13.08.2003




































EL PT DEBE EXPULSAR A LOS DISIDENTES, QUE LO DEBILITARON

Los primeros siete meses del gobierno Lula

Senadora Ideli Salvatti (Partido de los Trabajadores): La izquierda recibió un país sin crédito exterior, sin inversión interna ni externa, fuertemente condicionado por el FMI. Por eso Lula ha dedicado prácticamente la mitad de su tiempo a las cuestiones internacionales, propiciando cambios a esos condicionamientos. Debe atender los reclamos de los sin tierra, sin techo y sin empleo, mientras hay hacendados que se arman para resistir, carece de mayoría parlamentaria y no puede usar los recursos públicos.

EN PERSPECTIVA
Miércoles 13.08.03, 08.55.

EMILIANO COTELO:
En Brasil, el presidente Luiz Inácio “Lula” da Silva acaba de obtener la media sanción de la reforma previsional para los empleados públicos, una de las principales apuestas de su primer año de gobierno.

Pero ese triunfo se dio en condiciones difíciles, en medio de una confrontación durísima con los sindicatos de funcionarios del Estado y fuertes críticas del ala más radical del propio Partido de los Trabajadores (PT).

Vamos a analizar la experiencia de estos primeros siete meses de Lula en el poder, conversando con la senadora Ideli Salvatti.

Nacida en San Pablo el 18 de marzo de 1952, es licenciada en Física de Universidad Federal do Paraná, profesora y dirigente sindical. Fue militante estudiantil y participó en proyectos de alfabetización hasta 1970; realizó trabajos comunitarios en las Comunidades Eclesiásticas de Base. En 1976 se trasladó a Joinville donde continuó en actividades sociales. En 1980 fue fundadora del Partido de los Trabajadores (PT) en Joinville y en el Estado de Santa Catarina, formando parte del Directorio y de la Ejecutiva. Es una de las fundadoras de la Central única de los Trabajadores (CUT/SC). En 1994 fue electa por primera vez diputada estadual, para el período 1995-98 y reelecta en 1998, para el período 1999-2002. En ese período fue líder de la bancada del PT en la Asamblea Legislativa y miembro de cuatro Comisiones Permanentes. En octubre de 2002 fue electa senadora con 1:054.304 votos, un registro histórica para una candidatura al Senado en Santa Catarina. Además, se trata de la primera mujer que llega a esta Cámara.

La senadora Salvatti se encuentra en Montevideo participando del seminario “Mercosur, una visión desde la izquierda”, que organizan el Partido Socialista y Fesur, la Fundación Friedrich Ebert, en Uruguay.

IDELI SALVATTI:
Voy a hablar lento porque no manejo nada de español.

EC - Usted es del Estado de Santa Catarina, más precisamente de Florianópolis, y conoce bastante a los uruguayos.

IS - Si, recibimos muchos turistas uruguayos en donde vivo.

EC - Desde el propio PT hay quienes sostienen que el gobierno de Lula se mantiene en la línea de su antecesor, que continúa las políticas de Fernando Henrique Cardoso. ¿Qué responden ustedes en el PT a ese tipo de análisis?

IS - Recibimos una herencia muy difícil. El año pasado Brasil estuvo muy cerca de quebrar como consecuencia de la deuda, de la suba de la inflación, del dólar y del riesgo país. Falta inversión; Brasil prácticamente no tiene ahorro interno para inversión, y la inversión exterior es mínima, está muy disputada a nivel internacional.

En un primer momento necesitábamos colocar la casa en orden, controlar la economía, principalmente la inflación. La medida dura fue la suba de las tasas de interés, que ya eran muy altas cuando Lula asumió, ya eran de 25 por ciento y las subimos a 26,5. Ahora ya las redujimos a 24,5 y vamos a seguirlas reduciendo, la tendencia es a la caída. La previsión para fin de año es que estén en 15 por ciento, lo que todavía es muy alto, pero no teníamos otra alternativa: el descontrol de la economía era muy grande.

La opción política fue poner la casa en orden para poder tener estabilidad económica y política, porque la suba desenfrenada de la inflación para la historia económica y política de Brasil sería insustentable.

EC - ¿Dónde queda de manifiesto, dónde se nota el perfil diferente de esta nueva administración? ¿Dónde está el sesgo Lula?

IS - Primero en la política internacional. Todas las acciones de Lula, junto con otros países (la situación actual de Argentina), aprovechar este momento de América del Sur, en que se está retomando el debate con respecto a la soberanía de los países del continente, una política externa buscando crear formas de alianza y negociación diferenciales, en el Mercosur, con los países andinos, con la Unión Europea, con China, India, Sudáfrica, para colocar el tema del ALCA con Estados Unidos en una manera de negociar totalmente diferente.

