27.06.2003










ENTRE 2002 Y 2003, LAS ENTRADAS SUBIERON $6 Y NO CAYÓ LA TAQUILLA

IMM, tributos y política cultural

Director de Cultura, Gonzalo Carámbula: No existe el “fiscalazo cultural” del que se habla. Se busca fomentar actividades y áreas de la ciudad hoy desprotegidas. Lo hacen otros países y el Uruguay mismo con el vino, el calzado, también con espectáculos y música; y hay en el Parlamento un proyecto de todos los partidos, que grava al cine en 10%. Hoy tienen el mismo tratamiento “Matrix” (que costó U$S 100 millones) e “Historias mínimas” (que costó U$S 400 mil). De eso se habla en la OMC: de compensar los desequilibrios.



EN PERSPECTIVA
Jueves 26.06.03, 08.50.

EMILIANO COTELO:
La creación de un nuevo tributo siempre da para la polémica. Si además ese gravamen se aplica sobre una forma de entretenimiento que ha ido recuperando adeptos entre los montevideanos en los últimos años, el revuelo seguramente será mayor.

¿De qué se trata? Se trata en este caso del cine no latinoamericano, que está en la mira de la Intendencia de Montevideo (IMM), que busca recursos para fomentar la producción de audiovisuales uruguayos.

Para complicar más las cosas, la IMM anunció casi simultáneamente otro tributo, en este caso a las empresas de televisión por cable, que será de dos dólares por año y por abonado; otro a la actividad del nuevo teatro que se inaugurará en el Moviecenter de Montevideo Shopping y otro a las apuestas del nuevo Hipódromo de Maroñas... todo lo cual llevó a algunos ediles de la oposición a denunciar lo que han llamado un “fiscalazo cultural”.

Pero las críticas también llegan desde la propia bancada del Encuentro Progresista (EP) en la Junta Departamental.

Para conocer los detalles de estos proyectos, para conocer las respuestas a algunas de las críticas que han ido surgiendo, vamos a dialogar con el director de Cultura de la IMM, doctor Gonzalo Carámbula. Comencemos por el nuevo tributo a las películas no latinoamericanas. En realidad, no es un nuevo tributo: si entiendo bien ustedes han hablado de que están levantando una exoneración vigente…

GONZALO CARÁMBULA:
Estrictamente es así; pero también entiendo que se pueda hablar de nuevo tributo porque hace tiempo que esa exoneración está vigente.

Pero antes, Emiliano, como los escuché hoy temprano, a las siete de la mañana ya me empecé a calentar la mañana… Me gustaría despejar eso de “fiscalazo” y de “acumulación de tributos” desde ahora. No hay un nuevo impuesto para una nueva sala teatral, no hay un nuevo impuesto para las carreras, no hay un nuevo impuesto para la televisión por cable y los abonados. Eso no es verdad.

Yo me hago cargo de esto otro, sí, de la modificación del régimen de exoneraciones de las exhibiciones cinematográficas, y de que se la pueda ver como un nuevo impuesto.

EC - Pero también es cierto que se ha anunciado decisiones en relación con las apuestas en Maroñas, con el servicio de televisión por cable y con actividades de este nuevo teatro. Este paquete se ha ido formando y esas críticas que hablan de “fiscalazo cultural” no son mías: son expresiones que se han ido conociendo a través de la prensa en estos días.

GC – No: yo no estoy hablando de El Espectador. Simplemente la suma de fuentes, a veces no bien informadas, genera este tipo de situaciones. Lo despejamos desde ahora, si te parece.

EC - ¿A ver?

GC - Primero, sobre las carreras, yo no tengo nada que ver pero puedo decir que no hay nada nuevo, no hay nada en el proyecto de Rendición de Cuentas; simplemente hubo un ajuste de un texto de una cosa que ya es vieja, que ya se conocía y que no tiene nada que ver.

EC - Pasemos en limpio. Está bien, no es su área directa, pero ¿hay que entender que las apuestas del nuevo Hipódromo de Maroñas, el que se inaugura este domingo van a tener el mismo tratamiento tributario municipal que tenían en el viejo Hipódromo de Maroñas?

