06.08.2003










BUSCAN INSTRUMENTOS ADECUADOS PARA UN NEGOCIO ATRACTIVO

Convocan a canalizar el ahorro
hacia la inversión en el agro

Ministro de Ganadería Agricultura y Pesca, Martín Aguirrezabala: La explotación agrícola abre perspectivas de rentabilidad más interesantes que otras opciones. El financiamiento bancario está retornando, pero existen otros requerimientos a mayor plazo. Ya hay inversión exitosa en el sector, y se necesita generar un marco adecuado para consolidar el sistema sin necesidad de una ley para cada fondo. El Estado participaría bajando los costos que supone la creación de esos instrumentos seguros, y que requieren profesionalización de todos los actores.



EN PERSPECTIVA
Miércoles 06.08.03, 08.40.

EMILIANO COTELO:
Canalizar el ahorro de los uruguayos hacia la actividad agropecuaria: un desafío, pero también una enorme oportunidad, después de las turbulencias financieras del año pasado que, por un lado, afectaron la confianza de los ahorristas en el sistema bancario y por otro llevaron a una virtual desaparición del crédito necesario para la producción.

¿Cómo hacer para poner a trabajar la plata que está en los colchones, el dinero de las Afap y los ahorros de uruguayos residentes del exterior?

Esta es una de las políticas prioritarias del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesa (MGAP), según lo ha anunciado su nuevo titular, el ingeniero agrónomo Martín Aguirrezabala, que asumió hace poco más de un mes. La inquietud es promover “mecanismos novedosos de inversión y financiamiento en el sector agropecuario”. Tema que ayer, justamente, convocó desde el sector privado el seminario “Rentabilidad en el Uruguay. Las nuevas opciones de inversión”, donde fueron aportados distintas propuestas y enfoques de análisis, incluyendo, en el cierre, la palabra del propio ministro.

Aprovechando esa circunstancia –la información nueva que allí se volcó, les proponemos un diálogo con el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca. Usted ha señalado que “es difícil imaginar” un contexto como el actual, en el cual la búsqueda de ese tipo de instrumentos nuevos pueda ser “tan imprescindible y potencialmente tan fructífera”. ¿Qué diagnóstico de la realidad del país lo llevó a hacer una afirmación tan categórica?

MARTÍN AGUIRREZABALA:
Por un lado, la realidad del sector agroexportador uruguayo, una realidad en la cual hay un sinnúmero de oportunidades de rentabilidad, de oportunidades de negocio que de alguna forma están presionando a que los distintos empresarios se vuelquen a esa actividad y proyecten un crecimiento muy importante hacia el futuro.

De hecho ese crecimiento ya se dio el año pasado, cuando el sector agropecuario creció casi un 7 por ciento, de una forma muy destacada respecto del resto de los sectores. La política macroeconómica general determina un fuerte mejoramiento de las oportunidades de negocios, así como lo que está pasando en el mundo en materia de precios. Por un lado tenemos muy buena competitividad, buenos precios relativos en el exterior y una enorme cantidad de capacidad instalada en Uruguay para este tipo de negocios; por lo tanto la oportunidad existe.

Por otro lado, existe en el sector una posibilidad de garantizar esas inversiones muy superior a lo que puede ser otro tipo de instrumento, por lo tanto la relación rentabilidad/riesgo es favorable a invertir en el sector. Sobre todo cuando la propia crisis financiera estableció que la gente desconfíe un poco más de algunos mecanismos tradicionales y confíe más en algunas garantías más reales, más tangibles y en sectores que tienen una capacidad de brindar esas garantías.

Entonces hay una necesidad del inversor de colocar sus dineros en forma segura y rentable, y hay una oportunidad de negocios importante. Se ha ido intentando y se ha logrado, lo cual también es un elemento importante para alimentar esa coyuntura. Porque si existieran la necesidad de los inversores y las oportunidades de negocio, pero no se hubieran desarrollado mecanismos, instrumentos que permitieran conectar esas dos necesidades, la cosa sería un poco más difícil. Pero durante todo el año pasado hemos logrado, con una participación muy fuerte, tanto del sector financiero como del agroexportador, el desarrollo de algunos instrumentos; no sin mucho trabajo y muchos técnicos de distinta índole abocados a ello. Si enumero el financiamiento de cultivos de verano, el financiamiento del arroz del año pasado, el fondo de financiamiento de la actividad lechera, el fondo arrocero, ahí hay más de 100 millones de dólares de recursos que han encontrado el mecanismo, el instrumento para canalizarse. Algunos de ellos, por ser de corto plazo, ya han sido cancelados por los distintos operadores, de modo que hay una experiencia muy interesante en algunos instrumentos y mucho trabajo ya puesto en la generación de otros nuevos.

