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“ES MEJOR CONSTRUIR DESDE LOS CIMIENTOS QUE DESDE LOS ESCOMBROS”
“Seguir trabajando por la salud de los más débiles”
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Ex director de ASSE, doctor Ciro Ferreira: Las discrepancias con el ministro Bonilla no son importantes. Los uruguayos no somos partidarios del pensamiento axiomático, y es bueno discrepar porque así las ideas se enriquecen y evolucionan hacia el consenso. Estaré siempre dispuesto a colaborar para lograr un sistema cada vez más equitativo, más fraterno, más solidario. A veces lo más importante es llamarse a silencio y construir, insistiendo en eso, en eso y en eso.
EN PERSPECTIVA
Viernes 05.09.03, 08.50.
EMILIANO COTELO:
El doctor Ciro Ferreira fue uno de los personajes de esta semana. En medio del conflicto de Salud Pública el director general de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) fue relevado de su cargo por el ministro Conrado Bonilla, con quien mantuvo discrepancias importantes en cuanto al manejo de esta crisis.
Ya de regreso en Tacuarembó, Ferreira se encontró con una movilización de vecinos de aquel departamento reclamando que sea designado nuevamente al frente del Hospital Regional de Tacuarembó.
Durante 10 años Ferreira dirigió ese establecimiento, donde lideró la creación del Sistema de Atención Primaria de Salud, un modelo que recibió varios reconocimientos internacionales, por ejemplo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), y que ahora había comenzado a extenderse a otras zonas del país.
Se fue la semana y nos quedamos sin saber qué diferencias tuvo con el ministro Bonilla, cuál es ahora su destino profesional, qué pasará con el modelo de APS. Vamos a tratar de buscar respuestas a estas preguntas en diálogo con el doctor Ciro Ferreira.
En primer lugar, ¿fue destitución o fue renuncia?
CIRO FERREIRA:
Yo presenté la renuncia en forma indeclinable al cargo de director general de ASSE, al año de estar en el mismo; hoy se cumplía un año. Cargo al cual por otra parte nunca aspiré, ni solicité; por el contrario, tenía muchos reparos, que planteé a la administración correspondiente.
EC - ¿Qué es eso de que se trataba de un cargo al que usted no había aspirado?
CF - Eh…
EC - A usted lo nombró el ministro anterior, el doctor Alfonso Varela.
CF - Exactamente.
EC – En setiembre de 2002.
CF - Exactamente. Entre las cosas que tenía como reparos estaba dejar a mi familia en este querido Tacuarembó; dejar el hospital, en el que tanto habíamos hecho con un equipo interdisciplinario e interinstitucional –cuando digo “equipo” lo destaco–, conformando el sistema de salud que tú referías, que tiene como centro al individuo y su familia, que velaba por la salud de los más humildes, de los más pobres, tomando como modelo el fortalecimiento de la atención primaria. A través de [la agencia alemana de cooperación] GTZ y de distintas organizaciones que se fueron sumando, este sistema fue tomando sostenibilidad, cuando en el resto del Cono Sur había pocas experiencias exitosas, que tuvieran indicadores y resultados como los que se fueron logrando en Tacuarembó.
EC - Usted mencionó una sigla que no sé si los oyentes identifican. GTZ es la Cooperación Alemana, estamos aludiendo a ella. Porque el sistema de APS del Hospital Regional de Tacuarembó tuvo varios respaldos desde el exterior; uno de ellos de la Cooperación Alemana y otro –por citar nada más que otro ejemplo– de la Cooperación Española.
CF - Exactamente. En su momento de Vitoria, del País Vasco; eso motivó luego que fuera la primera comunidad saludable de Uruguay, en coordinación con la Intendencia Municipal se comenzó a perforar pozos para lograr agua potable en el territorio de Tacuarembó. Esto fue creciendo en forma interinstitucional y multidisciplinaria.
EC - Usted menciona estas características del proyecto de APS, ¿para remarcar que prefería seguir al frente de aquel proyecto, que por eso no aspiraba a la dirección de ASSE?
CF - De eso no tenga la menor duda. Pero además lo menciono porque el tema de los hospitales en red, de poder coordinar entre los distintos hospitales, de tener centros de referencia para distintas especialidades, como el CTI de niños, el CTI de adultos y, por supuesto, la neurocirugía, era realmente un desafío. La idea era buscar reproducir este modelo de APS, tratando de replicarlo muy a la “uruguayensis”: si bien este modelo tenía –y por supuesto, las tiene– cosas de otros países, está hecho muy a la nuestra y, algo que se consideraba muy importante, que consideramos muy importante, coordinaba el sector público y el privado.
