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Nuevo directorio en el Comercial
Presidente designado, Eduardo Arruabarrena: Trabajaremos con criterio técnico y transparencia, sin interferencias políticas ni corporativas; nadie vendrá con una tarjeta de recomendación a que le solucionemos su problema. La polémica sobre los sueldos del NBC no consideró las prácticas internacionales en ese nivel. Yo hice mi carrera profesional gracias a la enseñanza pública y gratuita del Uruguay, soy un guerrero en reposo y puedo contribuir.
EN PERSPECTIVA
Jueves 03.07.03, 07.33.
EMILIANO COTELO:
Se produjo ayer la renovación de autoridades del Nuevo Banco Comercial.
ALFREDO DANTE:
El nuevo directorio (que está sujeto a la aprobación de la Superintendencia del Banco Central) pasará a ser presidido por Eduardo Arruabarrena. El vicepresidente y gerente general seguirá siendo Paul Elberse y tendrá dos nuevos directores: Juan Carlos Darriulat y Gustavo Cola Cancela.
El ex director Fernando Scelza fue designado secretario del Directorio.
"Mi salario es ridículo en comparación a todas las cifras mencionadas", dijo ayer Arruabarrena al Servicio Informativo de El Espectador. "Quizás se me permita pagarme los gastos de mi automóvil, porque voy a usar mi automóvil", agregó.
Aclaró que el director y gerente general Paul Elberse no podrá ser juez y parte en el NBC, y deberá limitarse a implementar las políticas y estrategias que establezca el Directorio del banco.
EC – Arruabarrena tiene 67 años; es contador, profesor de la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración de la Universidad de la República, y dicta cursos en universidades de Estados Unidos. Trabajó en la dirección de Cocacola para América latina, fue gerente general de la filial de Pirelli Internacional en Uruguay, y hasta ahora se desempeñaba como presidente de la Caja de Jubilaciones y Pensiones Bancarias.
El contador Arruabarrena está en línea telefónica en este momento. ¿Cómo recibió el ofrecimiento del planteo; le sorprendió?
EDUARDO ARRUABARRENA:
Estuve durante casi 18 años en el exterior, en esa vida de gitano de lo que ahora se llama “ejecutivo internacional”, y cuando retorné me ofrecieron la presidencia de la Caja de Jubilaciones y Pensiones Bancarias.
EC - ¿Cuándo fue eso?
EA – En febrero del año pasado. Transcurrió un lapso de tres o cuatro meses, y allá por junio asumí la presidencia de la Caja. Es una función honoraria que todavía ejerzo porque, si bien el ministro nos presentó ayer, aún falta algún proceso para la investidura en el caso de la presidencia del Comercial.
EC - ¿Cómo le resultó este segundo desafío?
EA – Me sorprendió muchísimo. Yo había hablado sólo una vez con el ministro Atchugarry, con motivo justamente de problemas atinentes a mi trabajo en la Caja Bancaria. Un buen día estaba en mi casa, y el ministro me llamó por teléfono para invitarme a tomar un café a las cuatro de la tarde. Yo pensaba que íbamos a seguir hablando sobre el problema que teníamos pendiente de la Caja, pero ahí me ofreció la presidencia del Comercial. Realmente me sorprendió, porque yo no soy un militante político, soy un técnico que ha estado casi 18 años fuera del país y volví al Uruguay en los inicios del 2002.
EC – A usted le hacían este ofrecimiento para presidir una institución nueva muy particular que el Estado uruguayo impulsó a comienzos de este año como fórmula de salida para la crisis financiera del año pasado, a partir de lo que fueron el Banco de Montevideo, el Caja Obrera y el Comercial. Una sociedad anónima de propiedad pública, en torno a la cual se generó toda una polémica por las retribuciones de los directivos. En definitiva el cargo estaba vacante por la renuncia del economista Gustavo Licandro, precisamente por el tema de los honorarios. ¿Cuál fue su talante en ese contexto?
EA – Le diría que se ha magnificado ese aspecto en relación no tanto con el economista... ¿cómo me dijo que se llamaba el ex presidente? Conozco poca gente acá.
EC – El economista Licandro.
EA – Licandro. Creo que básicamente con respecto al señor Paul Elbers se ha magnificado un poco la circunstancias.
EC – Ahí hablamos de retribuciones de gerente. Licandro era presidente y también cumplía algunas funciones ejecutivas, andaba en el orden de los U$S 15.000 de retribución por distintos conceptos. Elbers, que se desempeñaba como vicepresidente y gerente general, estaba encima de los U$S 20.000. Pero usted quería referirse específicamente al caso de Elbers. ¿Por qué?
