|
Ola de atentados en Irak
Desde Washington, politógo Fernando López Alves: Algunos consideran que se fortalecerá la posición de EE.UU. pero probablemente aumente la militarización y el caos social.
EN PERSPECTIVA
Miércoles 20.08.03, 09.15.
EMILIANO COTELO:
Ayer, mientras a nivel nacional trascendía el relevo de Alejandro Atchugarry en el Ministerio de Economía, desde el exterior impactaba la noticia del coche-bomba que hacía volar el cuartel general de la ONU en Bagdad, dejando 17 muertos, entre ellos el principal representante de la organización internacional en Irak, el brasileño Sergio Vieyra de Melo.
Este episodio no es un hecho aislado: se suma a una cadena de atentados que se sucedieron en la última semana y que dejaron, por ejemplo, a 300 mil personas en Bagdad sin agua corriente por la voladura de un acueducto; un periodista de la agencia Reuters muerto por disparos de militares estadounidenses y un importante oleoducto destruido e incendiado.
Sobre esta coyuntura, cómo se está viviendo el momento en Irak en esta etapa pos invasión y bajo el control de las autoridades estadounidenses y británicas, más la incipiente participación de Naciones Unidas, vamos a conversar con el politólogo Fernando López Alves, nuestro colaborador en Washington.
***
Una noticia realmente fuerte la de ayer, no sólo por las dimensiones del atentado, sino por el hecho de que tuviera como destinatario el Cuartel General de las Naciones Unidas.
FERNANDO LÓPEZ ALVES:
A este atentado, en este momento, el Departamento de Estado lo está relacionando con dos anteriores: uno que tuvo lugar en Indonesia hace unas semanas, en Yakarta, que fue una explosión muy grande, de este tipo, también un camión cargado de explosivos; después uno similar en la embajada de Jordania, y ahora este otro, también con un camión explotando en las puertas de una institución que, como Naciones Unidas, había rehusado tener seguridad alrededor, había rehusado la protección de las tropas aliadas o estadounidenses dentro de Irak porque pensaba que de esa manera estaba mucho más en contacto con el pueblo al cual quería llegar.
Este es un precedente, va a cambiar muchas cosas. Va a cambiar, por supuesto, la política de Naciones Unidas y el Consejo de Seguridad en cuanto a qué tipo de protección sus enviados van a tener, con o sin tropas, cuando vayan al exterior.
Y sobre todo está cambiando, increíblemente, la política de Estados Unidos dentro del Departamento de Estado, en la Casa Blanca un poco, en cuanto a la perspectiva de cuál va a ser el proceso iraquí.
EC - Una pregunta que no sé si puedes responder, pero que todos nos hacemos. ¿Por qué la violencia se destina a la ONU, que ingresa a Irak para colaborar en la reconstrucción del país? ¿Qué se está buscando: justamente alejar a la ONU, dejar que el problema quede en manos exclusivamente de las fuerzas que llevaron adelante la invasión? ¿Cómo hay que interpretarlo?
FLA - La interpretación más evidente es que es un atentado que nos dice que lo que hay detrás es el rechazo a la presencia de cualquier tipo de occidental dentro de la Tierra Santa; es parte de lo que la gente que perpetró el atentado en la embajada de Jordania dijo: que no se identificó ningún grupo en particular como responsable; es parte de crear confusión y caos en una situación donde uno pensaría que el color azul de Naciones Unidas era suficiente para parar ese tipo de atentados.
En el fondo no sabemos muy bien si estos grupos están conectados, si hay conexión entre esto y lo de Israel (creo que no la hay); no sabemos muy bien si es verdad lo que dice la administración de Estados Unidos en este momento, sobre todo el gobernador que puso en Irak, que esto es obra de extranjeros infiltrados dentro del territorio iraquí; identifican 100 extranjeros posibles en este momento que pueden estar detrás de este atentado.
Está todo muy confuso; la única cosa clara es que evidentemente hay intención de mostrar que no es bienvenido quienquiera que sea que venga del otro lado del mundo.
EC - Yo mencionaba que hace muy pocos días ocurrieron otros hechos fuertes, atentados de otras características, primero afectando un acueducto, también un oleoducto que comunica Irak con Turquía… Todo este contexto de resistencia casi permanente, de hechos de violencia contra la presencia, ya sea de las fuerzas aliadas, incluso ahora también de Naciones Unidas, ¿cómo es evaluado desde el Departamento de Estado?
FLA - Tuve ayer, tarde por la noche, dos conversaciones interesantes con dos personas del Departamento, quienes me dijeron cosas que no esperaba. Una de las personas me dice que están muy optimistas en este momento.
EC - ¿Cómo es eso?
FLA - Claro: nadie puede estar optimista con esta terrible masacre, pero están optimistas en el sentido de que esto demuestra, para ellos, que los atentados terroristas en Irak no discriminan a nadie, que son no solamente contra las fuerzas de invasión sino contra cualquiera que quiera llevar paz; piensan que el atentado va a despertar la simpatía internacional hacia las fuerzas de orden dentro de Irak y va a despertar una solidaridad de naciones; piensan que en las próximas semanas van a tener un apoyo militar internacional que estaban buscando y no se les había dado.