EC - Usted fue llamado por el doctor Alfonso Varela a dirigir ASSE, porque al entonces ministro lo entusiasmó justamente el tipo de resultados que ustedes venían obteniendo en Tacuarembó. La idea era extender aquel sistema al resto del país.
CF - Sí; por eso fui a Montevideo y trabajé junto a un muy buen equipo humano. Realmente agradezco la posibilidad que se me dio, que se nos dio, sobre todo a la gente que nos acompañó. Pienso que en la vida es importante ser agradecido. Hemos dado un paso al costado porque seguramente es necesario, porque existieron diferencias, en la seguridad de que estas diferencias son necesarias para poder avanzar; pero también hubo situaciones en las cuales hubo consensos para seguir adelante.
EC - Si entiendo bien, hubo diferencias en el manejo de la crisis de esta huelga con ocupaciones en Salud Pública que ya lleva más de 25 días, ¿pero también habían existido ya diferencias de criterios entre usted y ministro antes?
CF - Todas las diferencias que puedan existir son muy buenas. Creo que en Uruguay no nos gusta el pensamiento axiomático; de alguna manera no está acorde a lo que pensamos. Como hombre y como individuo pensante creo que lo fundamental de esas diferencias es que puedan surgir consensos. Es una forma que he aprendido, que he aprendido trabajando, en mi familia, donde todos son médicos, donde nuestro diagnóstico muchas veces es presuntivo, no es exacto, porque la medicina es una ciencia empírica.
En ese sentido hubo diferencias, algunas que se fueron subsanando, otras que se fueron consensuando y otras que surgieron durante el conflicto que, por supuesto, motivaron en parte que me alejara a mi Tacuarembó a trabajar como médico, como cirujano.
EC - Después voy a pedirle un poco más de detalle para entender qué fue lo que precipitó su alejamiento esta semana de la Dirección General de ASSE. Antes una pregunta más, porque también se ha especulado mucho con esto: ¿había de por medio diferencias de tipo político - partidario entre usted y el ministro Bonilla? ¿A qué sector pertenece usted? Se ha dicho en estos días que pertenece al Foro Batllista (FB).
CF - No; esto es muy importante. Por supuesto que todos tenemos nuestro corazoncito, pero yo he trabajado buscando consensuar con todos los actores políticos en este Tacuarembó, nunca he participado directamente en actividades políticas…
EC - ¿Usted nunca se ha definido partidariamente?
CF - Nunca he trabajado en política, nunca he tenido más que un trabajo en conjunto con todos los actores. Cuando digo todos es porque Tacuarembó es un ejemplo de ello, donde ha sido tomada la salud como una política de Estado, por encima de los cambios de gobierno. Esto se inició en Tacuarembó en la administración anterior, en la otra administración, y es seguido a nivel de la Intendencia Municipal, de las fuerzas vivas, como algo muy querido, muy atesorado y como una política de Estado.
¿Por qué digo esto? Porque tampoco tengo aspiraciones políticas, no las tuve ni las voy a tener.
EC - Usted está respondiendo a versiones que han circulado estos días, que decían que usted podía terminar postulándose como candidato a diputado. Y se mencionaban algunos sectores, como por ejemplo el FB, del Partido Colorado (PC).
CF - No, no. De ninguna manera, no voy a ser candidato nunca porque quiero mucho mi profesión, quiero mucho lo que hago, porque estoy al lado de la gente, de la misma manera que otros encuentran su veta en la política y trabajan. En mi caso particular la gratificación más grande es estar al lado del prójimo, al lado de la gente, en actitud de servicio, como médico, como cirujano en este caso. Y también, por supuesto, estuve en la administración tratando de lograr cambios en equipo, con todos, sin importar de qué partido político eran.
***
EC - Yo decía en la introducción que usted había sido relevado del cargo de director general de ASSE por el ministro Conrado Bonilla. Usted, en cambio, puntualizaba que presentó renuncia indeclinable. Nos quedó oscuro exactamente qué fue lo que pasó, si lo destituyeron o dimitió.
