Argentina quiere analizar impacto de fábrica limítrofe

Para el ministro de Medio Ambiente uruguayo, Saúl Irureta, el tema está laudado con el informe de la Dinama y todos deberían confiar en él. Reconoce que la industria papelera y de celulosa es contaminante, pero “según cómo sea instalada. Si los países nórdicos las tienen y al mismo tiempo son los más cuidadosos del ambiente, ¿por qué no las podemos tener nosotros?”. Piensa que este proyecto atiende simultáneamente la defensa del medio con la creación de puestos de trabajo.



EN PERSPECTIVA
Martes 07.10.03, 07.31.

EMILIANO COTELO:
Representantes del Poder Ejecutivo salieron a defender la instalación de la planta de celulosa que se proyecta instalar en las costas del Río Uruguay en el departamento de Río Negro, cerca de la terminal M’Bopicuá que está construyendo el grupo español Ence.

ALFREDO DANTE:
Desde este fin de semana, organizaciones ecologistas de Argentina y Uruguay vienen efectuando protestas, y hoy darán una conferencia de prensa en el Palacio Legislativo.

El canciller argentino, Rafael Bielza, propuso crear una comisión binacional para estudiar el impacto ambiental que tendrá esa planta. Bielza explicaba anoche que, cuando la distancia de las dos riberas del río es de 14 cuadras, es lógico que su país se preocupe por las consecuencias que puede tener la instalación de la planta sobre el río y el clima, cuando hay temores a la ocurrencia de lluvia ácida.

EC – Las protestas comenzaron en la cabecera argentina del puente Fray Bentos – Puerto Unzué, con el aval del intendente de Gualeguaychú. El tema se trasladó al gobierno nacional, donde incluso el presidente Néstor Kirchner tomó cartas en el asunto.

El canciller argentino, que estuvo ayer en Uruguay, dijo que “hay un informe sobre agravio ambiental y lo que hemos hecho es plantear la creación de una comisión ad hoc binacional que estudie el tema y se expida en 30 días”.

Llamativamente, Bielza dijo que en principio el planteo había sido aceptado de buen grado por el presidente Batlle y el canciller uruguayo, Didier Opertti, contradijo esa información señalando que el gobierno no accedió a conformar tal comisión. Dijo no haber recibido el planteo de instalar la comisión y agregó que, si bien ya existe la Comisión Administradora del Río Uruguay integrada por los dos países, Opertti entiende que no es competente en este tema porque “este no es el dragado de Martín García, ni la profundización de los canales ni el monitoreo de la represa de Salto Grande: es una obra en territorio uruguayo y bajo soberanía uruguaya”, enfatizó. Consideró que, “por consiguiente, es un proyecto sometido a nuestra legislación”, por lo que no corresponde que sea analizado por los dos países a través de una comisión binacional. Añadió que “Uruguay es un país natural, que hace de la protección del medio ambiente uno de sus códigos de conducta fundamentales”.

AD – Técnicos uruguayos descartaron que la planta contamine el Río Uruguay. Los presidentes Kirchner y Batlle se reunirán mañana en la residencia oficial de Anchorena, y se estima que la planta de M’Bopicuá estará entre los temas a tratar.

EC – Está en línea el ministro de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, Saúl Irureta. ¿Cómo observa este debate?

SAÚL IRURETA:
Hay una expresión que a mí siempre me causó gracia, que es el “ruido”. Hay mucho ruido; lo primero que observo es eso.

EC - ¿A qué se refiere con “ruido”?

SI – A que intervienen puntos de vista encontrados que muchas veces son ajenos a las preocupaciones que expresan sobre el medio ambiente.

EC - ¿Puede ser un poco más explícito?

