|
“Las dos Bolivias”
Desde Santa Cruz, socióloga Marinela Beke Rohrer (Equipos – Mori): Una zona rechaza decididamente la exportación de gas, la otra la apoya mayoritariamente. La opinión pública es muy negativa respecto al presidente Sánchez de Losada y, pese a que da marcha atrás en los temas conflictivos, la gente en la calle coincide en que “no escucha”.
EN PERSPECTIVA
Jueves 16.10.03, 07.55.
EMILIANO COTELO:
En Bolivia, el saldo mínimo de un mes de convulsión social y política llega a 86 muertos y medio millar de heridos. La crisis se agravó cuando la dirigencia obrera y campesina rechazó la tregua planteada por el gobierno, considerando insuficiente el referéndum propuesto por la Presidencia sobre la exportación de gas. Las manifestaciones reclamando la renuncia del presidente Gonzalo Sánchez de Losada se extendieron a las principales ciudades del país. El mandatario, jaqueado por estas airadas protestas, había propuesto una revisión a la ley de hidrocarburos en un proceso concertado con las petroleras y un referéndum para consultar a la población sobre la venta de gas al exterior, la venta de gas a Estados Unidos a través de un puerto chileno, que fue el origen de las manifestaciones opositoras.
Estamos en comunicación con la licenciada Marinela Beke Rohrer, uruguaya, socióloga, 25 años, quien reside en Santa Cruz de la Sierra desde abril pasado donde es directora de proyectos de Equipos - Mori en Bolivia.
¿Qué hora es allí en este momento?
MARINELA BEKE ROHRER:
Aquí, en Santa Cruz, son las siete de la mañana.
EC - Una hora menos. ¿Cómo son las condiciones del tiempo en esta época del año?
MBR - En Bolivia tenemos básicamente dos zonas geográficas. Mientras que en La Paz y la región del altiplano las temperaturas son bajas, en el oriente generalmente predomina un clima caluroso, con temperaturas mucho más altas; estamos en los 30 y pico de grados, aproximadamente. A esta hora ya se empieza a sentir un clima bastante caluroso.
EC - A propósito de lo que has estado trabajando en el área de opinión pública, nos interesaría ver lo que está ocurriendo en Bolivia desde ese ángulo. Es una crisis que se desata a raíz de los reclamos por el gas, pero el descontento de la población viene desde hace varios meses. ¿Cómo puedes resumir la evolución que ha tenido la imagen del presidente Gonzalo Sánchez de Losada?
MBR - Tenemos que tener en cuenta que el presidente asume en agosto de 2002. Si consideramos la medición de simpatía política –un indicador que se usa mucho en opinión pública y en los análisis politológicos–, vemos que en diciembre de 2002 Sánchez de Losada estaba en lo que se llama luna de miel: fue el punto más alto de su simpatía política, incluso más alto que antes de ser electo. En diciembre estaba en 32 por ciento de simpatía política. Si vemos cómo estaba esa simpatía política en el primer año de su mandato, cayó la mitad para ubicarse en 16 por ciento, por debajo del vicepresidente y de otras figuras políticas como Manfred Reyes Villa y Evo Morales. O sea que ya en el primer aniversario de su gestión la simpatía política había caído. Al 6 de agosto de 2003 sólo aprobaba su gestión el 9 por ciento de los bolivianos, puntualmente de los habitantes del eje troncal, o sea las ciudades de La Paz, El Alto, Santa Cruz y Cochabamba: uno de cada 10 bolivianos, uno de cada 10 habitantes del eje aprobaba la gestión del presidente. Cuando les preguntábamos si la gestión había tenido más aciertos o más desaciertos, sólo el 7 por ciento veía aciertos.
También hay que tener en cuenta los sucesos del 12 y el 13 de febrero, cuando el presidente quiso anunciar sus primeras medidas de gobierno. Entre ellas se encontraba un impuesto al salario: la población se levantó y el presidente tuvo que dar marcha atrás. Pudo implantar las medidas de mayor contenido social, por ejemplo la ley de trabajadoras del hogar, el seguro materno-infantil, una especie de pensión a las personas mayores de 60 años... pero cada vez que el presidente plantea una política, una medida en el tema económico encuentra rechazos y da marcha atrás, lo que de algún modo desdibuja la figura presidencial. En febrero dio marcha atrás y ahora también, después de los sucesos del fin de semana, salió el lunes a decir “Bueno; vamos a hacer una consulta popular”. Anoche salió nuevamente, apoyado por sus socios, Jaime Paz Zamora y Manfred Reyes Villa, del MIR y del EFR, diciendo “No sólo vamos a hacer una consulta popular, sino a rever la ley de hidrocarburos”.
EC - Justamente, para esa consulta popular, ¿ustedes han medido la opinión de la gente sobre la venta del gas?