EC - ¿En qué sentido? ¿Qué es lo que el gobierno Lula quiere cambiar de la forma de negociación del ALCA?

IS - En el sentido, primero, de superar las negociaciones bilaterales, que son profundamente desfavorables para los países sudamericanos en relación a los intereses de Estados Unidos. Es forzar la negociación en bloque del conjunto de los países.

La otra posición muy clara de Brasil, adoptada por el Mercosur es: si Estados Unidos envía a la OMC lo que nos interesa (como los productos agrícolas), los países del Mercosur envían a la OMC lo que le interesa a Estados Unidos (compras gubernamentales, la cuestión de las patentes...) Entonces es una posición de enfrentamiento diferente, más soberana. Esto es muy importante para nosotros.

EC - Usted destaca la política exterior como aspecto diferencial de la administración Lula. ¿Y hacia adentro?

IS - Esto tiene reflejos al interior.

EC - ¿Por ejemplo?

IS - Otra cuestión ligada a esta política exterior es el cambio de perfil de la deuda brasileña, desvinculándola del dólar y alargándola. Esto nos da condiciones muy diferenciadas en la relación con el Fondo Monetario Internacional (FMI). En diciembre de este año Brasil termina el préstamo del FMI y no podremos tomar nuevos préstamos. Esta posibilidad existe. Si quisiéramos un nuevo préstamo, obligatoriamente podríamos otras condiciones, principalmente en las cláusulas que prohiben las inversiones de las empresas del Estado.

EC - ¿Qué es lo que dicen esas cláusulas que el gobierno Lula quiere modificar?

IS - El FMI establece en los acuerdos que las inversiones que hacen las empresas públicas son consideradas como gasto y son contabilizadas de una vez, no a lo largo del tiempo en que se paga esa inversión. Esto ata totalmente a nuestras empresas estatales. Hoy tenemos recursos en nuestros órganos de financiación –Banco Nacional de Desarrollo, Caja Económica Federal–, pero por las cláusulas del FMI no podemos usarlos para inversión porque son contabilizados como déficit. Esto nos afecta porque son obras como usinas, calles, saneamiento, que son profundamente necesarias, que generan mucho empleo pero que no podemos hacer. Tenemos el dinero y no podemos hacerlas.

Hay un movimiento vinculado con esta política exterior de Brasil de reacción en toda América del Sur contra esa regla del FMI. Incluso hay posicionamientos de los países, Kirchner ya se manifestó, Chávez y varios otros países ya manifestaron que esas reglas del FMI tienen que cambiar. Este fin de semana pasado tuvo lugar una importante reunión de los órganos de financiamiento de América del Sur, BNDES (Banca Nacional de Desenvolvimento), el órgano de cooperación de los países andinos, la Fonplata, que tiene que ver con el financiamiento de los países del Plata y el principal tema fue ese: las reglas del FMI deben ser modificadas para liberar las inversiones en infraestructura, tan necesarias para el desarrollo de nuestros países.

***

EC - Pasemos a un tema que ha acaparado el debate político en las últimas semanas en Brasil: la reforma previsional para los empleados públicos. ¿Por qué es vital para la administración Lula?

IS - Es vital para el país, para Brasil.

EC - Lula está impulsando dos reformas este año como prioritarias: la reforma tributaria y la reforma previsional. Hablemos primero de esta, que ya tuvo un primer paso de aprobación en el Congreso.

IS - Es importante saber que en Brasil tenemos dos regímenes de previsión, uno para los trabajadores privados y otros para los trabajadores públicos, con muchas diferencias; grandes y profundas diferencias. Desde el monto de la jubilación, el cálculo, las reglas, todo es totalmente diferente. ¿Quién banca las diferencias?: la caja del gobierno federal, de los gobiernos estaduales y los municipios. Por tanto, el dinero que paga las diferencias entre los dos regímenes es dinero que deja de ser aplicado a otras áreas, como educación, salud, otras necesidades.

El objetivo de la reforma fue intentar aproximar las reglas y los montos de jubilación de los dos regímenes, y eso afecta a una parte de los funcionarios públicos, principalmente aquellos de mayores niveles salariales.

EC - Usted conoce el tema de cerca porque es empleada pública en su condición de docente.

IS - Sí, soy profesora. No fue algo fácil, no es fácil hacer esto.

EC – Los funcionarios públicos ya llevan un mes de huelga

IS - Sí, un mes. Es difícil porque esta situación ha terminado dando lugar incluso a enfrentamientos de poderes, ya que los jueces fueron bastante afectados por esta reforma y en la pulseada hubo muchas amenazas, llegó a haber chantajes insinuando que las decisiones judiciales podrían ser afectadas.

