Director de Pamer SA, ingeniero Juan Luis Cantoni: Fundada en 1937, fabrica cajas de cartón corrugado y papel tisú. Su principal insumo es papel y cartón reciclado. Compra todo el papel usado que consigue en plaza, pero a veces no es suficiente y debe importarlo. Tiene 1.500 hectáreas forestadas, pero el grueso de la madera se usa como combustible y no para hacer pulpa.
En perspectiva
EN PERSPECTIVA
Lunes 14.07.03, 09.00.
EMILIANO COTELO:
“La calidad no es un factor de éxito. Es una cuestión de
supervivencia”. ¿Saben dónde encontré este cartel?
En uno de los galpones de Pamer, el sábado, cuando hacíamos la
recorrida.
A pocos quilómetros de Mercedes está instalada la planta industrial
de una de las principales empresas papeleras del país, Papelera Mercedes
SA, una firma fundada hace más de 60 años y que se dedica básicamente
a la elaboración de cajas de cartón corrugado y papel tisú.
Una particularidad de esta empresa, que la hace más “amigable”,
es que uno de sus principales insumos es el papel reciclado.
Para conocer detalles de esta empresa vamos a conversar con uno de sus directores,
el ingeniero Juan Luis Cantoni, que tiene 61 años y nació en Italia,
¿verdad?
JUAN LUIS CANTONI:
Sí, exactamente.
EC - Pero vive en el Río de la Plata desde…
JLC - Desde 1951; llegué con la última emigración de italianos
hacia América del Sur. Vine con mi padre a trabajar en una fábrica
de papel, o sea que toda mi vida he sido papelero, desde el nacimiento.
EC - Y está en Mercedes desde hace 37 años.
JLC - Entré en Pamer en 1967, trabajé unos años en Montevideo,
en la planta que tenía la fábrica allá, y en 1972 me radiqué
definitivamente en Mercedes.
EC - En definitiva Pamer prácticamente ha sido su vida laboral.
JLC
- Sí, exclusivamente; toda mi vida laboral. Los únicos impuestos
que he pagado y los únicos sueldos que he ganado han sido en Pamer.
EC - Yo decía que Pamer está muy cerca del centro de Mercedes,
en una ubicación privilegiada: a un quilómetro de la ruta 14 y
sobre el río Negro. ¿Qué ventajas otorga a una industria
como esta ese lugar?
JLC - Las fábricas de papel en general tendrían que estar siempre
cerca de un río, primeramente porque el agua es una de sus materias primas
principales, y por más que se recicla casi el 90 por ciento, es indispensable
para el uso fabril y para evacuar los efluentes industriales.
En su momento, allá por 1937, la localización en esta zona fue
elegida pensando en fabricar papel con celulosa de paja de trigo; en esa época
era una de las principales zonas productoras y no se sabía qué
hacer con eso. Posteriormente, a medida que la empresa fue marchando se vio
que eso no era lo más importante y en el correr de estos 60 años
se fue transformando poco a poco a lo que es ahora, con la utilización
de productos como desperdicios o recortes de papel y materia prima que fabricamos
en nuestra plantita de celulosa; productos para una pasta que, mezclada con
los recortes de papel, produce nuestros papeles de características y
calidad adecuadas.
EC - Yo le preguntaba por la ubicación, porque ustedes están
a la misma distancia de Montevideo que de Buenos Aires.
JLC - Sí, hoy con el mercado abierto del Mercosur y convenios argentino-uruguayos.
La ubicación de la planta de corrugado en Mercedes se diseñó
fundamentalmente en el año 83, para atacar al mercado citrícola
del litoral y poder llegar fácilmente a Buenos Aires a través
de las rutas construidas actualmente.
En 1937 fue un emprendimiento que se les ocurrió a algunos mercedarios,
pero hoy hemos trasladado toda la parte de producción a Mercedes, justamente
pensando que estamos mucho más centrados en el mercado que en pleno centro
de Montevideo.
EC
- Lo dijimos al pasar y usted acaba de mencionar que a Pamer le interesa en
particular el sector citrícola. Eso tiene que ver con lo que ustedes
elaboran en la planta industrial; yo decía cajas de cartón corrugado,
pero el público común y corriente cuando escucha “cajas”
piensa en la caja de un regalo, en una caja de zapatos… Ustedes están
bastante más orientados, por ejemplo, hacia la industria o sectores exportadores
de la actividad nacional.
JLC – Sí; podemos decir que más del 50 a 60 por ciento de
la producción que vendemos en cajas de cartón corrugado está
dirigido a exportadores: todos los frigoríficos, todos los exportadores
de fruta, toda la parte de cueros, en su momento el calzado, la vestimenta,
los alimentos... todos los productos en general. En Estados Unidos, por ejemplo,
no queda nada que no sea envasado en cartón corrugado; en Uruguay todavía
hay un uso importante de cajones de madera para el mercado interno, con los
problemas sanitarios que provoca el re-uso de estos elementos. A la larga seguramente
irá todo en cajas de cartón corrugado o un producto similar que
sea reciclable.
EC - El otro renglón de producción es el papel tisú, o
sea el papel higiénico.