SI – Sí, cómo no. Todo este ruido se originó en gran medida en la República Argentina, en Gualeguaychú. No podemos desconocer –porque eso sucede en Argentina, sucede acá y en muchos otros lados— que de pronto se levanta un problema como es este de la eventual contaminación que pueda producir una planta de celulosa a instalar en Fray Bentos, eso sirve para hacer ruido y, en un proceso electoral como el que está instalado en este momento en la provincia de Entre Ríos, puede significar réditos que no tienen mucho que ver con lo que realmente pasa.

EC – Ahora, ministro... entiendo esa lectura (que supongo que no causará mucha gracia a los gobernantes argentinos que se han ocupado del asunto), puede ocurrir que efectivamente estén jugando factores de ese tipo; pero las protestas han tenido lugar no sólo del lado argentino: también ha habido hace meses movilizaciones en el departamento de Río Negro de organizaciones ambientalistas. Es más: algunas de ellas sostienen en un comunicado que han hecho llegar ayer a la prensa que procuraron cruzar el puente este fin de semana para participar de la protesta junto a sus organizaciones amigas argentinas, y no se les permitió salir. Es todo un tema que parece que será discutido hoy.

SI – Lo que le puedo decir es que no creo que sea ese el único factor, de ninguna manera, pero es un factor que está pesando y creo que la actitud que asumieron el presidente y el canciller argentinos es lo que corresponde: frente a un sector de su ciudadanía que protesta han marcado preocupación, han pedido informes y quieren tener la seguridad de que lo que se denuncia no es cierto, cosa que absolutamente es lo que corresponde.

EC – En el caso de la cartera que usted encabeza ¿ya está completo el estudio de impacto ambiental?

SI – En lo que tiene que ver con nuestro país, esta empresa –como toda empresa importante, y más en este rubro de la madera— presentó un estudio de impacto ambiental completo, que fue seguido por la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama) y estudiado con gran rigor técnico y en profundidad. Ese estudio en profundidad del material presentado por la empresa llevó aproximadamente tres o cuatro meses, y finalmente se aprobó un informe de la Dinama que establece las condiciones en las cuales se otorga el permiso y las condiciones de funcionamiento.

EC – Aclaremos que la planta de celulosa aún no existe: se presentó el proyecto ante el Ministerio para su evaluación. ¿Cuáles fueron las conclusiones?

SI – De las conclusiones que sacó la Dinama se dio vista a la empresa, y ésta tiene un plazo perentorio de 10 días aceptando u objetando las condiciones de la Dinama, con lo cual se establece un período en el cual debe llegarse a un acuerdo. La aceptación de las condiciones son aceptadas da lugar a la autorización ambiental para que pueda comenzarse la construcción de la planta.

EC - ¿Cuál es, en principio, el riesgo de una planta de celulosa ubicada sobre un río, en este caso el Río Uruguay?

SI – Fundamentalmente se vincula al tratamiento de los efluentes. La industria de la celulosa es, indudablemente, una de las que hay que merecen poner más cuidado, porque en muchos países ha sido contaminante.

Ahora: en el caso de nuestro país, quiero significar lo siguiente: el país invirtió durante 15 años recursos muy importantes que fueron puestos por todos para otorgar subsidios a las firmas forestales y tener una masa arbórea como para explotar y hacer de eso uno de nuestros rubros de exportación.

EC – Sí: hubo una verdadera política de promoción de la forestación.

SI – Obviamente, y ya tiene 15 años. Durante 15 se invirtió en recursos, se invirtió ese tiempo, y se puso la meta de medio millón de hectáreas forestadas. Una vez que están las hectáreas forestadas y llegó el tiempo de ser explotadas, hay capitales, hay empresas, que están dispuestas a invertir y agregar valor a eso en que nosotros invertimos durante 15 años. Entonces, se ha dicho de que la industria papelera o la industria de la celulosa son contaminantes, y yo creo que son contaminantes según cómo se las instale. Hay infinidad de plantas en los países nórdicos, en Finlandia, Noruega, Suecia, que todos sabemos que son países con una industria de la madera muy desarrollada, y que al mismo tiempo ocupan los primeros lugares en el ranking de los países que más cuidan su medio ambiente. Entonces me pregunto, le pregunto al conjunto de la ciudadanía: nosotros estamos muy preocupados como país por nuestra muchachada que se nos va porque no tiene trabajo; trabajo implica desarrollo industrial y desarrollo industrial significa instalación de plantas que por el sólo hecho de instalarse siempre van a significar una modificación del medio ambiente; la única chance que tenemos de atar esas moscas por el rabo es intentar tener un desarrollo industria que dé trabajo a nuestra gente, en base a nuestros recursos, como es este caso pero hacerlo en forma sustentable, cuidando eso que para nosotros es también un tesoro del país...

