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Esfuerzo por encauzar el conflicto en Salud Pública
Tras la desocupación del Piñeyro del Campo, queda abierta la negociación de la Comisión de Diputados. Crónica y entrevistas con el director nacional de Salud, Diego Estol, y el presidente de la FUS, Jorge Bermúdez.
EN PERSPECTIVA
Miércoles 3.09.03, 07.38.
EMILIANO COTELO:
Estamos en el día 24 del conflicto en la Salud Pública, un día que marca un nuevo giro en esta pulseada entre la Federación de Funcionarios (Ffsp) y el Sindicato Médico del Uruguay (SMU) por un lado, y el Poder Ejecutivo por el otro.
ALFREDO DANTE:
El Ministerio de Salud Pública (MSP) notifica públicamente hoy la resolución del Poder Ejecutivo de 18 de agosto que declara esenciales los servicios a unos 4.000 funcionarios de los hospitales ocupados, y les emplaza (mediante un aviso de seis páginas en los diarios tabloides) a concurrir a sus lugares de trabajo en los horarios correspondientes.
El Gobierno manifestó "su disposición permanente al diálogo constructivo" en el conflicto de la salud, y a reanudarlo "tan pronto como cesen las nuevas ocupaciones", según dijo el Ministro de Trabajo y Seguridad Social, Santiago Pérez del Castillo.
EC - Lo más reciente es lo acontecido en el Hospital Hogar Piñeyro del Campo. El establecimiento fue desalojado esta madrugada y todos los empleados decidieron retirarse del local, dejando sin apoyo a los casi 300 ancianos internados. Desde el Hospital se informó más temprano a En Perspectiva que "sólo se quedaron algunos funcionarios", con el director Italo Fabio al frente, a cargo de la asistencia de los casi 300 ancianos internados.
El criterio utilizado desde ayer es: hospital ocupado, hospital desocupado. El procedimiento tuvo características similares al que se aplicó en el Instituto de Traumatología: una vez que el personal lo ocupa, se hace presente un grupo de policías, un funcionario de jerarquía notifica de la decisión por la cual, al amparo del decreto de servicios esenciales, se viene a recuperar el control del establecimiento.
AD - Todo parece indicar que este ejercicio va a continuar porque ayer, después del desalojo de Traumatología, el secretariado de la Ffsp resolvió aplicar lo resuelto en el último plenario: cada vez que un local sea desalojado, se ocupará otro. Y eso ocurrió ayer: cuando fue desocupado el Instituto de Traumatología, fueron ocupados el Piñeyro del Campo, así como los hospitales del Chuy, Salto y Artigas, y "en forma simbólica" el de Las Piedras.
EC - Rosario Castellanos está en el Piñeyro del Campo.
ROSARIO CASTELLANOS:
Estoy en la entrada del hospital. El portón de rejas sólo se abre para el ingreso de los funcionarios que vienen a cumplir sus funciones. Están ingresando con mucho desconcierto, porque algunos traían información de una asamblea que se iba a llevar a cabo en la propia Ffsp, otros que se iba a efectuar acá, otros ni siquiera sabían que se había producido la desocupación durante la noche... Según nos informó una funcionaria hablando a través de la reja, se encontraron con que no estaba casi ninguno de sus compañeros del turno anterior, y han ingresado a ocupar trabajando, como estaba dispuesto.
A través de la reja vemos al director del hospital, que se desplaza de un pabellón a otro, acompañado por otras personas de túnica blanca. No existe guardia policial extraordinaria a las puertas, sólo la que se encuentra habitualmente en la garita y que regula el ingreso a través de este portón automático. No se ve ningún vehículo policial, sí hay una ambulancia totalmente equipada que, según nos dijeron, fue enviada expresamente por el MSP para instalarla aquí aunque no saben para qué.
Eso es lo que vemos desde el portón de entrada del Piñeyro del Campo.
EC - ¿Tú decías que están ingresando funcionarios a cumplir sus tareas?
