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Política exterior de Brasil busca fortalecer la relación sudamericana
Embajador de Brasil, Eduardo dos Santos: Para las futuras negocaciones se debe fortalecer al Mercosur y a la región. La negociación del ALCA es muy difícil, muy compleja y muy desigual. El propio nombre de ÁLCA es una contradicción: no es un acuerdo libre, porque EEUU no quiere discutir los temas sensibles sino transferirlos a la OMC, ni es de comercio porque hay otros aspectos como propiedad intelectual, ni es con las Américas, en realidad es una negociación con Estados Unidos.
EN PERSPECTIVA
Viernes 29.08.03, 09.00.
EMILIANO COTELO:
En estos primeros meses del gobierno de “Lula”, la política exterior de Brasil ha adquirido un dinamismo singular. En particular, Brasil aparece moviendo los hilos de las relaciones diplomáticas y comerciales entre los países de América Latina.
Veamos algunos ejemplos. La semana pasada, un representante de Itamaratí vino a Montevideo para poner en marcha el plan de sustitución de importaciones extra Mercosur por compras dentro del bloque. Paralelamente, la Cancillería brasileña apuraba a sus socios del Mercosur para concretar la asociación con Perú, un acuerdo que Lula finalmente firmó el lunes durante su visita a Lima. Pocas horas después el presidente brasileño llegaba a Caracas, donde por un lado respaldaba al gobierno de Hugo Chávez firmando convenios comerciales y de inversiones, y por otro se pronunciaba a favor del referéndum que viene impulsando la oposición. Nada más que algunos ejemplos de una agenda muy nutrida, cargada de viajes, negociaciones y contactos.
¿Cuáles son los objetivos en materia de política exterior, en particular para los países del continente? Vamos a conversarlo con el representante diplomático de Brasil en Uruguay, el embajador Eduardo dos Santos.
La semana pasada, Brasil lanzó el denominado “Programa de sustitución competitiva de importaciones”. Para ponerlo en marcha vino a Montevideo el director de Promoción Comercial del Ministerio de Relaciones Exteriores, Mario Villalba. ¿En qué consiste esta propuesta?
EDUARDO DOS SANTOS:
Este programa parte de una premisa fundamental: Brasil tiene un comercio superavitario con la gran mayoría de los países de América del Sur. No es el caso de Uruguay, con el que tenemos un comercio relativamente balanceado (actualmente Uruguay tiene un pequeño superávit) pero con la mayoría de los países tenemos superávit. Si estamos trabajando para una efectiva integración sudamericana, tenemos que considerar la necesidad de tener un comercio más balanceado, más equilibrado entre los países. Para eso necesitamos importar de nuestros vecinos, y para importar de nuestros vecinos es que creamos este programa, que es novedoso. Tradicionalmente las cancillerías, los ministerios de Relaciones Exteriores, tratan de promover sus exportaciones.
EC - Brasil está promoviendo las importaciones.
E dos S - Eso se hace a partir de estudios de mercado, de identificación de productos, cruzamientos de listas de exportación e importación, contactos con los agentes económicos, con las cámaras de industrias y de exportación, como ha hecho el embajador Villalba cuando estuvo en Montevideo.
Este programa es realmente clave para permitir una mayor confianza en la región y que Brasil pueda aprovechar realmente la gran ventaja que tiene en la relación comercial con sus vecinos, que es el tamaño de su mercado. Haciendo una autocrítica con perspectiva histórica, creo que Brasil no ha sabido utilizar hasta ahora lo que realmente es su gran ventaja en el comercio con sus vecinos, que es el tamaño de su mercado.
EC - ¿Qué quiere decir con “ventaja”? ¿Ventaja para qué?
E dos S - Ventaja para la región como un todo, para permitir que el comercio crezca en la región. Nosotros hemos sufrido una caída significativa en el comercio en la región, fruto de distintas crisis internacionales que vienen de otros centros del mundo, crisis financieras, crisis que afectaron a los mercados, a la credibilidad y que hicieron cambios en las políticas cambiarias. Eso todo ha generado un impacto negativo en las corrientes comerciales en la región. En el caso del Mercosur, en el caso de la relación Brasil-Uruguay, teníamos un comercio de casi 2.000 millones de dólares hasta 1998 y hoy estamos reducidos a menos de la mitad de eso. Es lamentable.