JLC - Exacto.
EC - Concretamente, ¿qué es lo que ustedes producen?
JLC - En papel higiénico producimos sobre todo un papel económico.
Tenemos dos marcas de papel hecho con reciclado, pero no tenemos planta de blanqueos
como tiene la competencia, de modo que con estas dos marcas y algunas marcas
casi blancas (un papel blanco hecho con materia prima reciclada) peleamos un
poco con nuestros competidores.
EC - O sea que hay distintos segmentos de mercado dentro del rubro papel higiénico.
JLC - Está toda la parte de toallas, que nosotros no trabajamos demasiado,
la parte de pañuelos, servilletas y la parte de papel higiénico
en general; hay de primera calidad, de doble hoja, etcétera, y un mercado
muy grande del producto barato, en el cual estamos trabajando fuerte.
EC - Usted lo mencionó al pasar y me gustaría que nos detuviéramos
un poco más en el punto: ¿por qué Pamer trabaja sobre todo
en base a reciclaje de cartón y de papel usado?
JLC - Primero porque económicamente el material reciclado es mucho más
barato que la fibra virgen; y después porque tecnológicamente
se puede utilizar en reemplazo de una buena parte de fibra virgen. En Estados
Unidos, por ejemplo, hay normas que establecen que determinados tipos de papel
deben ser obligatoriamente hechos con un porcentaje importante de papel reciclado.
Todo esto nos permitió, si no especializarnos, comprar los equipos necesarios
para poder trabajar este material, que es en general un material bastante sucio
y complicado de deshacer y transformar en papel posteriormente.
EC - Usted hablaba de normas en Estados Unidos que establecen porcentajes de
utilización de material reciclado. ¿Por qué?
JLC
- Fundamentalmente porque los seres humanos están tapando el mundo de
basura, y los envases, por ejemplo, son buena parte de la cantidad de productos
que llenan los basureros. Es un material totalmente apto para reciclar, con
relativamente bajo costo y muy buena posibilidad de obtener productos excelentes;
es uno de los materiales que más se pueden reciclar. En países
como Japón el 50 por ciento de todo el papel utilizado es producido como
reciclado. Hay que considerar que los papeles sanitarios no pueden ser reciclados,
pero todos los otros sí.
EC - ¿De dónde obtienen la materia prima, el cartón y
el papel?
JLC - Todo lo que podamos encontrar en Uruguay.
EC - Pero ¿les alcanza? Se lo pregunto porque me pareció sorprendente
encontrar, en una de las playas exteriores de la fábrica, pilas y pilas
de diarios chilenos.
JLC - Sí. Cuando la materia prima nacional no alcanza se importa puntualmente,
normalmente desde Estados Unidos, que es un país que siempre tiene reciclado
para la venta.
EC - ¿Llegamos a recibir cartón o papel viejo de Estados Unidos?
JLC - Sí; normalmente lo que compramos en estos lugares son de primerísima
calidad, por la fibra que tienen o por la limpieza. En Chile se ha empezado
a comprar algo; depende fundamentalmente de los precios de la región.
Brasil, por ejemplo, tiene precios ligeramente superiores a los nuestros en
material reciclable, por lo tanto muchas veces absorbe parte de la materia prima
nacional. Argentina puntualmente también hace algunos negocios de ese
tipo.
EC - ¿Qué porcentaje de la materia prima es reciclado y qué
reciclaje es pulpa de madera que preparan en la propia fábrica?
JLC - Los papeles para envase se fabrican con materia prima 80 por ciento reciclada
y 20 por ciento pulpa virgen; en los papeles tisú prácticamente
el 100 por ciento es reciclado.
EC - ¿De dónde viene la madera que usan para hacer pulpa?
JLC - Por un lado tenemos una forestación de casi mil hectáreas
y después tenemos unas 500 hectáreas que hemos forestado en campos
de terceros desde los años 80, 85 en adelante, cuando todavía
no estaba en vigor la ley forestal. En este momento dejamos de forestar, dado
que seguramente habrá en la zona excedentes de madera –los hay–a
precios realmente aceptables como para poder producir nuestra materia prima.
Habrá visto en la visita que la madera es para nosotros el combustible
número uno.
EC - Eso iba a agregar: usan poca madera como materia prima, pero mucha como
combustible.
JLC
- Como combustible usamos alrededor de 40.000 toneladas de madera al año,
lo que nos ha permitido liberarnos de lo que quiera el ministro de turno con
respecto al precio del petróleo.
EC - El jueves pasado ustedes no se amargaron…
JLC - No mucho.
EC - Cuando aumentó el fuel oil se alegraron de haber optado en su momento
por una caldera que funciona a leña.
JLC - Absolutamente.
EC - ¿Cuándo tomaron esa decisión?
JLC - En 1980, en ocasión de la anterior la crisis del petróleo,
durante la cual los valores subieron cuatro o cinco veces. Era la única
opción de supervivencia en el país, tanto que las mayores industrias,
en el interior casi todas, transformaron sus calderas para leña. La caldera
a leña fue una inversión muy grande en su momento, pero nos permitió
seguir viviendo, especialmente con precios del petróleo como los que
tenemos hoy.