MBR - Nosotros trabajamos puntualmente para la red de televisión Unitel, la principal cadena de televisión del país, y realizamos un estudio a fines de setiembre, 20, 21 de setiembre, cuyo resultado más destacado es que el 55 por ciento de los bolivianos está en desacuerdo con la exportación del gas. La encuesta se hizo pensando en dos regiones: por un lado el occidente del país, que comprende las ciudades de La Paz, El Alto y Cochabamba, y por otro el oriente y el sur. Es importante tener en cuenta el oriente y el sur porque allí es donde se encuentran las principales reservas de hidrocarburos; esa región comprende los departamentos de Santa Cruz, Sucre y Tarija. Pero si bien el 55 por ciento de los bolivianos está en desacuerdo con la venta del gas, es diferencial la posición en las dos regiones.
EC - ¿Cuáles son las posiciones?
MBR - A partir de ese momento se empieza a hablar de “las dos Bolivias”, porque no sólo en cuanto al gas están posicionadas en forma diferencial, sino también en cuanto a simpatía por líderes políticos y demás.
Si bien hay un 55 por ciento general en desacuerdo con la venta del gas, en el occidente, o sea las regiones de La Paz, El Alto y Cochabamba, esa cifra sube al 70, mientras que en Santa Cruz, Sucre y Tarija, los departamentos donde están las reservas de hidrocarburos, sólo el 40 por ciento está en desacuerdo y el 58 por ciento está de acuerdo con la exportación del gas.
EC - ¿Ustedes consultaron también a propósito del puerto de salida de ese gas, que es otro punto polémico de este negocio?
MBR - Exactamente, ese es otro de los puntos; desde una perspectiva histórica se puede llegar a comprender la posición de algunos bolivianos, todo el tema de la guerra del Pacífico con Chile.
Preguntamos: en caso de que se exportara, ¿por dónde debería salir el gas? Del total de los consultados el 27 por ciento dice Perú y el 18 por ciento Chile. También diferenciado por región: en occidente, la zona de La Paz, El Alto y Cochabamba, Perú lleva un 27 por ciento y Chile sólo el 4 por ciento; en oriente y sur –los departamentos donde están las reservas de hidrocarburos– el 39 por ciento dice Chile y el 27 por ciento Perú; aquí también está Tarija, que sería uno de los departamentos más beneficiados con la exportación del gas por Chile.
Cuando preguntamos (previendo el tema de la consulta popular) “Más allá del puerto, ¿por dónde debería exportarse el gas: por donde sea más barato, por donde diga la mayoría?”. Mientras en occidente dicen “por donde diga la mayoría”, en el oriente y en el sur predomina “por donde sea más barato”, con un criterio más técnico-economicista.
EC - Si miramos lo que está pasando hoy en la vida política y social boliviana, los hechos de las últimas horas, las propuestas del gobierno, las reacciones de la oposición, el incremento de las movilizaciones, y lo combinamos con esos datos de opinión pública que tú manejabas, ¿qué horizonte se avizora; qué decisiones podrían precipitarse, cuál es el destino de toda esta pulseada?
MBR - Días atrás decíamos que lo que iba a ocurrir dependería de en qué medida el gobierno se vea respaldado por sus socios. Anoche veíamos la declaración conjunta del vocero presidencial y sus principales socios, y cuando uno miraba el impacto que tuvieron esas declaraciones en el resto de los líderes políticos podía ver que no era lo que la gente esperaba. Eso se notó y se va a notar porque las marchas continúan y van a continuar.
El futuro está bastante incierto. La gente tenía expectativas; se dice que lo único que no se negocia es la renuncia de Goni. En estos días las marchas continúan, incluso a nivel de Santa Cruz hay una especie de guerra psicológica, de pánico, algo parecido a lo que vivimos en Uruguay en aquel “viernes negro” de junio de 2002, con el feriado bancario y demás. De hecho, en Bolivia hubo el martes un feriado bancario; se dio como motivo un problema técnico a nivel nacional, pero hubo un feriado bancario.
En Santa Cruz, como hay movilizaciones en el resto de las capitales departamentales, se está esperando con cierto pánico una marcha de campesinos que está llegando. Ya hay movimientos independentistas, como lo que se conoce como “Nación Camba” que dicen que “A Santa Cruz no va a llegar; vamos a salir a detenerlos”.
Esa es la situación que se vive a nivel de la población en general. Cuando uno conversa con la gente, ésta dice que el gobierno no la está escuchando, que no se está dando cuenta, porque lo de la ley del hidrocarburo ya lo dijo en otro momento, desde el lunes viene diciendo lo de la consulta popular y los muertos siguen sumándose, los heridos también y las marchas siguen avanzando.
------------------------------------
Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón
recomendar esta
nota
|
|