15.07.2003












Soriano: la lenta recuperación comienza en el agro

Contador Juvenal Torres: Si se mantienen las condiciones regionales, los pequeños pueblos y caseríos –más íntimamente vinculados a la economía agropecuaria— serán los que exhiban síntomas de mejoría. Mercedes vive soñando con “la gran industria” que traiga soluciones, pero debería organizar pequeños emprendimientos asociados. Más que lanzar ideas, poner ganas y preparación.


EN PERSPECTIVA
Lunes 14.07.03, 08.44.

EMILIANO COTELO:
Como siempre en esta gira de El Espectador, que hoy nos trae a Mercedes, capital de Soriano, nos interesa conocer y difundir cuál es la realidad económica de cada lugar que tocamos, y si es posible avizorar también cuáles son sus potenciales más allá de la crisis que afecta al país.

Nos acompaña, en primer término, alguien que conoce muy bien al departamento de Soriano: el contador Juvenal Torres. Tiene 64 años de edad, nació en Salto pero se radicó en Mercedes desde hace mucho tiempo.

JUVENAL TORRES:
Desde el año 1968.

EC - Trabajó en la Intendencia Municipal.

JT - Fui contador de la Intendencia.

EC - Pero además fue asesor de empresas durante 30 años.

JT - Hice todo el ejercicio de mi profesión en ese departamento.

EC - A través de su estudio, usted estuvo en contacto directo con empresas agropecuarias, comercios, talleres, cooperativas agrarias, ...

JT - La mutualista asistencia médica...

EC - ... rematadores, consignatarios de ganado, barracas de cereales, farmacias... No le ha faltado nada. Incluso fue asesor del Centro Industrial y Comercial de Soriano. Hoy asesora esporádicamente a la Asociación Agropecuaria de Dolores.

También tiene actividad periodística. Fue columnista del diario Crónica de Mercedes y co-fundador del Semanario Entrega 2000.

JT - Hice algunas incursiones en el periodismo escrito durante un buen tiempo, y ahora en radio tengo un espacio semanal de una hora, más o menos, en el que me consultan sobre temas económicos y de actualidad. Lo hacemos en comunicación con el público, a micrófono abierto.

EC - El departamento de Soriano ha sido presentado muchas veces como "el granero del país". ¿Está de acuerdo con esa definición? ¿Es la agricultura el eje principal de la actividad en el departamento?

JT - Si tomamos a la agricultura en un sentido amplio, comprendido cereales, oleaginosos, y le sumamos la agricultura forrajera, podría decirse que es un departamento agrícola. La agricultura forrajera se ve facilitada por los implementos, el conocimiento, se ve incluso abaratada por la existencia de la otra agricultura, que le permite desarrollarse. Eso termina redundando en un enorme beneficio para la producción ganadera, que se nutre de esas pasturas.

Las explotación agrícola en sentido estricto representa un 20% del área explotable del departamento...

EC - Se habla de "las mejores tierras del país".

JT - Yo digo que son buenas, muy buenas y excelentes. Son 833 mil hectáreas de suelos aprovechables, 20% de las cuales se destina a los granos. El 30% se destina a los cultivos forrajeros (agricultura destinada a la ganadería), un 40% aproximadamente son campos naturales, y 10% son áreas de bosques, de la mayoría de los cuales son naturales (de ese 10%, apenas 2,5 representa los bosques artificiales).

O sea que tal vez no sólo sea "el granero del país" en el sentido de que para los productores no es el ingreso más importante.

EC - Si consideramos el Producto Bruto departamental, ¿cómo se reparte?

JT - Seguramente la ganadería debe tener dos terceras partes del Producto agropecuario.

Lo que ocurre es que no existen establecimientos que se dediquen exclusivamente a la agricultura. El buen uso de la tierra indica que debe hacerse en forma rotativa, alternar los cultivos con uno agrícola, uno de implantación de pasturas, los forrajeros... y luego se inicia un nuevo ciclo.

EC - ¿Qué pasa más allá de lo agropecuario en el departamento?

JT - En el resto de la actividad económica, la industria no se ha desarrollado mayormente en el departamento. Podemos hablar de una industria láctea que está radicada básicamente en Mercedes y Cardona, una industria papelera radicada en Mercedes, y una industria molinera radicada en Dolores. Pero no existe un gran desarrollo industrial, y estoy seguro de que la actividad agropecuaria es predominante y definitoria de la realidad económica del departamento.