GC - Que tenían cuando se analizó y decidió esta inversión; creo que es de rendiciones de cuentas anteriores, realmente. Pero no hay nada nuevo; lo único que puedo asegurar es que no hay ningún impuesto nuevo, ninguna tasa nueva, ni va nada en la Rendición de Cuentas que tenga que ver con el Hipódromo de Maroñas en estas condiciones. En todo caso después ustedes pueden aclararlo con el área correspondiente.

EC - ¿Quién es el responsable en la Intendencia de ese punto?

GC - No sé cómo era antes de que se cerrara Maroñas. Por suerte reabrió, con una gran recuperación patrimonial y una gran recuperación laboral y social, pero no tiene nada que ver. Creo que esto se podría hablar con Recursos Financieros.

De lo que sí estoy seguro (porque a raíz de escuchar hoy El Espectador me dije “¿Qué es esto?”; lo había leído ayer en El Observador y generó buena parte de esta tormenta) es que no hay nada en la Rendición de Cuentas que tenga que ver con un nuevo impuesto a las carreras, ni que se le parezca.

Segundo, ayer también se habló de esto de los dos dólares por abonado a la televisión por cable; tampoco va en la Rendición de Cuentas. Se trata únicamente (porque también escuché un pedacito de La Tertulia, no pude escucharla toda y hoy de mañana no me dio el tiempo para consultara) de formalizar el compromiso que ya tienen los canales y las empresas involucradas con el cableado de Montevideo, mediante un sistema que permite un mejor control y una mejor rendición del negocio que se genera. No hay nada nuevo en ese sentido.

EC - Pasemos en limpio esto: las empresas de televisión por cable tienen pactado con la IMM el pago de un canon anual por el derecho a utilizar el suelo para el cableado.

GC - Exactamente.

EC - Hubo problemas serios para cobrar ese canon, se han acumulado deudas muy fuertes.

GC - Importantes.

EC - ¿Qué es lo que se hace ahora? Eso sí estaba claro: se cambia la modalidad de cobro. No es un nuevo ingreso para la Intendencia, simplemente tiene una nueva forma de cobro.

GC - Exactamente. Para seguir aclarando: no es un nuevo ingreso para la Intendencia, y no es un nuevo ingreso para el Fondo Nacional del Audiovisual (FONA), porque eso tenía un destino único que era la creación del FONA. Efectivamente, no hay una cosa nueva, sino simplemente una modalidad que se está estudiando (todavía no está afinada técnicamente como para enviarla a la Junta Departamental). Se trata de aquel compromiso del canon que en buena medida generó polémica sobre el monto de las deudas y las obligaciones que correspondían a unas y otras empresas: se lo precisa estableciéndolo directamente en relación a la cantidad de abonados que tengan estas empresas. No hay una modificación sobre eso.

EC - Usted está aclarando que en las cuentas de una empresa de televisión por cable el número a pagar anualmente a la Intendencia va a ser el mismo…

GC - Exactamente.

EC - Ahora se lo establece como una cantidad de dólares por abonado por año.

GC - Exactamente.

EC - ¿Se supone que de esa manera va a ser más fácil de cobrar?

GC - Se supone que va a permitir cuentas más claras. De todas maneras, el Ministerio de Educación y Cultura está debiendo 140 mil dólares, y está claro que los debe: he escuchado aquí a ministros y ex ministros decir que efectivamente los debe y está claro que se debe y no se paga.

EC - Porque al FONA no contribuyen solamente las empresas de televisión, sino también…

GC - ...en el acuerdo inicial, el Poder Ejecutivo, que no lo ha concretado todavía. Pero sí, efectivamente: esto va a facilitar un mejor cumplimiento de las obligaciones en nuestra opinión, pero todavía se está en una etapa de redacción.

***

EC - Vamos al otro caso, el tipo de tributación que tendrá el nuevo teatro que se inaugurará en el Moviecenter del Montevideo Shopping.

GC - Es el otro despeje que vamos a hacer. Voy a contarlo tal cual fue. Hace unos 20 días un empresario, el representante de los Moviecenters (antes me lo habían planteado otros tres empresarios de la misma empresa) planteó que pensaban abrir una nueva sala de teatro. Tenían la duda de si una sala de teatro o dos cines más y optaron por una sala de teatro hasta por un entusiasmo personal de los empresarios. Venían a plantearme la posibilidad de que esta sala tuviese la misma exoneración que otras salas de teatro de Montevideo, particularmente las que integran la Federación Uruguaya de Teatros Independientes (FUTI), que vienen exoneradas desde hace años, no desde ahora.

