12.08.2003












El calor en España

Ana Borderas, redactora de informativos de la cadena SER, en Madrid.



EN PERSPECTIVA
Martes 12.08.03, 08.42.

EMILIANO COTELO:
En Europa la ola de calor no cede todavía. Las previsiones indican que no se espera cambios para los próximos días, con temperaturas de más de 40 grados que en Francia han desatado las alarmas ante, por ejemplo, el recalentamiento de las centrales eléctricas.

¿Cómo afecta una temperatura de esas características la jornada cotidiana, en este caso de los españoles? Dialogamos con Ana Borderas, redactora de informativos de la cadena SER, en Madrid.

ANA BORDERAS:
En estos momentos tenemos una temperatura ambiente de 35 grados en el centro de la capital de España. Recordemos que dentro de dos horas, aproximadamente, a las cinco de la tarde hora española, alcanzaremos la media temperatura que hemos tenido en el último mes y medio, a partir de los 42 o 43 grados, aunque hemos de decir que los pronósticos son más halagüeños y que quizás a finales de esta semana del mes de agosto las temperaturas empiecen a bajar un poquito, no solamente en España, fundamentalmente en el norte de la península, sino también en el resto de Europa donde, como decías, las temperaturas han sido y siguen siendo altísimas. Nos acaban de llegar avisos, por ejemplo, de los casi 39,5 grados que están respirando en la ciudad de Milán, en el norte de Italia.

EC - Tú mencionabas la temperatura en Madrid, 35 grados; habría de 40 a 42 un poco más tarde; ¿cuáles son las marcas habituales para estas fechas en el verano de España?

AB - Depende de la ciudad en la que nos encontremos. En el norte de la península Ibérica las temperaturas suelen alcanzar como máximo y durante dos semanas en el mes de agosto los 25-26 grados; de la mitad de la península hacia el sur, fundamentalmente en la comunidad andaluza, en su capital Sevilla, las temperaturas son altas, podemos hablar de unos 40 grados, pero no los 52 que incluso hemos llegado a ver en algunos termómetros digitales en estas últimas tres semanas.

EC - Iba a preguntarte eso, ¿cuál es la extensión a esta altura de la ola de calor?

AB - Si la memoria no nos falla, estamos sobrepasando ya el mes con esta ola de calor. Hay que destacar algo bastante dramático: el número de muertes, que hoy se eleva a 32. Muchas de ellas corresponden a personas mayores, pero también a gente de 30 y tantos años.

EC - ¿Cómo se afecta la vida cotidiana? La pregunta puede resultar obvia, pero sería bueno conocer algunos ejemplos en el caso de Madrid, en el caso de tu vida y de tus conocidos.

AB - En la comunidad autónoma donde nos encontramos, que es Madrid capital y sus alrededores, ayer, por ejemplo en esta emisora, en la cadena SER, dábamos la noticia de que se habían agotado todos los aparatos de aire acondicionado de todas las tiendas. La gente vive pendiente de tener un ventilador lo más cerca posible, si está en el trabajo intenta que el aire acondicionado funcione en condiciones. Pero nos llegan noticias sobre la falta de aire acondicionado en algunos centros hospitalarios donde los familiares de enfermos han tenido que llevar hasta los ventiladores a las habitaciones. Una cosa muy típica de España, fundamentalmente del centro y sur de la península, que es el uso del abanico, aquí no hay nadie que no lo lleve para intentar soportar desde la sombra estas altas temperaturas. Si se producen algunas tormentas están siendo eléctricas, tormentas que además están derivando en incendios. Hemos tenido muy importantes en la región de Extremadura, lindante con Portugal. En las últimas ha habido un incendio provocado por las altas temperaturas que no se está pudiendo controlar a unos 20 quilómetros de Barcelona, un incendio en el que han fallecido los cinco miembros de una familia por inhalación de humo.

EC - ¿Hay actividades que se haya debido suspender como consecuencia de estos calores?

AB - Hablemos del teatro al aire libre: esas funciones son lógicamente a partir de las 10 de la noche, pero la piedra del Teatro Romano de Mérida o el de Sagunto en Valencia ha estado muy caliente. El otro día hablaba con un compañero de Mérida, una ciudad romana en el sur de Extremadura, que decía que a las dos de la mañana estaban con 35 grados viendo una función de teatro. Por lo demás las salas de cine son buenos refugio, hay gente que no lo piensa y se sienta en la butaca a ver cualquier película que se esté exhibiendo este verano.

EC - Tú hablabas del aire acondicionado, sin duda uno de los bienes más preciados en estas condiciones de un verano tan fuerte. ¿No hay problemas con el abastecimiento de energía eléctrica ante una demanda tan fuerte por todos los aparatos que se están utilizando?

AB - En la ciudad de Madrid, desde donde les estamos hablando, ha habido apagones por culpa del uso excesivo de electricidad a través del aire acondicionado, que han hecho que dos de los barrios de la capital hayan estado 22 horas sin luz. Más allá de eso no ha ocurrido hasta el momento nada.

EC - Desde el Estado, desde el gobierno central, desde los municipios, ¿qué puede hacerse para aliviarle la vida a la gente?

AB - Hoy hablábamos con un médico especialista en trastornos del sueño, quien precisamente nos comentaba que a partir de los 24 grados de temperatura uno no descansa ni duerme. Las soluciones son pocas: una buena ducha antes de meterse en la cama, fregar bien las estancias y las habitaciones de los domicilios, usar un poco de agua, sobre todo no tener demasiada actividad cuando uno intenta meterse en la cama.

EC - Tú dices que lo que se hace desde el Estado es dar consejo, no mucho más que eso, no hay otra posibilidad de actuación, de incidencia.

AB - Así es. Es que ante un golpe de calor es difícil actuar, es mucho más fácil afrontar una ola de frío, pero para los problemas de deshidratación, por ejemplo, que son los que pueden darse cuando hay un golpe de calor, las recomendaciones vienen a través de los médicos que a por los medios de comunicación sugieren y orientan que no se deje de beber agua, que no se pierdan las sales minerales, porque también baja la presión arterial, que eso no se pierda de vista, que ahora más que nunca hay que beber muchísima agua.

EC - En cuanto a las causas de este fenómeno, ¿hay algún tipo de acuerdo?

AB - De momento no; supongo que los expertos irán poco a poco poniendo manos a la obra para llegar a conclusiones. Se aventura que este verano 2003 empieza a ser uno de los más calurosos de la historia en toda Europa, pero no será el único ni el último, el año que viene, según las previsiones, de nuevo puede volver el calor al Viejo Continente.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón



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