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UN CONTAGIO VIRAL POR TRANSFUSIÓN ES PRÁCTICAMENTE IMPOSIBLE
La sangre uruguaya es confiable
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Profesor grado 5 de la Cátedra de Enfermedades Infecto Contagiosas (Facultad de Medicina) y maestría en enfermedades virales transmisibles por sangre, doctor Eduardo Savio: La donación de carácter altruista, la autoexclusión y los controles practicados en los bancos de sangre minimizan la posibilidad de un contagio por transfusión. Ante la remota posibilidad de que se produzca por un donante enfermo en “período ventana”, sin ninguna duda se puede identificar el origen.
EN PERSPECTIVA
Viernes 03.10.03, 08.50.
EMILIANO COTELO:
Las transfusiones de sangre ¿son confiables? ¿Se toman todos los recaudos necesarios para evitar el riesgo de contagio de enfermedades? ¿Hay una regulación que alcance a todos los bancos de sangre del país? ¿Quién ejerce los controles correspondientes?
Muchas dudas de este tipo se instalaron entre los uruguayos esta semana, después de conocerse el caso de un bebé que se habría contagiado con VIH durante operaciones del corazón en el Instituto de Cardiología Infantil (ICI). Las autoridades de ese Imae sostienen que el contagio se produjo a través de la sangre que ese chico recibió en una transfusión. Esa versión no es compartida por el Ministerio de Salud Pública (MSP), pero el tema quedó puesto sobre la mesa.
La posibilidad de contagio de VIH en transfusiones de sangre no es algo muy tranquilizador, sobre todo teniendo en cuenta que desde 1998 no se produce ese tipo de contaminación. Ese año dos bebés fueron contagiados con el virus del sida, pero desde hace cinco años esa alternativa no se daba.
Vamos a intentar responder algunas de estas preguntas conversando con el doctor Eduardo Savio, profesor grado 5 de la Cátedra de Enfermedades Infecto Contagiosas en la Facultad de Medicina de la Universidad de la República. Usted tiene una especialización, además, en enfermedades virales transmisibles por sangre.
EDUARDO SAVIO:
Sí.
EC - ¿Cuál es esa especialización?
ES - Fue en realidad un “fellow”, el equivalente a una maestría, en el cual uno intentaba profundizar el conocimiento sobre aquellos virus que eran pasibles de ser transmitidos, justamente a través de la sangre, sea por transfusiones, por el uso de drogas intravenosas o por fluidos contaminados.
EC - Antes de entrar en el tema de las transfusiones me gustaría que repasáramos cuáles son las vías de contagio que existen para el VIH, las distintas posibilidades.
ES - Una infección por el VIH puede ser transmitida por vía sexual –en la mayoría de los casos–, por vía sanguínea o por vía perinatal. Cuando uno dice vía sanguínea está implicando transfusiones de sangre o hemoderivados y el uso de jeringas, drogas intravenosas compartidas entre personas. La vía perinatal es cuando el bebé adquiere la infección ya sea in útero –cosa rara–, en el momento del parto o en el tiempo posterior al nacimiento. A grandes rasgos, estas son las tres vías conocidas de transmisión; eventualmente puede ser también por un accidente laboral en un trabajador de la salud que se punciona o se corta con objetos contaminados con sangre o fluidos corporales de una persona infectada.
EC - Concentrémonos en las transfusiones. ¿Cómo es el procedimiento para una transfusión: qué camino sigue la sangre que una persona dona, a qué exámenes se la somete, cómo se la conserva?
ES - Primero importa saber que esa sangre que el banco va a procesar es una sangre segura. En primer lugar porque en Uruguay la donación de sangre es un gesto altruista no retribuido económicamente y se fomenta la autoexclusión de donantes.
EC - Se fomenta la autoexclusión de donantes… ¿Qué quiere decir esto?
ES - Si usted va a donar sangre a un banco se lo somete a un interrogatorio detenido. Primero usted a solas llena un papel; si se capta que tiene algún riesgo para infección por VIH u otros virus, se le pide que no done sangre, en ese momento la persona se retira anónimamente y deja de hacer la donación; eso se hace muy prolijamente. Quiere decir que la persona que llega a donar tiene un riesgo muy bajo, por el interrogatorio, de tener una infección. Vamos a partir entonces de la base de que ya la sangre, de por sí, tiene un razonable margen de seguridad.
