|
RECIBIMOS UNA DEUDA DE TRES PRESUPUESTOS, AHORA ES UNO A UNO
La Intendencia de Rocha parece encontrar una solución financiera
Intendente Irineu Riet Correa: Lo que nos pide el BCU es lo que propusimos: sólo compensar tributos vencidos. La Junta Departamental agregó el pago de sueldos. Cuando entramos la Intendencia tenía 2.500 funcionarios, hoy son 1.900 y el presupuesto prevé llegar a 1.200. Los que designé son una ínfima cantidad: la gran mayoría son contratados que venían desde antes, con renovación automática cada tres años. Pero cada vez que tomé licencia, mi suplente designó personal; y a ellos se suma los de servicios ajenos que heredó la IMR.
EN PERSPECTIVA
Jueves 17.07.03, 09.11.
EMILIANO COTELO:
El Banco Central (BCU) no tiene una posición definitiva respecto de la emisión de cheques compensatorios por parte de la Intendencia Municipal de Rocha (IMR), a efectos de que esos documentos cancelen deudas tributarias, pero se entiende que ello constituye deuda pública municipal y que por lo tanto se requiere una autorización de la Asamblea General Legislativa para concretar la emisión.
Fuentes del BCU dijeron al semanario Búsqueda que el banco no se opone a que la Intendencia emita documentos a favor de acreedores, si los mismos son utilizados para cancelar tributos municipales, pero exclusivamente de aquellos tributos vencidos. Esa es una condición: que no sirvan para tributos vigentes o futuros. Pero además establece una segunda condición: que no sean transferibles entre los agentes.
Son las principales conclusiones conocidas tras la reunión que mantuvieron ayer el presidente del BCU, Julio de Brun, y los abogados Daniel Artecona y Heber Bagnoli, con el director de Hacienda de la IMR, Wilson Riet Correa.
Es lo más nuevo en la crisis financiera que afecta al municipio rochense, que ha derivado en un gran debate político en ese departamento sobre cómo salir de semejante cuadro.
Vamos a dialogar con el intendente municipal, Irineu Riet Correa.
Son muchas las cuestiones para conversar, pero yo quería arrancar con esta noticia que estaba comentando recién. Estas condiciones que pone el BCU para la emisión de cheques compensatorios por parte de la IMR, ¿van a ser aceptadas por el municipio?
IRINEU RIET CORREA:
En primer lugar quiero hacer una aclaración que me parece importante porque tiene que ver con el fondo de la cuestión: Wilson Riet no es director de Hacienda, es director de la Oficina de Desarrollo. Lo aclaro porque esto no fue concebido como una cuestión financiera, sino como algo que buscaba reactivar la economía del departamento y mover recursos que por falta de dinero no se mueven.
EC - Exactamente; lo explicó el propio Wilson Riet cuando lo entrevistamos hace pocos días aquí En Perspectiva. También aclaró que él era el director de Desarrollo Empresarial. Supuse que quizás también ocupaba el cargo de director de Hacienda en la medida en que así se lo mencionaba en la prensa.
IRC - No, no.
EC – Volvamos entonces a la pregunta. ¿Van a aceptar estas condiciones?
IRC – Sí. La conversación fue en el sentido de que, si bien no se definió ayer, el presidente del BCU nos hizo saber que iban a hacer algunas modificaciones formalmente y por escrito (porque este documento lleva un expediente), para que se incorpore al expediente y se tome sobre ello las resoluciones que hay que tomar. Evidentemente, nosotros vamos a atender los cuestionamientos y las propuestas que nos haga el BCU porque la idea no es generar un nuevo problema, generar al país más problemas de los que tiene, sino que pretendemos buscar alguna solución, la propuesta que hacemos es una propuesta de solución. Mantendremos lo que es solución y trataremos de evitar las cuestiones que son problema.
EC - En particular, entonces, los cheques compensatorios servirían para saldar tributos ya vencidos. Esa es una de las condiciones.
IRC - Cuando concebimos este mecanismo era así, y así fue a la Junta Departamental. Pero allí se modificó: en el análisis posterior a lo que elaboró el Ejecutivo se le incorporó que sirviera para tributos del año o próximos, para tributos no vencidos. Como también se le incorporó algo que nosotros no habíamos puesto: que sirviera para el pago a funcionarios.
