numérica, los módulos son un avance enorme. Por lo menos nos van a permitir asegurar la vida de las personas, implantar un orden, clasificar a la población reclusa de una vez por todas –primarios, residentes– y además separar totalmente a los distintos grupos o bandas rivales que luchan entre sí. Aunque ahora, la última modalidad, como hemos dicho, ha sido que en la propia interna de estos grupos están ocurriendo incidentes con violencia, precisamente porque están sueltos, en espacios amplios, donde no hay contención. Los módulos van a terminar con esa situación y van a quedar habitables.
EC - Van a quedar habitables…
EN - Van a quedar habitables.
EC - ¿Qué costos extra implicará todo este trabajo de reformas y cambios en los módulos?
EN - No tengo la mínima idea, porque todo eso es manejado por la Secretaría de Estado.
EC - Había, incluso, un problema con la seguridad, que usted mencionó, porque las puertas no cerraban del todo bien. ¡Parece chiste eso!
EN - Eh… Exacto: las puertas no cerraban, tenían un gran movimiento. Es así: las puertas no cerraban. Había problemas también en los techos, en la planchada general, en el ensamblado de la planchada, por donde podía pasar agua que formaba algunos charcos en los patios internos de los módulos. Todo eso en su momento se transmitió a las empresas y a los arquitectos del ministerio; supongo que lo habrán solucionado o estará en vías de solución porque se nos anunció hace un par de días que se está apresurando el momento de entrega de las obras, lo que supongo significa que todas estas falencias que en su momento informamos ante la Comisión Tripartita han sido subsanadas. Veremos, cuando nos entreguen las obras, practicaremos una inspección y del resultado de la misma daremos cuenta el Ministerio del Interior.
***
EC - Una pregunta muy puntual a propósito del tema que veníamos planteando recién. Estos módulos carcelarios que se compraron en Estados Unidos, ¿fueron una decisión del anterior director de Cárceles, Carlos de Ávila, que hoy está procesado?
EN - …No conozco. No sé si fue de él o del Ministerio. Sé que se tramitó a nivel ministerial, pero supongo que con la participación del comando de la Dirección Nacional. No tengo detalles de cómo se realizó todo ese procedimiento de adquisición.
EC - Yo recuerdo que De Ávila viajó a Estados Unidos por ese asunto. Pero quería consultarlo ahora más en general sobre lo que se está viviendo hoy en el Penal de Libertad, con esos incidentes, con una muerte incluso esta semana, con nuevos reclamos de los presos. ¿Cómo define usted el panorama?
EN - En primer término debemos decir que la situación está en calma y bajo total control de las autoridades penitenciarias. En cuanto al ayuno voluntario, es una medida de tipo pacífico que no ha afectado para nada el orden interno. Los reclusos la mantienen: la iniciaron 124 y ahora hay 140 –anoche se sumaron algunos más– de 300 que son en total los reclusos del Penal de Libertad.
EC - Hoy el diario El País dice que las autoridades carcelarias están en alerta extrema, que incluso diseñaron un plan de contingencia para el caso de que esta protesta pacífica derive en un motín.
EN - No. No es así. No he leído el diario El País pero, si dice eso, no es así. Nosotros ni bien asumimos el mando de la Dirección Nacional diseñamos un plan antimotines para el Penal de Libertad, y retocamos y modificamos los que estaban previstos para el Complejo Carcelario Santiago Vázquez y para La Tablada. Fue una de las primeras medidas porque yo tenía información de que se producirían motines, por lo tanto nos preparamos muy bien. Incluso anuncié públicamente que si se decidían a hacerlo no iban a ser contemplados y se iba a actuar con extrema rigurosidad en ese sentido, impidiendo cualquier acto de violencia; afortunadamente esos motines no se produjeron.
Esos planes se mantienen; simplemente uno de los aspectos que prevén es el establecimiento de una zona de exclusión en torno a cada establecimiento, de manera que no pueda ingresar absolutamente nadie, ningún vehículo ni ninguna persona que no sean los mandos penitenciarios. Es decir que, en caso de contingencia, los mandos policiales penitenciarios van a ser los que actúen en cada establecimiento, y nadie más que los mandos penitenciarios.
EC - ¿Qué diferencia implica eso con respecto al pasado?