RC - Sí. Estamos viendo ingresar a los funcionarios del turno de la mañana, y uno de ellos se acercó a la puerta y nos dijo eso. Ni siquiera estaban informados sobre lo que ocurrió durante la madrugada: uno se retiró a medianoche cuando todavía no había ocurrido nada. Se están enterando ahora pero lucen sus uniformes y, por lo visto, piensan cumplir el trabajo en condiciones de ocupación.
***
EC – “Es responsabilidad del gobierno asegurar el cumplimiento de las normas que rigen la convivencia pacífica que tanto valoramos los uruguayos”, decía ayer el ministro de Trabajo, Santiago Pérez del Castillo en su alocución por cadena de radio y televisión.
(Grabación)
“Luego de varias semanas y numerosas reuniones, se arribó a un acuerdo, suscribiéndose un acta que fue firmada por representantes de la Federación de Funcionarios de Salud Pública, del PIT-CNT, así como por las autoridades de gobierno. Este acuerdo -una vez firmado- fue desconocido por los funcionarios quienes comenzaron a tomar medidas que han puesto en riesgo la salud de la población.
“La Organización Internacional del Trabajo ha afirmado en reiteradas oportunidades que son servicios esenciales aquellos que pongan en riesgo la vida, salud y la seguridad de toda o parte de la población. Y esta es exactamente la situación que estamos viviendo, por lo tanto, el gobierno ha tenido que actuar en consecuencia”.
(Fin de la grabación)
Desde ese momento, está pendiente saber cuál será la forma de encarar el conflicto a partir de ahora; qué cambia, qué posibilidad existe aún de lograr un entendimiento.
Estamos ahora en comunicación con el director nacional de Salud, doctor Diego Estol. Recién comentábamos la publicación de este aviso que ocupa varias páginas en los diarios, con la lista completa de funcionarios intimados a presentarse en sus lugares de trabajo. ¿Por qué estos avisos?
DIEGO ESTOL:
Creo que como producto de la situación a la que ha llegado el conflicto, en el cual se sigue haciendo todo tipo de gestiones para evitar que se agrave la situación. Hay momentos en los cuales, cuando se produce la desocupación de algún local, pueden darse situaciones en que la gente allí internada quede sin asistencia.
EC – O sea que el mensaje es “Vamos a desalojar los hospitales ocupados, pero apenas eso ocurra tiene que quedar el personal mínimo para cumplir con los servicios de esas instituciones”. ¿Es ese el esquema?
DE – Yo le daría otro mensaje. Diría que, en la medida en que hay que garantizar la continuidad asistencial de la población, y fundamentalmente en los hospitales donde hay ocupaciones, debe estar claramente definido quiénes son las personas que garantizan esa continuidad asistencial, empezando por la dirección del hospital, y por otro lado el personal imprescindible para asegurar esa continuidad asistencial.
EC – Dice hoy el diario El Observador que el gobierno manejó ayer la posibilidad de recurrir a los médicos y enfermeros militares para suplantar a los del MSP. Fue una alternativa que se barajó “frente a la amenaza del personal del Piñeyro del Campo de abandonar ese centro asistencial si la Policía lo desalojaba por la fuerza”.
DE – No; no es una eventualidad que se haya planteado ni se procedió a actuar en esa forma. A última hora de anoche, mucha gente del MSP, el propio ministro, la Comisión de la Cámara de Representantes, integrantes del PIT-CNT, de la propia Ffsp, generaron una situación que contribuyó fundamentalmente a abrir un compás de espera y no seguir agudizando una situación que a esa hora era bastante tensa, difícil, a un paso de llegar a un callejón... no sin salida, pero a una confrontación muy importante.
Pienso que los hechos...
EC - ¿Por qué dice usted que se estuvo al borde de una situación sin salida?
DE – Porque, producto por un lado de las desocupaciones por la necesidad de dar continuidad asistencial, y por otro lado la persistencia en ir ocupando otros centros en el país, se iba generando una situación bastante difícil para todos en cuanto a lograr una salida al conflicto. A última hora todas las partes contribuyeron a generar un ambiente que hoy da otra situación.