No había sido concebido como una cuestión financiera, sino que buscaba otro objetivo: reanimar pequeñas y medianas empresas con deudas con la Intendencia y que además no estuvieran produciendo. Nosotros no habíamos puesto eso. Evidentemente, si no fue el planteo original no tenemos por qué decir que estamos en contra de esto que se agregó, que no pusimos nosotros.
EC - Incluso para utilizar estos cheques a los efectos de saldar deudas con los funcionarios es muy lógico que después sólo sirvan para pagar tributos vencidos, porque de alguna manera puede sostenerse: “Yo no puedo pagar los sueldos que debo a los funcionarios porque los contribuyentes me deben a mí; entonces compensemos hacia atrás”.
IRC - Cuando se planteó lo de los funcionarios lo pensamos; pensábamos utilizarlo simplemente en un porcentaje del sueldo, equiparando el ticket de alimentación, entregando un 20 por ciento del sueldo. Incluso habíamos conversado con el Centro Comercial de Rocha para el control del manejo, es decir que el funcionario pudiera abastecerse igual que con el el ticket, con la ventaja de que el comerciante no recibe el descuento que tiene con ese mecanismo, y con la ventaja –que para mí es fundamental– de que con esto no le sacamos recursos al Banco de Previsión Social (BPS), como sí se los saca el ticket. Nosotros no hemos asumido la política del ticket porque entendemos que en este momento no se le pueden restar recursos al BPS.
EC - Entonces ¿cómo se lo va a utilizar ahora? ¿Cómo se va implementar el cheque compensatorio para achicar la deuda con los funcionarios?
IRC - Lo que hemos pensado es, primero, recibir oficialmente la nota del BCU para saber, porque nos dijeron que nos iban a ajustar los detalles por nota; se conversó sobre las grandes líneas. Primero tenemos que saber qué es lo que el BCU nos impide y qué nos posibilita, para a partir de ahí tomar las medidas necesarias para cumplir con lo que nos pide que no hagamos porque no es conveniente para la economía general.
EC - Pero en principio qué ¿porcentaje de la deuda con los funcionarios pensaban cancelar utilizando cheques compensatorios?
IRC - Pensábamos cancelar, como propuesta nuestra, el 20 por ciento; después, como el reglamento decía que había que llamar a los funcionarios con 20 días de anticipación –eso fue lo que se incorporó en la Junta Departamental– a anotarse y expresar su deseo de cobrar total o parcialmente la deuda, siempre con el límite de la reglamentación, que es no utilizar creo que más del 25 por ciento de la emisión. Estábamos en ese proceso de llamar a los funcionarios para ver qué pretendían que les pagáramos con eso.
EC - ¿Cuánto es el total de la deuda con los funcionarios?
IRC - El total de la deuda con los funcionarios es de entre 75 y 80 millones de pesos.
EC - Y no es la única deuda que tiene la Intendencia.
IRC - No, no, la Intendencia hoy tiene un pasivo de 400 millones de pesos.
EC - 400 millones de pesos… ¿De cuánto es el presupuesto municipal?
IRC - El que en este momento estamos intentando llevar adelante andaría, sumando los ingresos departamentales y los nacionales, en alrededor de esos 400 millones de pesos.
EC - O sea que el pasivo es equivalente al presupuesto.
IRC - Es equivalente al presupuesto. Cuando nosotros entramos el pasivo era tres veces el presupuesto.
EC - Esta medida que el BCU aprobará en las próximas horas, o sea las condiciones para habilitar la emisión de los cheques compensatorios, es una de las novedades que han surgido, que parecen habilitar alguna forma de alivio para el problema que enfrenta la IMR.
Por otro lado han estado haciendo gestiones, intercediendo ante el Poder Ejecutivo, los senadores Francisco Gallinal y Jorge Larrañaga. ¿Qué es lo que están buscando en ese sentido? Supongo que usted está al tanto.