Luego, en cada banco, cada unidad es identificada; siempre se sabe a quién pertenece y, obviamente, a quién se le va a pasar después. Por otra parte se van a buscar todos y cada uno de los patógenos más posiblemente transmitidos. Se buscan VIH, virus B, virus C, sífilis, HTLV1, que es otro retrovirus que se está buscando ahora.
EC - ¿Cómo se hace eso?
ES - Se hace por exámenes que detectan anticuerpos en esa sangre contra los distintos tipos de virus recién referidos. Se usan técnicas que se llaman de “screening”, de tamizaje, que al barrer detectan lo grande; si es positivo, naturalmente la unidad se descarta y ante casos de duda también se descarta. Sólo se transfunde cuando se tiene la certeza de que no tiene patógenos virales o de otra naturaleza en la unidad.
EC - ¿Cuánto tiempo demoran esos exámenes?
ES - Esos exámenes se hacen muy rápidamente, en horas; una de las técnicas que más se usan, que es la de Elisa (que es una sigla), se hace en muy pocas horas. O sea que el problema del diagnóstico de patógenos no existe. Y además, cada laboratorio de un banco de sangre tiene controles de calidad internos y externos, lo cual es también una garantía. Obviamente, como en todo proceso puede haber fallas, pero en condiciones conceptuales la sangre en nuestro país es segura.
EC - Vamos a profundizar en eso. Pero antes, ¿cuánto tiempo transcurre desde que se realiza la donación hasta que la sangre puede ser utilizada para una transfusión?
ES - Una vez que esa unidad de sangre fue estudiada, se almacena, y todo banco la almacena hasta 42 días después de extraída; pasados 42 días esa sangre no va a ser utilizada y se descarta. O sea que se puede transfundir al segundo día o al día 40, pero hay un período preestablecido de almacenamiento.
EC - 42 días es la vida útil de la sangre para una transfusión.
ES - Es lo que se almacena en un banco de sangre.
EC - ¿Qué es el “período ventana”, en el caso del VIH?
ES - Es el tiempo que transcurre entre que una persona se infecta y que aparecen en su sangre los anticuerpos que están indicando que está infectada por el VIH o por otro virus; depende de qué estemos hablando. Ese período ventana va a variar para los distintos virus involucrados. En el caso concreto del VIH, a grandes rasgos, pueden pasar tres meses entre que la persona se infectó y que la prueba de laboratorio se hace positiva.
EC - Tres meses; estamos hablando de 90 días durante los cuales una infección con VIH puede no ser detectada.
ES - De hecho pasa desapercibida; la persona está infectada, hay virus circulando, puede transmitirlo, pero no hay anticuerpos en sangre que demuestren la infección. Ese es el período ventana.
EC - Ese período, así descrito por usted, es algo que genera una preocupación muy grande en cualquiera que tenga que recibir una transfusión. ¿Cómo se procesa, cómo se maneja esta posibilidad de que una sangre esté en el período ventana cuando es extraída del donante? ¿Qué se hace en un banco de sangre al respecto?
ES - Es una eventualidad que todos conocemos que puede pasar, y por eso se fomenta la autoexclusión de donantes, para minimizar el riesgo de un período ventana. Eso pasa aquí y en todo el mundo: es una eventualidad que no se puede evitar. Por eso los médicos somos conscientes de que hay que transfundir lo menos que se pueda; la transfusión se hace siempre que sea necesaria, eso está fuera de discusión, pero no debe ser prodigada, o sea transfundir sin una sólida razón que lo justifique.
EC - Si entiendo bien, no hay cómo enfrentar este problema del período ventana.
ES - En un marco teórico, un período ventana podría minimizarse con el uso de otras técnicas; por ejemplo por técnicas de biología molecular. Esto, evidentemente, no está al alcance de los bancos de sangre ni es una práctica habitual por los costos de esa técnica. Si usted usa una técnica de biología molecular, sea un PCR u otras similares, ese período ventana puede ser acortado porque se detectan ácidos nucleicos del propio virus en sangre, que están allí un poco antes de que aparezcan los anticuerpos. Podría usarse eso.
Pero no olvidemos que la posibilidad de que a usted le transfundan sangre con un patógeno depende de la prevalencia del virus en la sociedad en la que usted vive. Si estamos hablando de nuestro país, de Uruguay, tenemos que pensar en cuántos infectados hay en el país, cuántos en Montevideo y cuántos aparecen en bancos de sangre. Ahí se ponderan los riesgos; si usted va a las cifras son realmente muy bajas las posibilidades.
