17.07.2003












La emigración supera al crecimiento poblacional

Coordinadora del Programa de Población (Fac. Ciencias Sociales, Udelar), Adela Pellegrino: No existe información precisa sobre cuántos y quiénes emigran, las estimaciones arrojan un aumento respecto al año pasado. Desde 1982 no se realiza una encuesta, que es imprescindible para estudiar soluciones, porque no es lo mismo viajar para perfeccionarse que abandonar el proyecto de país.

EN PERSPECTIVA
Jueves 17.07.03, 07.35.

EMILIANO COTELO:
La emigración es otro de los temas recurrentes en nuestros días en las conversaciones entre los uruguayos, porque ¿quién no tiene a un ser cercano, incluso a una familia, que se fue o se está por ir?

Sobre este problema hay pocos datos, de donde resulta interesante la información que divulga hoy el semanario Búsqueda.

ALFREDO DANTE:
Si bien no hay datos oficiales, en el primer semestre de este año emigraron 24.000 uruguayos, esto es un 24% más de los que habían abandonado el país en igual período de 2002.

Teniendo en cuenta los egresos y los ingresos registrados en el Aeropuerto de Carrasco en ese lapso, la emigración habría superado la tasa de crecimiento poblacional.

La demógrafa Adela Pellegrino, dijo que Uruguay es uno de los países del mundo con mayor proporción de población fuera de fronteras. Pelegrino insistió en la necesidad de contar con datos más precisos para poder elaborar políticas que permitan cortar el proceso de abandono del país que se está registrando.

Aunque los destinos más escogidos siguen siendo España y Estados Unidos, Brasil se está consolidando como el nuevo polo de atracción para los compatriotas, sobre todo para los que tienen formación universitaria.

EC – Varios de estos datos fueron manejados el martes pasado durante un “Cabildo sobre la Emigración en Uruguay” organizado por el Observatorio del Sur y el Centro Unesco de Montevideo.

En esa ocasión se escuchó un informe de la demógrafa Adela Pellegrino, coordinadora del Programa de Población de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República. Con ella estamos en comunicación ahora. Le pedimos una precisión previa: ¿a partir de qué mediciones hace estas consideraciones? Porque usted advirtió que estamos hablando de una aproximación al fenómeno emigratorio.

ADELA PELLEGRINO:
Este es un tema muy sensible para toda la sociedad uruguaya, la prensa está muy ansiosa por esto, y es la primera precisión que debo hacer: no tenemos cómo evaluar cuantitativamente el problema. Lo único que podemos hacer es aproximarnos a él a través de algunas medidas que no necesariamente son las más adecuadas. Creo que el país debería hacer alguna tentativa de cuantificar y también identificar cuál es la población que se está yendo.

EC – Usted dice en estas declaraciones “Tenemos que saber quiénes son y qué motivaciones tienen las personas que se van para poder instrumentar políticas generales. Hoy ni siquiera tenemos un perfil global de los migrantes. La última encuesta en profundidad es de 1982”. Y usted dice que ha consultado a las autoridades a propósito de por qué no se lleva a cabo estas investigaciones.

AP – No las he consultado precisamente, pero muchas veces hemos tratado por ejemplo de que se incluya alguna pregunta al respecto en la Encuesta de Hogares [del Instituto Nacional de Estadística]. Reconozco que es complejo medir migración internacional, porque es medir ausencias...

EC – Pero usted dice percibir que no hay voluntad política de saber lo que está pasando.

AP – Digo que es un problema muy importante y, si a esta altura no se instrumenta medidas, pienso que es porque no hay voluntad política, porque no hay dinero... Pero no creo que sea tan caro incluir una o dos preguntas en la Encuesta de Hogares que puedan mejorar la información que tenemos sobre el tema.

Además, me resulta particularmente complejo el tema. Los periodistas me preguntan y me preguntan, tratando de entender lo que pasa y de informar a la sociedad sobre un tema tan importante, y lo que tenemos son aproximaciones.

EC – Concretamente, usted se está basando en los ingresos y egresos a través del Aeropuerto Internacional de Carrasco.

AP – A los datos de estos últimos seis meses no los he visto todavía. Me los mostraron los periodistas de Búsqueda. Según esos datos, en este primer semestre habría un saldo negativo del movimiento de pasajeros...

EC – “De acuerdo a datos de la Dirección Nacional de Migración del Ministerio del Interior, entre enero y junio de este año partieron del Aeropuerto de Carrasco 114.064 uruguayos, e ingresaron 90.348”. Esa diferencia entre egresos e ingresos da 24.716, y –dice usted— es la aproximación más cercana al fenómeno emigratorio.

AP – Claro. Tampoco se trata de que salieron tantos y entraron cuantos. Ese es el movimiento de pasajeros, y hay personas que pueden haber pasado la frontera muchas veces y están registradas cada vez. Lo cierto es que ese saldo es lo que más se aproxima para poder estimar la emigración.

Siempre es preferible consolidar el año, porque de esa manera se puede compensar ciertas estacionalidades de salidas y entradas; y cuando se consolidó el año pasado, ese saldo dio alrededor de 28.000 personas. Esa cifra es la que señalé como superior al crecimiento natural de la población, porque tenemos alrededor de 50 a 52.000 nacimientos anuales (los nacimientos también han bajado últimamente), y alrededor de 30 a 31.000 defunciones. Entonces, el crecimiento natural en menos de 21.000 personas por año y, si el año pasado tuvimos por el Aeropuerto de Carrasco una emigración de 28.000, el crecimiento de la población habría sido negativo el año pasado.