EC - En principio ¿qué tributo tienen las entradas de los teatros?

GC - 10 por ciento.

EC - 10 por ciento es el tributo establecido desde hace mucho tiempo a espectáculos públicos.

GC - Exactamente.

EC - Pero hay exoneraciones…

GC - Exactamente.

EC - …exoneraciones en el caso de los teatros integrantes de FUTI y en las salas de la propia Intendencia.

GC - La propia Intendencia no se paga los tributos a sí misma… Son tributos de origen municipal (esta es otra aclaración que después haremos con respecto al cine, porque también ha habido confusiones) y las salas municipales no pagan tributos municipales.

EC - Usted estaba relatando que el empresario del Moviecenter del Montevideo Shopping le requirió a la Intendencia la posibilidad de que esa sala tuviera esa exoneración.

GC - Efectivamente, y le dije que mi opinión personal, que un “primer humor personal” era el siguiente: una sala de 600 localidades en ese lugar no se sostiene con actividad teatral nacional; se sostiene básicamente con actividad por lo menos argentina e internacional. En principio me parecía que no era aconsejable –a título personal, como una opinión– extender la exoneración a una sala con esa característica, por ese motivo y sobre todo porque contribuiría a desnivelar –yo creo que la política tributaria es una herramienta de las políticas públicas– la relación con respecto a las salas céntricas. Pero era una opinión que quería seguir analizando; en principio era a título personal.

EC - El mismo espectáculo argentino, si se exhibe en esa sala de Moviecenter tiene que pagar el 10 por ciento y se exhibe en el Stella d’Italia –lo que es La Gaviota, ¿no?– o en El Galpón no tiene que pagarlo; ¿ése es su razonamiento?

GC - No lo establecí tan casuísticamente. Mi razonamiento fue que no todas las salas debían tener la misma facilidad impositiva en función de políticas, políticas de recuperación de lugares, de ubicación de lugares, como las que tienen que ver con la Contribución Inmobiliaria costera o la del Norte de la ciudad; o como nosotros mismos hemos patrocinado la exoneración de la Contribución Inmobiliaria de los cines del Centro de Montevideo, también contemplando la situación de estacionamiento, etcétera.

EC - O sea que la exoneración de Contribución Inmobiliaria para los cines vale sólo en el Centro.

GC - En el Centro, para las salas cinematográficas de Ejido hacia la bahía, digamos. Compartibles o no, son criterios de política tributaria.

Pero yo les decía que no quería que ellos se quedaran sólo con mi opinión, que me parecía muy importante que hubiera una sala teatral de las características de la que ellos piensan inaugurar…

EC - Sí, porque anuncian una sala de última generación.

GC - De muy buen nivel. Me parece muy importante que la ciudad la tenga y quería que el intendente tuviera la opinión y la información de ellos sin mi intermediación, por esa trascendencia que yo le daba. Pero era mi opinión personal.

Esta reunión que se propició hace unos 20 días se concretó ayer y tuvo estado público en varios medios. Ellos plantean que comprenden buena parte de mis razonamientos, pero proponen un ajuste de las reglas de juego para todas las salas, por ejemplo lo que tú señalabas antes: si pueden o no tener la misma tributación obras de teatro argentino en determinadas salas que no tienen tales y cuales características. Ellos lo hacen pensando en mantener una política de precios de entradas competitiva con la de las salas del Centro, de eso estamos hablando.

A mí me parece razonable desde el punto de vista empresarial, pero también me parece razonable desde el punto de vista de la ciudad que pensemos en esos reequilibrios y en esos tránsitos de la producción cultural.

EC - En definitiva ese tema está en estudio.

GC - Absolutamente, quedamos en seguir reuniéndonos con ellos y con los equipos técnicos de la Intendencia.

***

EC - Ahora sí vamos a concentrarnos en este nuevo tributo que usted ha propuesto, de 7 por ciento, a las entradas para ver películas no latinoamericanas. Concretamente, ¿cuál es el objetivo que está detrás de esta iniciativa?