EA – Porque yo fui funcionario internacional durante muchos años y ganaba algo más que el señor Elbers; bastante más. Son los sueldos que pagan las compañías multinacionales, sobre todo cuando la persona es un ejecutivo internacional que generalmente se desgaja de su entorno, se traslada, y esas son las condiciones que generalmente se nos plantea. Nos preguntan “-¿Quiere entrar en...? -Sí. -¿Sabe inglés? -Sí. -¿Sabe portugués? -Sí. -¿Sabe francés? -Sí. -¿Tiene problema en viajar? -No. -¿Puede vivir en cualquier otro lado? -Sí...” Dicho así para hacer un pequeño resumen.
Entonces hay que pensar que se contrata al señor Paul Elbers, que no era un desocupado, que trabajaba en Holanda, que previamente había sido un distinguido integrante de un banco, se le ofrece venir, y se le paga determinado salario (que no sé exactamente cuánto es por el momento). Claro: en la perspectiva de Uruguay, produce un escándalo en la gente. Me estoy refiriendo concretamente a él, y eso fue producto de una negociación en la cual lo fueron a buscar a él: él no dijo “Mire, yo quiero ese puesto”, sino que le dijeron “Señor Fulano de Tal, nosotros queremos que venga a trabajar con nosotros en circunstancias bastante complicadas y difíciles”. Insisto: el señor Elbers no era un desocupado; por lo tanto ese sueldo, que es bastante normal... Fíjese que generalmente las compañías multinacionales, aparte de pagar un salario muy elevado, generalmente variable, le dan a usted un sueldo fijo de (depende del cargo) 200, 250, 300 mil dólares anuales, qué sé yo, y encima de eso le ofrecen lo que se llama “stock option” y un bonus de corto plazo si usted cumple los objetivos. Los bonus de corto plazo pueden ser 30, 40, 50.000 dólares a fin de año, y el stock option puede ser de 200 o 300 mil dólares o mucho más si son cargos más elevados, no valen nada en el momento en que se lo dan: le fijan el valor de la acción y usted tiene 10 años para venderla y comprarla y, como el valor de la acción tiende a subir, ahí es donde se le generan grandes ganancias.
Por eso quiero separar ese problema del cual no he sido partícipe, no para defender al señor Elbers, que él se debe saber defender muy bien, sino para precisar un poco en la audiencia que esas condiciones internacionales naturalmente producen un impacto en el Uruguay, y que yo considero que es válido: “Caramba, este señor gana tanto y cuanto”.
EC – Eso con respecto a Elbers. El debate se dio en general, respecto a los sueldos de los principales cargos del Nuevo Banco Comercial, distorsionado por una serie de factores, como usted señalaba: estamos hablando de una sociedad anónima pero perteneciente al Estado, surgido a fórceps a partir de una crisis, había quien entendía que había que ser muy moderado en los gastos para no ponerlo en riesgo, atender a la realidad del país con los problemas por los que se está pasando, y la otra lectura era “Queremos que sea una empresa que funcione según el derecho privado, que salga adelante, que se mueva con eficiencia; debe ser competitiva, y sus principales jerarquías deben tener retribuciones acordes al mercado”. En esos términos –por simplificarlo— se planteó la polémica, pero me interesa detenernos en su caso en particular. Usted anunció que va a ganar un sueldo casi simbólico. ¿Por qué usted va a cobrar U$S 2.000, casi un sueldo de gerente del NBC (que se acaban de ajustar y están bastante por debajo de los gerentes de otros bancos) luego de decir lo que explicaba recién?
EA – La primera cosa que debe conocer la comunidad, y usted puede acceder a encuestas que generalmente hacen ciertas compañías (por supuesto sin identificar) sobre los sueldos medios: el sistema bancario privado en el Uruguay –excluyamos al Banco Central y al Banco de la República—tiene remuneraciones elevadas frente al resto de las empresas en Uruguay de acuerdo a los cargos. Algunas remuneraciones de gerentes en el NBC están en consonancia con los puestos similares del mercado. La razón es muy simple, como usted lo acaba de señalar: si usted quiere tener un banco potente, que se dinamice, que actúe solo, que no tenga influencias políticas, que actúe como una empresa y compita en el mercado per se, tiene que pagar los sueldos que existen en el mercado, en la medida en que la persona a la que usted está contratando tenga las condiciones para el cargo.