Además, si uno foresta tiene su propia materia prima y de lo contrario
es un precio de oferta y demanda de la plaza, de la cual tomamos todos los descartes,
también el reciclado de la madera. Por ejemplo compramos madera triturada
a Caja Bancaria; es un residuo de su aserradero. Utilizamos todo lo que tengan
para quemar.
***
EC - Me gustaría que aterrizáramos con algunos números.
Por ejemplo, ¿cuántas personas trabajan hoy en Pamer?
JLC - Alrededor de 270 personas, de las cuales unas 230 a 235 en la planta
industrial de Mercedes y el resto en nuestra administración central,
en Montevideo, en la parte de ventas, compras y administración.
EC - Pero Pamer tuvo una plantilla bastante más numerosa.
JLC - Sí, en casos extremos; en 1985-86 llegamos a tener casi 1.000
personas, 500 en cada planta, con muchísimos zafreros y eventuales. Después
se reordenó la planta, en 1997 fueron trasladadas todas las maquinarias
de la planta de Montevideo para Mercedes. Fue una de las cosas más importantes
que hemos hecho, porque era el lugar más eficiente que se podía
elegir. Y después, nos vimos obligados a invertir para mantener la calidad
del producto, porque de lo contrario no podíamos competir internacionalmente:
reformamos equipos, máquinas, hicimos inversiones sumamente importantes.
En el período 1995-2000 invertimos alrededor de U$S 7 millones en equipamiento
y en poner la fábrica en condiciones de competir internacionalmente.
Eso fue muy importante. Además, la mayoría absoluta de las inversiones
fue hecha con capitales propios y las utilidades generadas por la empresa. Desde
1995 hasta ahora las utilidades distribuidas fueron nada más que alrededor
de 100 mil dólares para los accionistas, el resto está todo metido
en la planta.
EC - ¿Cómo se reparte hoy la producción de Pamer entre
el mercado interno y las exportaciones?
JLC - Si eliminamos la parte de tisú, que es sólo para el mercado
interno, en envases no hay demasiadas exportaciones directas en este momento;
el porcentaje es bastante chico porque el cracks en Brasil y Argentina en enero
de 1999 y fines de 2001 nos obligaron a meternos de cabeza en nuestro mercado
interno, suspendiendo todo lo que era exportaciones a Argentina; por suerte
habíamos achicado bastante.
EC - Ustedes la vieron venir.
JLC - La vimos venir…
EC - Es un dato interesante porque no todas las empresas “argentino-dependientes”
calcularon que la convertibilidad podía caer.
JLC - Uno queda enganchado y si usted vende el 50 por ciento de su producto
a Argentina no puede suspenderlo en dos días y vender el 50 por ciento
de vuelta en Uruguay.
EC - ¿Cuánto tiempo antes de la caída de la convertibilidad
se prepararon para ese escenario?
JLC - Seis meses antes se empezó a elegir clientes, a buscar, a ver
de qué manera podíamos reemplazar; de cualquier manera los primeros
seis u ocho meses del año 2002 deben haber sido los peores de la historia
de Pamer.
EC - ¿Hoy cabe la posibilidad de empezar a exportar otra vez?
JLC
- Sí, sí; cabe la posibilidad. Yo no soy economista, pero hay
que pensar en quiénes van a ser los clientes y qué banco garantizará
los pagos, pues con los desastres que hubo… Se han hecho negocios puntuales
con Argentina, especialmente de cajas de fruta, con ventas casi contado o contado
directamente, pero es imposible salir a un mercado tan difícil o competitivo
como el argentino pensando que no le van a pagar.
EC - O sea que Argentina comienza a ser una opción otra vez, pero hay
que moverse con mucha cautela.
JLC – Sí. Creo que en costos nos hemos equiparado en este momento
con Brasil y Argentina, devaluación mediante. El tema comercial es mucho
más delicado, pero se supone que investigando detenidamente se pueda
sanear totalmente el problema ventas.
EC - En definitiva, ¿cómo resume usted el futuro de Pamer?
JLC - Tecnológicamente estamos muy bien instalados, el personal está
capacitado para tener calidad y eficiencia y competir en el mercado local y
los mercados vecinos cercanos en forma correcta. Por lo tanto, si pensamos que
el mercado es Uruguay más la zona sur de Brasil y una buena parte de
Argentina hasta Buenos Aires (no hablemos de los 200 millones de personas del
Mercosur porque eso es mentira), con eso podemos crecer mucho, pero con extremo
cuidado. Es absolutamente necesario que haya políticas económicas
coherentes en los tres países –Paraguay está muy lejos y
tiene otros problemas–. No puede devaluar uno, el otro no, uno decir una
cosa y no hacerla y cambiar cada cinco minutos las reglas de juego. Con reglas
de juego claras estamos bien ubicados.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón
Fotos de la planta tomadas durante la recorrida realizada el sábado 12 de julio de 2003. Quien aparece en las imágenes junto a Emiliano Cotelo es el ingeniero Daniel Bragunde, gerente industrial de Pamer.