EC - De todos modos, todavía está ese interrogatorio al que se somete al donante antes de realizar la extracción.
ES – Sí; más de una vez, y esto ni siquiera es compulsivo: el donante lo hace en una cosa anónima, solo se levanta y se va si aparece algo que le haga sospechar que pudiera estar infectado.
EC – Ahora: será bajo, será mínimo, pero en definitiva el riesgo de que una sangre que se usa para una transfusión esté en el período ventana, existe.
ES - Sí, es una eventualidad que puede suceder.
EC - Pero entonces, ¿no se podría manejar ese período ventana de alguna forma? Una vez extraída la sangre de un donante, ¿no habría que esperar el período ventana, hacer en ese momento un nuevo examen al donante y recién entonces utilizar la sangre donada?
ES - No; como le dije, ese período ventana es de tres meses y en general la sangre se almacena 42 días...
EC - O sea que si se esperara el transcurso del período ventana para hacer una nueva prueba al donante y tener total tranquilidad, la sangre ya habría pasado su vida útil.
ES - En un término amplio, sí. Quizás uno no detecta un período ventana en el momento en que está pasando, pero sí puede saber para atrás qué pasó, porque cada sangre que se transfunde se identifica y se sabe la sangre de quién va a qué persona; si en esa persona aparece una enfermedad viral transmisible por sangre, se rastrea a los donantes, se los chequea nuevamente. YA pasó el período ventana y se sabe si la fuente era contaminante o no. O sea que, mirando para atrás, se puede saber lo que pasó. Claro: el que lo adquiere, lo adquiere; pero que se puede saber, se puede saber y fácilmente.
***
EC - Yo me concentré en el período ventana del VIH; ¿qué otros riesgos existen en una transfusión?
ES - La transmisión de otros agentes virales, como por ejemplo el virus de las hepatitis B y C, el HTLV1 y el citomegalovirus. Pero todas las unidades de sangre van a ser rastreadas buscando la presencia de esos virus. En el caso de la hepatitis C, este virus puede tener lo que llamamos una seroconversión muy tardía: hay personas que se infectan por el virus C y la aparición de anticuerpos ocurre muchos meses después, incluso de seis meses a un año después.
EC - El período ventana…
ES - No es lo más habitual, pero puede pasar en el virus C y sería un evento realmente importante también.
EC - O sea que en el virus C de la hepatitis el período ventana puede ser muy largo.
ES - Uno ve dos cosas: que la prevalencia en donantes de estos virus en nuestro país de por sí es baja –seguramente por la autoexclusión– y las personas que lo adquieren por vía transfusión son cada vez menos y menos, no sólo en Uruguay sino en el mundo entero, porque hoy día los bancos de sangre testan todas sus unidades, no hay subregistros, no hay bancos paralelos... El mensaje que quiero transmitir es el siguiente: si bien es real que uno puede adquirir enfermedades al recibir una transfusión de sangre, esa no es la norma, no es lo habitual, y quien debe ser transfundido debe serlo porque hay razones para ello.
EC - ¿Puede pasar que los reactivos utilizados en los exámenes de VIH estén vencidos y den errores, o que estén muy cerca del vencimiento y por eso den errores?
ES - No, sinceramente no. Como poder pasar, podría, pero uno supone que no pasa por los controles de calidad internos y por las auditorías de cada laboratorio. Tanto los procedimientos como los reactivos son sometidos a control de calidad; hoy día son cosas que no pueden pasar, ningún director técnico de un banco va a permitir que eso suceda. O sea que esa hipótesis que usted maneja puede ser real, pero no sucede por los controles a los cuales están sometidos; si bien es cierto que siempre puede haber debilidades en el sistema y alguna alarma puede fallar, pero eso no es la regla.
***
EC – Repasando, ¿cuáles serían los factores de riesgo en una transfusión?
ES - Los factores de riesgo son del donante. Más que nada: la promiscuidad sexual, haber sido politransfundido anteriormente, usar drogas intravenosas o haber tenido recientemente una enfermedad de origen viral, como una meningitis a líquido claro no aclarada, una mononucleosis o enfermedades similares que puedan estar indicando la infección por un virus de transmisión sanguínea. Esos son los factores de riesgo que tratamos de excluir como donantes.