EC – Entonces, ¿efectivamente esta va a ser una de las principales líneas de trabajo del Ministerio para el resto de esta administración?

MA - Por lo que le estaba comentando, ya ha sido una línea prioritaria del Ministerio. Hay tres pilares muy fuertes del crecimiento que tuvo el sector el año pasado, del que se proyecta para este año y del aumento de las exportaciones que estamos proyectando también para este año, parte de las cuales ya se ha logrado. Son: uno, la política macroeconómica; dos, la recuperación de los mercados realizada con un esfuerzo muy fuerte por parte del Ministerio, en conjunto con la Cancillería; y tres, el desarrollo de formas alternativas de financiamiento. Sin esos recursos la recuperación del sector hubiera sido muchísimo más lenta. Hoy, con un año de crecimiento, el sector ya puede tener un poco más de fuerza propia, pero el año pasado la realidad indicaba que la ausencia de recursos, de no existir estos mecanismos, limitaba muy fuertemente el crecimiento.

EC - ¿A qué tipo de capitales está orientada la búsqueda?

MA - Está orientada a descubrir bien las oportunidades y a elaborar bien los instrumentos. El tipo de capitales que participen en eso no es ningún estigma para que alguien no participe.

EC – Ayer, en el seminario que mencionábamos, el presidente de República Afap, contador Juan Berchesi, dio algunos números. Señaló que se estima que hay 4.000 millones de dólares de ahorro uruguayo colocados en el exterior, más de 2.500 millones de dólares en lo que llamó “Colchón Bank”, es decir dinero que tiene la gente en su casa o de algún modo fuera del circuito financiero, y no menos de 1.500 millones de dólares en manos de inversores institucionales. Supongo que la atención está puesta en esos distintos rubros.

MA - Claro, pero no hay por qué no tener en cuenta también ahorros del exterior, fondos de inversión o fondos de riesgo del exterior. Además de todas esas alternativas que marcaba Berchesi, también hay fondos de inversión y de riesgo del exterior, con los cuales hemos tenido contacto más de una vez. También hemos tenido contacto con las aseguradoras, que están fuera del ámbito institucional que marcaba Berchesi, porque ahí, cuando él hablaba de inversores institucionales, se refería prácticamente a las Afap. Las Afap tienen en el orden de 200 millones de dólares en liquidez.

Hay dos cosas: una es generar el atractivo del negocio, garantía y rentabilidad; la otra es tener un instrumento apropiado. Los instrumentos apropiados, tal como nosotros hemos intentado desarrollarlos, son aquellos en los cuales puedan participar todos. En los instrumentos en los cuales pueden participar las Afap, por ejemplo, también pueden participar las aseguradoras, los bancos, los inversores privados, en forma individual o colectiva.

¿Qué sucede? Algunos instrumentos se han desarrollado y otros deben serlo. Cuando uno se pregunta a qué ahorristas, a qué inversores orientarse, creo que en primera instancia hay que dejar abierto a que sea a cualquier inversor. En cuanto a los 4.000 y pico de millones que pueda haber de uruguayos en el exterior, o los X miles de millones de dólares que pueda haber en el famoso Colchón Bank, el Colchón Bank no tiene personería jurídica, no es una institución, lo que quiere decir que potencialmente no canaliza agrupadamente recursos en forma importante, porque implicaría que cada inversor individual fuera y dijera “me gusta este negocio, me sirve”.

¿Cómo se ha intentado canalizar eso? A través de algunas instituciones, por ejemplo la Bolsa de Valores u otras, como los propios bancos, que también pueden ofrecer otro tipo de inversión a los ahorristas o clientes, con algunos cambios. Algunos bancos han tomado como actitud expresa tratar de conseguir otro tipo de inversión para sus clientes.

En una primera instancia se intenta demostrar la existencia de oportunidades y crear instrumentos que den las máximas garantías. En esta etapa hemos tenido que ir con pies de plomo porque tenemos que hacer negocios de cierta seguridad para que este canal de inversión se retroalimente, exista y se proyecte hacia adelante. El canal de los bancos, una vez recuperada la confianza, con mucho mayor estabilidad, empieza a crecer nuevamente; ya ha pasado un año de la reapertura. Este otro canal viene creciendo lentamente, ya tiene un volumen importante, ha sido muy significativo en este año, pero requiere un crecimiento seguro para instalarse debidamente en el mercado.