IRC - Nosotros buscamos lo que hemos buscado siempre y no hemos logrado. Cuando entramos a la Intendencia ésta tenía una deuda de 30 millones de dólares, tenía un presupuesto totalmente desfinanciado. En aquel momento dijimos: hay que lograr por lo menos 5 millones de dólares de préstamo, o de crédito, o alguna partida si por ahí el gobierno pudiera estar interesado en dar una apoyatura extra para poder financiar el proceso de recuperación. No lo logramos nunca; hemos andado siempre atrás, no hemos logrado ni siquiera un crédito para poder financiar ese proceso de recuperación que pasaba por algunas pautas, como en todos lados cuando hay situaciones económicas de esta naturaleza: por disminuir el gasto, que ha disminuido sustancialmente, pero no como se plantea siempre, con los moldes de ajuste que se proponen, a partir del desempleo y el aumento de impuestos, sino que elaboramos todo un proyecto que significaba mantener a la gente…
EC - Ahí empieza la polémica, porque usted incorporó funcionarios en una cantidad importante, pese a esas dificultades con las que encontró los números de la Intendencia cuando asumió. Pero yo le estaba preguntando qué es lo que están gestionando Gallinal y Larrañaga ante el Poder Ejecutivo, qué es lo que está pasando en estas horas.
IRC - Recursos, sea bajo la forma de partidas de apoyo o de algún crédito contra alguna garantía del intendente; pero lo único que vale aquí hoy es dinero.
(Se interrumpe la comunicación por dificultades técnicas.)
***
(Vuelve a interrumpirse la comunicación.)
EC - Según dice el diario El País, en esta reunión de ayer con el ministro Atchugarry se logró un principio de acuerdo que permitirá arbitrar, para el departamento de Rocha, la posibilidad de facilitar el cumplimiento de las obligaciones adeudadas por la comuna con el Estado, en particular con los organismos de recaudación, es decir el BPS y la Dirección General Impositiva (DGI). Esto –entienden los senadores nacionalistas Jorge Larrañaga y Francisco Gallinal– actuará como puente para ayudar a salir al departamento de la crisis en la que se encuentra, podría darle un respiro a las autoridades gubernamentales y también certeza en el futuro.
(Se retoma la comunicación.)
De modo que están negociando los adeudos con el BPS y la DGI.
IRC - Seguro, ver si de alguna manera las partidas que estamos afectando a esos fines pueden afectarse a esto tras alguna negociación con la DGI y el BPS. En eso hemos trabajado mucho a lo largo de estos años porque esta situación de hoy… ya estuvo peor, ya debimos más, ya estuvimos más apretados, pero siempre hemos estado tratando de arreglar estas cosas. Me parecen muy importantes las gestiones que se puedan hacer, pero dependemos de la buena voluntad de otros organismos.
EC - ¿De cuáles?
IRC - En este caso de la DGI y el BPS, porque aquí no se trata de partidas nuevas, sino de ver si organismos que son acreedores de la Intendencia pueden tener alguna contemplación de la deuda que tenemos con ellos para de alguna manera poder volcar esas partidas a esta otra deuda que tenemos aquí. Porque nuestro problema siempre ha sido el mismo: frente a una demanda y a una deuda prácticamente impagable de una empresa que estaba quebrada, las dificultades EN los recursos; esto es lo que pasa siempre.
EC - Por otro lado estaba leyendo en la crónica de Búsqueda que en estas gestiones que ha estado organizando el cura párroco Gordalina hubo una reunión con un grupo de empresarios, comerciantes y productores rurales de Rocha. Según dijeron participantes del encuentro que estos empresarios tuvieron con usted, se manejó la posibilidad de que esos particulares se hicieran cargo de parte de la deuda de la IMR con sus funcionarios, a cambio de un compromiso de la administración de devolver el dinero en un plazo determinado. ¿Esto es correcto?
IRC - No, no. De esas cosas no se habló en la reunión. Además estamos hablando de deudas grandes. Yo no sé si la gente tiene noción de lo que significa una deuda de 30 millones de dólares –que había cuando nosotros asumimos– en un presupuesto que no puede recaudar más de 400 millones de pesos. Un presupuesto que no se recauda, porque una cosa es el presupuesto y otra lo que se recauda: en los últimos años no logramos recaudar más de 200 millones de pesos, que en definitiva son 8 millones de dólares, no más de eso.
EC - Pasando en limpio: usted dice que arrancaron con una deuda de…
IRC - 30 millones de dólares.