No es un proceso fácil para el gobierno Lula.

EC - Lograron sacar la ley en la primera Cámara.

IS - Sí; ahora va al Senado.

EC - Pero necesitaron los votos de la oposición.

IS - Sí, incluso porque tuvimos ausencias importantes de votos del PT. Tres diputados del PT votaron en contra y ocho se abstuvieron.

EC - ¿Qué posibilidades hay de que la ley salga en el Senado? Porque las presiones continúan…

IS - Continúan. En el Senado vamos a tener una presión de negociación fuerte a causa de la reforma tributaria, la división de los impuestos entre la unión, estados y municipios. En el Senado tenemos muchos ex gobernadores que defenderán los intereses de los estados en la división de los tributos y usarán ese tema para presionar a cambio de los votos para la reforma previsional.

(...)

Ocurre que la reforma previsional es fundamental para los estados, para los gobernadores; la precisan más que el gobierno federal. El problema del pago a trabajadores y jubilados en los estados es mucho más pesado que en el gobierno federal, por lo tanto todos los gobernadores quieren la reforma previsional, pero van a usar los votos que tienen en el Senado para obtener ventajas en la reforma tributaria. Es un tablero de ajedrez muy complejo y difícil.

EC - ¿Cómo evalúan el desgaste que estas negociaciones, particularmente las de la reforma previsional que fue la primera, han provocado al gobierno en dos planos: en la relación con la CUT y en la relación interna del propio PT?

IS - Con la CUT menos porque los trabajadores privados no fueron afectados por la reforma: al contrario, tienen ventajas, beneficios, en el techo de las jubilaciones de mayor valor y porque los trabajadores informales, que no tienen previsión social, van a poder contribuir con un valor pequeño e inscribirse en el régimen de previsión social. Por lo tanto para los que no son funcionarios públicos, que son la gran mayoría, la reforma es muy positiva, muy buena. Por eso tenemos problemas con los funcionarios públicos, pero tenemos mucha aprobación por parte de la población en general.

EC - Pero la CUT, ¿no abarca a los dos sectores?

IS - Sí. La CUT está muy dividida también, porque los sindicatos de los trabajadores privados apoyan la reforma. Tenemos problemas internos en el PT porque hay muchos parlamentarios ligados al funcionariado público; no sólo yo, varios.

EC - Usted es una de ellos, pero vota a favor.

IS - Voto a favor, me quedo con la mayoría.

EC - Hay otros que no votan.

IS - Otros que no.

EC - ¿Cómo procesa el PT todo este tema de la disidencia interna?

IS - Los tres diputados que votaron en contra no pueden quedarse en el Partido. No pueden quedarse. Incluso porque la división, la disidencia, no es de hoy sino mucho más antigua, de años. Esta fue la gota que desbordó el vaso, pienso que se va a adoptar esa medida.

EC - ¿Se los va a expulsar directamente?

IS – Sí; esa tendrá que ser la decisión, la expulsión.

EC - ¿Cuánto pesan los sectores más radicales del PT? ¿Qué importancia tiene esta fractura?

IS - Es pequeña, son tres diputados en 93. El problema es que hacen mucho barullo, son tres pero muy barullentos y está claro que generan problemas políticos porque el gobierno Lula es una alianza entre varios partidos. Los otros partidos se excusan usando a los rebeldes del PT: “No lo vamos a hacer o exigimos más cosas, porque ustedes no controlan a todos los suyos”.

EC - Esa es una de las razones por las cuales es necesario ir a la expulsión.

IS - Exactamente; para tener unidad. Si no, es muy difícil llevar el gobierno, porque el gobierno Lula no tiene mayoría ni en Diputados ni en el Senado: es una mayoría que se construye mediante conversaciones, mediante negociaciones. Es por eso que la unidad del PT es imprescindible.

EC - De todos modos, si bien usted dice que son sectores francamente minoritarios, al salir del PT achican el apoyo directo del gobierno. ¿Qué pasa en el futuro con la gobernabilidad?

IS - La gobernabilidad fue puesta a prueba en la votación de la reforma y la evaluamos como muy positiva, porque gobiernos anteriores… Claro que la propuesta era diferente, la reforma aprobada por el gobierno Lula es muy diferente de la reforma anterior de Fernando Henrique por varios motivos, principalmente porque incluye a los que no tienen previsión social, les da un derecho a los trabajadores de la economía informal que no están registrados. Hacer esto en siete meses es una victoria política, es una victoria de gobernabilidad, principalmente para quien comenzó sin tener esta mayoría, construyó esta mayoría en el camino.

