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Dejó de interferir emisora ilegal argentina
Carlos García Rubio: “La Retro” no era una radio comunitaria sino un potente proyecto empresarial vinculado al menemismo, que esperaba contar con apoyo gubernamental para continuar. La audiencia que alertó sobre la situación, la Cancillería, la embajada uruguaya, las gremiales de radiodifusión, los organismos de contralor y los nuevos tiempos políticos en Argentina restauraron la legalidad.
EN PERSPECTIVA
Viernes 18.07.03, 08.40.
EMILIANO COTELO:
Vamos a una buena noticia, sobre todo para esta casa, para El Espectador, y también para varios de nuestros oyentes que en los últimos meses se habían visto afectados por una interferencia proveniente de Argentina que sobre todo perjudicaba nuestra emisión en los departamentos de Colonia, Soriano y Flores.
Ayer consultábamos a nuestra audiencia de esa parte del país si había mejorado la calidad de nuestra señal, si había desaparecido el inconveniente. Nos llegaron mensajes de distintos lugares de Colonia, por ejemplo de Carmelo, de Conchillas, de Nueva Palmira, de la propia ciudad de Colonia, de Tarariras, de Nueva Helvecia, todos con el mismo contenido: ahora se escucha bien.
Pero no sabíamos exactamente si lo que El Espectador había estado gestionando se había conseguido en Argentina. En el correr del día tuvimos la confirmación. Finalmente las autoridades argentinas clausuraron la radio ilegal que transmitía en la frecuencia 810 AM. “Radio Retro”, que emitía sin permiso utilizando la misma frecuencia de El Espectador, fue la que interfirió en nuestra transmisión durante los últimos meses en esa zona cercana a Buenos Aires.
Carlos García Rubio, que es el responsable de proyectos especiales de esta casa, tuvo a su cargo varias de las gestiones. Supongo que estás contento…
CARLOS GARCÍA RUBIO:
Por suerte. La verdad es que se logró en un tiempo récord allanar el camino de esta radio que nos estuvo ocasionando problemas bastante importantes en toda esa zona que tú describías, que es de casi 50 quilómetros adentro del territorio nacional, desde un poco al norte de Nueva Palmira hasta cerca de Juan Lacaze. Finalmente es oficial: anteayer fue allanada esta radio ilegal, conocida como “la Retro”, que transmitía en el 810 desde las afueras de Capital Federal, desde el Gran Buenos Aires. Transmitía con mucha potencia y con una actividad claramente comercial que estaban anunciando que iban a largar.
EC - Un proyecto de lo más audaz, ¿no? Porque largarse con una AM ilegal, sin permiso, implica asumir un riesgo muy alto: estamos hablando de inversiones fuertes, mucho mayores que las que hay que colocar para poner al aire una FM, ¿no?
CGR - Sí. Aquí influyeron varios aspectos, incluso en cómo pudimos solucionar esto relativamente tan rápido. Recordemos que los problemas comenzaron en los días 5 y 6 de marzo de este año; en ese momento nuestros oyentes de toda esa zona comenzaron a llamar e hicimos las primeras denuncias a la Ursec, Unidad Reguladora de Servicios de Comunicaciones, el el organismo que tiene competencia dentro de Uruguay para la regulación. Inmediatamente empezamos toda la tramitación en Argentina a través de la Ursec, a través de Cancillería, a través de la embajada argentina en Uruguay y de la embajada uruguaya en Buenos Aires.
Por todos lados intentamos no solamente cumplir todos los trámites administrativos que esto implica, sino también averiguar bien de qué se trataba. Después supimos, ahora se puede contar, que no fue casual que esa radio largase en los primeros días de marzo: esa radio, que no tenía nada que ver con lo que son las radios comunitarias, tenía una intencionalidad claramente político-comercial, era gente que estaba vinculada con el menemismo y se largó un mes y poco antes de las elecciones argentinas. Esto pasó en muchos casos: varias radios se largaron, muchas veces esperando tener un retorno económico importante en el caso de un resultado favorable.
EC - Y que además el triunfo de su candidato le permitiese blanquear una situación completamente irregular, ¿no?