GC - El objetivo es el fomento de la producción del cine nacional, el fomento de la industria del cine nacional. Tiene su razón de ser en que hace por lo menos cuatro años se ha presentado varias iniciativas de ley en el Parlamento. La última, que está a estudio en la Comisión de Industria, establece un impuesto del 10 por ciento y no ha generado tanto revuelo como esto…

EC - ¿De quién es ese proyecto?

GC - Es un proyecto firmado por cuatro diputados de los tres partidos políticos: blancos, colorados y frenteamplistas.

EC - O sea que hay un proyecto de ley en el Parlamento que establece un impuesto del 10 por ciento a las entradas de las películas… ¿cuáles?

GC - El texto legal no establece distinción ni establece una transferencia directa a las entradas; establece otro tipo de imposiciones con respecto a ingreso de videos, cuota pantalla, etcétera. Esto se estuvo discutiendo, que yo tenga noticia (de acuerdo a las últimas versiones taquigráficas de la comisión que leí), el 3 y el 4 de abril del año pasado. Cuando fue el Poder Ejecutivo a esa comisión –el 3 de abril–, el doctor Nilo Pérez, que en ese momento era asesor de la Presidencia en esta materia, la licenciada Herrera y el presidente del Instituto Nacional del Audiovisual (INA), Washington Algaré, acompañados por Esteban Schröder, que era asesor y estaba trabajando en un proyecto del BID, estrictamente no se discutió sobre los contenidos de la ley.

Finalmente, si uno lee la versión taquigráfica, hay opiniones sobre el impuesto, pero todo el mundo decía que era necesario generar un fondo, tener un capital para fomentar la industria. Los representantes del Poder Ejecutivo dijeron: “Necesitamos dos o tres meses más porque estamos trabajando en un proyecto que analiza la experiencia chilena, creemos que en dos o tres meses podemos venir con ideas sobre esto”. En esa oportunidad se hablaba de empezar con una plataforma de un millón de dólares para la producción de cine nacional que, obviamente, nunca llegó.

EC - Ese impuesto no discriminaba entre películas extranjeras y locales.

GC - No, no discriminaba.

EC - A partir de ese antecedente, ¿cómo se llegó a esta otra propuesta?

GC - Viendo que no hay definiciones en el gobierno nacional para fomentar esta industria que yo creo tan importante, y considerando que la misma está en un proceso de gran dinamismo, como se ha comentado en este mismo espacio, nosotros teníamos una herramienta, que es esa de los impuestos municipales a los espectáculos públicos, que estaba allí…

Yo podría seguir diciendo que el gobierno nacional tiene la culpa de no fomentar, etcétera, quedarme con ese discurso y no aplicar, en la medida de mis posibilidades, lo que tenía como herramienta municipal.

EC - La Intendencia termina participando en el financiamiento de producciones nacionales.

GC - En dos sentidos; aprovecho a hacer esta aclaración. Uno es el FONA, del que estuvimos hablando antes, que es un recurso creado por la Intendencia al autorizar el cableado de la ciudad de Montevideo; sus principales obligados son las empresas vinculadas al cableado de la ciudad, más el Ministerio de Educación y Cultura. Ese recurso se ubica, es un premio (digo esto porque ayer en la Tertulia se decía si había desconexión entre los criterios) que se ubica cuando uno presenta un proyecto, cuando uno diseñó un proyecto audiovisual y lo somete a la consideración de un jurado que dice “Vamos a premiarlo”. Luego hay otras etapas, como en todas las otras producciones, industrias o sectores industriales: el diseño, la producción, la distribución y el marketing. Al final del proceso de producción se empezaron a generar situaciones con las últimas películas (“En la puta vida” fue la primera, pero después “Corazón de fuego”, “Estrella del sur y otras”), que me planteaban “conseguimos todos los recursos”…

Ahora voy a hablar de recursos, sólo para dar una idea a los oyentes. Los siete proyectos que estarían para ser financiados por un premio del FONA implicarían 430 mil dólares; el costo total de esos proyectos sumados es de dos millones 665 mil dólares, cifra de la cual el 72 por ciento, un millón 919 mil dólares, se financia con aportes del exterior.

