08.07.2003












Tras los bienes de los Peirano

Representante de los ahorristas del Banco de Montevideo, Alicia Barbani: El grupo entregó al Banco Central bienes por más de U$S 50 millones, pero existen cuantiosos bienes que están a nombre de testaferros. Tengo información reservada que quiero entregar al Directorio, junto al defensor de los dueños de los bancos quebrados.



EN PERSPECTIVA
Martes 08.07.03, 07.35.

EMILIANO COTELO:
¿Qué ocurrió con los bienes de los Peirano, propietarios de los quebrados bancos Montevideo y Caja Obrera, y en general del Grupo Velox que incluía diversas instituciones financieras en nuestro país, en Argentina, Paraguay, Islas Caiman, así como diversas empresas en la región, en Chile...?

Desde que se inició la crisis, los ahorristas vienen reclamando insistentemente el embargo de los bienes de los propietarios para resarcir las deudas.

ALFREDO DANTE:
El diario El País informa hoy que el Banco Central del Uruguay (BCU) trabó embargo hasta el momento sobre 300 bienes muebles e inmuebles del grupo Peirano, que se destinarán a pagar los depósitos en el de los ahorristas de los bancos uruguayos pero no de los acreedores del Trade and Commerce Bank (TCB). Fuentes de la institución financiera citadas por el diario precisaron que siguen investigando y persiguiendo bienes de este conglomerado, dentro y fuera del país.

Alicia Barbani, representante de los ahorristas, y el abogado de los Peirano, Carlos Curbelo, coincidieron en reclamar al BCU información sobre el destino de los aportes que el referido grupo hizo al Estado y por qué no se pagó a los damnificados de esa institución.

Esas fuentes dijeron que todas las garantías entregadas por el grupo Peirano al BCU fueron presentadas antes del 21 de junio, fecha en que la institución fue intervenida. "Con posterioridad a esa fecha el grupo Peirano no ha hecho aportes en efectivo ni ha ofrecido bienes de clase alguna", precisaron.

Esas hipotecas y prendas, "que fueron entregadas para mantener operativo al Banco Montevideo alcanzaron los 10 millones de dólares", según la valuación primaria de los activos. Sin embargo, luego se constató que el déficit de la institución alcanzó los 320 millones de dólares.

Especifica la crónica que el 31 de mayo de 2002 el grupo Velox hipotecó en garantía inmuebles por cuatro millones de dólares en los departamentos de Soriano y Colonia, el 7 de junio inmuebles de 2,7 millones de dólares en Tacuarembó y Maldonado y el 14 de junio inmuebles por 524 mil dólares en Montevideo y Maldonado. A su vez, ese día quedaron prendadas acciones de empresas en esos dos departamentos por un valor de 3,5 millones de dólares.

Los días 14 y 21 de junio se logró solamente la firma parcial de otras dos hipotecas, por lo que luego quedaron sin efecto.

El 12 de julio la Superintendencia de Instituciones de Intermediación Financiera del BCU intimó a Juan Peirano —hoy prófugo— a completar la documentación para inscribir las garantías respectivas, lo que nunca se concretó.

EC – Añade El País que las acciones legales llevadas a cabo por la Asesoría Jurídica del Banco Central alcanzan a Dante, Juan y Jorge Peirano, Marcelo Guadalupe, Mario San Cristóbal, Juan Domingo Ratti y Luis Muxi.

Hasta el momento el total de los inmuebles afectados alcanza a los 130 bienes inmuebles. Entre ellos se encuentran establecimientos agropecuarios, viviendas, estudios y terrenos en los departamentos de Montevideo, Colonia, Soriano, Cerro Largo, Río Negro, Paysandú, San José y Salto.

Los embargos en los bienes muebles alcanzan a 14 depósitos bancarios y acciones en 21 empresas que operan en varias actividades. A esto se suman ganado y caballada, producción lechera, cosechas, vehículos, maquinaria agrícola, mobiliario de las viviendas, objetos de arte, platería y colecciones de armas.

AD - Las fuentes de El País dijeron además que el BCU sigue "investigando, persiguiendo y embargando dentro y fuera del país activos que integran el patrimonio de los directores y accionistas de los bancos Montevideo y Caja Obrera".

EC - Tras el procesamiento de los directivos del BM, el abogado Carlos Curbelo había afirmado que la familia Peirano pondría todo su patrimonio (que en total puede alcanzar a los 50 o 60 millones de dólares) para pagar a los ahorristas tanto del BM como del TCB. En aquella oportunidad, el abogado dijo que aunque el BCU había embargado bienes por 11 millones, en realidad éstos alcanzaban a los 50 o 60 millones de dólares. Curbelo dijo entonces que el dinero corresponde a los ahorristas y no al Banco Central del Uruguay (BCU) porque legalmente no puede beneficiarse frente a los ahorristas.

***

EC – Estamos ahora en comunicación con la escribana Alicia Barbani. Ya hemos conversado con usted en otras oportunidades, pero querría precisar algo: ¿usted es representante de ahorristas del TCB o del Banco de Montevideo?

ALICIA BARBANI:
Lo tenía anotado para aclararlo como punto número 1, porque la crónica dice que soy representante de los depositantes del TCB. Yo soy depositante y representante de ahorristas del Banco de Montevideo, cuyos dineros nos fueron desviados sin nuestro consentimiento al TCB. Pero somos ahorristas en el Banco de Montevideo: tenemos un depósito en el Banco de Montevideo, un número de cuenta en el Banco de Montevideo... No tenemos ningún certificado en inglés, y ese dinero fue transferido por cuenta y orden del Banco de Montevideo. A lo largo de todo este año hemos demostrado la estafa, tanto en la Comisión de Hacienda del Senado como en la comisión investigadora, y paralelamente hemos presentado todas las pruebas en la Justicia Penal, razón por la que están presas estas personas por la estafa que nos hicieron a los ahorristas.