Es una opinión, por supuesto, pero que alguna gente mantiene bastante firmemente dentro del Departamento de Estado, incluso en la Casa Blanca. Creo que Condoleezza Rice puede ser identificada como una persona que puede pensar en esta dirección. No he hablado con ella, pero me la imagino pensando en esta dirección: “Ahora sí vemos y demostramos que estos terroristas son realmente tales, no es una lucha de liberación nacional que tienen en mente, sino simplemente la destrucción de todo aquello que pueda beneficiar a Irak”.
La otra posición es un poco más pesimista -siempre hay una optimista y otra pesimista-, y dice que Estados Unidos tiene una agenda demasiado grande para el año 2003. Bush se ha puesto como meta de este año la solución parcial del conflicto israelo-palestino -con el atentado que tuvimos ayer evidentemente eso se va a retrasar-; se había puesto como meta terminar la reconstrucción de Afganistán y establecer un gobierno estable, democrático o electo dentro de Irak, cuando en este momento hay un consejo de 25 miembros que tiene el apoyo de algunos sectores de la población pero no de todos y el gobernador sigue siendo una persona puesta por Estados Unidos.
La administración de Bush no va a poder cumplir esta agenda para 2003; es demasiado compleja y con muchos detalles. Los pesimistas dicen que esto vino a romper mucho más la calma relativa que podíamos tener en Irak para poder establecer el Consejo de Seguridad o un gobierno interino.
EC - En cuanto a las Naciones Unidas, ¿cómo podemos situar los pasos que estaba dando recientemente; de qué manera se estaba metiendo en la reconstrucción de Irak y cuánto puede cambiar eso ahora?
FLA - Creo que va a cambiar en cuanto a dos o tres cosas. Primero, la gente que van a poner como responsable de los programas de ayuda y de la diplomacia dentro de Irak, esos funcionarios ya estaban elegidos: había una lista de siete funcionarios top que iban a ir a ayudar a Vieyra de Melo en la reconstrucción de Irak. Eso se paró, no van a arriesgar a estos funcionarios. Vieyra de Melo era un potencial sucesor de Annan en las Naciones Unidas, y esto ha sido un golpe muy duro. No van a Irak ni esos ni otros experimentados que había; quiere decir que van a operar con fuerzas con mucha menos experiencia en el campo de Reconstrucción de Estados -así se llama dentro de Naciones Unidas a este tipo de empleo, que uno va a un lugar y trata de reconstruir una nación de la nada-. Por orden del Consejo de Seguridad no va a haber ninguna posibilidad de que miembros de Naciones Unidas estén desprotegidos, no importa dónde estén: va a haber un cerco militar, una especie de asociación militar con Naciones Unidas, que es lo que justamente se ha querido evitar antes.
El otro problema de Naciones Unidas es que no puede dejar de ir a Irak ni limitar sus funciones porque su futuro como entidad y como institución en cuanto a qué va a hacer en el mundo del futuro depende de que haga algo hoy. No hacer nada y evacuar las personas que están Irak -600 en Irak, 100 en Bagdad- significa que está completamente inerte, que la amenazan y ya había sido dejada de lado en las guerras de Afganistán e Irak, que se pelearon sin su consentimiento.
EC - ¿Qué cabe aguardar en cuanto a la situación en Irak? ¿Qué va a pasar en el corto plazo?
FLA - En el corto plazo veo caos. En este momento dos de los 25 miembros del Consejo de Gobernación quieren renunciar a sus cargos. Veo una gran crítica internacional, sobre todo dentro de Estados Unidos, en cuanto a quién o cómo va a reconstruir ese Consejo, o sea este gobierno provisorio dentro de Irak. Va a ser un problema construirlo de una manera que satisfaga a todo el mundo. Veo más atentados en el futuro: esto está funcionando, desde el punto de vista de los terroristas es evidente que está funcionando, ha creado una situación internacional muchísimo más favorable al caos y a la torpeza del proceso de reconstrucción en Irak.
Puede ser por ahí que los optimistas en Estados Unidos tengan razón y pueda haber una fuerza internacional dentro de poco, dentro de dos semanas. Pero aunque haya una fuerza militar internacional se necesitan muchos soldados, demasiado personal para poder garantizar paz, y mucho menos prosperidad dentro de una nación que en este momento está siendo castigada por todos los costados. Tenemos casi un millón de personas en Irak viviendo fundamentalmente de la caridad pública, y los números siguen creciendo en vez de irse achicando. Entonces veo para las próximas dos semanas mucha inestabilidad, veo caos, veo que la poca tarea de reconstrucción que se estaba haciendo puede estar muy en peligro. Vamos a ver una militarización mucho mayor de la que teníamos hasta hoy.
------------------------------------
Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón
recomendar
esta nota
|
|