Quiere decir que el 74 a 75 por ciento de este dinero es valor agregado nacional: de todo lo que se invierta en este sector de la industria nacional del cine, tanto fondos nacionales como fondos extranjeros, el 75 por ciento queda en valor agregado nacional y en fuentes de ocupación. Me parece importantísimo, porque no hay otros elementos de comparación con otras industrias.

EC - Usted destacaba que el FONA premia los proyectos con una partida de dinero que se utiliza en el arranque.

GC - Después hay un desarrollo: se consiguen fondos con otras fundaciones, con Ibermedia, con productores de otros países, se consigue ese 72 por ciento restante de financiación, pero en muchos casos llega un momento en que no alcanza para terminar, para dar el puntillazo final, para hacer una edición correcta, para pasarlo a 35 milímetros, para encarar un proyecto de distribución. Ahí, desde hace cuatro años empezamos a desarrollar un programa de coproducción.

EC - La IMM puso en marcha un programa de coproducción.

GC - Con recursos del Departamento de Cultura…

EC - O sea que aparte del FONA, no tiene nada que ver con el FONA. Estos son recursos que ustedes tomaban del presupuesto del Departamento de Cultura.

GC - …que complementaban esta situación.

EC - Bien; ¿y qué pasa…?

GC - Ese recurso es una suerte de crédito muy blando. No es un premio, es simplemente un préstamo reembolsable, como se decía antes. Es un préstamo.

EC - ¿Y efectivamente se ha reembolsado?

GC – No; no se ha reembolsado porque –como ustedes lo han visto en otras ocasiones– la recuperación por taquilla de la producción fílmica nacional tiene grandes dificultades.

EC - Pero existe la obligación de reembolsarlo.

GC - Existe, está escrito, hay un convenio, y existe la obligación moral de los productores hacerlo.

EC - ¿Qué tengo que entender? ¿Que al presupuesto del Departamento de Cultura se le terminó el dinero para ese tipo de aportes reembolsables a coproducciones, y por eso se implementa ahora este 7 por ciento a entradas de películas extranjeras?

GC - No estrictamente. En realidad el Departamento de Cultura nunca tuvo… Debió hacer ajustes de economía por otras vías. Yo he planteado en más de una oportunidad que el sector público de la cultura, en particular el del municipio, está pensado para otra época y no para este tipo de desafíos con la imagen, con lo audiovisual y con la descentralización cultural.

Hacíamos el ajuste presupuestal en función de hacer ahorros y tratar de reequilibrar los gastos del Departamento de Cultura. Todo a partir de la Contribución Inmobiliaria y la Patente, que son los principales recursos que tiene el municipio. Como eso no es posible por la situación del país, porque hay desocupación, porque la actividad comercial está paralizada, porque hay un índice importante de morosidad, uno de los principales recortes ha estado en el Departamento de Cultura.

Nosotros siempre dijimos a los productores, a la Asociación de Productores de Cine (Asoprode): este es un recurso que por ahora vamos manejando pero que vamos a poder mantener en la medida en que empiece a retroalimentarse, porque no tenemos posibilidades de seguir ampliándolo.

Teníamos una situación muy concreta: o decíamos “Qué bárbaro el cine nacional”, nos cruzábamos de brazos y acusábamos al gobierno nacional… Desde ya digo (porque hoy escuché a un diputado nuevamente subiéndose a estas cosas): estamos siempre dispuestos a trabajar con el gobierno nacional, también en el plano de los recursos laborales; quiero señalar que estamos dispuestos siempre a coordinar con el gobierno nacional todo tipo de trabajo que tenga que ver con la actividad cultural y social en el sentido más amplio. Volvemos…

EC - Usted está respondiendo a la crítica del diputado Ronald Pais que se preguntaba por qué la Intendencia había “primereado” con un plan…

GC - “Jornales solidarios”.

EC - …cuando desde el gobierno nacional se está haciendo convenios de ese estilo para ese tipo de puestos de trabajo temporales con los municipios.

GC - Sí, lo comento porque Pais al final terminaba diciendo “están inventando impuestos”. En realidad, como vimos hoy, estamos hablando de un caso concreto, para el cine, que fomenta el empleo nacional, que fomenta la producción nacional, y además no estamos generando impuestos como el impuesto a los salarios, el impuesto a la vivienda o los impuestos a las tarifas públicas –de la noche a la mañana aparecemos con un impuesto a las tarifas de luz y agua– para pagar deuda externa. Estamos generando para la producción nacional y… Pero no quiero entrar en esa polémica ahora.