***

EC - Uno de los pasos que el MGAP dio en esta dirección fue esta convocatoria para “mecanismos novedosos de inversión y financiamiento en el sector agropecuario”, en el marco de un plan financiado junto con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). ¿Podemos recordar brevemente de que se trataba esa convocatoria?

MA - Hay dos aspectos primordiales. Primero, el Ministerio y el sector público en general siempre han tratado de fomentar la innovación en el entendido de que ésta genera nuevo valor, lo cual es importante para todo el país. Normalmente los fondos para fomentar esa innovación se destinaban exclusivamente a aspectos tecnológicos, productivos o de otra naturaleza; pero nosotros entendimos que, dadas las características de la situación uruguaya en este momento y la existencia de las oportunidades de negocio de la que hablaba, cabía la posibilidad de dar al sector privado un apoyo para que creara instrumentos novedosos desde el punto de vista financiero y empresarial. Cuando decimos “desde el punto de vista financiero”, nos referimos también a instrumentos novedosos de seguros o de garantías.

Dados el análisis que usted hacía al principio y el diagnóstico que también surgió del seminario de ayer, se trata de crear un ámbito en el cual el sector privado, que viene medio alicaído, con un poco de frustración de años difíciles, se disponga realmente a crear estos mecanismos. De algún modo ha sido desde el Ministerio que hemos ido creando los mecanismos, con mucha participación del sector privado, sí, pero con una fortísima participación del Ministerio. Pretendemos que esto pase a la propia iniciativa de la órbita privada; no para dejar de hacerlo nosotros, sino para que exista una mayor oferta de oportunidades de negocio en este sentido y se proyecte hacia adelante una mayor capacidad de crecimiento.

EC - Se presentaron 13 propuestas de fondos de inversión: siete apuntan a invertir en ganado, una en cultivos agrícolas, dos prevén invertir en una cartera agrícolo ganadera y tres proyectan destinar el dinero que capten en el mercado a la compra de campos. Según los datos que el propio Ministerio difundió, los impulsores de esos fondos estiman que la rentabilidad anual en dólares sería de entre el 6 y el 14 por ciento, según los casos. De estos que fueron presentados, ¿qué tipo de apoyo piensa dar el Ministerio a los proyectos que sean seleccionados?

MA - El apoyo consiste en una porción de los costos de instalación de ese sistema que se daría como una especie de subsidio al desarrollo de estas ideas. Se pretende disminuir la incertidumbre que significa crear un instrumento nuevo, o disminuir el costo que para uno tiene la incertidumbre. Cuando uno va a desarrollar un instrumento nuevo no sabe a ciencia cierta si va a poder conseguir financiamiento, si existe mercado para su propuesta, etcétera; para disparar el proceso con mayor facilidad se pone parte de los costos del lanzamiento.

Se intenta no pagar consultoría con los fondos: el Ministerio hizo un fuerte énfasis en que sean cosas que se hagan, no propuestas en el papel. Es decir que lo que de alguna forma se va a cofinanciar (obviamente se está apostando a un esfuerzo privado importante, lo que se está cofinanciando es una porción pequeña del costo, que puede no ser muy pequeña, pero en términos relativos es menor a la que haría el privado) son cosas que se hagan, por ejemplo disminuir una prima de seguro, un costo de lanzamiento de un proyecto, que pueden ser papeles para financiar determinadas cosas. No estamos hablando de financiar consultorías, que es un vicio histórico que se ha tenido; no porque sea malo financiar consultorías, sino porque normalmente terminan en eso. Aquí se está intentando lograr un efecto directo sobre el negocio en sí mismo y su financiamiento.

EC - Se supone que esos proyectos terminen siendo seleccionados estarán operativos ¿cuándo: sobre fin de año?

MA - La instancia que se requiere para presentarse es una especie de preproyecto; supongo que de aquí a fin de año tendremos el proyecto definitivo y pongámosle que para el año 2004 esté operativo ese tipo de mecanismos.

No hay que despreciar que estos disparadores también generan un efecto positivo en cosas que se hacen por fuera, porque aquí hay un conjunto de iniciativas del sector privado muy importantes, muy interesantes, fundamentalmente en el área ganadera, que están teniendo hoy un impacto considerable en la canalización del ahorro de los uruguayos hacia el sector. Mucha gente está comprando ganado con mecanismos intermedios, con sociedades administradoras, etcétera, lo que determina una fuerte canalización del ahorro de los uruguayos.

EC - Este es uno de los caminos que el Ministerio se ha planteado en esta materia. ¿Dónde más se está contribuyendo a dinamizar este tipo de alternativas de inversión?

