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KIRCHNER ME OFRECIÓ APOYO PORQUE TAMBIÉN CREE QUE CADA PERSONA QUE MUERE MERECE UN LUGAR DE DESCANSO, MEMORIA Y HOMENAJE
Gelman fundamentó su versión de que Batlle sabe lo que pasó con su nuera
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Para el poeta argentino, el mandatario y su representante en la Comisión para la Paz conocían ya en junio de 2000 el nombre del coracero que mató a María Claudia García Irureta Goyena y el lugar donde fue enterrada. Esa información fue proporcionada por el propio Batlle y recogida en el informe de la Comisión como “confirmada por fuentes militares” involucradas en los hechos el asesinato. Presidencia no participó en el hallazgo de la nieta de Gelman, ubicada por su familia y una investigación periodística, que confirmó los datos de la muerte.
EN PERSPECTIVA
Jueves 07.08.03, 08.10.
EMILIANO COTELO:
“Tengo elementos para suponer que Batlle conoce el nombre del asesino de mi nuera y que tiene una idea bastante sólida acerca de dónde fueron sepultados los restos de mi nuera”, dijo el poeta Juan Gelman tras reunirse hace pocos días con el presidente argentino, Néstor Kirchner.
El jefe de Estado argentino, por su parte, se comprometió a interceder ante el presidente uruguayo en la búsqueda de los restos de María Claudia García Irureta Goyena.
El tema ha dado mucho que hablar esta semana, en Buenos Aires y en Montevideo, y ahora les proponemos un diálogo con Juan Gelman.
Recordemos que su hijo Marcelo y María Claudia, la esposa de éste que se encontraba embarazada, fueron secuestrados en Buenos Aires en agosto de 1976 y conducidos al centro clandestino de reclusión que funcionaba en Orletti.
JUAN GELMAN:
Así es.
EC - En 1989 los restos de su hijo fueron encontrados en un tambor de 200 litros rellenado con cemento que fue arrojado al Río de la Plata. Su nuera (que tenía 19 años), en tanto, habría sido trasladada por militares uruguayos a otro centro clandestino de detención, aquí en Montevideo, cuando estaba embarazada de ocho meses y medio. Allí se aguardó que diera a luz, se le permitió que permaneciera dos meses con la beba y luego le sustrajeron a la niña para entregarla a una pareja integrada por un funcionario policial.
¿Qué ocurrió con María Claudia? ¿En qué circunstancias murió? ¿Dónde está enterrada? Eso es lo que usted quiere saber, son las preguntas que lo desvelan desde que se logró la localización de su nieta.
JG - En efecto.
EC - A la salida de la reunión con el presidente argentino usted dijo que Batlle conoce el nombre del asesino de su nuera y que tiene una idea bastante sólida acerca de dónde fueron sepultados los restos. ¿En qué se basa para sostener esto?
JG - Me baso, por ejemplo, en lo que dijo el senador Rafael Michelini, tanto ante la Justicia argentina como ante la uruguaya. Puedo citarlo textualmente: dijo el senador Michelini “En junio de 2000, en horas de la tarde, conversé con el presidente Jorge Batlle Ibáñez por más de una hora y media, y el tema fundamental fue el de los derechos humanos y la conformación de una Comisión para la Paz. La reunión, hecha en el Edificio Libertad, sede del Poder Ejecutivo, fue de carácter institucional entre el Presidente de la República y quien habla, senador de la República. En dicha reunión el presidente de la República, hablando del caso de María Claudia García Irureta Goyena, me afirma: ‘De María Claudia sabemos absolutamente todo’; ante lo cual pregunté: ‘¿Todo?’. El presidente me reafirmó: ‘Sabemos todo, incluso quién la mató’, y nombra al policía Guillermo Medina como autor del hecho, haciendo la salvedad de que no sabía cuál era el lugar exacto donde estaban los restos, aunque precisó que se trataba de cuestión de tiempo para saber el lugar exacto, ya que ahora se sabía sólo el área aproximada”.
EC - ¿Usted está leyendo la declaración del senador Rafael Michelini ante la Justicia argentina?
JG - En efecto.
EC - Un relato de la conversación de Michelini con el presidente Batlle. ¿Cuándo ocurrió esa conversación?
JG - En junio del año 2000.