Decía: ¿cómo financiamos esto? Tenemos un recurso municipal que son los espectáculos públicos, teníamos una exoneración genérica para otro momento del cine, para otro momento del negocio estaban exonerados genéricamente. ¿Corresponde que redireccionemos esta exoneración, que la redefinamos con otros marcos? Yo creo que corresponde.

EC - Desde la propia bancada del EP surgen reparos a esta iniciativa. Por ejemplo, dice el edil Carlos Varela: “¿Este es un tema municipal? ¿Es a la Intendencia que le corresponde fomentar o apoyar el desarrollo del cine nacional?”.

GC - Sí… Ayer estuve una hora y media o dos reunido con la bancada de ediles. En general están de acuerdo con la iniciativa, con la filosofía y con la manera en que estamos presentando esto; la única duda es con respecto a la oportunidad de que sea presentada en la Rendición de Cuentas. Yo les doy la derecha, porque en todo caso ellos son los responsables en el deliberativo comunal de llevar adelante o no estas deliberaciones.

EC - Claro, pero mi pregunta es: ¿este es un tema del municipio? De alguna manera usted respondía a este cuestionamiento diciendo: “Hay un proyecto de ley en el Parlamento que no sale; nosotros, en vez de quedarnos cruzados de brazos damos este paso”. ¿Es eso?

GC - Básicamente es eso, pero a eso se agregan otros razonamientos. Hay impuestos a espectáculos públicos, como comentábamos al principio de la nota, a los teatros y a la música, y nadie ha puesto reparos a eso. En particular sobre la música hay un impuesto de 10 por ciento a los espectáculos musicales, al que se agrega, en el caso de espectáculos extranjeros, el 3 y el 5 por ciento que conforman el Fondo Nacional de la Música.

EC - Está bien, pero lo cierto es que a las entradas de cine se les habilitó hace años una exoneración, y ustedes están proponiendo levantarla, por lo menos parcialmente.

GC - Exactamente.

EC - Ahí se genera la discusión.

GC - Ahí se genera una nueva discusión, porque también la anterior era de discusión.

EC - ¿También la anterior…?

GC - Esto que estamos hablando también había generado discusiones. ¿Cuál es la nueva discusión? Una discusión es por qué latinoamericanas y por qué no de otros países; es la que he escuchado más fuertemente en algunos programas de El Espectador. Lo digo abiertamente: es una discriminación ideológica. Es una discriminación que creo que hemos aceptado política, cultural y socialmente todos los uruguayos, porque cuando uno va a comprar vinos finos de mesa de fuera de la región paga un 21,5 por ciento de arancel más el IVA; y cuando va a comprar zapatos italianos paga el 21,5 por ciento de arancel más el IVA. O sea que creo que hay una discriminación ideológica negativa cuando tenemos una actitud tan ingenua en el tránsito comercial de bienes y servicios culturales, que incluyen valores.

EC - A ver… ¿puede ser un poco más específico?

GC - Soy más específico. El año pasado se estrenaron en el circuito comercial 136 películas, de las cuales 102 tenían origen en Estados Unidos, 30 en otros países y cuatro en Uruguay. Distribución de cine de Estados Unidos en Uruguay 75 por ciento; distribución de cine de Uruguay en Estados Unidos, 0 por ciento. Distribución de películas de Estados Unidos en Argentina, 70 por ciento; distribución de películas argentinas en Estados Unidos 0 por ciento.

Creo que si planteamos, como planteamos para los productos agrícolas, para los productos cárnicos, para el software y para otras tantas cosas medidas que tiendan a un equilibrio en las relaciones comerciales, a una estructura sin proteccionismo y sin medidas de incentivos, somos coherentes que las planteemos principalmente en un intercambio de bienes y servicios que incluye –insisto– valores.

EC - Bien; ¿pero por qué el corte se hace por América Latina sí o América Latina no? Usted planteaba recién una objeción respecto al peso muy fuerte que tiene Hollywood, el cine estadounidense, en la distribución internacional, en particular en la llegada de películas a nuestro país.

