18.12.2005














La cocina criolla

Por la gastrónoma Silvia Ginerman

¿Existe la cocina criolla? ¿Uruguaya? ¿Rioplatense?

Al releer a los cronistas de la época de la colonia, con ánimos de pesquisa gastronómica, podemos formularnos esta pregunta: ¿existe, en realidad, una cocina uruguaya o argentina, o sólo contamos con una variedad de platos que, desde esos orígenes, y por obra del tiempo y las sucesivas corrientes inmigratorias fueron cambiando?

Si nos atenemos a la información, debemos reconocer que nuestra cocina se compone de un acervo bien reducido pero sabroso.

A principios de 1800, el abastecimiento de la ciudad de Montevideo estaba limitado a muy pocos productos. Su forma de vida austera obligó a las amas de casa a aguzar el ingenio para preparar diversidad de platos con pocos elementos.

Si vamos a los comentarios de Manuel de Bilbao, en su libro "Tradiciones y recuerdos de Buenos Aires", nos comenta que las comidas comenzaban con sopas de fideos o de pan. Le seguía el puchero de cola o de pecho, las carbonadas, el quibebe -que era una especie de zapallo machacado-, a veces algún pescado frito.

La verdura era escasa; abundaban el zapallo y el boniato. Aquí y en la orilla de enfrente, los platos más preciados eran los pasteles, las empanadas, el locro, las humitas y tamales. El pavo relleno y la pierna de cordero mechada se servían en ocasiones especiales. Los postres eran sencillos: mazamorra, arroz con leche, dulce de leche, torrejas y los famosos dulces caseros de zapallo o boniato y en Argentina, sobre todo al Norte, se destaca el de cayote.

La población indígena y africana que pudo haber en aquellas épocas aportaron poco a estas costumbres culinarias.

En nuestro país, si destacamos algún bocado como típico, nuestra mente va al asado en sus distintas presentaciones, la buseca, los dulces caseros, el dulce de leche y el arroz con leche.

Nos convidamos con recetas dulces, de "esas" recetas de las abuelas de antes... o tal vez de las de ahora también.


TORREJAS EN MANTECA

Ingredientes

6 rebanadas de pan "de ayer" (conviene que esté algo seco)
2 huevos
3/4 taza de leche
pizca de sal
1 cucharada de azúcar


Elaboración
Batimos apenas los ingredientes y pasamos las rebanadas de pan de ambos lados por el batido.

Calentamos manteca en una sartén y doramos cada rebanada de los dos lados.

Servimos calientes, rociadas con azúcar.


DULCE DE LECHE

Ingredientes

2 litros de leche
3/4 kg. de azúcar
1/2 cucharadita de bicarbonato de soda que disolvemos en
1/4 taza de leche


Elaboración
Calentamos la leche con el azúcar, revolviendo frecuentemente, hasta que el azúcar se disuelve. Cuando empieza a hervir, bajamos el fuego y agregamos el bicarbonato disuelto en la leche fría.

Cocinamos a fuego lento revolviendo muy seguido y, cuando empieza a espesar, continuamente.

Cuando empieza a tomar color tostado y se va espesando, retiramos del fuego. Ponemos una cucharada en un platito y, si toma consistencia, está pronto.

Es un disfrute muy especial.

Estos sabores y todos los que nos traen recuerdos familiares son gratos de llevar a la mesa con las historias incluídas.

Que se endulcen con los recuerdos y los sabores.

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