EC - ¿Qué fue lo que ocurrió, cuáles fueron esos gestos de última hora?
DE – Creo que se abre una instancia en la Comisión parlamentaria para buscar una solución definitiva. Todo el mundo contribuyó; no es una actitud unilateral de alguien, sino que todo el mundo demostró un espíritu de búsqueda de una salida. Creo que eso se reflejó en el Piñeyro del Campo ayer cuando, después de las 22.30, se comenzó a descomprimir la situación.
EC - ¿Cuál fue esa buena señal que usted vio en el Piñeyro del Campo?
DE – Por un lado el retiro de la guardia policial, la actitud del personal de comenzar a ordenar sus tareas sin perjuicio de las medidas de lucha, el diálogo de la dirección con los funcionarios para empezar a dar garantía de la asistencia a la gente que allí se encuentra...
EC – Si entiendo bien, quedó en el Piñeyro del Campo una cantidad de funcionarios por lo menos mínima como para que los pacientes no quedaran sin atención.
DE – Básicamente esa es la situación, por más que implica un gran esfuerzo de la gente que está allí presente...
EC – Digamos que eso fue fruto de la negociación.
DE – Creo que hay buena voluntad de las partes de no dar un paso más adelante, lo que hubiera sido una situación bastante difícil.
EC – Paralelamente, están en vigor estas intimaciones que hoy publican los diarios. ¿Qué valor tienen, si usted dice que ahora las cosas se han distendido un poco desde anoche?
DE – El decreto de esencialidad está vigente en todos los establecimientos del MSP a nivel nacional, el listado de gente imprescindible para trabajar...
EC – No son todos los funcionarios de esos establecimientos.
DE – No están todos.
EC – Es el mínimo imprescindible para que cada uno de esos hospitales continúe operativo.
DE – Exactamente.
EC - ¿Qué implica la convocatoria? ¿Qué ocurre si un funcionario intimado no concurre a trabajar en su horario?
DE – Yo preferiría decir que ese es el personal básico imprescindible para trabajar. No generemos situaciones... Las herramientas de la esencialidad son muchas; esta de definir al personal imprescindible y convocarlo es una más, y yo dejaría de lado otro tipo de planteos, porque el incumplimiento de esos funcionarios va generando hechos administrativos que pueden implicar medidas administrativas.
EC – En principio, el incumplimiento los hace pasibles de sanciones que pueden llegar a la destitución.
DE – Es una posibilidad legal que existe, sí.
EC – Pero, por lo que veo, usted prefiere no poner el énfasis por ese lado.
DE – Yo digo (y es parte del mensaje que hemos tratado de dar en esta semana) que en esta confrontación no vamos por buen camino. Esta situación no sólo abarca a la salud pública, y creo que si continuamos por este camino se va generando una situación difícil; no es el camino que los uruguayos queremos transitar. Creo que tenemos reflexionar seriamente que en este tema se avanza, que hay una propuesta aceptable del MSP, pero este camino no es bueno para el país, no es bueno para la gente, no es bueno para quienes se asisten en los hospitales públicos, y podemos encontrarnos todos en una situación muy difícil para el país.
EC - ¿Usted dijo que hay una nueva propuesta del MSP?
DE – No, no: dije que la propuesta económica que se había planteado es lo posible para el MSP, pero creo que en un ámbito todos debemos reflexionar para buscar una salida a esta situación.
EC – En los avisos que publica hoy el MSP se intima a presentarse en sus lugares de trabajo al personal de distintos establecimientos, los que fueron ocupados en las últimas horas. ¿Qué se va a hacer con los otros?
DE – Los otros básicamente siguen trabajando en situación de conflicto, con la reivindicación planteada por la Ffsp...
EC – Los que fueron ocupados en los primeros días del conflicto ¿no van a ser desalojados?
DE – Esperemos los acontecimientos de las próximas horas, ya que hay una instancia importante de negociación. En principio, no hay intención de continuar en una etapa de confrontación.