EC - Mi consulta es: usted también se reunió con el presidente Batlle en más de una ocasión, en especial en los días en los que, justamente, al comienzo de la administración Batlle, fue localizada su nieta, aquí en Uruguay.
JG - En realidad yo me reuní una sola vez con el presidente Batlle. Para decir la verdad, fue a instancias del presidente Batlle, quien, informado por alguien, supo que habíamos encontrado a mi nieta y que quería hacer público el hecho, que luego condujo a la instalación de la Comisión para la Paz.
EC - Con esta puntualización que usted acaba de hacer, ¿le está quitando protagonismo al propio presidente en la ubicación de su nieta?
JG - Mire: él no la encontró. Nos dijo a nosotros en la reunión que mantuvimos, con mi esposa, estando presente el doctor Ramela, el doctor Gonzalo Fernández y el secretario de la Presidencia, Lago, que hacía un tiempo corto un amigo al que veía ocasionalmente le había informado sobre el encuentro.
EC - Le había informado que había sido localizada su nieta.
JG - En efecto. En esa reunión que, repito, fue la única, él me preguntó en qué me podía ayudar y yo le solicité que hiciera lo necesario para recuperar los restos de mi nuera.
EC - Para terminar lo que le consultaba antes (quizá sobre eso no había total claridad), el gobierno Batlle no tuvo incidencia en la localización de su nieta…
JG - No, por supuesto que no.
EC - Se la localizó a través de gestiones privadas, digamos.
JG - Sí, se localiza en primer lugar gracias a una investigación que dirigió mi esposa, que nos permitió, a fines de noviembre, tener casi el 99 por ciento de certeza de quién era mi nieta; pero, desde luego, faltaba el examen de ADN que, al realizarse, como usted sabe, da un resultado de 99,9 por ciento de certeza.
Luego esto fue convalidado por una investigación de un grupo de periodistas de La República, encabezado por Gabriel Mazzarovich, que llegó a la misma conclusión a principios de enero.
Cuando nosotros llegamos a Montevideo, a fines de marzo, para encontrarnos por primera vez con mi nieta, nuestro propósito era hacerlo sin la menor publicidad posible, porque imaginábamos el tipo de choque emotivo que podía tener la persona, de 23 años, al saber que su identidad no era la que había creído durante toda su vida.
Pero el presidente Batlle insistió en hacer esto público. Conocí a mi nieta, le pregunté si estaba de acuerdo, me dijo que sí y por eso se produjo todo lo que se produjo.
EC - Es interesante conocer estas precisiones, que dan el contexto de lo que fue esa audiencia que se concretó en el Edificio Libertad, en la que usted tuvo esa, su única conversación con el presidente Jorge Batlle.
JG - Exacto. Lo que yo quiero decir, en todo caso, es que es un mérito indudable del presidente Batlle haber convalidado ese hallazgo, ese encuentro. De un modo implícito convalidó todo lo que mi investigación había mostrado, es decir que militares uruguayos trasladaron como un envase –permítame decirlo– a mi nuera, embarazada de ocho meses y medio, de Buenos Aires a Montevideo, esperaron el nacimiento de la beba y dos meses después se la arrebataron, asesinándola efectivamente en Uruguay y, según el doctor Batlle, por el entonces capitán de coraceros Ricardo Medina, alias Conejo.
EC - Allí venimos a lo que me interesaba especialmente preguntarle hoy. A propósito del conocimiento que el presidente Batlle tendría de quién mató a su nuera, dónde la mataron, incluso dónde fue enterrada, usted citaba un testimonio del senador Michelini, una conversación de Michelini con Batlle. ¿Usted personalmente no habló con Batlle de este tema, de quién mató a su nuera y si sabía o no el nombre, etcétera?
JG - Permítame decirle que tengo otros testimonios muy calificados sobre esto, del propio presidente Batlle.
EC - ¿Del propio presidente…?
JG - Sí. La situación fue la siguiente: cuando planteé el problema en esa reunión, el doctor Batlle dijo que este era un caso que se agregaba al de los uruguayos desaparecidos en su país y que todo lo que supiera, y viceversa, sería comunicado a través del doctor Gonzalo Fernández. Este gran penalista uruguayo, amigo muy querido para mí, se convirtió en el intermediario de una interlocución por la que le hacía llegar al doctor Batlle las cosas que nosotros íbamos averiguando, y recibíamos del doctor Batlle las cosas que él iba averiguando.