GC - Sigo con mi razonamiento…

EC - ¿Por qué discrimina no solamente a las películas de Hollywood sino también a las africanas, iraníes o indias? Porque esas también pagarían el 7 por ciento, cuando forman parte del cine “alternativo”, que no está incorporado a esa maquinaria de marketing y de promoción que a usted le preocupa.

GC - Sí, de acuerdo, y no mencionó al cine europeo, que es muy bueno y no lo vemos.

EC - Sí, sí, aquí terminamos viendo muy poco cine italiano, francés…

GC - Exactamente; digo mi opinión. Tenemos dos franjas: o sólo exoneramos a las nacionales, o exoneramos a todas las demás menos las que tienen origen en Hollywood, que es una discriminación que no creo que corresponda. Porque el cine europeo, por ejemplo, tiene muchas medidas de protección. El cine y la producción cultural europea tienen tanta protección que casi hacen fracasar en la Organización Mundial de Comercio, al final de la Ronda Uruguay del GATT por los subsidios agrícolas y por la cláusula de excepción cultural para los bienes y servicios culturales, porque Europa –hasta el día de hoy– reclama no meter los temas culturales en los acuerdos comerciales, porque tiene muchas medidas de protección en ese sentido.

Por lo tanto, cuando uno encara una política vinculada al agro, por ejemplo, no dice “Pueden entrar las manzanas francesas porque son ricas”; no, si tienen medidas de protección, tienen subsidio, etcétera. Francia en particular tiene una entrada que paga impuestos al cine, tienen cuota pantalla, etcétera… Me parece muy respetable, yo comparto la posición de Francia de que los bienes y servicios culturales incluyen valores; discrepo con la posición de Estados Unidos que dice que la circulación de bienes y servicios culturales es negocio y nada más que negocio, pero hay medidas proteccionistas. En el caso de los iraníes no sé, pero tengo que admitir la misma estrategia que acabo de leer que estamos planteando para otros acuerdos comerciales: estamos hablando de bloques regionales, de bloques latinoamericanos y estamos pensando en estrategias. Planteamos esto con la misma coherencia, creo, que tenemos para otros sectores industriales.

EC - Usted había manifestado la preocupación por la diversidad cultural, no había entrado en estos razonamientos a propósito de protecciones a la producción de tal o cual lado. Había hablado de fomentar la diversidad cultural, y eso incluye habilitar que lleguen películas de continentes como África, India…

GC - Pidiendo excusas, esta es una primera y superficial manera de ver la diversidad cultural. Para mí la diversidad cultural es también que nosotros podamos tener nuestra producción simbólica y que podamos competir en igualdad de condiciones en otros lados. Cuando yo hablo de diversidad cultural no siempre hablo de que entre todo –eso en Uruguay es de rigor, es una norma–; digo que favorecer la diversidad cultural es potenciar las posibilidades de nuestro sector cultural, de nuestras industrias culturales, la cinematográfica, las editoriales y las musicales, para poder competir en igualdad de condiciones con otros lugares. Es eso lo que estamos promoviendo cuando decimos que la producción fílmica uruguaya necesita políticas públicas que estimulen el desarrollo. Eso es fomentar la diversidad cultural.

Además de eso, no creo, francamente que el traslado concreto a la entrada desequilibre ni estimule particularmente por la vía de esta imposición la diversidad cultural. Simplemente que la diversidad cultural entendida desde el Sur, y no desde el Norte, es, primero una lucha contra la exclusión social, y segundo la posibilidad de que nuestras manifestaciones culturales circulen. Pero para que circulen tienen que existir, y estamos en riesgo de que no existan por falta de financiación o por falta de una protección mínima el cine nacional.

EC - Cito opinión del periodista Gabriel Pereyra, en El Observador: “Si la Intendencia hubiera decidido gravar a todas las películas extranjeras, la medida habría sido mala pero no espantosa. El hecho de que se exceptúe de ese impuesto a los filmes latinoamericanos le añade al anuncio un tufo de militancia izquierdista de los años 60 que lo torna no sólo injusto sino insoportable”.

GC - Bueno… allá Gabriel Pereira con su opinión. Yo creo que eso tiene un tufo… un antitufo en todo caso, noventista. Estoy planteando claramente lo que pasa con otros productos. Gabriel Pereyra no opina eso de los industriales del vino, de los industriales del calzado, de la Cámara de Industria cuando establece que tengamos medidas de reequilibrio de los acuerdos comerciales.