CGR - Exactamente. Eso también es parte de todos los vericuetos que estuvimos atravesando durante todo este tiempo. En Argentina hay básicamente dos organismos que intervienen en esto: el Comité Federal de Radiodifusión, Comfer, y la Comisión Nacional de Comunicaciones, CNC, con los cuales llevamos adelante todos los trámites.
En el medio tuvimos un cambio de mando; como son organismos que dependen del Poder Ejecutivo hubo cambio de autoridades, lo que trancó casi un mes la decisión. Pero por suerte, así como el Poder Ejecutivo argentino ha venido decidido en una cantidad de aspectos, en este también, aparte de una presión muy fuerte por parte de la Cancillería uruguaya y de la embajada uruguaya en Argentina, que tomaron realmente el tema con la seriedad y la gravedad que merecía, porque más allá de las leyes de radiodifusión se estaba violando convenios internacionales. La radiodifusión se regula por acuerdos internacionales y las radios uruguayas y El Espectador en particular tienen una zona de protección importante dentro de los territorios linderos. Finalmente se logró que la decisión que habían manifestado los diferentes actores políticos se concretara en los hechos.
EC - Se trata de un fallo judicial.
CGR - Exactamente. Primero es un proceso administrativo, en el Comfer; de ahí pasa a un organismo mucho más técnico y operativo, la CNC, la cual lleva la denuncia a un tribunal ordinario y éste procede a hacer el allanamiento. Fue lo que se realizó en este caso, con requisa de equipamiento y demás.
Ahí se comprobó que efectivamente eran equipos potentes, estamos hablando de una radio que tenía estudios en la localidad de Ciudadela, al oeste de Buenos Aires, y una planta emisora en la localidad de José León Suárez, con buenas edificaciones en ambos lados, y se ve que originalmente con una decisión firme de ganarse un lugar también comercialmente en el mercado porteño.
EC - Se trata de una resolución definitiva.
CGR - Sí. En Argentina hay una cantidad, miles de radios que están operando sin autorización, pero generalmente se trata de radios de muy baja potencia y demás. Igualmente, la Asociación de Radiodifusoras Privadas de Argentina, ARPA, está haciendo muchas gestiones al respecto. Pero en este caso, tratándose de una radio de gran potencia y demás, se hizo un trámite especial. El Comfer, antes de llegar al tribunal, toma una resolución de carácter ejecutivo en la que señala (lo que era obvio pero igual lo señala y eso le da otra validez) la clandestinidad de esa emisora “Retro” que transmitía en el 810.
A partir de ahí se acelera mucho la parte judicial y nos libera de la posibilidad de interposición de un recurso de amparo, que es con lo que generalmente operan estas radios argentinas, con medidas cautelares que les da algún juez federal. Muchas veces pasa –o pasaba en la administración pasada– que los jueces pertenecen a un sector y las autoridades de comunicaciones a otro dentro del gobierno y algunos amparaban a determinadas radios. Por suerte eso no ocurrió en este caso y parece que por suerte eso está cambiando en Buenos Aires.
EC - Despejado el inconveniente, El Espectador llega con tranquilidad y nitidez a las zonas de Colonia, Soriano y Flores, que eran las afectadas.
CGR – Quiero agradecer primero que nada a la audiencia, que fue la que nos hizo saber lo que estaba ocurriendo, y que ha estado muy atenta y muy junto a nosotros en este proceso, acompañando, quejándose y tratando de solucionar el tema, como fuerzas vivas, en particular de Colonia.
Y particularmente, más allá de todas las gestiones que hicimos con los organismos gremiales como Andebu, ARPA en Argentina, AIR, la Cancillería y Ursec, fue muy importante el apoyo de la embajada uruguaya en Argentina. Quiero nombrar a dos personas, el profesor Daniel Castillos y la licenciada Laura Abogado, que realmente estuvieron día tras día atrás de los expedientes, que hicieron unos cuantos quilómetros de recorrida dentro de la ciudad de Buenos Aires.
Por suerte esto está solucionado. Esperemos dentro de poco sorprender con alguna otra buena noticia en algún otro punto del interior para continuar con la presencia firme y fuerte de El Espectador en todo el territorio nacional.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón
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