Los lanares alcanzan un precio récord

Presidente del SUL, Gabriel Capurro.



EN PERSPECTIVA
Lunes 20.10.03, 08.04.

JOSÉ IRAZÁBAL:
Al tiempo que el número de ovinos cayó este año a los niveles más bajos, en el orden de las 11 millones de cabezas, los valores logrados por los lanares son históricos superando el dólar por quilo en todas las categorías.

Por si fuera poco, la cantidad de ovinos faenados viene superando la de vacuno, como resultado de la fuerte demanda de la industria para cumplir cuotas de exportación.

Vamos a profundizar ahora en este tema, en diálogo con el gerente del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL), Gabriel Capurro.

En primer lugar, el rubro ovino ha retomado su importancia económica; si miramos los buenos precios de la carne y de la lana, en ambos sectores los indicadores son muy auspiciosos.

GABRIEL CAPURRO:
Sí, sin suda se han recuperado los precios en la lana, que estuvieron deprimidos años, y en la carne ovina se han continuado afirmando llegando a niveles récord.

JI - Sin embargo estábamos hablando de una caída prácticamente histórica en la cantidad de ovinos. ¿Por qué pasó esto?

GC - Lamentablemente este buen momento del mercado nos llega con la menor cifra de ovinos en más de 100 años en Uruguay. Sucedió porque la década de los 90 fue realmente de precios muy deprimidos para la lana y los productores fueron gradualmente cambiándose hacia el vacuno, en el uso de la tierra le dieron prioridad al vacuno, aumentaron su stock vacuno, al que le veían mejores perspectivas porque Uruguay a su vez estaba accediendo a los mercados no aftósicos con precios muy compensatorios, y fueron desprendiéndose gradualmente de los ovinos.

JI - Por ahí pasa la explicación…

GC - Sí, sin duda. Uruguay estuvo faenando en el entorno de 2 millones de ovinos históricamente, desde hace muchos años, en forma anual, y en este momento, cuando los precios son mejores, la faena ha caído a 700 mil ovinos por año, si bien puntualmente en estas semanas estamos en un momento de faenas importantes porque estamos con la primavera bastante avanzada y con la intención de los frigoríficos de cumplir con la cuota a la Unión Europea; de alguna manera eso está apurando la faena, ya que el plazo se les vence ahora, a fines de noviembre.

JI - Ésa era la pregunta que le iba a hacer: concretamente dónde se estaba colocando la carne de oveja que se estaba faenando.

GC - Uruguay históricamente ha venido colocando el 90 por ciento de su producción entre la Unión Europea y Brasil. Obviamente, en la medida en que el volumen de exportaciones es menor los negocios se realizan con los mercados de mayor valor; en este momento Uruguay tiene que cumplir la cuota de la Unión Europea, tiene que embarcar antes del 30 de noviembre para que llegue antes de fin de año, por eso en este momento la faena está teniendo un volumen muy importante.

JI - ¿El uruguayo come carne de oveja?, ¿cómo está el mercado local?

GC - El uruguayo está muy fragmentado en lo que tiene que ver con el consumo de carne ovina, porque en el interior, a nivel de establecimientos rurales, se come mucha carne ovina, más de 100 quilos por persona, en algunos casos hasta 200 o 300, que es un récord mundial; pero a nivel del consumo urbano, el consumo está en 1,5 quilos por persona por año, que es bajo.

JI - ¿Por qué esa diferencia tan grande?

GC - La diferencia básicamente es porque el hábito de consumo en las ciudades se ha volcado hacia el vacuno, que históricamente en Uruguay ha tenido un precio más accesible; en el caso del ovino los frigoríficos consiguen un mejor mercado a nivel internacional, hay mejores precios. La carne ovina a nivel internacional es la que vale más, sin embargo en el mercado interno, si se intenta vender carne ovina a mayor precio que la vacuna, el consumidor opta por la vacuna, por lo tanto en Uruguay no se ha desarrollado el consumo de carne ovina.

JI - Al principio comentábamos los valores, que han mejorado en todas las categorías hasta llegar a cifras aproximadas a 1 dólar por quilo; ¿qué representan estas cifras?

GC - Representan un récord histórico en Uruguay. El ovino en general ha estado bastante por debajo, en el entorno de los 50, 60 centavos el quilo en pie, en los mejores momentos había llegado a los 70 centavos; en este momento estamos con un precio realmente muy superior a lo que han sido los promedios históricos. Es fruto de la escasez que le mencionaba: estamos con casi la tercera parte de la faena histórica, lo que permite a los frigoríficos elegir los mejores negocios; por otro lado la realidad indica que a nivel internacional la carne ovina está en precios muy fuertes y récord histórico también.

JI - Me gustaría detenerme en dos datos que hemos manejado. Por un lado, la baja de stock, y por otro el robo de animales, el abigeato. Supongo que son dos elementos que ponen en cuestión el funcionamiento del sector a largo plazo. ¿Cómo lo ve usted?

GC - Es así. Uruguay está con una cifra de ovinos en el entorno de 10,5 millones de cabezas, que es un récord a la baja –hay que ir a 1870 para encontrar menos lanares en los campos–. De alguna manera eso está actuando como una amenaza para la industria textil. Uruguay tiene una industria textil procesadora de lana de avanzada a nivel mundial, que ha invertido importante capital en el desarrollo de las fábricas. Con este volumen de lana estamos en un límite, si sigue cayendo probablemente algunas de esas fábricas no puedan seguir funcionando. Estamos en un nivel crítico.

Hay algunas restricciones importantes que están operando aparte de lo que es el mercado y la elección del productor de los rubros que va a producir, algunas restricciones que van más allá de eso, como el tema del abigeato, que ha venido creciendo en forma alarmante a nivel del país. Acabamos de realizar una encuesta junto con la declaración jurada que realizan los productores de existencias vacunas y ovinas en forma anual, y nos está dando como resultado que el robo de animales en el ejercicio pasado, según declaran los productores, está arriba de las 200 mil cabezas en el año. Es una cifra realmente impresionante.

JI - ¿Cómo se controla eso? Estamos hablando de cifras realmente impactantes; ese cúmulo de animales tiene que canalizarse por algún lado, tiene que haber algún circuito donde esa carne sea colocada a nivel masivo, ¿no?

GC - Es así, una parte es para consumo propio y otra es una faena para comercializar. Estamos todos muy preocupados por esta situación, tanto el Ministerio del Interior como los otros poderes públicos, el Poder Judicial; estamos llevando a cabo reuniones para ver de qué manera podemos combatir este delito.

JI - Una de las ideas era que los propios jueces manejaran el abigeato en forma más directa, intentando llevar a los jueces de la zona rural a establecimientos, hablando con gente que conozca del tema.

GC - Sí, tanto los jueces como los fiscales están haciendo algunas pasantías para conocer más todo el movimiento del interior y lo que significa este delito.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón

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