EC - Claro, ¿pero por qué América Latina?, ¿por qué no Mercosur?

GC - Se puede decir Mercosur, no tenemos ningún problema; simplemente que una de las estrategias que estamos desarrollando en todos los sectores, incluso para el ALCA –que es un tema que me preocupa pero no da para hablarlo hoy– y la OMC, es la propuesta de un bloque latinoamericano. Tenemos acuerdos en el marco de la ALADI de trabajar en conjunto.

Insisto: me parecen tan superficiales algunas cosas, como esta que acabas de señalar, que... Bueno: en realidad lo tomé como un divertimento cuando lo leí. Se puede entender que yo soy sesentista, no tengo ningún problema, además lo asumo hasta con orgullo, pero la verdad es que esto que estoy planteando lo está discutiendo la Comunidad Económica Europea ahora, lo acaba de discutir.

Hace 15 días estuve en Buenos Aires en una reunión de industrias culturales, allí escuché estas cifras que planteé de la distribución del cine en Estados Unidos y Argentina, allí se dice por ejemplo (a ver si toma nota algún “observador” que puede existir allí, tan atento a la nueva manera de ver la economía) sobre el dumping del que tanto se ha hablado, de las políticas de dumping y de antidumping de los países: ¿qué decimos nosotros si un producto que vale 100 millones de dólares en un país llega a otro a costo cero? ¿Qué decimos nosotros? Tantas veces se han desgarrado las vestiduras acá en Uruguay sobre los altos costos de la industria uruguaya, que cuando va a otros países tiene un valor añadido por los subsidios estatales, ¿qué decimos de una película que vale 100 millones de dólares y que paga el mismo impuesto que una que costó 400 mil dólares? Le pido a Gabriel Pereyra, por ejemplo, y a la plana mayor de analistas de El Observador, que contesten esta pregunta. Eso es muy actual, es 2003, es el debate que está hoy en la ronda Doha de la OMC. Es el debate que nosotros deberíamos tener para el ALCA. Insisto: ¿qué estrategia negociadora tiene Uruguay para los productos bienes y servicios culturales que están incluidos en servicios? No tenemos.

EC - Lo cierto es que la convocatoria de los cines ha crecido mucho en los últimos años; afortunadamente se está recuperando la venta de entradas después de haber tocado un piso dramático por el año 94. Mucha gente podría pensar que esto que resuelve la Intendencia ahora es un ejemplo más de castigo a las actividades que funcionan: como se está vendiendo más entradas les ponemos un impuesto a determinadas entradas de cine.

GC - Eso es interesante y tiene que ver con una cultura, incluso de este debate que se ha generado. Cuando venía para acá pensaba: es interesante porque si estuviéramos hablando, por ejemplo, del vino, no le preguntarían a las vinerías: les preguntarían a los industriales del vino. Acá les preguntan a los comerciantes del cine. Pero me parece bien que les preguntemos. Creo que efectivamente se ha consolidado la venta de entradas. Pero estamos hablando de un impuesto de 7 por ciento. Voy a dar una cifra: un 7 por ciento, tomando el promedio de entradas de 65 pesos, que fue el que tomamos, representa que, si uno va a ver “Matrix”, tiene que pagar 70 pesos, y si va a ver “Historias mínimas”, de Argentina, que tiene que pagar 65 pesos. Tomando un valor promedio, 5 pesos de diferencia.

Pero anoche estuve leyendo el memorando que nos dejó la empresa Moviecenter. Mucha gente me decía que esos cinco pesos pueden implicar que la gente deje de ir al cine. Francamente no tengo respuesta para eso porque no soy un comerciante y admito que haya otro razonamiento. Pero anoche en mi casa leí el memorando que Moviecenter nos entregó al intendente y a mí; allí dice que en 2002 el precio promedio de las entradas fue 55,46 pesos, y en 2003 fue 62,27. Estamos hablando de 6 pesos de diferencia, y no hubo modificaciones en la taquilla. Es una prueba bastante evidente del nivel de lo que estamos hablando, en el caso de que se transfiera al precio. Creo que por lo menos da para reflexionarlo desde más de un punto de vista.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón





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