EC - Y tienen un presupuesto que nunca ha recaudado más de…
IRC - 200 millones de pesos. En los últimos años la recaudación de la Intendencia apenas ha llegado a 200 millones de pesos. Este desequilibrio es tan grande, en la medida en que nunca se logró financiar siquiera una parte, que la deuda de la Intendencia es muy difícil de pagar pensando en recursos genuinos, pensando en la recaudación; además en un momento de crisis en el que han bajado las recaudaciones. Entonces mal podemos aceptar que alguien preste algo que después no podremos pagar.
EC - ¿Pero llegó a manejarse esa posibilidad con este grupo de empresarios particulares?
IRC - No, no. Es simplemente un grupo de personas que van a actuar tratando de mediar en el conflicto con Adeom. Por ahí se habló de la posibilidad (porque algunos de ellos están además en un Consejo de Desarrollo Departamental integrado por empresarios, creado en esta gestión) de seguir profundizando en los trabajos de búsqueda de desarrollo del departamento. Porque creemos que la solución de fondo de todo esto está en que se reactive la economía del departamento, de ese modo vamos a mejorar la recaudación. Sabemos que los recursos del país son escasos. Por eso yo hacía la aclaración de que este cheque compensatorio buscaba movilizar a pequeñas y medianas empresas para reactivar la economía, porque entendemos que el fondo de la solución es ese: buscar que se reactive la economía para mejorar la recaudación y poder hacernos cargo de la deuda.
EC - Hoy por hoy, en resumen y a partir de estos distintos elementos que mencioné –el hecho de que el BCU habilitaría con condiciones los cheques compensatorios; el hecho de que parecen bien rumbeadas las gestiones de los senadores Francisco Gallinal y Jorge Larrañaga ante el MEF; el hecho de que hay un ambiente de negociación con la participación de comerciantes, empresarios y productores rurales mediando en el conflicto–, estas señales, ¿permiten decir que hoy se está más cerca de una salida, por ejemplo, al diferendo con los funcionarios?
IRC - Sí, sí. Del diferendo con los funcionarios no sé: los funcionarios se han complicado porque en este tema de la legitimidad del reclamo de los sueldos aparece en escena el PIT-CNT con objetivos que no son ésos. Lo hemos denunciado públicamente en los últimos días: no son esos los objetivos.
EC - ¿Cuáles son?
IRC - Utilizar a Rocha como un centro de entrenamiento, aprovechando la situación de ventaja en el sentido de que hay por un lado un reclamo legítimo de los funcionarios y por otro un sistema político que se ha desgastado en rencillas internas a lo largo de los tres años de este gobierno, utilizar a Rocha como un campo de entrenamiento para movilizaciones, para gimnasia de movilizaciones. Aquí el objetivo no es negociar sino mantener el conflicto, así que no sé cómo va a terminar. Por suerte la gente en Rocha ha empezado a entenderlo y le ha ido sacando totalmente el apoyo a las movilizaciones que se están produciendo.
EC – Entonces, si usted no está convencido de que con ADEOM el clima esté mejorando, ¿por dónde está mejorando? Porque usted veía algún cambio en la situación…
IRC - Está mejorando, primero porque mejora la performance financiera de la Intendencia; en moneda constante la deuda ha bajado sustancialmente en los últimos tres años.
EC - Yo le preguntaba por las novedades de estas horas, si ha cambiado algo en las últimas 48 horas.
IRC - Ha cambiado, sí: la movilización va perdiendo intensidad. La gente está trabajando, la Intendencia está funcionando en todas sus secciones, todas las juntas locales están trabajando... Es bueno decir que la Intendencia nunca dejó de funcionar, la adhesión al paro siempre fue mínima. Si bien las movilizaciones aparecen como importantes –evidentemente hubo una ocupación en el medio, el otro día hubo otro intento de copamiento y se tomó la Junta de La Paloma– en ningún momento significó que se detuviera la gestión municipal en cuanto a cumplir con todos los servicios.
EC - Pero con estas gestiones de las últimas horas, por ejemplo su decisión de continuar despidiendo funcionarios, ¿se mantiene?
IRC - La decisión no es continuar despidiendo funcionarios, la decisión es ajustar los números de la Intendencia.