EC – ... Algunas de sus respuestas nos dejan con cantidad de preguntas. Estoy tratando de entender ese clima de distensión al que usted se refiere. Debo sacar la conclusión...
DE – Cumplir los servicios básicos esenciales, generar un ámbito de diálogo constructivo, positivo y de confianza, y buscar una salida.
EC – La Ffsp ¿se ha comprometido a no seguir ocupando hospitales?
DE – Creo que lo que ocurrió anoche en el Piñeyro del Campo en parte es reflejo de ese camino. No voy a opinar sobre la decisión de un sindicato, pero creo que la voluntad de generar un ambiente de diálogo no es unilateral sino de todas las partes involucradas, como dije al principio.
EC – Aparentemente, estaríamos ante un congelamiento de la situación: el MSP no desaloja los hospitales ocupados, y la Ffsp no continúa ocupando otros, como había anunciado. ¿Es algo de eso?
DE – Creo que podemos decir que estamos básicamente en una situación de ese tipo.
EC – A la espera de lo que ocurra en estas horas con las negociaciones en curso.
DE – Esa es un poco la situación en el momento actual.
EC - ¿Hay margen, espacio económico?
DE – Espacio económico, en el MSP, aparentemente no existe. Pero se sigue trabajando en esa línea, y creo que en ese aspecto será donde todas las partes deberán buscar una salida digna para todos. Pero yo no estoy directamente en ese tema; lo que estamos tratando de hacer, junto con otra gente del MSP, por directivas expresas del ministro, es asegurar la continuidad asistencial, evitar que las cosas salgan de cauce, evitar confrontaciones innecesarias, dar la máxima armonización en esos momentos críticos en que hay que tomar alguna medida, y ese es básicamente el papel que estamos tratando de cumplir en el MSP.
***
EC – Interesante el tono de las declaraciones del doctor Estol, como echando aceite sobre este conflicto.
Hablamos con el doctor Estol porque otras autoridades del MSP más directamente ligadas a la negociación no conceden entrevistas.
AD – El ministro Conrado Bonilla no quiere hacer comentarios, y gente allegada a él nos ha dicho que considera grave la situación vivida en el Piñeyro del Campo.
***
EC - El conflicto de Salud Pública tiene sus derivaciones: el sindicato de funcionarios de la salud privada decidió solidarizarse con sus pares de Salud Pública, por lo cual inició, a la hora cero de hoy, una huelga de 37 horas.
Vamos a dialogar con el presidente de la Federación Uruguaya de la Salud (FUS), Jorge Bermúdez. Una precisión previa: el doctor Diego Estol decía recién que anoche, cuando la situación en el Piñeyro del Campo se puso realmente muy dura, se logró instalar un punto de distensión en el conflicto: mientras la Comisión de Salud de la Cámara de Representantes puso en marcha su último intento para destrabar esta crisis, el MSP no desocuparía los hospitales que fueron tomados en las primeras semanas, y la Ffsp no continuaría ocupando otros, como había anunciado. ¿La FUS lleva adelante el paro de todos modos, en medio de este clima?
JORGE BERMÚDEZ:
Es un conflicto muy difícil, que tiene muchas variantes y aristas. La búsqueda de espacios de discusión, de reflexión, de negociación, es fundamental en todo conflicto. Los conflictos nunca son al todo o nada, son instancias de confrontación de opiniones y posiciones que necesariamente deben tender a la búsqueda de una salida y de un acuerdo.
Particularmente tengo una muy buena opinión del doctor Estol, quien siempre se ha comportado en forma muy correcta en el trato con la FUS. Creemos que el gobierno, sobre todo el MSP en general, más allá de las personas, está teniendo una actitud equivocada en cuanto al tratamiento del conflicto de Salud Pública en particular y de la situación del sistema de salud en general. No en vano usted nos ha consultado para conversar estos temas ya varias veces este mismo año y siempre le manifestamos que, ante las propuestas y opciones de salida a distintas situaciones problemáticas –en el caso de la salud privada en particular– nos encontramos con un MSP que dilató permanentemente las posibilidades de salida y nos lleva hoy a una situación en la cual la salud privada en general está cada día un poco peor, con desafiliación masiva de usuarios, mutualistas al borde del cierre, trabajadores que durante meses no cobran los salarios...