CF - Yo le decía que existieron diferencias que motivaron este alejamiento. La renuncia fue presentada, pero pienso que lo importante es que de la misma manera que nunca estuve atornillado a ese cargo (más aun, nunca lo solicité ni lo pedí, como aclaré), tenía establecido que el retiro iba a ser cuando lo decidiera o cuando las autoridades lo decidieran.
EC - ¿Y aquí le pidieron la renuncia?
CF - La prueba está –si me deja terminar la idea– en que la renuncia estaba realmente en manos de las autoridades, tanto de la administración anterior como de Esta, desde el primer día que asumieron. Mi renuncia estaba en poder de las autoridades, firmada; era simplemente un hecho de forma presentarla cuando yo lo solicitara o cuando ellos lo quisieran.
EC - En cuanto a qué pasó, hubo un comunicado muy escueto del Ministerio de Salud Pública (MSP), diciendo que el cambio había respondido a “una adecuación de objetivos y políticas”. Por otro lado, fuentes cercanas al ministro Bonilla dijeron al diario El País: “En los momentos en que había que dar la cara ante los gremios, enfrentar la situación, Ciro Ferreira no estuvo presente, desapareció del conflicto, al punto que otros jerarcas tuvieron que suplantarlo”. Entre otras cosas se menciona el hecho de que usted seguía viajando los fines de semana a Tacuarembó, pese a que estaba en desarrollo esta crisis. ¿Qué responde?
CF - Viajo a Tacuarembó en forma regular para ver a mi familia, para poder trabajar como cirujano hasta hace dos meses, cuando dejé de ejercer la cirugía; viajaba después de desarrollar tareas muy desgastantes, desde las 8 de la mañana hasta las 10-12 de la noche. Quizás –no me cabe la menor duda– en horas no le cedo la derecha a nadie, en tiempo dedicado al ministerio, y menos aún en los momentos difíciles, donde la desazón era muy frecuente y el trabajo era muy desgastante. Había tenido un problema recurrente de salud y había viajado, pero estuve sólo un día –creo que fue un sábado– por Tacuarembó en ese momento.
EC - Usted era el director de ASSE, o sea que era quien estaba al frente de las dependencias en las que se estaba desarrollando el conflicto, la huelga, las ocupaciones.
CF - Sí. Perdón: usted me preguntaba si además había otras diferencias. Creo que este no es momento de analizarlas; quiero llamarme a silencio porque creo que la solución a este conflicto se buscó entre todos y debemos buscarla en forma inmediata, a fin de que el sistema de salud de los uruguayos, sobre todo en este caso de los más pobres, de los más humildes, pueda salir adelante y se pueda concretar tantas ambiciones y tantas aspiraciones para esa gente más pobre.
EC - Usted no quiere responder la pregunta de cuáles fueron esas diferencias. Vamos a ver si están bien rumbeadas las averiguaciones que En Perspectiva ha realizado; capaz que usted puede contestarme por lo menos un “sí” o un “no”.
Usted habría tenido diferencias con el ministro Bonilla por las declaraciones que formuló en los primeros días del conflicto, cuando tildó de “terroristas” a algunas actitudes sindicales. Que también discrepó con la decisión de desocupar por la fuerza los hospitales ocupados por la Federación de Funcionarios de Salud Pública; y tampoco estuvo de acuerdo con la decisión de descontar ya los jornales no trabajados en agosto al personal de los hospitales ocupados, salvo a aquellos que firmaron por escrito su discrepancia con esa medida gremial. ¿Por ahí estuvieron algunos de los cortocircuitos entre Bonilla y usted?
CF - No; también puede haber diferencias que se van dando en algún momento, que en la opinión de un grupo puedan existir. Pero hoy, vuelvo a insistir …
EC - ¿Usted desmiente estos puntos?
CF - Yo digo que en esos puntos existen muchas veces momentos en los cuales entre todos se van consensuando la idea, que no es una idea propia ni mucho menos; más aún, se puede ir rectificando las actitudes de las personas en la medida en que se logra entre todos un pensamiento en conjunto. Pienso que eso es lo central, lo más importante. Por eso insisto: esas ideas no vienen al caso hoy porque son heridas que se van a tener que zanjar rápidamente en este país, a fin de que la salud de los más pobres sea realmente lo más importante y los funcionarios reciban un incremento salarial. Todos los actores sociales y políticos están de acuerdo en que deben mejorar su salario, pero de acuerdo a lo que nuestro país puede.