EC - Bien; pero pasados todos esos filtros, igual hay algún riesgo. Más temprano hablábamos del llamado período ventana en el caso del VIH, un período de 90 días durante el cual, si bien la persona está infectada, ello no se manifiesta en su sangre.
ES - Se llaman “pacientes aún negativos”, que no han hecho la seroconversión, esto es la aparición de anticuerpos en sangre que detectan su enfermedad.
EC - Yo le preguntaba si una vez extraída la sangre de un donante era posible esperar el período ventana –90 días–, hacer en ese momento un nuevo examen al donante y recién entonces utilizar la sangre, y usted señalaba que esto no funciona desde el punto de vista práctico.
ES - No, porque el proceso de seroconversión se da in vivo, dentro de la persona, y no en un volumen de sangre extraído.
EC - La pregunta era si servía hacer un nuevo examen a la misma persona.
ES - Claro, pero ¿quién puede asegurar cien por ciento que esa misma persona no se expuso en forma conocida o desconocida al riesgo de adquirir VIH y está en un nuevo período ventana? Eso no es práctico ni es útil mientras haya posibilidad de riesgo, conocido o no.
EC - Y en cuanto a hacerle exámenes a la sangre que se extrajo después del período ventana, el problema es que con 90 días la sangre…
ES - La sangre deja de cumplir con el cometido exacto que tiene; después de pasado ese período de almacenamiento útil, que ronda los 42 días, no tiene mayor sentido.
EC - En estas condiciones hay un riesgo, siempre termina habiendo un riesgo, pero usted dice que es bajísimo.
ES - Es muy bajo.
EC - ¿De qué orden?
ES - Ha ido bajando con los años. En el momento actual, concretamente para VIH la prevalencia de infección por VIH en el donante, en las personas que van a donar –que obviamente son descartadas– es de un 0,006 por ciento contra un 0,36 por ciento de prevalencia en la población general en nuestro país. Quiere decir que la chance de que la persona que llega a donar, pasado el proceso de llenado del formulario, tenga un VIH es muy baja; es mucho más baja que la de los otros virus. Por ejemplo, en donantes se ve un 0,41 por ciento de virus B, un 0,43 por ciento de virus C y un 0,9 por ciento de sífilis. O sea que lo menos probable es el VIH. A medida que pasan los años y se afinan los criterios de selección, esa prevalencia va bajando en donantes aunque suba en población general, como está pasando en Uruguay en este momento.
EC - ¿Qué dice la historia reciente en cuanto a casos de contaminación a través de una transfusión?
ES - En Uruguay tenemos 22 años de infección por VIH. Hasta junio de este año, había aproximadamente 7.018 infectados y enfermos; de ese volumen el 21 por ciento lo adquirió por vía sanguínea –1.027 casos–, de ellos el 98,7 por uso de drogas y sólo un 0,6 por ciento por transfusión. Estos representan 6 personas en 22 años en todo el país. Es francamente bajo; no quiero minimizarlo, pero es bajo.
EC - ¿Cómo estamos en ese sentido en comparación con otros países?
ES - Igual o mejor todavía. Con respecto a la vía transfusional estamos por debajo de los estándares.
EC - Usted decía que, como el riesgo (aunque bajo, bajísimo) existe, hay que procurar que la transfusión se emplee sólo cuando es la única alternativa.
ES - Cuando es estrictamente necesaria.
EC - ¿Qué otros procedimientos hay?
ES - Hay algunas estrategias, pensadas justamente para minimizar el riesgo de transmisión de enfermedades. La más importante es lo que se llama la autotransfusión, planteable en algunos casos. Si usted sabe que dentro de un mes o dos, por ejemplo, le van a hacer cierta cirugía y que potencialmente va a requerir sangre, le sacan su sangre, la guardan, la almacenan y en el acto intraoperatorio o posoperatorio le transfunden su propia sangre.
EC - Autotransfusión…
ES - Es una práctica conocida en todo el mundo; si usted la solicita se puede utilizar. Evidentemente, le va a servir si usted sabe que lo van a operar de algo; no si tiene un accidente de tránsito y lo tienen que transfundir hoy por otro motivo. Pero es una estrategia a tener en cuenta porque es absolutamente viable.