Respecto a mí, el asunto es bastante simple. Cada uno toma las decisiones que quiere. Yo trabajé gratis en la Caja Bancaria durante un año, ocho, nueve, diez, once horas por día. Y en lo que corresponde a este nuevo cargo, me parece completamente razonable la posición que pueda adoptar cualquier ciudadano. En mi caso entiendo que el NBC, que no es un banquito cualquiera sino el primer banco en Uruguay después del República, y que lo sigue siendo y con eficiencia lo va a ser mucho más, tiene como misión preservar al banco y a los ahorristas y desarrollarse. Felizmente, he logrado con mi trabajo tener la posibilidad de ser el guerrero que reposa y pasar mis años finales sin trabajar.
EC – Lo que está diciendo es que su historia personal le permite asumir este cargo con una retribución que no es la que debería tener, y ¿hacer de esa manera una contribución al país? ¿De eso está hablando?
EA – No diría yo solo, sino los demás integrantes del directorio en el que por el momento está el señor Elbers.
EC – Usted habla de Darriulat y Cola Cancela, que se incorporan ahora.
EA – Exacto, y cada uno tiene un enfoque bastante similar al respecto. Y le voy a hacer algunas aclaraciones que son pertinentes. En ese sentido hemos sido contestes los tres, hemos aceptado bajo el principio de que no va a haber interferencias políticas de ningún tipo, ni ningún tipo de otra intervención como pueden ser corporativas, etcétera. No vamos a ser un directorio inerme, un directorio simbólico: vamos a ser un directorio que va a trabajar 10 o 12 horas por día, y vamos a marcar (ya lo hicimos ayer) específicamente cuáles son nuestras funciones. Nosotros somos la máxima autoridad de la empresa y por tanto en ese nivel es donde se establece la planificación estratégica, las políticas, básicamente la visión y el desarrollo futuro de la empresa.
EC - ¿Por qué hace esa puntualización; por qué es importante?
EA – Es bien importante porque, después de tanto dirigir distintas empresas, uno llega a la conclusión de que hay niveles de decisión en los cuales el directorio tiene la máxima relevancia, y es patrimonio específico de él establecer los grandes contenidos de la empresa. Y (porque naturalmente las cosas no se hacen por generación espontánea) tiene que haber otro nivel que participa en el diseño de las políticas estratégicas de la compañía. La gran diferencia es que los niveles ejecutivos deben ejecutar esas políticas; y entonces los niveles ejecutivos no pueden ser juez y parte. Fíjese que fácil sería si yo estuviera dirigiendo un país o un grupo de países me fijara los objetivos y al mismo tiempo al final de los objetivos soy el que tiene que ejecutarlos. Siempre debe existir una especie de oposición de intereses, donde debe haber un máximo nivel de la compañía que, con participación de trabajo en equipo, determina la planificación estratégica de la empresa; de ahí derivan políticas y objetivos estratégicos, generalmente no más allá de tres años (se habla de planificación estratégica por razones obvias de dinamismo). El cuerpo ejecutivo de la compañía, que participa en el plan de negocios, es el que debe ejecutar y rendir cuentas.
EC – Usted decía que el banco se manejará con independencia del poder político, en forma técnica, transparente. ¿Esto en particular vale para la política de concesión de créditos? Cuando se discutía la creación del NBC se temió que fuera objeto de manipulación, favoritismo, ese tipo de cosas... ¿Usted está aventando esos temores?
EA – No, no. Yo no había oído eso. Estoy hablando de que hemos aceptado... no por una cuestión de status sino al revés: yo me rehuso a dar entrevistas, a salir en televisión, soy un raro espécimen. Lo que yo considero es que hice la escuela gratis en el Uruguay, hice gratis el liceo en mi Salto natal, los preparatorios y la Universidad en las dos especialidades, y creo que hay momentos en la vida... como nos pasó cuando éramos profesores, y a la mayoría de los profesores de la Facultad de Ciencias Económicas o a los profesores de posgrado en Finanzas, cuando nos distinguieron el contador Pascale y el decano: yo estaba en el exterior, viajaba, me pagaba el pasaje, daba las horas de mi curso y retornaba. Las pocas cosas que uno ha podido hacer en su vida se deben precisamente al desarrollo de su actividad profesional, y entiendo que si uno puede retornar al país (y así deberían hacerlo aquellos que puedan), no está haciendo un acto de salvación de la patria ni nada por el estilo: depende de los planos éticos de cada uno.