Nosotros creemos que los países vecinos, los países sudamericanos, tienen ofertas exportables que pueden acceder al mercado brasileño. Por eso nuestra preocupación es asegurar las condiciones efectivas para que esas exportaciones accedan al mercado brasileño y con eso permitan crear condiciones para que las economías vecinas, las economías sudamericanas puedan crecer, prosperar y llegar a un crecimiento sostenido.
EC - Es interesante el nombre del programa, “Sustitución competitiva de exportaciones”.
E dos S - Vamos a intentar importar de nuestros vecinos aquellos productos que estamos importando de otras regiones más desarrolladas del mundo, donde incluso hay fuertes subsidios para sus producciones, que perjudican a nuestras producciones locales. Es el caso del…
EC - No hablemos del arroz.
E dos S - …del arroz, sí. Es el caso de la cebada, por ejemplo; Brasil tiene un déficit de cebada, importa 600 mil toneladas de Europa, de Francia, a precios subsidiados, cuando Uruguay, por ejemplo, podría perfectamente abastecer al mercado brasileño porque tiene una producción importante de cebada, puede aumentar esa producción, que es una producción de calidad. Esto es una oportunidad concreta para afianzar las relaciones en el Mercosur. La empresa brasileña Ambev, que está en el mercado de cerveza aquí, ha decido hacer una nueva inversión en el sector maltero y de cebada, va a invertir 4 millones de dólares en esta área; para hacer eso tiene que importar cebada de Uruguay y con eso generar empleo, aumentar las divisas para el país y fortalecer nuestra relación comercial.
EC - ¿Cómo opera un programa de sustitución de exportaciones como este?
E dos S - Opera en primer lugar con mucha información; por eso vino aquí el director de Promoción Comercial de Itamaratí. Yo reuní en la embajada a representantes de distintos sectores del empresariado uruguayo, de la Cámara de Industrias, de la Unión de Exportadores, de Uruguay XXI, del LATU y de otros sectores, primero para explicarles nuestros objetivos y, segundo, haciendo estudios en contacto muy estrecho con la Cancillería uruguaya, con el director de Relaciones Comerciales, embajador Bordini, que lo recibió. Estamos promoviendo un esfuerzo conjunto, intercambiando información, intercambiando listas de productos que constituyen la pauta exportadora de uno y otro país. De manera que es un trabajo concreto, sencillo, que puede realmente generar oportunidades.
EC - ¿Brasil además financia de manera especial esas importaciones?
E dos S - En el caso de Brasil hay programas de líneas de crédito, sobre todo canalizados por el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES).
EC - Sí, de eso se habló hace pocos meses.
E dos S - Hay un gran énfasis ahora en apoyar, estudiar posibilidades de financiación en infraestructura. Este es otro campo que estamos fortaleciendo en la integración sudamericana, el sector de infraestructura. América del Sur tiene muchos nudos que romper para que su logística de comercio exterior sea más efectiva y permita una participación más competitiva. Para eso necesitamos crear mayores vinculaciones de transporte, de energía, de comunicaciones, de puertos; por eso el BNDES, junto con la Corporación Andina de Fomento, hicieron un encuentro en Rio de Janeiro en el que participó, por ejemplo, el ministro Lucio Cáceres por Uruguay, con otros representantes de países sudamericanos para presentar proyectos concretos de financiación en infraestructura. Uruguay presentó un par de proyectos que van a ser estudiados y posiblemente sean financiados por la caja del BNDES. Otros países también lo hicieron.
De manera que es otra iniciativa muy concreta por la cual estamos priorizando la relación con América del Sur, que es nuestra región, nuestro entorno inmediato, los países con los cuales vivimos por razones históricas y geográficas juntos y tenemos que continuar viviendo juntos en sintonía, en armonía, fortaleciendo nuestros lazos de cooperación y amistad.