Si me permite, voy a leerle lo que el doctor Batlle me transmitió a través del doctor Gonzalo Fernández.
EC - ¿En qué fecha?
JG - Exactamente el 5 de junio de 2000. Me dice el doctor Fernández que estuvo conversando con Batlle en la mañana de ese día y que éste insistía en que María Claudia estaba enterrada en el Batallón 14, en Montevideo, y no en el 13, que es la conclusión a la que llegó la investigación de La República; que el doctor Batlle investigó a los entonces vecinos de los involucrados y que eso confirmaba que está en el 14, no en el 13. Piensa el doctor Batlle que Ricardo “Conejo” Medina es el encargado de ejecutar a María Claudia. Luego dice que la liquidaron después de sacarle la beba. Dice que el doctor Batlle que va a pedir que se rescaten los restos de María Claudia y se los entreguen en un ataúd para los estudios del caso. Agregó que tenía una ubicación muy precisa de los restos, siempre en el 14. Que María Claudia y su hija estuvieron juntas unos dos meses. Dijo que Ricardo Medina era ahijado del policía que crió a mi nieta, que se quedó con mi nieta y la anotó como propia, como usted sabe; que él era la parte masculina de una pareja estéril, lo dijo dos veces, señaló que era ahijado del señor favorecido. Vemos que esto, dicho en junio de 2000, da una idea bastante clara de los conocimientos del doctor Batlle sobre el tema.
EC - Esto es lo que le transmitió a usted el doctor Gonzalo Fernández, de lo que el presidente manejaba como información en junio del año 2000.
JG - Exactamente.
EC - La precisión que usted está haciendo es importante, porque esta semana, luego de sus declaraciones, el doctor Carlos Ramela, representante del presidente Batlle en la Comisión para la Paz, dijo aquí en El Espectador que “no hay evidencia de que la nuera del poeta Juan Gelman haya muerto en Uruguay”. Indicó además que lo que saben el presidente y la Comisión para la Paz “es una versión brindada por el propio Gelman, pero no es la única”. Y agregó que “el trabajo de la Comisión para la Paz no se basa en suposiciones, nosotros no pudimos llegar a una confirmación sobre qué fue lo que pasó finalmente”.
JG - Mire, creo que el doctor Ramela… supongo que por la cantidad de ocupaciones que tiene, está un poco olvidadizo, incluso de lo que firma.
EC - ¿Por qué?
JG - Porque en el anexo del informe de la Comisión para la Paz que tiene que ver con los hechos relacionados con mi nuera, en el inciso 2, se dice que después de sustraerle a la niña, “una versión confirmada por fuentes militares refiere que María Claudia García Irureta Goyena fue derivada a una base clandestina militar, donde se le dio muerte, enterrando posteriormente sus restos en un predio militar”. El doctor Ramela sabe que no se trata de una versión de Gelman, es una versión confirmada por fuentes militares. Esto está firmado por él de su puño y letra.
En el inciso 3 se dice que “otra versión, proveniente también de fuentes militares, de los que se implica como involucrados en el operativo, insiste en sostener que tras la sustracción de la niña la madre fue entregada a los represores argentinos de Automotores Orletti, quienes vinieron a buscarla a Montevideo y la retornaron a la República Argentina en lancha, desde el puerto de Carmelo, habiéndole dado muerte en el vecino país”.
Permítame señalar que la Comisión para la Paz recoge una versión que, ella misma dice, proviene de fuentes militares, de los que se implica como involucrados en el operativo. Me parece bastante claro lo que se desprende de estas conclusiones de la Comisión.
EC - De todos modos la Comisión puntualizó que no podía convalidar ninguna de las dos versiones.
JG - Sí, pero fíjese en el matiz. En primer lugar, lo que el doctor Ramela dice que es la versión de Gelman, dice la Comisión que fue confirmado por fuentes militares.
En segundo lugar señala que la otra versión proviene de fuentes implicadas como involucradas en el operativo. De manera que parece bastante claro que los involucrados no van a declarar contra sí mismos, ¿no cree usted? ¿Qué opina de eso?
EC - De modo que para usted hay una de las dos versiones que tiene mayor validez, que tiene más sustento.