MA - Hay varios elementos. Por un lado se está dinamizando el proceso de creación de fondos agrícolas. Hay un grupo de gente a nivel privado que está trabajando con cierto apoyo del Ministerio en lo que sería la profesionalización en forma privada de un mecanismo que usamos el año pasado para el financiamiento de los cultivos de verano. En ese contexto el Ministerio le planteó al Banco Central algunas modificaciones de los regímenes de garantía que permitieran usar un sistema de seguros, más la garantía de los contratos de exportación, para financiar los cultivos. Ese mecanismo fue el que se usó para financiar girasol y soja el año pasado, con el Banco República (Brou), con participación de fondos de Ancap, de las petroleras, de los proveedores de insumos; allí se está haciendo un interesante trabajo por parte de algunos privados, con el liderazgo de Banco Acac.

También hay una iniciativa en ese sentido en la Bolsa de Valores de Montevideo; está prácticamente terminado el fondo de financiamiento de la actividad arrocera; hay un fuerte trabajo junto con todo el sector arrocero para repetir el mecanismo de financiamiento que se utilizó el año pasado, también junto con las petroleras, el Brou y los proveedores de agroquímicos y fertilizantes, con una fortísima participación de los molinos arroceros.

Hay un proyecto muy importante de fortalecimiento del financiamiento del sistema cooperativo agrícola, que tiene una capitalización muy fuerte por parte de los propios productores, que alcanza a los 10 millones de dólares; más una operación por la cual se transfieren las plantas de silos a los productores.

Existe además un trabajo muy fuerte en la creación de un fondo ganadero dependiente de la aprobación de la ley de fideicomisos. También hay un trabajo muy importante de un grupo de empresarios privados vinculados a la Sociedad Rural de Durazno respecto de la creación de un fondo de tierras.

En esta enumeración que acabo de hacer hay un paquete de recursos que ronda los 200 millones de dólares; es decir que hay un paquete de iniciativas muy pesadas, muy importantes.

EC - Si entiendo bien, no se trata sólo de atacar esta sequía coyuntural en materia de créditos: hay además una estrategia de fondo que busca modificar lo que en el pasado fue una dependencia que se hace excesiva de los créditos bancarios, en particular de los créditos del Brou.

MA - Sin duda; pero además se trata de dinamizar una economía que tiene oportunidades de negocios muy importantes, con rentabilidades como las que mencionaba en el paquete de las 13 propuestas que surgieron de la convocatoria, que tienen un potencial enorme de crecimiento y requieren financiamiento, no sólo para el capital de trabajo del año. Más que requerir financiamiento, son oportunidades de inversión. Cuando uno dice financiamiento, parece que “Me falta un poco de plata para completar lo que estoy haciendo”; no es sólo eso, hay una oportunidad de inversión y una capacidad de crecimiento muy fuertes asociadas a estos negocios.

Es obvio y natural que exista gente con iniciativa para hacer cosas; cosas que le sirven al país, pero sobre todo a quien invierte en ellas. En ese contexto surgen oportunidades para ser ofrecidas a quien tenga el dinero y quiera colocarlo debidamente, con buena garantía y buena rentabilidad. De eso se trata. La sequía coyuntural, como usted decía, que el año pasado fue muy acuciante, paulatinamente se va minimizando y dando lugar a un horizonte de inversiones muy importante en el sector.

EC - ¿Qué falta hacer, por ejemplo en el Estado, para terminar de habilitar esos mecanismos alternativos?

MA - En principio faltan dos cosas. Una es tratar de armar algunos marcos imprescindibles para que esto funcione más profesionalmente.

EC - ¿Usted se refiere, por ejemplo, a la ley de fideicomisos?

MA - Exactamente; me refiero a la ley de fideicomisos, también a algunos instrumentos como los warrants, a alguna modificación de la ley de leasing, pero muy especialmente a la ley de fideicomisos, que hoy está prácticamente liquidada, con una excelente propuesta que estimo que va a salir este mes del Senado y seguramente va a ser un instrumento formidable para el desarrollo de estos mecanismos.

Fíjese que en ocasión de la creación del fondo lechero tuvimos que ir al Parlamento a pedir una ley, en ocasión de la creación del fondo arrocero tuvimos que ir al Parlamento a pedir una ley; en ocasión de crear el fortalecimiento de las cooperativas tuvimos que ir al Parlamento a pedir una ley. Por suerte las propuestas aparentemente eran muy buenas porque fueron muy bien recibidas por todos los sectores y tenemos las leyes; eso es relativamente más fácil cuando uno está sentado en este sillón, pero para el sector privado, si precisa una ley para hacer cada negocio, no tiene mucho sentido.