EC - Usted ya despidió a 475 y pensaba continuar.
IRC - Porque empezamos todo un proceso de ajuste tratando de evitar la suspensión de gente por el problema que eso genera fuera de la Intendencia y porque aumenta el gran problema del país, que es el desempleo. Pero llegó un momento en el que, por el número de funcionarios, lo afectado al pago de sueldos era prácticamente el 80 por ciento de todo el gasto; entonces, por más que achiquemos, el otro 20 por ciento es insignificante, y por lo tanto hay que empezar a entrarle a ese 80 por ciento de sueldos para realmente poder equilibrar las cuentas de la Intendencia.
EC - Usted despidió en estos días a 475 e iba a despedir a otros 100 más; pero hoy dice El País que decidió reincorporar a 200. ¿Cómo es eso?
IRC - Le explico. Cuando se tomó esta medida, tenía tres partes. La primera era suspender a todos los funcionarios de menos de tres años de antigüedad; se pasó una circular a las direcciones y a las juntas locales pidiéndoles que, en aquellos casos en los que el cese de funcionarios significara la detención de un servicio, lo informaran al Ejecutivo departamental para reverlos y evitar la detención de una actividad o de un servicio.
Por otro lado empezamos a elaborar una lista de gente que es prescindible, porque cuando uno suspende al barrer a los de menos de tres años de antigüedad, lo hace simplemente porque es lo único que podemos hacer nosotros; para los funcionarios con más de tres años de antigüedad necesitamos la venia de la Junta Departamental, por lo tanto hay que enviarle una lista a la Junta Departamental.
EC - ¿Entonces?
IRC - La medida tenía tres tiempos y se van cumpliendo los tres tiempos, tiene como objetivo disminuir el número de funcionarios, no sabemos en cuánto.
Veníamos en una disminución gradual, cuando entramos a la Intendencia había 2.500 funcionarios, hoy hay 1.900 y estas presiones que hemos recibido nos han hecho ver que la salida de funcionarios va muy lenta porque si bien no entran, no se toma a nadie, los que se jubilan o se van son muy pocos. Con esto se intentó acelerar el proceso, para llegar lo más rápidamente posible a los 1.200 funcionarios que prevé el presupuesto municipal.
EC - Usted dice entonces que el proceso que se había iniciado en estos días va a continuar; algunos de los 475 funcionarios que fueron despedidos la semana pasada deberían ser retomados porque al quedar cesantes algún servicio no puede cumplirse; ¿es así?
IRC – Sí; hay lugares donde se suspendió a todos los peones de la cuadrilla de recolección de residuos; inmediatamente el director nos mandó una nota pidiendo que reviéramos la decisión. Así estamos, sección por sección y Junta por Junta, porque tampoco queremos cesar los servicios.
EC - Entonces se va a continuar depurando esa lista de primeros despidos, pero al mismo tiempo se está enviando a la Junta un informe con solicitud de autorización para cesar a otros funcionarios que se consideran prescindibles.
IRC - Exactamente, porque cuando de las juntas locales llegan informes diciendo “No me puede cesar los peones porque me deja sin prestar servicios”, también nos dicen que en la parte administrativa tenemos cuatro funcionarios para un cargo, y entonces tenemos tres prescindibles. Esto forma parte de todo el mecanismo que se está utilizando para buscar una reducción más acelerada del personal, que también sea racional, que no signifique desequilibrar totalmente el funcionamiento de la Intendencia.
***
EC - Una de las tantas preguntas que me quedaron es: ¿por qué, si usted recibió la Intendencia con tantos problemas financieros que le legó su antecesor, Adauto Puñales, de todos modos en los primeros tiempos tomó la cantidad de funcionarios que tomó? Según usted mismo lo reconocía, fueron del orden de 700 aproximadamente, ¿verdad?.
IRC – No.
EC - Usted recordaba que cuando llegó a la Intendencia encontró un endeudamiento ¿de qué orden…?
IRC - ¿En dinero?
EC - Sí.
IRC - 30 millones de dólares.
EC - 30 millones de dólares. ¿Y cuántos empleados?
IRC - 2.500 funcionarios.
EC - ¿Cuántos funcionarios hay hoy?