***
EC - Siguiendo el repaso de los episodios que mencionaba en la introducción, fue notorio el interés de la administración Lula por concretar a paso acelerado el acuerdo Mercosur-Perú, aun cuando algunos de los socios del bloque, por ejemplo Uruguay, tenían todavía reservas porque algunos aspectos de los borradores en principio parecía que perjudicaban o no beneficiaban de manera clara a las empresas uruguayas.
El canciller brasileño, Celso Amorim, vino a esos efectos el viernes pasado a Montevideo a reunirse con sus colegas de la región, y como después de esos contactos las dudas persistían se terminó optando por firmar un acuerdo marco, que todavía tiene que continuar negociándose. Pero esto se logró habiendo pasado en el medio por la necesidad de llamadas telefónicas entre los presidentes, entre ellas de Lula a Batlle intentando convencerlo, según se publicó en la prensa.
¿Qué consideraciones políticas había de por medio; cuál era el motivo de ese apuro por parte de Brasil por firmar ahora con Perú?
E dos S - Yo puedo decir que en materia de política exterior el gobierno del presidente Lula realmente trabaja para los cambios necesarios que nos permitan crear condiciones mejores para un crecimiento, un desarrollo equitativo, justo, etcétera. Las negociaciones entre el Mercosur y la Comunidad Andina, y específicamente en el caso de Perú, se vienen arrastrando desde hace mucho. Nosotros no ignoramos las dificultades, por supuesto; hay dificultades, hay intereses contradictorios, hay temas complejos en la negociación comercial, porque así es, las relaciones comerciales hoy en día tienen esta particularidad, pero eso no nos desalienta para seguir trabajando para una efectiva integración. Ese acuerdo con los países andinos tiene una gran importancia estratégica.
Para Brasil, por ejemplo, los países andinos comparten con nosotros una frontera extensa, como es el caso de Perú, una frontera extensa en la Amazonia. Un acuerdo de libre comercio que reglamente el comercio entre nuestros países, entre las dos regiones, tiene una contribución efectiva para disciplinar el comercio, para impedir los ilícitos, el contrabando, cosas que realmente caracterizan a esta región y otras partes de América del Sur. De manera que tiene una importancia estratégica.
También tiene una importancia estratégica a la luz de las negociaciones comerciales externas. Buscamos fortalecer el bloque regional para que esto nos permita llegar a una negociación hemisférica en una posición de fortaleza.
EC - Las negociaciones del ALCA.
E dos S - Pensemos también en las negociaciones del ALCA y de la OMC, de la Unión Europea; también estamos desarrollando negociaciones a través del Mercosur. Por eso el presidente Lula ha dado una prioridad muy grande a la configuración de este acuerdo comercial con la Comunidad Andina, que configuraría un paso adelante en la integración sudamericana, que realmente reforzaría nuestros vínculos de comercio, de unidad en la región.
EC - En el caso de Perú, ¿había además la intención de… no sé: llevarle algo de aire fresco a un gobierno como el de Alejandro Toledo, que está pasando por serias dificultades internas?
E dos S - No me compete comentar eso, no quiero hablar de la situación interna de Perú. Pero por supuesto que tenemos relaciones muy estrechas con Perú, tenemos proyectos concretos de integración física por delante. Brasil tiene un interés muy grande en una salida al Pacífico, muchas regiones del norte y del centro-oeste de Brasil, particularmente la región norte, tienen interés en comunicarse más directamente con el Pacífico; para eso estamos completando las obras de integración física en la región.
Lo mismo que pasa acá, en la región del Mercosur: una buena parte de nuestra producción de soja puede venir de Matto Grosso por la hidrovía y salir por Nueva Palmira, en Uruguay; eso nos daría una disminución de los fletes, en lugar de llevarla por carretera hasta el puerto de Santos o Paranaguá, vendría por río, en barcazas, sería mucho menos costoso.
De manera que las obras de integración física en la región son necesarias para permitir mejores condiciones de competitividad para nuestros productos.
EC - Le preguntaba por lo específicamente interno de la situación política de Perú, tratado de buscar alguna otra clave para ese “apuro” que tuvo Brasil en suscribir ahora, por lo menos un acuerdo marco Mercosur-Perú, en esta visita de Lula.