EC - Dejamos en la incertidumbre el tema de los motivos exactos de la crisis entre usted y el ministro Bonilla. Yo le pregunté si usted desmentía esos puntos que mencioné y usted, desmentir, no los desmintió… Pero vamos a no insistir en el punto.
Usted mencionó que, antes del conflicto, también habían existido diferencias con el ministro Bonilla. ¿Esas diferencias tenían que ver con el modelo de APS, con el hecho de extender el sistema de APS a otras zonas del país?
CF – No: se ha extendido a otros lugares, como Paysandú, Salto, Flores en parte, Durazno; en Mercedes existe un muy buen desarrollo de este sistema y en otros puntos del país también se comienza, como granito de arena, como mancha de aceite, a extender este proceso replicable; por supuesto en Montevideo, en esas dos áreas, zonas Este y Oeste del país, tratando de fortalecer ese primer nivel.
A veces cuesta entender esa realidad, cuesta a nivel de la estructura de salud y por fuera de la misma, de todos los actores, sociales y políticos. Eso llevó, lleva a un gran desgaste muchas veces, dentro de la estructura, a fin de poder lograr ese cambio, que no se logra de un día para el otro.
EC - Mi pregunta es: a usted lo llevó a la Dirección General de ASSE el ministro anterior, Alfonso Varela, justamente para extender a todo el país el sistema que se había originado en Tacuarembó.
CF - Exacto.
EC - Cuando Bonilla sustituye a Varela, aquel plan ¿empieza a tener dudas, queda de alguna manera en entredicho?
CF - No, no; no queda en entredicho. Nosotros estábamos trabajando en ASSE, el ministro tenía su planteo y su pensamiento al respecto y se comienza a trabajar desde ASSE en esa línea. Por supuesto que consensuando también, por primera vez, con lo que era la Dirección General de la Salud, en ese momento –y previo– con la doctora Ofelia López, luego con el doctor Estol, comenzamos a marchar en un camino conjunto.
EC - Me llamó la atención, por ejemplo, que en estas negociaciones de estos días del conflicto a la hora de buscar recursos para poder proporcionar algún monto de aumento a los funcionarios y médicos, se llegó a manejar (no sé si finalmente se concretó) tomar dinero que estaba previsto para cubrir vacantes en la extensión del plan de APS.
CF - Al respecto lo que puedo decir –que creo que también importa– es que ya se venía instrumentando desde hacía largo tiempo la priorización del primer nivel, con una mejora en la retribución; por supuesto que existía un número de vacantes que integraban lo que se dio en llamar la reestructura, destinadas al primer nivel. De ese volumen de vacantes estaba dispuesto que aproximadamente mil iban a integrar el fortalecimiento del primer nivel. Llegamos a llenar unas 400 de ésas y quedaron pendientes otras; no depende de mí –aclaro– lo que ha sido la negociación en este conflicto, que llevó a que se instrumentara una serie de mecanismos para lograr el financiamiento. Eso...
EC - ¿Pero efectivamente se manejó utilizar esos fondos?
CF – Es que no estuvo en mis manos la negociación, que fue llevada adelante por el staff directo del ministro, vinculado directamente con el ministro y el subsecretario.
EC - ¿Ese fue un punto de roce entre usted y las estructuras del ministerio o el ministro mismo, justamente porque de alguna manera cuestionaba o ponía en peligro la extensión del plan de APS?
CF - No. En ese punto, lo más importante para construir ese sistema está en la base de una mejora en la gestión, una capacitación a nivel de recurso humano en ese nivel. Por supuesto que atención primaria implica prevención, promoción; prevención primaria, secundaria, terciaria, incluso cuaternaria, y promoción de salud, y concomitantemente con ello una buena atención en el primer nivel. Quiero aclarar que no es posible hacer promoción y prevención sin que el médico destine tiempo y prioricemos el salario de ese médico del primer nivel, sin que ese médico haga atención y solucione el problema del 80 por ciento de la población que puede hacerlo en ese primer nivel para no tener que pasar a los hospitales, a abarrotar las puertas de emergencia, las puertas de policlínicas especializadas de los hospitales. Pero esto lleva tiempo. Ojalá se concrete. Creo que es posible hacerlo en el futuro próximo, comenzando a andar y que pase, por supuesto, las administraciones, como se hizo aquí en Tacuarembó, que pasó a los gobiernos de turno y se siguió desarrollando. Aquí ese sistema lleva más de 10 años, es un sistema que coordina al sector público y al sector privado y gasta mucho menos que otros sistemas en otros puntos del país.