***
EC - José Irazábal está siguiendo el correo electrónico, medio por el cual han llegado varias preguntas de los oyentes. Ya hemos incluido varias hasta ahora, pero hay muchas.
JOSÉ IRAZÁBAL:
Han llegado unas cuantas preguntas, algunas estrictamente sobre temas manejados durante la entrevista. Por ejemplo, un oyente dice que hace muy poquito donó en el Servicio Nacional de Sangre (SNS); dice que el doctor Savio asegura que la encuesta es anónima, pero asegura que antes de llenar el cuestionario le pidieron el nombre y la cédula de identidad.
ES - Voy a adecuar mi respuesta. Evidentemente hay que identificar al donante para poder hacer el rastreo posterior. Al principio sí se pregunta al donante sus datos filiatorios y a grandes rasgos se descarta las prácticas de riesgo que podría tener. Pero hay una segunda instancia en la cual a la persona que va a donar, sola, sin presencia de nadie, se le hace como un llamado final a la reflexión a ver si realmente lo que dijo es correcto, si no olvidó nada, o si no quiere agregar. En un momento de este proceso de selección el donante puede retirarse voluntariamente si detecta un riesgo de enfermedades virales que había pasado desapercibido. Yo me refería a esta instancia.
JI - Otro oyente pregunta si la sangre que se examina cuando se hace la extracción en un banco de sangre se vuelve a chequear en el momento de hacer la transfusión.
ES – No. Se busca los patógenos transmisibles en el momento de procesar la sangre; si cuando el banco hace los exámenes son negativos, se procede a almacenarla y nada más. El screening se hace una sola vez.
EC - Hemos aludido en más de una ocasión al SNS. Además sabemos que distintos sanatorios, mutualistas, tienen sus propios bancos de sangre. ¿Podemos explicar cómo es este esquema? En primer lugar vamos a definir el SNS.
ES - El SNS está en la órbita del MSP; es el que centraliza, normativa y da las directivas en todo lo que sea medicina transfusional en nuestro país. Existe a su vez en cada hospital y en cada mutualista un banco de sangre propio, sabiendo además que hay un fluido intercambio de volúmenes entre una y otra entidad, porque no siempre hay sangre disponible en todos lados.
EC - El SNS es un banco.
ES - Es un banco también; es el organismo rector, pero es un banco de sangre.
EC - ¿Qué controles realiza el SNS sobre los otros bancos de sangre, tanto públicos como privados?
ES - Realiza controles de calidad y a su vez recibe información periódica sobre la detección de patógenos en cada banco de sangre. El SNS sabe lo que ocurre dentro de su ámbito y en los distintos bancos de todo el país. Hay un mecanismo, llamémosle de vigilancia, por el cual se sabe que en tal lado o en tal otro se han detectado en un mes tantos donantes positivos para tal y cual patógeno, etcétera. Eso es una norma habitual.
A su vez, una cosa importante para la seguridad de lo que se está transfundiendo, es el registro de donantes. Como le decía antes, se sabe claramente a quién pertenece cada volumen y a quién va a ser transfundido. Quiere decir que si usted adquiere una enfermedad viral, transmisible, en una transfusión, el banco está en condiciones de rastrear quién le donó esa sangre, convocar a ese donante que era presuntamente negativo, hacer nuevamente las pruebas y ver si ahora es positivo. De ese modo se sabe si usted adquirió la enfermedad por la transfusión o no. Es un mecanismo transparente.
EC - ¿Qué garantías existen en cuanto a los controles del SNS sobre los bancos de sangre en materia de procedimientos?
ES - Las garantías habituales del banco o del MSP, que está por encima de todo y tiene la División de Controles de Calidad. Los reactivos, las unidades, los insumos son periódicamente inspeccionados, como se hace con otros productos (fármacos u otras cosas), en busca de alteraciones en el proceso de control de calidad. Los controles son periódicos, habituales y pautados.
EC - Un oyente recuerda el caso que tomó estado público hace unos meses de un laboratorio en el cual se efectuaban análisis de VIH-Sida que luego se verificó que eran falsos, que directamente inventaba los resultados. Y dice: “Con un antecedente como ese, ¿qué tranquilidad podemos tener a propósito de cómo se controla a los bancos de sangre?”.