IRC - Antes de procesarse estos ceses teníamos 1.900.
EC - O sea que, respecto al número de funcionarios que terminó la administración Puñales, se había bajado incluso antes de los despidos que usted resolvió en estos días, de 2.500 a 1.900. Pero ínterin salieron funcionarios y usted tomó funcionarios. ¿Cómo es eso? ¿Por qué tomó funcionarios?
IRC - No, no, no: salir, no salieron nunca. Nunca hubo despidos; hasta ahora nunca hubo despidos masivos en la Intendencia, esta es la primera vez durante nuestra gestión en que se despide gente en forma masiva.
En las intendencias hay una dinámica de gente que entra y sale, que cada vez es menor; la gente sale cada vez menos porque es preferible estar en la Intendencia sin cobrar, como en Rocha, que afuera sin trabajo. Más allá de que se reclama y de que es una situación que no es normal y es dolorosa, evidentemente en el país de hoy tener trabajo es un privilegio. En este momento no es muy fácil que salga gente, pero antes, en mi otro período, la gente circulaba mucho porque el trabajo en la Intendencia no es bueno: en la medida en que hay actividad económica, la gente tiene otras posibilidades y se va de la Intendencia. Se iba mucha gente en verano, cuando venía la temporada. Pero nosotros nunca procedimos a ningún despido masivo, el mecanismo es que la gente entra y se va.
Hay otra cuestión que se entrevera en todo esto, cuando se dice que nosotros pusimos gente. Evidentemente pusimos, nosotros también formamos parte de un sistema: cuando uno entra a una gestión de gobierno le caen todas las presiones de todos los que trabajaron en la campaña política, no es fácil aguantar.
EC - En los últimos tres años usted tomó… ¿cuántos? 700 funcionarios.
IRC - No, no, no…
EC - Usted señalaba recién que, sin autorización de la Junta, puede despedir a los que entraron en los últimos tres años. Es decir que serían del orden de 600 o 700; o sea que hubo de 600 a 700 ingresos en los últimos tres años, desde que usted es intendente.
IRC - No, no. Hay 480 de menos de tres años de antigüedad, que fue a los que se sacó. El elemento que juega aquí…
EC - ¿Por qué usted tomó funcionarios teniendo en cuenta las dificultades que experimentaban las cuentas de la Intendencia?
IRC - Pero no 400; después le contesto por qué se tomaron, pero primero quiero aclarar el número, porque aparentemente… Es muy razonable su razonamiento, si estoy sacando a los que tienen menos de tres años de antigüedad es porque entraron hace menos de tres años.
EC - Eso es lo que uno deduce, sí.
IRC - Obviamente; por eso quiero explicarlo: no es así. Había un mecanismo que venía vigente en la Intendencia, por el cual, como con tres años el funcionario queda firme y ya no se lo puede suspender mediante una resolución del intendente, antes de que cumpliera los tres años se rescindía el contrato, los funcionarios perdían la antigüedad y a partir de eso se los retomaba nuevamente. Era para que la persona tuviera siempre pendiente sobre ella el hecho de que tenía menos de tres años de antigüedad, por lo tanto podía ser despedida y por lo tanto esas personas eran las únicas o la mayor parte de los que trabajaban, por no calificar a los otros que tienen más de tres años. Cuando entramos, lo que hicimos fue renovar contratos que venían en esa situación: los renovamos sin término porque eso nos parece un chantaje a la gente, es un estilo que no compartimos.
EC - ¿Qué es lo que no comparte?
IRC - Tener a la gente con la espada de Damocles pendiente porque podemos echarla en cualquier momento.
EC - Es un régimen bastante parecido al que rige en la actividad privada. ¿Por qué tanto privilegio en la esfera pública, en particular en un municipio que tiene los problemas que tiene para recaudar, para manejar sus cuentas?
IRC - Estoy de acuerdo con usted, en todas las reuniones que hemos tenido en el… llámense Congreso de Intendentes o como quiera, tratando el tema de los funcionarios, siempre hemos propuesto y somos fervientes defensores de terminar con la inamovilidad de los funcionarios públicos. Incluso lo hemos propuesto en las modificaciones presupuestales que han ido a la Junta Departamental, que no han sido votadas y ahora fueron nuevamente. En esto he sido insistente. Lo que veníamos comentando no es lo mismo: es un mecanismo de chantaje con los funcionarios. En este momento planteé eso en la modificación presupuestal, terminar con la inamovilidad del funcionario, que de alguna manera es la gran madre de todos los vicios de los funcionarios públicos.