EC - Así que por un lado falta un marco legal.

MA – Sí. No quiere decir que el marco legal solucione todo (lo destacaba ayer). Después del marco legal, que es imprescindible para darles viabilidad y celeridad a todos estos procesos, desde el punto de vista público faltan algunas otras cosas, que son propias del aprendizaje normal. Esto es nuevo, requiere que los estamentos públicos reaccionen con rapidez, con celeridad. Hemos avanzando mucho en este sentido, el BCU a veces se la liga, pero también ha hecho esfuerzos importantes para ponerse al día y asegurar los distintos procesos, en un ánimo de dar solidez a esta primera etapa. Esto a veces puede verse como excesivo por parte de algunos de los que requerimos celeridad en los trámites, pero en realidad ha sido solícito en lo que hace a este tipo de elementos.

Después está lo que hay que hacer en el sector privado.

EC - ¿Qué falta en el sector privado?

MA - Lo primero es creer. Porque uno dice: “Sí, voy a hacer esto, pero si me dan financiamiento”. El financiamiento existe, hay que crear los modelos adecuados. Este año ha sido bueno para demostrar eso. Entonces lo primero es creer; después, cuando uno tiene buenas ideas, que las hay y muchas, hay que transformarlas en un buen proyecto. Y después hay que tener profesionalidad en el tema.

EC - ¿Usted está apuntando con estos reclamos al sector privado, a quienes generan y ponen en circulación los nuevos instrumentos de inversión, de los que estamos hablando, o se está dirigiendo a los empresarios agropecuarios estrictamente?

MA - Me estoy refiriendo a todos. Y no estoy haciendo un reclamo, estoy haciendo una invitación.

EC - Porque ayer en el seminario se habló de la baja profesionalización empresarial en el ámbito rural.

MA - No sólo en el ámbito rural; no sé quién dijo eso, quién lo refirió exclusivamente al ámbito rural. La solicitud o la invitación es más amplia que al ámbito rural, porque en este tipo de negocios no tienen por qué ser sólo los empresarios rurales. Los empresarios rurales tienen un rol fundamental: conocen el negocio de la producción y por lo tanto tienen un rol preponderante en esto; hay que aprovechar esa experiencia importantísima que existe en el sector, con gente que ha sabido desarrollar sus empresas, sobrevivir y muchas veces crecer en circunstancias frecuentemente desfavorables. Hoy las circunstancias son muy favorables, entonces hay que aprovechar esa experiencia para potenciar otras.

Pero no son sólo los empresarios rurales los que tienen que desarrollar este tipo de ofertas; también los empresarios de servicios profesionales, los empresarios de servicios financieros, los propios corredores de bolsa, los propios proveedores de insumos, que no son normalmente empresarios rurales sino comerciales o industriales. Hay necesidad de profesionalizar instrumentos de inversión donde estamos ofreciéndoles a inversores individuales o institucionales que requieren una determinada forma de rendir cuentas, de administración, de transparencia en la presentación de los resultados, una determinada calificación de riesgo de las inversiones, una determinada oferta de garantías para esas inversiones. Todo eso requiere un cierto grado de profesionalismo, que hay que desarrollar.

Esto no es “Nosotros somos horribles, entonces tenemos que ser excelentes”; es un proceso, tenemos determinadas capacidades, determinadas fortalezas y debemos desarrollar otras para poder competir en este mercado que es un poco distinto del que veníamos acostumbrados a tener. Requiere desarrollar capacidades y adaptarse a las necesidades de ese inversor, que de repente no conoce el negocio.

En definitiva tenemos que ofrecerles a la sociedad y a inversores que están o aquí en Uruguay o en el exterior, o a inversores que tienen que cuidar los recursos de quienes confiaron en ellos, un negocio atractivo, que les dé las máximas garantías, que en esencia es un negocio que no conocen. Es distinto que yo vaya a pedirle a alguien que está en mi mismo negocio que se asocie conmigo para hacer tal cosa; es diferente estudiar, hacer evaluar por otros el negocio que estoy planteando para lograr efectivizar un planteo que sea confiable para el inversor institucional o individual extraño al sector requiere destrezas distintas que otro tipo de planteos.

------------------------------------
Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón




recomendar esta nota




En perspectiva
l Dinámica Rural l Deportes l Página principal

Para escuchar la radio en vivo necesita el Real Player
Optimizado para Internet Explorer a 800x600
Copyright Espectador.com All Rights Reserved