EC - Otro frente de discrepancias, de tensiones, que el gobierno Lula ha tenido que manejar en estos meses es el del Movimiento de los Sin Tierra.

IS - En relidad son tres problemas. El de los sin tierra, sumado al de los sin techo y el de los sin empleo.

EC - En particular se puso dura la relación con el Movimiento de los Sin Tierra, al punto de que informes de prensa de este fin de semana señalan advertencias que ha recibido el presidente Lula sobre la posibilidad de que algunos de los integrantes del MST terminen incursionando en algo parecido a una guerrilla, un movimiento armado. Esa sería la alternativa más extrema. ¿Cómo maneja el gobierno estos frentes sociales, más allá de lo sindical?

IS - Primero con gran preocupación, porque son demandas reprimidas por siglos. Brasil es uno de los pocos países del mundo que no hizo reforma agraria. El uno por ciento de los propietarios de tierras es propietario de más de la mitad de las tierras agrícolas del país. Es una injusticia insostenible. Es una situación histórica. Ahora, con un gobierno de centro-izquierda, la demanda es muy fuerte. Hay un sector de los grandes propietarios de tierras, de los ruralistas, de los latifundistas, que es muy conservador y se está armando en el campo, en milicias.

EC - Para frenar las invasiones de sus tierras.

IS – Pero una buena parte de estos latifundistas falsificó documentos décadas atrás para apropiarse de las tierras.

Es una situación muy delicada, muy tensa. El gobierno Lula toma medidas concretas de asentamiento en este segundo semestre, ya hay un relevamiento de tierras públicas pasibles de ser incluidas en la reforma agraria. En el caso de los que se han apoderado ilegalmente de las tierras ya hay mecanismos para intentar recuperar por lo menos una parte, lo que significa enfrentamientos con estos grandes propietarios. Hay una acción del gobierno para encaminar la reforma agraria.

El tema de los sin techo y los sin trabajo es más delicada, en los dos casos necesitamos financiación de recursos para poder desarrollar políticas. Y aquí entra la famosa discusión inicial, la historia del FMI, porque en el caso de los sin techo si la cláusula que prohibe las inversiones fuera levantada tenemos recursos en la Caja Económica Federal para invertir en proyectos de habitación popular significativos que hoy están retenidos, no se los puede usar. En el caso de la prohibición para las empresas públicas de hacer inversiones, también tendríamos recursos para grandes obras, carreteras, usinas, que generarían muchos puestos de trabajo.

El problema de la reforma agraria está siendo encaminado, tenemos condiciones para encaminarlo. La cuestión de los sin techo y los sin trabajo es una política más compleja, abarca toda esa política internacional del gobierno Lula de la que hablábamos más temprano.

EC - El problema de cómo se computan los créditos para municipios, por ejemplo, a los efectos de invertir en complejos de vivienda.

IS - Por eso hemos puesto tanto énfasis en las cuestiones internacionales. Lula ha dedicado prácticamente la mitad de su tiempo a las cuestiones internacionales, porque el principal estrangulamiento de los problemas brasileños pasa por soluciones internacionales con el FMI, con las políticas de relaciones económicas y comerciales, Mercosur, ALCA, Unión Europea. Es una acción de gobierno muy claramente articulada con lo global, no sólo hacia adentro.

EC - Quería preguntarle también por el Plan Hambre Cero, que fue otra de las apuestas fuertes del gobierno Lula apenas asumió. Todo indica que ha tenido problemas serios en su implementación. ¿Cómo viene?

IS - Como programa estamos alcanzando un quinto de los municipios con resultados bastante positivos. El proyecto no es sólo dar comida sino generar las condiciones en los municipios para que la población salga de la condición de miseria. Es alfabetización, profesionalización, generar condiciones de trabajo y renta locales. Es un proceso más lento. Con la participación de la comunidad en la fiscalización de los recursos ya identificamos, en todos los municipios donde ya está funcionando el programa, a beneficiarios que no lo precisaban, parientes, amigos, gente que no necesitaba ser atendida; alrededor de un quinto eran personas que no necesitaban. Esto fue posible porque la fiscalización es hecha por la propia comunidad que conoce a todo el mundo y sabe quién es pariente, quién es amigo. El programa va caminando positivamente.

EC - Pero más lentamente de lo que el propio gobierno esperaba.

IS - Más lentamente porque es complejo, si fuera sólo colocar comida sería fácil, pero no es sólo eso.

***

EC - Hoy a las 15 y 30 el programa del seminario incluye una mesa redonda en la que participarán los representantes argentinos, paraguayos y brasileños, más los senadores Rafael Michelini y Reinaldo Gargano por Uruguay.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón

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