EC – Estamos hablando de una inversión de U$S 400 millones, que no tiene precedentes en los últimos años y que, según se ha anunciado, generará unos 3.000 puestos de trabajo entre directos e indirectos en los próximos años. Sin duda que esa relevancia es bien contundentes, pero la pregunta es cómo se hace para compatibilizar una inversión de ese monto y una dinamización del mercado de trabajo de esas características con la preservación del ambiente. Usted decía que el informe de la Dinama establece una serie de condiciones a la empresa.

SI – Exactamente.

EC - ¿De qué tipo? ¿Puede mencionar ejemplos?

SI – No, porque no he leído el informe técnico, no soy técnico en la materia, pero ese informe, una vez aprobado, va a ser público. Y es obligación de la Dinama cuidar que todas y cada una de las especificaciones que establece para el funcionamiento de la planta sean aceptadas.

La pregunta que yo hago es por qué, si en otros países del mundo se puede compatibilizar un desarrollo industrial importante con el cuidado del medio ambiente, no lo podemos hacer nosotros. Creo que lo podemos hacer perfectamente, tenemos los recursos técnicos para hacerlo, y me parece que la única manera es depositar la confianza del país, de los vecinos de Fray Bentos, del resto de la ciudadanía y también de los países vecinos, en que tenemos un instituto, la Dinama, al que entre todos le confiamos la misión de establecer si una industria puede funcionar y en qué condiciones, y de cuidar que funcione en esas condiciones. Mientras no depositemos la confianza en ese organismo que todos acordamos que debe existir para eso, y no hagamos de él un instituto serio, respetado por todos, creo que vamos a estar envueltos en conflicto que, como le digo, me parece que muchas veces son más ruido que un conflicto real. No vamos a tener la chance de iniciar un proceso de desarrollo industrial como el que precisamos, obviamente sin desmedro de lo que también precisamos que es cuidar nuestro lema de Uruguay Natural que, a esta altura del partido es un lema comercial que tiene que ver con el turismo pero también tiene que ver con nuestra producción básica, de productos del agro: ocupamos el sexto lugar en el mundo como país natural (como se divulgó hace poco), y pienso que ese es un capital que nadie más que nosotros está preocupado en sostener.

***

EC – Por lo visto, el tema formará parte de la agenda política por unos cuantos días.

AD – A propósito de la actitud del gobierno argentino en torno a este asunto, el Directorio del Partido Nacional lo analizó ayer a instancias del ex ministro Sergio Abreu, y emitió una declaración en la que “rechaza todo acto de injerencia por parte de cualquier Estado en los asuntos internos del Uruguay”.

EC – Por otro lado, se anuncia para hoy una conferencia de prensa en el edificio anexo del Palacio Legislativo, en la cual una serie de organizaciones ambientalistas de Río Negro y zonas cercanas, así como otras con sede en Montevideo, expondrán su posición en contra de la instalación de la planta de celulosa. El grupo Guayuvirá y Redes Amigos de la Tierra son los convocantes a este encuentro con la prensa, entre otras cosas denunciando que representantes de ocho organizaciones no gubernamentales de distintos puntos del país intentaron ingresar el sábado a territorio argentino a la movilización que tenía lugar del otro lado, pero no se les permitió la salida desde Uruguay.

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Transcripción y edición: Jorge García Ramón

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