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El P. Nacional tras el naufragio de la Rendición de Cuentas
Senador Francisco Gallinal (C. Wilsonista): Al P. Ejecutivo no le interesaba la aprobación del proyecto, así que no había margen para negociar la reducción del IRP. Hay que insistir en una política económica anticíclica, que hasta el FMI reclama al gobierno.
EN PERSPECTIVA
Lunes 18.08.03, 07.37.
EMILIANO COTELO:
Se confirmó el viernes lo que se venían anunciando la semana pasada: naufragó en la Cámara de Representantes el proyecto de ley de Rendición de Cuentas elaborado por el Poder Ejecutivo.
ALFREDO DANTE:
El gobierno manifiesta su intención de presentar muchos proyectos en otros planos, pero la incertidumbre quedó planteada porque la Rendición de Cuentas no contó con los votos del Partido Nacional, como tampoco del Encuentro Progresista, el Nuevo Espacio ni del Partido Independiente. Sólo apoyaron el proyecto los diputados del gobernante Partido Colorado y el nacionalista Álvaro Alonso. En el debate, los legisladores colorados reafirmaron su posición contraria a disminuir los ingresos o incrementar los gastos. También expresaron su voluntad de seguir negociando otras medidas, a pesar del resultado de la votación.
EC – El efecto práctico de que el proyecto de ley de Rendición de Cuentas no haya prosperado en el Parlamento es poco: en los hechos, es como si se lo hubiese votado: permanecen las normas presupuestales que están vigentes ahora. Desde el punto de vista político, hay otras lecturas.
Estamos en comunicación con el senador Francisco Gallinal, de Correntada Wilsonista, Partido Nacional. Esta es la primera vez desde 1985 en que un proyecto de Rendición de Cuentas no pasa al Senado. ¿Cómo analizan el episodio, qué gravedad le asignan?
FRANCISCO GALLINAL:
No es una buena señal, sobre todo en un momento en que el país trata de generar precisamente señales de recuperación, en vistas de inversión. Pero le diría que esta Rendición estaba condenada al fracaso desde el día mismo en que ingresó a la Cámara de Representantes. Porque el Poder Ejecutivo no le dio la trascendencia que debió darle: es la última Rendición de Cuentas, era una oportunidad importante –después de haber logrado la reprogramación de la deuda externa— para buscar algunas reformas estructurales que el país está necesitando, y tampoco puso mucho interés durante toda su discusión en la Cámara en llegar a un acuerdo. Por eso incluso le diría que, si el resultado iba a ser el que en definitiva fue, y todos lo advertíamos, mejor que haya sido el viernes al vencer en la Cámara de Representantes, y no prolongar una agonía por 45 días más, como hubiera supuesto movilizaciones y todo lo que conlleva una Rendición de Cuentas. No vi de parte del gobierno un interés manifiesto en llegar a un acuerdo, pese a que las negociaciones se prolongaron hasta las últimas horas de la jornada del viernes.
EC – Respecto a algunos planteos del Partido Nacional, el Partido Colorado, el Poder Ejecutivo, dio señales de aproximación. Concretamente, con el pedido nacionalista de eliminar el adicional del Impuesto a las Retribuciones Personales (IRP) para la franja comprendida entre tres y seis Salarios Mínimos Nacionales, ...
FG – Fue la única señal.
EC – ...el anuncio fue que sería contemplado a partir del 1º de enero de 2004, y que recién se podía derogar para la franja de seis a 10 SMN después del 1º de julio de 2004, si se logra un equilibrio de las cuentas públicas. Eso fue lo el gobierno se mostró dispuesto a hacer, aunque no se quería tocar el proyecto de Rendición de Cuentas, no se quería abrirlo, y en todo caso dejar la posibilidad de otro proyecto de ley. Al gobierno le parecía importante dar el mensaje político de que la Rendición no se tocaba, para evitar el riesgo de aumento del gasto, etcétera.
FG – Nosotros estábamos dispuestos a no abrirla. En todo caso, si pedimos para abrirla antes de que la enviaran, no era para aumentar el gasto sino al contrario, para encontrar caminos para reducirlo pero con un criterio de mayor análisis, en lugar de las reducciones que se hacen a vuelo de pájaro, y que muchas veces generan injusticias.
La única disposición que mostró el gobierno en relación al adicional del IRP fue –como usted señala— para la primera franja, de tres a seis SMN, que tenía un costo de U$S 5 millones, y para la franja siguiente se reservaba la facultad de bajarlo desde mediados del año que viene siempre que le dieran determinados números. Pero aún en ese caso no estaban dispuestos a eliminar el adicional que corresponde a los pasivos.
EC – ¿Qué era lo que el Partido Nacional reclamaba en materia de IRP: la eliminación lisa y llana del adicional para todas las franjas salariales?