JG - Esa “versión”, como dice el doctor Ramela, ya le leí…
EC - Otra cosa: ¿el doctor Batlle no conoció esa versión a través de usted?
JG - No.
EC - No.
JG - De ningún modo. El doctor Batlle habló y encargó al entonces jefe de la Caja Militar, general González, y también a Ramela y a Gonzalo Fernández, que indagaran el tema. Yo puedo leerle el mail que el doctor Gonzalo Fernández me envió en el que habla de una reunión sostenida con el doctor Ramela y el general González, en la que éste señala que no puede “dar explicación de por qué la ejecutaron –a mi nuera– sin devolverla a Buenos Aires”. Agregó que los tipos actuaban tan compartimentados e ignorando la identidad de María Claudia, “que cuando Juan salió a la palestra pública entre ellos se preguntaban quién diablos era esa mujer”.
Así que... el doctor Batlle tenía al lado al general González y al doctor Ramela. Las conclusiones de la Comisión para la Paz me parecen muy significativas; está la investigación de La República que determinó a fondo dónde fue sepultada mi nuera y quién fue el asesino. El doctor Batlle maneja todos estos elementos desde hace más de tres años.
Quiero decirle que, desde que el doctor Batlle dijo que me dirigiera al doctor Ramela por el tema de mi nuera y los restos de mi nuera, recibí un par de mensajes del doctor Ramela, porque yo le hice saber que iba a iniciar, ya que no había otra vía, una denuncia penal, a ver si daba con los restos de mi nuera.
EC - ¿Cuándo recibió esos mensajes del doctor Ramela?
JG - Recibí el último en el año 2001, en el que me pedía que tuviera paciencia, que esperara, etcétera. Yo esperé más de dos años, hasta que instalé una denuncia penal, que se está procesando en el juzgado en lo penal número 2, del segundo turno.
EC - Un juzgado, ¿de qué país?
JG - Uruguayo. Esperé bastante tiempo, ¿no cree usted?
EC - El gobierno uruguayo remitió el lunes a la Secretaría de Derechos Humanos de Argentina el Anexo 2 del informe final de la Comisión para la Paz en lo referido a María Claudia García Irureta Goyena, su nuera…
JG - No sabía.
EC - …según dijo al semanario Búsqueda el doctor Ramela. Dijo que la información fue solicitada hace dos semanas por Argentina, para conocer la posición oficial uruguaya sobre el caso. Reveló que la decisión de trasladar la información disponible a Argentina fue tomada el viernes 1º, después de que él y Gonzalo Fernández recabaran la autorización correspondiente de su nieta. El asesor dijo que en la reunión transmitió a la joven, con el aval personal del mandatario, que el gobierno va a seguir trabajando para establecer dónde y cuándo falleció su madre en cuanto reciba información que le permita avanzar en la investigación, criterio que seguirá en todos los casos no totalmente aclarados.
Mi pregunta es: ¿esto es satisfactorio para usted? ¿Qué espera, por ejemplo, del presidente Kirchner, que de algún modo le anunció que iba a interceder ante el presidente uruguayo por este caso?
JG - Claro que no es satisfactorio para mí. Yo tengo los elementos que prueban que el doctor Batlle sabía, por lo menos en junio del año 2000, quién había asesinado a mi nuera y que tenía una idea de dónde estaban sus restos. Y está lo de la propia Comisión para la Paz.
De manera que esto no puede ser satisfactorio. El general González también estuvo investigando, fue el que le proporcionó datos al presidente. No se puede decir, a más de tres años de distancia, que no se sabe qué pasó. El doctor Batlle no puede afirmar eso.
En cuanto a cómo va a proceder el doctor Kirchner, francamente no lo sé. Él me dio su apoyo porque entiende, como yo y tantos miles de ciudadanos, que cada desaparecido es un agujero en la memoria de sus familiares y que cada persona que muere –y este es un derecho humano que viene del fondo de los siglos– merece un lugar de descanso, un lugar de memoria y un lugar de homenaje. Entonces no puedo responder la segunda parte de su pregunta porque supongo que esto le compete al gobierno de Argentina.
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Antecedentes
Juan Gelman y su carta al presidente: "El único legado que me dejó mi hijo asesinado fue encontrar al suyo" (12.10.99).
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón
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