Agronomía encamina los problemas de indisciplina

Decano de la Facultad de Agronomía, Ing. Agr. Gonzalo Pereira: La Estación Experimental volvió a dictar cursos pero con la mitad de sus internados. Esto después que los estudiantes reconocieran, individual y colectivamente, los actos reñidos con la conducta universitaria. Fue un paso importante, pese a que no todos los hechos fueron reconocidos, en particular algunos cuya sanción es de carácter penal y no sólo administrativa. Se analiza el futuro del sistema de internado.

EN PERSPECTIVA
Martes 07.10.03, 08.50.

EMILIANO COTELO:
¿Qué pasó con las clases en la Estación Experimental Mario Cassinoni, en Paysandú, de la Facultad de Agronomía?

Como se recordará, hace pocas semanas informábamos a propósito de una decisión drástica que habían tomado las autoridades, en acuerdo con el propio decano de la Facultad, suspendiendo las clases hasta nuevo aviso mientras no se aclarara un episodio particularmente grave, culminación de una serie de actos de inconducta en los que habían incurrido los alumnos que cursan esa parte de la carrera en el departamento de Paysandú. La gota que desbordó el vaso fue una carta amenazante dirigida a algunos alumnos, firmada por otro grupo de alumnos autodenominados “Los Enfermos”.

Desde aquel momento, desde el martes 9 de setiembre, estaba pendiente el desenlace de esta crisis que ponía en riesgo incluso el año para estoa además y que además podía implicar un replanteo de lo que es una pieza clave en el desarrollo de la carrera de Agronomía, esa etapa que los estudiantes pasan en contacto directo con el medio en la Estación Cassinoni.

Hemos averiguado y sabemos que las clases han podido retomarse este lunes. A partir de ese dato nos interesa conocer en qué condiciones ocurre ese regreso a la normalidad. Volvemos a conversar con el ingeniero agrónomo Gonzalo Pereira, decano de la Facultad de Agronomía de la Universidad de la República.

¿Efectivamente desde el lunes la actividad es la de siempre?

GONZALO PEREIRA:
Desde ayer ha comenzado la actividad de clases de cuarto año y el internado reformulado.

EC - ¿Cómo se logró una solución? Las autoridades universitarias habían puesto la condición de que debían identificarse los autores de aquella carta amenazante.

GP - Sí. Hace unas dos semanas el panorama era complejo y de difícil pronóstico, pero teníamos la expectativa de un proceso positivo, que efectivamente se verificó. Hubo dos asambleas de los estudiantes de cuarto año que por primera vez –aunque parezca raro– analizaron entre ellos la situación; una asamblea de nueve horas y otra similar en tiempo, con resultados que indican que el grupo en su conjunto tuvo un proceso de maduración y de toma conciencia de las cosas que estaban sucediendo.

EC - ¿Por qué dice esto?

GP - Porque de allí salió una resolución de asamblea autocrítica del grupo, de reconocer la cantidad de infracciones cometidas, de estar en actitudes que iban en contra de los objetivos académicos del cuarto año y de la Estación Experimental. La resolución de asamblea fue firmada por todos los estudiantes y fue un primer paso que consideramos muy positivo, acompañado de cartas individuales firmadas en las que cada estudiante reconoció las infracciones cometidas.

EC – Ah: hubo cartas individuales firmadas, donde los estudiantes que cometieron infracciones admitieron su responsabilidad.

GP - Para nosotros eso fue un paso de notable importancia para reconstruir condiciones de convivencia como para estudiar; no hablo ya del internado, simplemente para estar juntos en un aula.

Escuchaba su presentación y quiero precisar que la carta anónima amenazante fue contra las compañeras, contra un grupo de mujeres, cosa que hacía particularmente grave la situación.

EC - Sí, yo dije que era contra otros alumnos, pero en especial la carta con esa amenaza estaba dirigida a mujeres, a alumnas mujeres.

GP - Efectivamente.

EC - En esto que usted estaba reseñando en cuanto a que varios estudiantes entregaron cartas firmadas reconociendo su responsabilidad en algunas de las irregularidades, ¿debo entender que también se conoce entonces quiénes fueron los autores de la carta, quiénes eran “Los Enfermos”, como se autodenominaban?

GP - Las cartas son de prácticamente todos los estudiantes; una parte de ellos sostienen no haber cometido ninguna infracción al reglamento de internado ni a las reglas de convivencia; otra parte reconoce distintos grados de infracciones que han llevado a una serie de decisiones de sanciones por parte del Consejo, por unanimidad del Consejo de la Facultad de Agronomía. La propia resolución que se dio a conocimiento de la prensa dice que no todos los temas han sido identificados en sus responsables. Particularmente del tema de la carta anónima nadie se hizo responsable, seguramente por tener conocimiento de que va a ser un tema de sanción no académica sino judicial (porque la denuncia está planteada al Poder Judicial y a la Policía); sólo trascendió lo que daría lugar a infracciones al reglamento interno.