EC – Pero entonces, ¿qué motivo tiene el paro que iniciaron esta mañana ustedes, los funcionarios de la salud privada, cuál es la reivindicación?
JB - Tiene dos grandes motivos, muy claros. El primero es que sin duda hay un conflicto muy duro en Salud Pública, que arrastra a todo el sector de la salud. Por supuesto, la solidaridad de los trabajadores está siempre presente, es un valor esencial a rescatar.
Pero lo segundo es algo muy concreto: el conflicto en Salud Pública ha desnudado una vez más la incapacidad del gobierno de dar respuesta a los principales problemas, ya no de los trabajadores –me parece muy importante señalar esto– sino los problemas de salud de la gente, porque junto con los 2.000 pesos que plantean los trabajadores de Salud Pública está la carencia de materiales; junto con el reclamo de pago de los salarios y contra el cierre de mutualistas de los trabajadores de la salud privada está la falta de respuesta del gobierno.
Creo que además de hablar de los 2.000 pesos de la Salud Pública, tenemos que hablar del sistema nacional de salud, que sigue siendo un eslogan y no se concreta, que nosotros planteamos para que la gente pueda acceder a una cobertura integral que hoy no tiene. A eso se contraponen medidas equivocadas del gobierno: la inclusión de los seguros parciales como salida, la inclusión en la negociación de la posibilidad de incorporar medicamentos de los países del Pacto Andino para abaratar costos, que ha fracasado, como sabíamos que iba a fracasar…
O sea que hay mucho más para hablar. El gobierno quiere reducirlo todo a un punto en el cual es la ley y el orden frente al caos. Y esa dicotomía caos - orden le ha hecho mucho mal al país en el pasado y se lo está haciendo en el presente. No somos los trabajadores los que planteamos el caos; al contrario.
EC - ¿Qué implica el paro en las mutualistas en el día de hoy y mañana?
JB - Implica la cuidadosa atención de las emergencias y las urgencias, como siempre lo hacemos. Hoy se suspende momentáneamente los actos que no son de emergencia y urgencia, como la atención en policlínicas con números reservados. Sin duda que en lo inmediato eso puede generarle un problema al paciente, pero cada día son menos los pacientes que llegan a las mutualistas porque quien llega hoy tiene que pagar 500 pesos; entonces o no lleva el medicamento, o no lleva el estudio, tiene que optar por alguna de las cosas porque no tiene plata. No lo perjudicamos nosotros el día de paro, sino que lo perjudica la falta de soluciones a esos problemas por parte del gobierno, particularmente de estos ministros de Salud Pública pasados.
EC - Llama la atención que el paro sea por 37 horas. ¿Por qué no de 36 horas, un día y medio?
JB - Podríamos decir por qué no de 38, ¿verdad? Coincide con que nosotros ya teníamos votada la medida de movilización de mañana, la marcha de las túnicas blancas, “Todos en defensa de la salud”, ya habíamos decidido un paro de 6 a 13. Cuando surge este giro en el conflicto de Salud Pública en la mañana de ayer, inmediatamente se reunió el Consejo Central, evaluó políticamente la situación y entendió necesario adelantar el paro 24 horas. Allí se juntan, y por eso el tema de las 37 horas; no es una medida caprichosa, coincidieron los números.
¿Qué quiero decir con esto? Para nosotros la eficacia de la medida no está en la cantidad de horas de paro, para nosotros un paro, una medida, significa levantar una plataforma política, no es solamente un tema reivindicativo. En ese sentido somos muy cuidadosos. Hoy decimos 37 horas y mañana pueden ser dos.
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Transcripción: Jorge García Ramón y María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón
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