Esto lo he asumido, pero quiero decirle que de estos 400 que aparecen como entrados en este período, muchos –no tengo aquí el número, pero es la gran mayoría– entraron por este mecanismo: lo que hicimos fue renovarle el contrato a gente que ya estaba. Seguramente cuando usted lo mira desde afuera aparece como alguien que entró.
Pusimos gente, sí, porque una gestión cuando entra puede tener objetivos distintos. Por ejemplo, en la parte técnica cambian todos los cuadros, la gestión tiene que estar apoyada en algunos elementos fundamentales.
EC - Esa es una parte de los nombramientos, pero da la sensación de que en todo caso es una parte minoritaria. Usted mismo ha reconocido que hubo muchos nombramientos por compromiso.
IRC – Sí; esa es otra parte. Y además hay otra parte en esta historia: yo salí dos veces de licencia; hasta que salí por primera vez no había entrado nadie, pero la puerta se abrió durante una licencia y después no fue fácil cerrarla.
EC - O sea que su suplente tomó funcionarios, eso es lo que está diciendo.
IRC - Cada vez que salía de licencia entraba gente; por eso no salgo más.
Pero hay otra parte: aquellas actividades que desarrolla la Intendencia y que no son de su competencia. Ha aumentado mucho en los últimos tiempos la cantidad de funcionarios por ejemplo en policlínicas, en comedores; el Ministerio de Salud Pública (MSP) inventó un polideportivo en Rocha que después pasó a la Intendencia; ahí hay un número importante de funcionarios entre profesores, administrativos y personal de servicio. Entonces está esta parte que también aumenta el número de funcionarios. Aquellos lugares donde el Estado, el gobierno central deserta de prestar servicios y las Intendencias tenemos que salir corriendo a amparar. Ahí también hay un número que pasa los 100 funcionarios.
EC - Claro, pero el problema es cómo la Intendencia asume esos servicios si en su presupuesto no tiene con qué pagarles a esos empleados.
IRC - Es uno de los motivos del desfinanciamiento. Los asume porque también es algo que viene pasando históricamente.
EC - Pero implica patear la pelota para adelante: “En algún momento alguien lo arreglará”, esa es la filosofía.
IRC - Exactamente. Cuando voy al MSP –como hago cada vez que cambia su titular–, a entregarle las policlínicas, no me las recibe y yo tengo que seguir bancándolas porque en este momento en este país no podemos restarle a la gente las pocas cosas que le van quedando, como puede ser la atención de salud. Es un tema mucho más complicado de lo que parece a primera vista.
Muchos han criticado a las Intendencias por su manejo financiero, porque en definitiva capaz que aquí hemos actuado con la irresponsabilidad de no ser duros. Nuevamente hoy estamos insistiendo ante el gobierno nacional en que se haga cargo de los comedores, de las policlínicas, de las viviendas, del problema del desempleo, porque en definitiva eso se produce y es el efecto de políticas nacionales, no departamentales. Nosotros tenemos que salir a amparar a las víctimas de las políticas nacionales, ¿a costa de qué?: del desfinanciamiento, del “caos administrativo” –hoy se usa hablar así–, de descalificar a las Intendencias municipales. Es un tema mucho más complejo de lo que parece a primera vista o de lo que se ve cuando uno mira simplemente, sin entrar a analizar a fondo.
Además este problema no es sólo de Rocha, es de todas las Intendencias. Rocha evidentemente está peor que todas, porque tuvo un punto de partida mucho peor que el resto; no creo que nadie haya arrancado con las dificultades con las que arrancamos nosotros. Es un problema que el país tiene que considerar cuando habla de reforma tributaria, de reforma política: ¿cómo se insertan en un Estado moderno y en un modelo de descentralización, en forma racional, las competencias, los cometidos y los recursos de cada parte del Estado?
-----------------------------------
Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón
recomendar
esta nota
|
|