EC - Es un sistema que también podría servir para encarar a nivel nacional los problemas que tiene el sistema de salud uruguayo en conjunto. Porque hablamos ahora de Salud Pública, pero hace unos meses lo que estaba permanentemente en el tapete era la crisis de las instituciones de asistencia médica colectiva. Una crisis que está pendiente, que está latente, que hay que terminar de encarar. Por ejemplo, el Sindicato Médico del Uruguay (SMU) ha llegado a proponer, como ya había propuesto en otras ocasiones, pero con adaptaciones al momento actual, un sistema nacional único de salud. ¿Usted cree en un esquema de ese estilo, en un esquema de ese estilo la APS podría ser una de las llaves?
CF - No sólo creo, sino que creo que es el único posible. Además existe un ejemplo, cuando llevamos esta experiencia a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) estuvo el doctor Georgie Alengue, el director general de OPS –que ha estado varias veces en Tacuarembó–; realmente se veía con muy buenos ojos este sistema para el Cono Sur y América del Sur en cuanto a que era de los pocos proyectos exitosos en estas partes del mundo.
¿Por qué digo esto? El sector privado en nuestro departamento es el único que tiene tomógrafo; por otro lado el hospital tiene su banco de sangre y la neurocirugía; neurocirugía que a su vez es regional y que ha dado resultados espectaculares, fantásticos, a un costo mucho menor que en Montevideo, que además se hace en forma regional tanto para el sector público como para el privado. Este debe ser de los pocos lugares donde muchas veces se está en verde y no en rojo desde el subsector público.
EC - ¿Cómo es eso: qué quiere decir que está “en verde”?
CF - Quiere decir que la historia en las relaciones de las instituciones es aquella de “yo te doy y tú me vendés”. En este caso no es así, existe un compromiso muy honesto, muy claro, de ambas instituciones, de complementar servicios. Pero más aun, los resultados han sido fantásticos en cuanto a indicadores como el descenso franco de la mortalidad infantil: siendo uno de los departamentos con mayor mortalidad hace algunos años se convirtió en uno de los departamentos con mortalidad infantil más baja. O indicadores hospitalarios que hablan muy bien del desarrollo de un equipo, como ha sido la reducción franca del número de camas, la mejora en el área ambulatoria y el menor costo a través de las unidades que miden la producción, que muestran que son mucho menos costosas en este departamento que en otros.
Además tenemos claro que hoy el sector mutual está en condiciones de desarrollarse y tener un presupuesto equilibrado, no en función de venderle servicios al sector público –mire lo que le digo–, sino en función de coordinar y no enviar al sector público a enfermos que pueden ser tratados en este departamento.
EC - ¿Un ejemplo?
CF - Un ejemplo claro son los niños recién nacidos que se internan en el CTI público de Tacuarembó, amén de todos los pacientes públicos de la región que vienen acá; el sector privado lo hace.
EC - Es un recién nacido que no tiene por qué venir a Montevideo; en otras circunstancias o en otros departamentos ese bebé terminaría internado en la capital.
CF - Por supuesto, en algunos departamentos –salvo en aquellos que tienen CTI de niños a nivel mutual, a nivel privado– esos niños terminan en Montevideo, salen del departamento. Aquí quedan, son tratados por los pediatras del sector mutual dentro del hospital, son referidos al mismo; ni que hablar de lo que significa la mejora en cuanto a que los pacientes tienen a sus familiares en el propio departamento.
Lo otro es que la unidad de atención al usuario que funciona en el hospital ha permitido que a través de una organización católica, que es la San Vicente de Paul, tengamos una casa de hospitalidad, para orgullo de los tacuaremboenses, que permite que los familiares de quienes vienen de otros lugares lejanos puedan pernoctar y no dormir en los pasillos de nuestro hospital.
EC - O sea, una serie de ventajas para la familia del paciente que es internado en ese CTI; pero al mismo tiempo, ventajas para la mutualista que lo derivó, que ahorra en comparación con lo que tendría que gastar si enviara al paciente a Montevideo.
CF - Por supuesto. Yo diría que en cifras multimillonarias, que le permiten al sector público, a su vez, intercambiar servicios y equilibrar su presupuesto.
EC - La consulta venía a propósito de esa idea del sistema nacional único de salud. ¿Entonces…?