EC – Bien. Vamos ahora a la información que usted estaba reclamando. Hace pocos días, informábamos sobre una reunión que usted tendría con el doctor Carlos Curbelo.

AB – Sí. Nosotros somos los acreedores, somos los ahorristas, somos los perjudicados, y en todo este año no hemos tenido transparencia respecto a dónde están los bienes del grupo Peirano, y a qué estaba haciendo el Banco Central para impedir que esos bienes se fugaran y se los pusiera a nombre de otras personas... A mí me llegaba información; tuve que irme a Argentina para recabar información que tengo en secreto y quiero proporcionar al Banco Central (estamos pidiendo desde el viernes pasado una reunión con todo el Directorio y los funcionarios de jerarquía para concurrir con el doctor Curbelo) para que se aclare determinadas cosas, porque no queremos seguir siendo rehenes de esta situación.

EC – Usted decía que quiere mantener en reserva la información que obtuvo en Buenos Aires, pero ¿de qué tipo de datos se trata?

AB – Justamente, de fuga de capitales, de testaferros y de bienes que están siendo movidos de un lado para el otro frente a nuestras narices. En forma permanente recibo denuncias de gente muy conectada a este grupo y lo quiero poner a disposición del Banco Central. Pero ya ha transcurrido un año, un año que ha resultado muy largo, de mucha tristeza, de mucho daño, de muchas violaciones tanto del derecho de propiedad como de tipo económico y social que no estamos dispuestos a dejar que sigan pasando sin tener ninguna resolución.

EC - ¿En qué términos ocurrió su conversación con el doctor Curbelo?

AB – En buenos términos. Nos conocemos desde antes (los dos trabajamos en una institución médica), y él sabe que a esta altura nuestra situación no puede esperar. Él siempre me ha manifestado que el grupo Peirano cumplió con todo lo que el Banco Central le pedía.

En las primeras conversaciones que mantuve con el Central exigiendo los bienes se me manifestaba que no existían garantías suficientes. Pero cuando empecé a obtener todos los certificados registrales de propiedades inmuebles en todos los departamentos del Uruguay, veo que los embargos genéricos eran monstruosos pero los embargos específicos alcanzaban la suma de U$S 11 millones. Me dije entonces “Dios mío, ¿cómo van a hacer para pagar esto?”. Por un lado, el grupo Peirano manifiesta que entregó U$S 60 millones, que entregó todo lo que el Banco Central le había solicitado, y que además la asistencia crediticia prestada luego de la intervención al Banco de Montevideo fue muy superior a la prestada antes de la intervención... Entonces hay cosas que no me cierran.

EC – ¿Qué dice ahora que escucha estos datos que publica hoy el diario El País?

AB – Qué digo, no: me pregunto cómo es posible que el Banco Central salga recién ahora, a un año de la estafa, salga a embargar los bienes. ¿Por qué no se hizo antes? ¿Por qué no se hizo cuando recién empezó todo esto, para que el daño fuera menor? Usted sabe muy bien que este es un grupo muy fuerte, muy poderoso, que está lleno de testaferros.

Yo vengo diciendo que cuando este grupo puso al doctor Pablo González Bianchi, un abogado al que puso no sé si de pantalla, si para entretenernos, que iba a hacer todo un balance consolidado de las empresas, me reuní con él (además se reunieron con él personas que vinieron del exterior) y me habló de 180 empresas a nivel nacional e internacional... ¿dónde están esas 180 empresas? Además ya he demostrado que este grupo no está en situación de indigencia, para nada. No es un grupo que quebró: le pudo haber ido mal en determinadas cosas pero no en todo y tiene con qué responder.

Muy bien: vamos a exigir que se responda y que de una vez por todas se nos solucione a todos los ahorristas. Esto engloba a todos los que fuimos perjudicados, tanto los del Banco de Montevideo como los demás, que hasta hoy no hemos tenido soluciones.

EC – Lo que usted concluye es que en los embargos encarados por el Banco Central faltan bienes.

AB – Por supuesto que faltan, y faltan muchísimos.

EC – Para empezar, falta la diferencia entre esos U$S 10 millones de la evaluación que hacen esas fuentes del Banco Central, y los 50 o 60 millones de los que habló en su momento el doctor Curbelo.

AB – Y de los que sigue hablando. Él sigue insistiendo con firmeza que el grupo entregó bienes por esa cantidad.

EC – Pero además usted entiende que debió buscarse otro tipo de bienes, otro tipo de empresas, eventualmente a nombre de testaferros, que podrían hacer elevar esas cifras.

AB – Sin lugar a dudas; sin lugar a dudas. Por eso, la reunión con los directivos del Banco Central hoy es urgente.

EC – Usted decía que ya pidieron esa reunión.

AB – Sí, sí: desde que llegué de Buenos Aires el jueves por la noche; la pedimos con carácter urgente. Estamos a martes y todavía no la hemos conseguido. Nos dijeron las secretarias del Directorio que esta mañana nos podríamos reunir. Estamos esperando desde anoche la llamada con el celular abierto (ellos estaban en la Comisión Investigadora), porque esto es urgente, y además nos iba a acompañar el abogado de ellos. Nos parece que esto lo debimos hacer el primer día, desde el momento en que esto ocurrió: que esta situación se mostrara transparente a los acreedores, a los damnificados.

EC – ¿Usted entiende que ya se ha perdido bienes que se pudo haber embargado?

AB – Sí. Por supuesto que sí.

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Transcripción y edición: Jorge García Ramón




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