E dos S - Lo que usted llama “de apuro” es una fecha que está fijada desde el año pasado. Ni siquiera la ha fijado el gobierno del presidente Lula: esto viene de gobiernos anteriores que fijaron el 31 de diciembre de 2003 para concluir las negociaciones entre el Mercosur y el CAN. Ayer, en las últimas 48 horas, estuvieron reunidos aquí en Montevideo, en la sede de la ALADI, los vicecancilleres de los países del Mercosur y de la Comunidad Andina para adelantar esas negociaciones. La conclusión del acuerdo con Perú por supuesto que significa un aliento, un estímulo para que esta negociación más global entre los dos bloques pueda concluirse de manera exitosa.
***
EC - Este hilvanado de contactos diplomáticos, con sus connotaciones comerciales y de inversiones, siguió unas horas después con el viaje del presidente Lula y su comitiva a Caracas. ¿Cuáles eran los objetivos de esa visita a Hugo Chávez?
E dos S - Igual que en Perú, nuestra relación con Venezuela tiene mucha relevancia: Venezuela es un país vecino, amazónico, que tiene con nosotros una relación muy estrecha y con el cual estamos reforzando muy concretamente las relaciones de integración física. Tenemos ya una interconexión eléctrica, la energía que hoy consume la ciudad de Manaos, en Amazonia, viene de la estación del Guri, de Venezuela, hay una línea de transmisión de energía, se construyó un tendido eléctrico desde Guri hasta Boavista para permitir que la región amazónica se beneficie con esta integración. Hay obras de ingeniería en las cuales empresas brasileñas están participando, como la construcción del metro de Caracas, como la construcción de un segundo puente sobre el río Orinoco. Hay otras obras importantes; y en el tema del petróleo también operamos, intercambiamos información, tenemos mucho interés: nuestro ente estatal Petrobrás y Pdvsa tienen una relación muy estrecha. De manera que hay una densidad muy grande en nuestras relaciones con Venezuela.
Por supuesto que llama la atención el tema político en Venezuela, la situación interna, pero eso no nos corresponde, es un tema de Venezuela, los venezolanos van a decidir qué hacer con el tema del referéndum. Lo que Brasil quiere políticamente en la región es que América del Sur se consolide como una zona de democracia, de unidad, de paz, donde se respete a las instituciones, las leyes. Ése es nuestro objetivo.
EC - Brasil integra el llamado “Grupo de amigos de Venezuela”, y precisamente Lula aclaró en Caracas: “Brasil es amigo de Venezuela, no de Chávez”. ¿Cómo se planta Brasil frente a la situación política interna que se vive en Venezuela, con ese enfrentamiento feroz entre el gobierno de Chávez y sus opositores?
E dos S - Las cuestiones internas de Venezuela son cuestiones de Venezuela. Nuestra visión, la lectura que hago de esas declaraciones del presidente es exactamente esa: Brasil apoya la consolidación de las instituciones democráticas en Venezuela, como en todos los países de América del Sur. Brasil quiere que no exista más la época del golpe, que tanta tragedia ha traído para nuestra región. Queremos fortalecer la integración a partir del fundamento, que es la democracia; sin democracia no hay integración, no hay cooperación, porque la democracia es la base del diálogo fraterno y constructivo entre los países.
EC - Llamó la atención, cuando consultaron a Lula sobre las referencias que Chávez hace frecuentemente a un fracaso que tendría la consulta popular, la instancia revocatoria prevista en la Constitución venezolana y promovida por la oposición; contestó que Chávez deberá favorecer la realización del plebiscito. Sonó como una injerencia en los asuntos internos, una jugada parecida a la que potencias como Estados Unidos, Francia o Gran Bretaña realizan en países de sus zonas de influencia.