EC – Por otro lado, si comparamos las cifras del primer semestre de este año con las del año pasado, tenemos un aumento en la salida neta: 24.716 contra 19.990. El comparativo da 24% de aumento comparando primer semestre de 2002 contra primer semestre de 2003. Pero usted observaba que este primer semestre tuvo características especiales.

AP – Claro. Lo que dije fue que el anuncio anticipado desde que Estados Unidos iba a solicitar visa para ingresar es muy probable que haya apresurado muchas salidas; que la gente que ya tenía voluntad de irse adelantó su salida ante el anuncio de que después tendría dificultades.

EC – El gobierno de EEUU decidió en abril eliminar la exención de visa que había otorgado a Uruguay.

AP – A mediados de abril. A partir de ahí he leído de las compañías de aviación diciendo que había bajado sensiblemente la venta de pasajes a EEUU. Seguramente, se mantuvo el ritmo de traslados debidos a negocios, placer o turismo y el descenso obedeció a la gente que emigraba para trabajar.

EC – EEUU ha sido uno de los destinos de la emigración uruguaya.

AP – Sobre los destinos sabemos que EEUU y España eran los principales. Me parece que entre los jóvenes ha aumentado la expectativa respecto a Brasil.

Es una percepción de tipo cualitativo, que no puedo demostrar. Pero parece que el cambio de gobierno alentó a muchos a ver a Brasil con expectativa. Por otro lado, es cierto que Brasil es desde los años 70 un polo de atracción para migrantes muy calificados. Si uno mira la emigración uruguaya y latinoamericana en Brasil de décadas anteriores, tiene un perfil alto en materia de nivel educativa, porque respecto a la investigación científica y a las universidades, Brasil tiene políticas de estímulo muy importantes. Eso lo hace atractivo como lugar de destino. En cambio, no es atractivo para la emigración no calificada, porque ellos tienen una oferta muy abundante de trabajadores en esos rubros.

EC – Se produjo la baja del flujo hacia EEUU, pero se mantiene España.

AP – Por lo que sabemos, la emigración en Uruguay y Argentina se orientaba sobre todo hacia EEUU y España en proporciones similares. En el resto de los países latinoamericanos, EEUU es el polo de atracción principal. Creo (es una hipótesis mía) que el hecho de que Argentina y Uruguay hayan tenido en el pasado una inmigración española importante facilita mucho ahora la emigración a ese país, porque la gente puede recuperar la ciudadanía de sus antepasados. Ese es un estímulo importante para la emigración.

EC – Hace pocos días el diario El País de Madrid informó que en 2002 ingresaron a España 22.038 uruguayos y sólo 1.410 salieron de España: más de 20.000 se habrían quedado en España o en general en Europa, utilizando a España como trampolín.

¿Se puede tener alguna aproximación en cuanto a edades de los emigrantes?

AP – No, porque la única información que tenemos, que es la de la Dirección de Migraciones, no permite ver muy claramente el tema de las edades. Hay sí una realidad universal: la emigración es un fenómeno juvenil: se da entre los 20 y los 29 años, cuando la gente elabora sus proyectos de vida y también cuando hay menos compromiso con el lugar donde se vive.

De todas maneras, este año estuve en New York y me dediqué a recorrer los lugares donde están los uruguayos, sobre todo en New Jersey.

EC – Una especie de “investigación de campo”.

AP – Algo así: yo sola, tratando de interiorizarme un poco más sobre cómo viven. La gente me decía que es cierto que se van los jóvenes de Uruguay, que en estos momentos estaban llegando una muchachada impresionante. Había pueblos de New Jersey donde había carteles enormes anunciado bailes con “Los Fatales”, por ejemplo...

Pero también me decían que va gente mayor, por ejemplo mayor de 40 años. Destacaban que en Uruguay es muy difícil conseguir un empleo después de los 35 años, en cambio en EEUU se valora la experiencia y para la mayoría de los trabajos la edad no es limitante cuando la gente se presenta a un llamado. Esto es importante, porque sabemos que el desempleo entre las personas mayores de 40 años es un tema preocupante en Uruguay. Eso era lo que me decían.

También es cierto que hay muchos padres que, ante la emigración de sus hijos, a veces deciden acompañarlos; sea para apoyarlos pero también porque muchas veces encuentran algo en lo que iba a trabajar.

EC – Usted quería agregar algo.

AP – Sí. Yo soy demógrafa, y cuando ustedes me llaman para consultarme me cuesta mucho estar dando estas aproximaciones. Insisto en que realmente sería importante que el país volviera a hacer una encuesta de emigración. Creo que es un tema muy sensible para la sociedad uruguaya, que tenemos que saber mejor quién se está yendo, para poder saber algo.

Me parece bueno que la gente emigre si se trata de una experiencia transitoria, cuando implica incorporar conocimientos, habilidades, pero creo que el proceso que estamos viviendo es más de abandono del proyecto de país, y me parece preocupante. Por eso creo que deberíamos saber más para ver qué podemos hacer en materia de políticas en esta dirección.

-------------------------------------------
Transcripción y edición: Jorge García Ramón




recomendar esta nota




En perspectiva
l Dinámica Rural l Deportes l Página principal

Para escuchar la radio en vivo necesita el Real Player
Optimizado para Internet Explorer a 800x600
Copyright Espectador.com All Rights Reserved