EC - Entonces, pese a que no hay una confesión de la carta amenazante, ¿igual las autoridades optaron por retomar las clases?

GP - Lo que hubo fue una cantidad de reconocimientos de infracciones que formaban parte de un clima inadecuado para el estudio, desde rotura de elementos de los pabellones, inconductas en el relacionamiento con los compañeros, etcétera. Ha sido una cantidad de declaraciones de reconocimiento de infracciones que han sido un proceso de sinceramiento muy positivo.

EC – Veo que en la carta de la asamblea de estudiantes se señala, por ejemplo: “En otro plano pareció pertinente hacer llegar al Consejo una postura generacional frente a los hechos ocurridos a lo largo del año y frente al caso puntual de la carta. Se rechaza absolutamente el contenido de la carta y se expone una discrepancia total con los puntos que allí se establecen; por su contenido grosero, amenazante y violento”.

Me llamó la atención esto también: “Se considera que la carta publicada en los pabellones y en el salón de clase por un grupo anónimo autodenominado ‘Los Enfermos’, no es un hecho aislado, sino resultado de una serie de acontecimientos sucedidos en el corriente año, y en el transcurso del internado en generaciones anteriores”.

GP - Es correcto; la carta culmina una serie de procesos. Le recuerdo que el robo de un vehículo de la Facultad por parte de estudiantes y su entrega –aunque los culpables reconocieron haberlo hecho– formaba parte de una escalada de hechos que culminaron con una carta, pero que llevaron a una investigación administrativa mediante la cual la Universidad estaba recogiendo las declaraciones de los estudiantes. La carta formaba parte de un intento de atemorizar, e impedir una reacción de la mayoría.

Lo que ha sucedido es que hace 15 días teníamos una posición indecisa por parte del grupo y hoy tenemos una posición decidida de la gran mayoría, de encarar críticamente todas estas cosas.

EC - Volviendo a lo que me había llamado la atención, que se incluyera a la carta como la culminación de un proceso de deterioro que lleva años, que no es sólo de este 2003, me parece importante agregar otras frases: “(…) un centro de estudios universitarios como la Estación Cassinoni debe ser aprovechado por los estudiantes desde el punto de vista de una formación integral, conviviendo y aprendiendo en el marco de libertad de opinión abarcado en el artículo segundo, y nunca dañando, degradando y desprestigiando la imagen de la institución y de la profesión”.

O esta otra frase: “Asimismo, entendemos y compartimos la idea de que este centro debe tener lugar sólo para los estudiantes que comprenden lo que es un centro de estudio universitario y no para aquellas personas que los consideran un centro de diversión”.

GP - Bueno… En parte, las decisiones que se ha hecho públicas indican que, en base al autorreconocimiento de faltas, ha quedado fuera del internado alrededor de la mitad de los estudiantes. En esta oportunidad estamos comenzando las clases con un internado compuesto por la mitad de los estudiantes. Es la solución puntual porque el tema del internado en años futuros está bajo análisis, tomando en cuenta no sólo los problemas de este año sino algunas infracciones que, efectivamente, vienen de tiempo atrás.

EC - El hecho de que el 50 por ciento del alumnado haya quedado fuera del internado, ¿es definitivo, es para todo el resto de este año?

GP - Los estudiantes que quedaron fuera del internado quedan fuera del derecho de internado o de uso de estas características de instalaciones de Facultad mientras sean estudiantes.

EC - Se refiere al internado; no al acceso a las actividades curriculares en la Estación Cassinoni.

GP - Tienen acceso a las clases; la resolución unánime del Consejo indica que es la manera de comenzar, de retomar la actividad académica, pero no inhibe de otras sanciones que puedan emerger de la investigación administrativa que está haciendo la Universidad en su Oficina Jurídica, y de lo que pueda emerger de la investigación policial. Esta es la manera en que estamos retomando; no cerrando el caso.

EC - ¿Y con respecto al futuro, a reformas que haya que realizar o que se piensen realizar en estos cursos en la Estación Cassinoni?

GP - El tema internado es complejo; ha recibido esta solución, pero vamos a ver si el año que viene lo iniciamos como se ha acostumbrado hasta ahora o con un enfoque de menor cantidad de estudiantes, con estudiantes con determinadas características.

EC - ¿Cómo es esto último?

GP - Hay distintas alternativas posibles; una de ellas es que usen las instalaciones del internado los estudiantes que tienen dificultades económicas para resolver su estadía en Paysandú, que es la ciudad más próxima.

EC - Y que los demás puedan participar de las clases, pero resolviendo el alojamiento por su cuenta.

GP - Esa es una de las opciones que estarán en discusión cuando terminemos este año.

EC - Quedamos a la espera de la resolución en el plano judicial.

GP - Exactamente.

EC - El esclarecimiento de las responsabilidades en el caso de la carta.

GP - De la investigación judicial y de la académica, porque si encontramos que emergen infracciones al reglamento que no fueron planteadas en las cartas de cada uno, el caso tampoco se cierra.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón

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