CF - No cabe la menor duda: el SMU estuvo presente –la FEMI por supuesto que también– hace un par de años a ver cómo funcionaba el sistema. Creo que tiene tres grandes características, que son: un muy buen desarrollo del primer nivel y de la APS, en la pirámide, un buen desarrollo conectado del segundo nivel y un tercer nivel regional que permite, además, coordinar sector público y privado –al igual que en el primer nivel, por supuesto–, bajar costos, mejorar la satisfacción y dar solución a esta problemática en un hospital en red.
Por otro lado, OPS va a realizar dentro de unos meses en Uruguay, para los países integrantes del Cono Sur, un evento que tiene que ver con los hospitales en red, patrocinado por la Agencia de Cooperación Francesa, que centrará el desarrollo en las experiencias exitosas de los hospitales en estos lugares del mundo.
***
EC - En esta entrevista vuelve a quedar claro su entusiasmo y compromiso con el modelo de APS, ese que se generó en el Hospital Regional de Tacuarembó, que tiene entre sus particularidades la de que no fue ideado en Montevideo y aplicado en Tacuarembó, sino que se gestó allí mismo.
Esta semana usted dejó la Dirección General de ASSE por este entredicho con el ministro Conrado Bonilla, y vuelve a su ciudad. Pero ¿no vuelve a la dirección del hospital; eso quedó absolutamente claro?
CF - Yo vuelvo a Tacuarembó a reintegrarme a mi actividad como médico, como cirujano, que es en definitiva la que más gratificaciones nos da a quienes estamos en la salud, estando al lado de la gente en actitud de servicio y dando todo de cada uno de nosotros para prevenir, diagnosticar y curar al prójimo cuando más lo necesita.
EC - Cuando usted fue nombrado director de ASSE era el director del Hospital Regional de Tacuarembó. Al cesar en ASSE, ¿se habló de qué pasaba con su cargo anterior?
CF - Por supuesto que he dedicado gran parte de mi vida, por no decir la mayor parte, a estar al lado de los usuarios del MSP, que son los que menos exigen y más lo necesitan. Estaré siempre dispuesto a colaborar –siempre, ¿eh?-, humildemente, con un granito de arena, para lograr un sistema cada vez más equitativo, más fraterno, más solidario. A veces lo más importante es llamarse a silencio y construir, insistiendo en eso, en eso y en eso; hablar poco, hacer mucho, desde la posición en que nos encontramos, trabajando a gusto y con ganas porque en definitiva cualquier posición que tengamos como médico no es ostentable por su cargo sino por estar al lado de la gente. Una de las grandes cosas que podemos recibir es el abrazo fraterno de la gente, caminar por la calle con la cabeza muy en alto y saber que la gente realmente reconoce lo que se ha hecho en un equipo, sobre todo cuando estamos jugados, no por el dinero. Porque en la vida no he recibido gratificaciones económicas que hagan cambiar mi pasar; me he criado en una familia de médicos, donde todos somos médicos (mi abuelo, mi padre, mis tíos, mis hermanos, mi primo, somos todos médicos) y he aprendido en la familia, como decía hoy, que lo fundamental es ser agradecido en la vida.
EC - Pero el cargo de director del Hospital Regional de Tacuarembó, ¿está en el horizonte?, ¿es una posibilidad o quedó descartado como consecuencia del diferendo que tuvo?
CF - Hoy participa en la dirección gente que integraba el equipo, que está allí; no descarto tal posibilidad, pero tampoco es mi objetivo. Mi objetivo es reintegrarme como médico y como cirujano a la tarea. Desde el punto de vista de la salud pública estaré siempre dispuesto a trabajar desde la posición que sea para –esto lo destaco– mejorar, para construir; no para destruir, porque es mucho más importante construir desde los cimientos que desde los escombros. Esto compete a todos los uruguayos. En este país tenemos un clima que nos favorece, tenemos condiciones realmente magníficas que debemos valorar a la luz de que no hay otro país más lindo para vivir que este nuestro. Como médico me va a tocar seguir trabajando hasta mis últimos días en pro de los que menos tienen y de las experiencias más ricas que tuve cuando viví en Montevideo durante este año tan largo para mí, tan largo: estar al lado de la gente más pobre en los asentamientos, ayudar a esa gente que más lo necesita a mejorar sus condiciones de nutrición, a tener el medicamento adecuado, a tener un sistema de salud que realmente se merece.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón
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