EC - Existió algún fracaso que dejó una huella muy fuerte en el departamento, y en esta ciudad en particular: lo que fue [el inenio azucarero] Arinsa.

JT - Nos dejó el "sindrome Arinsa": el fracaso de un emprendimiento pero que fue sustentado básicamente en el apoyo del gobierno; nunca se vio claramente un compromiso de los inversores en la implantación de esa industria. Por eso mismo, quizá, no debió iniciarse en su momento y se hizo un poco a impulsos del gobierno y del Banco de la República, no de los capitales privados.

EC - Tuvo una vida muy corta, ¿no?

JT - Muy corta: cuatro o cinco años.

EC - Impresiona ver desde afuera los edificios: están prácticamente flamantes. Ayer lo veíamos cuando visitamos el Castillo Mauá. Choca que todo eso haya durando tan poco y que tampoco hayan prosperado incluso los otros proyectos para ese predio que circularon después como posibilidad de reactivación de esas instalaciones.

JT - Tal vez la producción de azúcar no sea uno de los rubros más interesantes para el país.

EC - ¿Y qué pasa en Soriano con el comercio, el turismo?

JT - Me gustaría decirle que está bien, pero... El comercio está muy deprimido (está deprimida la actividad comercial y está deprimido el comerciante mismo); creo que no se diferencia demasiado del resto del país: salarios bajos, una desocupación alta en el departamento... Las ciudades son las que están pasando lo peor de la crisis. En los 90 fueron las ganadoras en relación al campo, y hoy esa situación se está revirtiendo: tenemos al campo con una incipiente recuperación, animado a nuevos emprendimientos, y un sector urbano deprimido, con muy bajas rentas y pocas esperanzas de reactivación al menos en el corto y mediano plazo.

EC - El turismo ¿llegó a desarrollarse en Soriano?

JT - Nunca se desarrolló. Desde que me radiqué en Mercedes oigo hablar del turismo, pero en realidad los que hablan son los que desean que haya actividad: nunca oí que los inversores y los operadores estuvieran dispuestos a hacer una apuesta importante en esta materia.

Para definirlo de alguna manera, diría que el turismo está muy, muy verde. Eso requiere enormes inversiones que a su vez den retornos interesantes, y todavía no lo veo. Desde mi punto de vista, los esfuerzos de los pocos capitales que tenemos y de los que se pueda conseguir seguramente deberá verterse en otros rubros que resultan más rentable.

***

EC – A las 10.19, retomamos la entrevista con el contador Juvenal Torres, con quien iniciamos el programa. En ese primer tramo, nos introducíamos en los principales rubros de la economía del departamento de Soriano.

Uno de los problemas que aqueja al departamento, al igual que al resto del país, es el desempleo. En Soriano se apuntaron 1.288 personas para aspirara a 255 puestos, con una paga diaria de 70 pesos. ¿Qué tendencias puede apuntarse? En el comienzo de la charla con usted, más temprano, aparecía esto que los entrevistados que le siguieron califican como “boom” agrícola del litoral del país. ¿Cómo ve ese factor en especial?

JT – Todo pronóstico tiene las limitaciones propias de la economía de un departamento dentro de la economía de una nación, dentro de una región... Si es difícil hacer proyecciones en lo nacional, cuánto más difícil es prever lo que puede ocurrir dentro de un departamento.

En la hipótesis de que no se produjeran modificaciones en la política cambiaria y productiva del país y de la región, creo que deberíamos esperar un repunte interesante del sector agropecuario en general. No me centraría tanto en el sector agrícola, que está muy expuesto a un riesgo climático que no sufre tanto la ganadería (tanto en producción de leche como de carne y lana). No me centraría en lo agrícola, sino que lo incluiría en toda la producción agropecuaria.

Allí veo una fuerte influencia de esa economía en el resto de la sociedad, especialmente (si tenemos la suerte de que continúen esos vientos favorables para la agropecuaria) en aquellos centros poblados menores –villas, pueblos y pequeños caseríos del departamento— donde la influencia es mucho más directa, es prácticamente total porque la gente que allí vive, excepto policías y maestros, está directa o indirectamente ligada a la actividad agropecuaria.