ES - Claro, pero hay algo diferente. Una cosa es un laboratorio, que ni siquiera hacía los exámenes, que ponía “sí” o “no”, lo que en última instancia se detectó en los habituales controles de calidad de laboratorios de otro tipo. Otra cosa es un banco de sangre que está sometido a controles rutinarios, periódicos y pautados. Eso no puede pasar. No pudo haber pasado nunca en el laboratorio que pasó; menos va a pasar en un banco de sangre. Son casos no comparables en forma absoluta.
EC - Usted dijo al principio, cuando describía cómo se opera en Uruguay en materia de donaciones de sangre, que éstas son gratuitas. Lo dijo al pasar; lo registré aunque no le pedí que profundizara en eso, y tengo la impresión de que esa no es una característica menor del sistema uruguayo. Porque no en todo el mundo es así.
ES - Claro. Es una característica importante. En algunas regiones del mundo aún la donación de sangre puede ser retribuida con dinero; en ese caso, si por donar sangre me pagan, hay personas con mucho riesgo de tener enfermedades transmisibles, como por ejemplo los usuarios de drogas intravenosas e inhalatorias que van a donar, obtienen dinero y con eso compran lo que quieren. En Uruguay eso no existió ni existe. El hecho de que sea un gesto voluntario y altruista asegura en parte que no hay nada atrás de eso y nadie va a obtener dinero para otras cosas por donar sangre. La donación voluntaria y la autoexclusión son dos estrategias muy importantes que coadyuvan a minimizar el impacto de las enfermedades virales transmisibles por sangre en los actos transfusionales.
EC - ¿Cómo es la conducta de los uruguayos en materia de donación de sangre? ¿Es suficiente la disposición a donar?
ES - La sangre siempre es insuficiente; se requiere mucha y los bancos siempre están muy escasos; a veces por caracteres de grupo sanguíneo, a veces porque la gente dona menos. Pero en general la tendencia es a donar, hay donantes, incluso hay donantes que no van puntualmente cuando alguien lo precisa, sino que periódicamente hacen donaciones voluntarias para que la sociedad cuente con ese elemento. Se necesitaría obviamente más donantes, tanto de sangre como de órganos.
EC – Siguen llegando preguntas de la audiencia.
JI - Un oyente consulta si el virus no puede ser combatido con temperaturas extremas en la propia sangre, cuando ya está en el banco, a través del frío o del calor.
ES - La sangre exige ciertas condiciones de almacenamiento físicas, que incluyen la temperatura. Las condiciones extremas de calor o frío que requeriría el virus no son compatibles con las condiciones que requiere el almacenamiento de la sangre. O sea que los procedimientos térmicos no son aplicables a la inactivación del virus en el caso de volúmenes acumulados.
JI - Una persona que estuvo enferma de hepatitis A pregunta si puede donar sangre.
ES - A ninguna persona que haya tenido una hepatitis viral se la autoriza a donar sangre por razones de seguridad. Si bien la hepatitis A es una enfermedad aguda, que no va a la cronicidad y después de la cual la persona normalmente elimina el virus, por razones de máxima seguridad a esa persona no se le permite donar.
EC - O sea que ninguna hepatitis.
ES - Ninguna persona que haya tenido una hepatitis viral puede ser donante de sangre.
EC - No sé si toda la audiencia tiene claro que hay distintos tipos de hepatitis…
ES - Hay varios, están la A, la B, la C, la D; se conocen también la E, la F y la G hoy en día.
EC - ¿Entonces…?
ES - Si usted alguna vez en su vida tuvo una hepatitis viral, ante la posibilidad de que ese virus –por decirlo de alguna manera– hubiese quedado, que no lo hubiera eliminado, se excluye como donante.
EC - Cuando a uno le piden donantes para una operación, porque se necesita X cantidad de volúmenes, ¿qué destino tiene esa sangre? Supongamos que me van a operar a mí y yo “consigo donantes” (en la jerga que manejamos a diario). Esos donantes que yo consigo, ¿son los que aportan la sangre que se va a utilizar conmigo?
ES - No es así. El donante va al banco, que como buen banco recibe la sangre, y luego la distribuye; esa sangre no va para usted. Hay casos –los conozco– muy excepcionales y anecdóticos en los cuales determinado paciente exige que la donación sea con la sangre procedente de sus donantes. Recuerdo haber...
EC - A eso iba, porque creo que algunas personas que van a pasar por una intervención quirúrgica pueden tener la convicción de que van a recibir la sangre de sus amigos o familiares que vinieron a donar. Lo toman como una garantía extra: “Conmigo se va a usar la sangre de Fulano, Mengano y Zutano, que son personas que me dan tranquilidad, me generan confianza”. ¿Pueden tener efectivamente esa seguridad?