EN - No quiero hacer comparaciones con el pasado. Sólo digo lo que tenemos previsto nosotros, tenemos previsto el empleo de la fuerza en los términos en que la ley nos autoriza y nos obliga, es decir en forma racional, proporcional y gradual a la resistencia violenta que se oponga a la acción de la autoridad legítimamente constituida. En base a eso vamos a actuar; nuestro personal ya tiene órdenes de actuar automáticamente, en forma inmediata, sin ningún tipo de consulta ni demora.
EC - Eso es lo que está previsto desde que usted asumió.
EN - Desde que yo asumí, fue una de las primeras órdenes que di; es un plan que se diseñó para cada establecimiento. Las órdenes están dadas, hay que actuar de inmediato e impedir que el foco del motín se difunda a otras partes y por tanto se potencie la capacidad destructiva, o de violencia, o de daño del grupo de amotinados. Eso ocurrió en julio del año pasado, cuando este comando asumió. Simplemente, ayer los periodistas preguntaron por qué no los dejábamos pasar al penal y yo les dije que más allá de esa barrera no podían ingresar porque se estaba desarrollando una medida de presión. Porque si bien la huelga de hambre o ayuno voluntario es una medida pacífica, totalmente pacífica y hay calma y orden en el penal, en esa situación la guardia desarrolla una actividad de vigilancia que no debe ser de ninguna manera alterada por la visita de ninguna persona ajena al establecimiento. De ahí que la prensa debe estar a distancia, no puede acercarse. Un periodista preguntó: “Y si hubiera un motín, ¿qué pasaría?”. “Si hubiera un motín ustedes no estarían acá, estarían allá, en la ruta 1, lejos. No se podrían ni acercar, ni ustedes ni nadie.”
EC - En estos días hubo una requisa general.
EN - Ayer de mañana…
EC - Ustedes requisaron varios cuchillos de fabricación propia, el procedimiento generó algún incidente porque hubo algún recluso que intentó oponer resistencia, y hubo lesionados que debieron ser asistidos.
EN - Sí; en virtud a los episodios de violencia que usted mencionó en la pregunta anterior y de los cuales resultó un fallecido, y que están ocurriendo, a diferencia de los anteriores, no entre bandas rivales sino dentro de los propios agrupamientos de reclusos –ya sea por problemas de liderazgo o por ajustes de cuentas viejas–, más allá de que se practiquen requisas en forma parcial, o sea en un sector que se elige diariamente a efectos de evitar que los reclusos elaboren y porten esos “cortes”, ayer se dispuso en forma sorpresiva un operativo general de inspección, que hacía años que no se practicaba, y comprendió todos los predios del establecimiento. En este tipo de operativos, en el que participan fuerzas de apoyo, fuerzas tácticas operativas de otras unidades ejecutoras, suelen suceder incidentes entre los reclusos y los efectivos actuantes, algunos reclusos son renuentes a salir de sus ámbitos y a que se les inspeccione todo, y en ese contexto es frecuente que ocurran algunos incidentes. Uno de los equipos actuantes mantuvo una escaramuza con dos reclusos, de la cual los dos reclusos y dos de los efectivos, pertenecientes a Coraceros, resultaron con lesiones leves.
EC - En cuanto a lo que reclaman los reclusos en esta huelga de hambre o ayuno, ¿qué trámite van a tener?
EN - Ayer de tarde mantuvimos una reunión quien habla y algunos de los reclusos. Recibimos las inquietudes en forma verbal y además recibimos una cantidad de cartas dirigidas a la Suprema Corte de Justicia que me he comprometido a entregar. Pero les expliqué que de ninguna manera podían comparecer –más allá de que si quieren pueden hacerlo– los ministros de la Corte; ellos tienen que entregarnos a nosotros las demandas, las inquietudes, que nosotros entregaremos a la Suprema Corte de Justicia, siempre y cuando cese la medida.
EC - Si no cesa la medida no se hace el traslado de las demandas.
EN - No, no: ellos tienen que cesar la medida, obviamente. Luego, nosotros trasladaremos las inquietudes a las autoridades legítimamente constituidas, ya sea la Suprema Corte de Justicia o el Poder Legislativo, ya que hay algunos asuntos que son de interés legislativo que serán entregados en la Cámara de Representantes, en el seno de la Comisión Tripartita.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón
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