EC – Lo que usted señala es que el impacto claro de este renacimiento de la agropecuaria, en Soriano en particular pero tal vez en otros departamentos, se verá en las poblaciones más pequeñas, las más ligadas a ese sector de la actividad.

JT – Cuanto más grande la ciudad, menos puede abarcar. No es que no llegue, pero no tiene la fuerza suficiente para cubrir todo el problema de la falta de empleo o de la baja de la actividad producida en el sector, sobre todo de los productos no transables que en este momento están de perdedores.

EC – Usted ve beneficiándose a localidades como Egaña, Santa Catalina, Palmitas, Rodó...

JT – Más que ninguna.

EC - ¿Y qué pasa con las localidades más grandes?

JT – Se va a seguir planteando la necesidad de complementar esa influencia que va a tener la economía agropecuaria, y lo vamos a tener que resolver entre todos con muchas ganas, porque no es sencillo. Lo hemos estado desde hace mucho tiempo en especial en Mercedes, la ciudad más grande del departamento, donde la influencia agropecuaria es grande pero no termina de resolver todo, especialmente el problema del empleo, que es muy serio y muy grande. Creo que hemos estado siempre alrededor del sueño del turismo, o del sueño de la gran industria que se venga a instalar en Mercedes, y creo no lo debemos descartar para nada, pero sería más positivo, más práctico, ponernos a trabajar en algunas fórmulas de emprendimiento entre nosotros, alguna red de trabajadores artesanales, algo de ese tipo...

EC - ¿En qué está pensando, concretamente?

JT – Tenemos que aprovechar el recurso excedentario que tenemos, que es la mano de obra, y debemos pensar que no tenemos el otro recurso, que es el capital. Todo emprendimiento requiere ambos factores. Si tenemos mucha mano de obra, debemos organizar algunas fórmulas de trabajo que... yo pensaba básicamente en artesanos al estilo Manos del Uruguay, pero no sólo en tejido de prendas sino en confecciones de prendas por costura, en trabajar el cuero... Mi sueño, por decirlo de algún modo, está en la industria alimenticia. Creo que el país deberá conducirse algún día por allí, porque ahí está el gran complemento que tiene la actividad agropecuaria.

EC - ¿Está pensado en microempresas, en redes cooperativas...?

JT – No sé si cooperativas, pero guiadas por alguna dirección que se ocupe de temas como los de mercado, de organización, de normatización, que de pronto los artesanos no pueden resolver.

EC – ¿Piensa en esfuerzos estatales, o que deben provenir del sector privado?

JT – Pienso que tenemos que hacerlo nosotros, nomás; el sector privado. Creo que el gran papel del Estado es lo que han hecho algunos gobernantes: algunos intendentes, diputados, que lo hacen bien: abrir puertas y posibilidades, ir creando posibilidades para eso. El Estado no tiene posibilidades de ayudar en esto: no tiene capital, no tiene gente preparada para esto, y me parece que tenemos que pensar sí en algún organismo del tipo del Latu (Laboratorio Tecnológico del Uruguay), que ya tiene experiencia en este tipo de emprendimientos y si recurrimos a él podría llegar a ser un buen instrumento.

EC – Pero al mismo tiempo hace falta la iniciativa local en este caso.

JT – Sí, sí. Necesitamos algunos líderes.

EC - ¿Y usted los ve? ¿Existe esa disposición ...?

JT – Sí. Están adormecidos; tengo que confesarle que están adormecidos... Creo que está todo el país adormecido, no sólo acá.

EC – Falta otro “Grito de Asencio”.

JT – Sí, sí. A veces los uruguayos no nos entendemos, tenemos problemas de coordinación, de organización, pero veo por ahí el inicio. Sin perjuicio de que después podamos llegar a cosas más grandes, creo que principio quieren las cosas, y por ahí están los principios: en la utilización de los recursos. Eso sí: hay que tener ganas. Primero hay que tener ganas. Segundo, hay que prepararse para trabajar; no podemos estar todos los días sembrando ideas nuevas pero nunca poner manos a la obra. Para hacer un emprendimiento de este tipo, lo primero es tener ganas y después prepararse. Por ahí veo la tarea del Latu, como le decía, o de algún otro organismo. Menciono el Latu porque es conocido y he visto que en emprendimientos de este tipo han sido exitosos.

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Transcripción y edición: Jorge García Ramón



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