ES - No, no: que no la tengan, porque no es así. Además, si usted es –por decir algo– O RH positivo y todos sus primos son O RH positivo la cosa cambia; no todos sus donantes van a tener su grupo sanguíneo.
EC - Suponiendo que lo tuvieran…
ES - Eso se puede manejar y se puede hacer que la sangre de sus familiares y amigos vaya a usted; pero no es la práctica: el transfundido recibe sangre de un banco de donantes, no de su amigo.
EC - O sea que, por ejemplo, si alguien lo operan en una determinada mutualista puede terminar recibiendo sangre proveniente del SNS o de un banco de un hospital de Salud Pública.
ES - Exactamente, porque si su mutualista no tiene sangre, la va a pedir prestada a otra mutualista, al SNS o quien sea.
EC - Pero por lo que usted explicaba, sea cual sea el origen de la sangre, las garantías son las mismas.
ES - Sí, son procedimientos estándar en todos los bancos de sangre del país, no sólo de la ciudad de Montevideo.
JI - Mucha gente plantea sus inquietudes personales. “¿Por qué los diabéticos no podemos donar sangre?”, pregunta un oyente.
ES - Ni a los diabéticos, ni a los hipertensos, a ninguna personas con enfermedades crónicas que se puede descompensar frente a alguna situación se le permite donar sangre para proteger su salud.
EC - Se protege al donante en ese caso.
ES - Se protege al donante, no al que va a recibir la sangre.
JI - Una oyente dice que es alérgica y asmática y tampoco la dejan donar.
ES - En los asmáticos, en los alérgicos, hay mucha presencia de anticuerpos, de inmunoglobulinas por un terreno alérgico, que podrían incluso favorecer cierta reacción transfusional adversa.
EC - Reacción adversa… en el donante.
ES - En el donante. No es tan así, pero insisto: a ninguna persona que tenga alguna enfermedad crónica, para protegerla, le permite donar sangre. Por ejemplo un hipertenso no debe donar sangre porque le sacan 250 centímetros cúbicos de sangre, y esa variación puede causarle un descenso de la presión en forma más o menos brusca, lo cual no es conveniente para un hipertenso. Entonces a enfermos crónicos no se les permite donar para proteger transitoriamente la salud del donante.
JI - Un oyente dice que tuvo hepatitis tipo A a los ocho años de edad, que ha donado varias veces y nunca le hicieron ningún problema.
ES - Claro; hay un margen dentro del cual el técnico que está seleccionando al donante puede ponderar el riesgo. Si tuvo una hepatitis en la infancia y el virus A nunca queda en forma crónica en el organismo, esa persona puede ser candidata a donar, aún con cierto riesgo. No es una contraindicación absoluta, sino referida en grandes términos.
JI - Otro oyente pregunta a propósito del caso de este chico que contrajo el virus mientras estaba internado; pregunta si en el caso de este niño se hizo el rastreo o se puede hacer el rastreo para saber si la infección vino por el lado de las personas que donaron esa sangre.
ES - De este caso sé lo que escuché por la prensa, no estoy al tanto exactamente, pero es evidente que lo primero que se va a hacer –si ya no se hizo– es el rastreo de esa sangre, porque es una práctica habitual en estos casos. La prensa hoy informa en forma por demás elocuente que el SNS no se hace responsable de esta situación. Si el servicio es tan tajante al respecto quiere decir que este procedimiento ya se hizo y que los donantes ya fueron rastreados. Es lo primero que se hace.
EC - Las investigaciones apuntan ahora a saber con quiénes convivió ese bebé durante su internación en el ICI, para ver si en esos otros pacientes, también niños, existía el virus y si el contagio puede haberse producido por alguna de las otras vías.
ES - Cuando hay un contagio hay que buscar múltiples puertas de entrada; la transfusión es una de ellas, pero no la exclusiva. Esa persona que está preguntando tiene que saber que los donantes se rastrean y que por sí o por no, a esta altura, habiendo pasado ya dos años, se va a saber si ese donante seroconvirtió o no y si hubo o no una fuente de contagio transfusional. Creo que ese no es el punto en discusión en este momento, porque se aclara fácilmente.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón
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