EC – Se lo pregunto porque esto de que la empresa se maneje con independencia de los aspectos políticos, en forma técnica y transparente, entre otras cosas se vincula con esta cuestión que tanto debate generó sobre las retribuciones, etcétera. Hay quienes sostienen que un banco, siendo una sociedad anónima que compite por una parte del mercado, no puede estar divulgando los números internos como lo ha hecho, ni poniendo en la picota...
EA – Es lo que le decía hace un momento: que generalmente las retribuciones no son divulgadas pero existen encuestas de los salarios medios, y usted las puede obtener pagándolas. En lo específico, lo que debe quedar muy claro es que quienes hemos asumido en el NBC (y el señor ministro ha estado completamente de acuerdo, porque tiene un gran sentido común) es que va a ser manejado como si fuera el Boston, el Citibank o cualquier otro que esté actuando en la plaza, que va a competir para seguir siendo el primer banco en Uruguay después del República.
EC – Pero hay todo un debate a propósito de cuál debe ser la incidencia del Parlamento, del poder político, en las empresas que pertenecen al Estado.
EA – Lo que le puedo transmitir es lo que nos dijo el ministro Atchugarry: “Ustedes tienen las manos completamente libres”, (lo puede chequear con el señor ministro) “para actuar bajo esas circunstancias, para ser administradores de una empresa que debe competir”. Nos dio total libertad para dirigir la empresa, para fijar salarios... Le voy a dar otro dato: si usted toma personal ocupado, y dejando de lado a tres o cuatro bancos (no voy a dar el nombre) que han estado dando incentivos para que la gente egrese, el NBC es el que tiene la remuneración más baja per capita de la media uruguaya en el sector privado.
EC - ¿Es un factor que hay que corregir, entiende usted?
EA – No, no. Es un poco el producto de que, por ser un banco más expandido, tiene mayor cantidad de funcionarios de menor nivel. Pero ese dato le está diciendo que tanto el debate de los salarios de gerentes que están actuando en el mismo nivel que los de otras empresas, en un nivel relativamente inferior frente a la media, no son un factor determinante para que el banco vaya a la quiebra o no pueda funcionar.
Lo que seguramente se preguntará usted muchas veces, como todos se lo preguntarán, cuando uno paga un salario elevado como en el caso de algún funcionario que ha sido mencionado, es si ese salario que está pagando deber ser considerado como una inversión, en la medida en que haga desarrollar al banco y, en un análisis de costo – beneficio, está generando un retorno al banco. En caso de que así no sea, ese funcionario no tiene necesidad de existir.
EC – La posibilidad de venta total o parcial del paquete accionario del NBC está en el horizonte desde que se creó: o que intervenga en el paquete la Corporación Financiera de Inversiones del Banco Mundial, o lisa y llanamente la venta de la empresa. ¿En qué medida ustedes se abocan a esa tarea en el futuro cercano?
EA – Nosotros somos quienes debemos redireccionar el banco, realizar la suprapolítica del banco. En algún momento, estando el banco robustecido, en condiciones de buen funcionamiento, eventualmente podrá ser vendido o podrá hacerse alianzas estratégicas, qué sé yo, con el Banco Mundial, con otro banco, con lo que sea. Pero, por el momento, nuestra misión es desarrollarlo, fortalecerlo, y que compita como un banco más en la plaza. Y acá no aparecerán personas con tarjetas o con recomendaciones para poder la ayuda del banco: se trabajará como en cualquier empresa, con un análisis de riesgo, con personal capacitado...
Sé que todavía hay mucho que hacer; y una de las cosas más importantes es fundar, desarrollar y crear una cultura corporativa del banco. En ese trillo es que andamos. ¿Podremos hacerlo nosotros de acuerdo a nuestras capacidades, nuestras facultades? No sabemos; tenemos la mejor voluntad, y creo que por ahí tiene que ir la senda, y el debate en la sociedad uruguaya debe ser: “El NBC es un banco que se ha relanzado en el mercado, un banco que está identificado con el desarrollo histórico del Uruguay, que está presidido (podrá verla así o no) por gente honorable, que está decidida a dar su mejor esfuerzo conjuntamente con su cuerpo ejecutivo para preservar a los queridos ahorristas, para desarrollarlo, para que compita en las mismas condiciones con el resto de la banca, sin ningún privilegio”.
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Transcripción y edición: Jorge García Ramón
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