E dos S – Repito: no quiero hacer consideraciones que atañen a la política interna de Venezuela. Lo que puedo comentar es que el tema de Venezuela ha sido objeto de un proceso de diálogo que ha involucrado a países amigos en el ámbito del sistema interamericano. Brasil ha participado y ha procurado apoyar constructivamente un proceso de conciliación y de armonía de la sociedad venezolana. Reconocemos las divisiones que hay en el país, por supuesto que le corresponde exclusivamente al pueblo venezolano resolverlas. Brasil como país vecino interesado en la estabilidad democrática en la región lo que puede hacer es apoyar estos esfuerzos e incentivarlos en la medida en que correspondan a los deseos del pueblo venezolano.
EC - Otra vez a propósito de Venezuela, Lula prometió a Chávez apoyarlo para un próximo ingreso de ese país al Mercosur. ¿Cuál es la estrategia general de Brasil en cuanto a la integración de nuevos países a este bloque?
E dos S - Venezuela ha dado señales claras en los últimos tiempos de que quiere vincularse más estrechamente al Mercosur. Brasil considera muy bienvenida esta iniciativa, su participación más activa como país sudamericano en el Mercosur, sea como miembro asociado inicialmente, sea otra forma que pueda tener esta vinculación; no olvidemos que Venezuela es un miembro de la Comunidad Andina, tiene que compatibilizar estas relaciones. En el caso de Bolivia, también miembro de la Comunidad Andina, esto no impidió que pueda participar en el Mercosur como miembro asociado.
Lo vemos muy bien, porque Brasil tiene también la perspectiva de una ampliación del Mercosur. Mercosur es un bloque que se consolida y se profundiza. Esta pauta de profundización es muy importante, es la pauta de prioridades que el presidente Jorge Batlle, en su calidad actual de presidente pro témpore del Mercosur, ha puesto muy en claro en la cumbre de Asunción; hay toda una agenda de tareas que cumplir para que el Mercosur llegue realmente a consolidarse como una unión aduanera, que es un bloque capaz de relacionarse de manera unida con otras partes del mundo.
Pero por supuesto que dentro de la perspectiva de nuestros intereses hay una posibilidad, un interés nuestro en el agrandamiento del Mercosur.
EC - ¿De una asociación de libre comercio de América del Sur, por ejemplo, algo de ese estilo?
E dos S - Esos son objetivos lejanos, la estrategia significa que queremos fortalecer la relación sudamericana. En el plano de comercio, por supuesto significa avanzar en los acuerdos comerciales con los países andinos. Ya tenemos un acuerdo con Perú, que puede ser un acuerdo todavía no completo, que necesita nuevos entendimientos, pero queremos avanzar en la negociación más amplia con la Comunidad Andina. El Mercosur tiene un acuerdo también con Chile. De manera que esta perspectiva de agrandamiento del Mercosur también es un dato concreto que está sobre la mesa.
EC - Todo en un momento en el cual los países de nuestra región tienen que enfrentar algunas negociaciones particularmente críticas, a las que usted ya aludió, esas negociaciones del ALCA, por un lado, y con un horizonte mucho más cercano, en setiembre, las negociaciones de la Organización Mundial del Comercio para la cumbre de Cancún, que se desarrollará del 8 al 10 de setiembre. Ahí hay una inquietud permanente del gobierno brasileño por unificar posiciones, en los dos carriles de tratativas.
E dos S - Exactamente, nuestra preocupación constante es, primero, fortalecer la unidad del bloque Mercosur en la negociación hemisférica. Esto ha sido una preocupación constante de nuestro canciller. Celso Amorim ha estado en Montevideo más de una vez, ya estuvo cuatro veces en Montevideo para hablar de este y otros temas. Hemos hecho un esfuerzo muy grande por coordinar y unificar nuestras posiciones en el seno del Mercosur para que podamos tener una posición de más fuerza, de más consistencia en la negociación hemisférica. Esto es nuestra prioridad. Creemos que si avanzamos en los entendimientos regionales podemos avanzar también en las negociaciones hemisféricas.
EC - El presidente Lula dijo en Lima que los países que negocien aisladamente con Estados Unidos y Europa saldrán derrotados.