FG – O por lo menos la eliminación gradual a partir del 1º de enero de 2004, y que fuera contemplando las máximas franjas posibles. Si llegábamos hasta 10 SMN incluyendo a los pasivos, era un gran paso que nos podía motivar a votar el proyecto: estamos hablando de un poco menos de U$S 30 millones, incluyendo a los pasivos.
De todas maneras, para nosotros la discusión por la eliminación del adicional no termina aquí. Todavía tenemos instancias parlamentarias: Uruguay está necesitando urgentemente una reforma tributaria, y quizá esa sea la oportunidad para conversar la posibilidad de ir reduciendo el adicional al IRP; incluso me comuniqué anoche con el ministro Atchugarry porque me parece que, agotada la instancia de la Rendición de Cuentas... Que tampoco era un elemento de presión para nosotros.
EC - ¿Qué quiere decir?
FG – El gobierno tampoco tenía mayor interés ni le preocupaba en demasía la no aprobación. Quiere decir que exigir la reducción del IRP contra el voto de la Rendición de Cuentas no era un elemento de presión suficientemente fuerte.
EC – Pero, para la opinión pública, para el mercado, incluso para los organismos internacionales, el hecho de que no prospere el proyecto, el hecho de que el Partido Nacional –que se alejó de la coalición de gobierno— adopte ahora una posición tan dura en una instancia importante desde el punto de vista simbólico como la Rendición, ¿no cree que deja un mensaje de inquietud respecto al futuro de la gobernabilidad?
FG – Sí... sí. Veremos qué actitudes se toma en el futuro. No creo que sea un mensaje duro del Partido Nacional. Me parece que si el Uruguay quiere aprovechar la reprogramación de su deuda como una nueva oportunidad para el país, debe generar espacios de reactivación y no seguir en lo que hemos estado hasta hoy, en que a la recesión le sumábamos ajuste, y como consecuencia del ajuste teníamos más recesión. Tenemos que generar algún tipo de política económica anticíclica, que promueva mayor actividad, que ayude al consumo, y por ahí vendrá la reactivación. Por eso estábamos planteando la eliminación de este adicional al IRP.
Por eso también hablamos ayer con el ministro Atchugarry, a ver si podemos estudiar primero la posibilidad de una reforma tributaria en el plazo más corto posible, y segundo generar algunas leyes que están bastante avanzadas en ambas Cámaras, como las que se refieren a las Cajas de Jubilaciones y Pensiones Profesional y Policial, la ley de crédito con fideicomisos y warrants, a ver si los podemos aprobar rápidamente, y de esa manera ayudar a dar señales en el mismo sentido de la reactivación que estamos buscando.
EC – Señales en el sentido de la reactivación, ¿y señales también de que el Partido Nacional no queda ubicado en la vereda de enfrente?
FG – Es que tenemos que ayudar a que el Partido Nacional siga manteniendo una actitud de buscar soluciones con mayor profundidad, sobre todo en este año 2003, que tenemos que aprovechar al máximo. En eso, la Rendición de Cuentas no genera mayores dificultades: queda vigente el Presupuesto, tenemos instancias para dar señales de esas características.
EC – A su vez, el Directorio del Partido Nacional está considerando iniciativas a proponer en estas semanas para la agenda parlamentaria. El Herrerismo lo está proponiendo, y su sector ¿cómo lo ve?
FG – Muy bien, muy bien. Lo que pasa es que también se necesita de respuestas que ayuden de parte del gobierno y una actitud más proactiva: no estar jugando siempre a la defensiva, como lo vinimos haciendo obligados por las circunstancias y por los momentos tan difíciles que vivió el país en el transcurso del año pasado.
De nuestra parte habrá la mejor disposición; hemos reclamado en más de una oportunidad que se adoptara definiciones muy concretas en materia de inversión social, que ahora hasta el propio Fondo Monetario Internacional está reclamando al gobierno una actitud más contundente en esta materia, y tampoco hemos recibido muchas señales como las que hubiéramos querido. De eso también estuvimos hablando con el ministro de Economía, y esperamos una mayor reciprocidad de parte del gobierno.
EC – ¿Han quedado en alguna reunión, en algún espacio de comunicación, de diálogo, para aceitar estos acuerdos?
FG – Sí; quedamos en promover una reunión de coordinadores de bancada del Senado y de Diputados de todos los partidos, porque por lo menos en una primera lectura varios de los proyectos de ley que están a mitad de camino en una u otra Cámara (que son a los que le hacía referencia) bien pueden contar con el respaldo de todos. Probablemente esas reuniones tengan lugar en las próximas horas.
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Transcripción y edición: Jorge García Ramón
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