E dos S - Realmente no creemos que el camino de una negociación bilateral sea la opción correcta. La negociación del ALCA es muy difícil, muy compleja y muy desigual, porque estamos negociando nada más ni nada menos que con la mayor economía del planeta. El ALCA en realidad es una negociación con Estados Unidos. Por eso hemos puesto mucho énfasis, al igual que el presidente Batlle, que el gobierno de Uruguay, en un acuerdo cuatro más uno. Realmente un acuerdo Mercosur-Estados Unidos sería una opción muy concreta y hemos hecho propuestas en ese sentido. Pero esta negociación cuatro más uno se daría en el ALCA. Hubo muchos malentendidos respecto de este tema, como si nosotros estuviéramos apartando de la negociación hemisférica. No hay que olvidar que ha sido Estados Unidos que creó las diferenciaciones en la región al proponer ofertas distintas para los países; propuso una oferta para el Caribe, diferente de la de América Central, diferente de la de los países andinos y el Mercosur, que ha sido la menos ventajosa.
Para nosotros, lo fundamental es acceder al mercado estadounidense; tenemos interés en eso, es el mercado más dinámico de la región. Brasil, al igual que sus socios del Mercosur, necesita acceder al mercado estadounidense, ahí tendremos buenas oportunidades de hacer crecer nuestras economías. Pero lamentablemente el ALCA no es una negociación sencilla: a veces el propio nombre de Área de Libre Comercio de las Américas genera una contradicción, malentendidos; el propio canciller Celso Amorim ha dicho recién una cosa muy interesante: este acuerdo no es libre, ni de comercio, ni siquiera es de las Américas. No es libre porque Estados Unidos no quiere discutir temas como antidumping, agricultura, rebajas arancelarias; quiere transferir los temas sensibles a la OMC. Nosotros queremos hacer un mercado sin estos temas, el acceso al mercado se restringe.
Segundo, el acuerdo no es sólo de comercio: hay reglas de discusión, hay cuestiones muy sensibles y delicadas, como propiedad intelectual, como compras gubernamentales, inversiones y servicios, reglas de origen... distintos temas. Entonces no es sólo de comercio que estamos hablando.
Por eso es importante tener esta perspectiva. Para negociar en el ALCA el gobierno de Brasil considera fundamental fortalecer la posición del Mercosur.
***
EC - Nos quedaría ver los intentos por una posición común del Mercosur en la OMC, con los cuales parecería Brasil no haber tenido todavía éxito, y ha trascendido a la prensa brasileña el malestar del gobierno Lula con posiciones de Uruguay...
E dos S - Para nosotros lo fundamental en la reunión de Cancún de la OMC es avanzar en el mandato de Doha y sobre todo en agricultura. Sin acuerdo, sin avance en el tema agricultura, no habrá una ronda de desarrollo como se ha decidido en Doha. Por eso quedamos preocupados con el estado de las negociaciones actuales en la OMC. Discutimos el tema en un grupo más grande de países, en el ámbito de un grupo donde están representados 20 países, donde en los temas de agricultura llegamos a coincidencias. Queremos llevar estas propuestas a Cancún porque consideramos esencial un acuerdo en agricultura.
EC - Todo esto que hemos estado conversando, ¿qué implica: que desde que Lula asumió Brasil se ha propuesto consolidarse como la potencia hegemónica en esta zona, un papel de ese estilo?
E dos S - Las palabras liderazgo, hegemonía creo que necesitan muchas calificaciones y no permiten ser utilizadas aisladamente. Yo prefiero una palabra distinta: responsabilidad. Brasil tiene efectivamente una responsabilidad en la región de América del Sur, porque es obviamente la economía más grande, la economía de la cual dependen en buena medida las perspectivas de desarrollo y crecimiento de la región. Si Brasil crece, toda la región va a poder crecer más también. Ese es nuestro esfuerzo. Ayer el presidente Lula anunció el nuevo presupuesto del país, donde hay una previsión de crecimiento para el año que viene, para el año 2004, de 3,5 por ciento. Esto es una buena noticia. Creo que vamos a tener un año mejor el año que viene, el país va a poder retomar el rumbo de crecimiento sostenido y con eso la región va a asegurar mejores perspectivas de desarrollo para nuestro bien y para fortalecer nuestra relación.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón
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